Hay titulares que han pasado a la historia, como el de aquella crónica taurina de Corrochano: ‘Es de Ronda y se llama Cayetano’. Y hay entradillas que también deberían perdurar en la memoria porque, al modo de una greguería, condensan la surrealista realidad en apenas unas palabras, tal como magistralmente ha logrado Sebastián Torres en el inicio de su crónica sobre la huelga: “Era un piquete a sueldo del Ayuntamiento de Sevilla”. Sí, porque al menos once cargos municipales de IU aparecen en el vídeo en el que un piquete coactivo destroza una mesa de un bar en la calle Alfonso XII sin que el delegado de Economía, que formaba entre los piqueteros, se inmute ante esta ‘kale borroka’ a la sevillana. Aunque IU diga que no hizo nada, al hacer la vista gorda cómplice incurrió en el mayor pecado del mundo según Cristo: la omisión. Ya ven la triste paradoja: el delegado de Economía que debe apoyar a las empresas de Sevilla, en los piquetes que iban forzando el cierre de los negocios. Como en una fábula de Esopo, Monteseirín puso a la zorra a cuidar del gallinero.
‘Kale borroka’
Deja un comentario