El título no hace referencia a la Avenida del mismo nombre, sita en Los Bermejales, donde la Junta proyecta un nuevo edificio en el antiguo Instituto del Tabaco para cinco de sus delegaciones y que, mediante la colaboración público-privada (la misma de la que habla Rosa Aguilar para las futuras líneas del Metro), le obligará a pagar un alquiler de al menos 7,5 millones de euros durante cada uno de los 25 años siguientes a su terminación (hagan las cuentas y vean luego si el coste de rehabilitar de San Telmo ha sido caro o barato).
Tampoco estaba pensando en el restaurante griego por excelencia en la ciudad, el Helas, fundado por quien es ya un sevillano de Esparta y que tras venir a Sevilla por la Expo se quedó aquí para ofrecer en la calle Gonzalo Bilbao platos con resonancias del idioma homérico que se podía estudiar en el Bachillerato de Letras: Nisiotiko, Sutzukakia, Kokkinisto, Musazas, Paputsaki……
Y, desgraciadamente, tampoco aludo a la revista ‘Grecia’, adelantada de todas las vanguardias literarias en España, y que vio la luz en Sevilla en 1918 bajo la dirección de Isaac del Vando. En sus páginas tuvieron cabida por primera vez todos los –ismos del siglo XX: el ultraísmo, el dadaísmo, el cubismo, el futurismo…literaturas rompedoras e historiadas por uno de sus miembros, Guillermo de Torre, en un libro en varios tomos convertido en todo un clásico. Con sólo enumerar la nómina de colaboradores podremos comprender la distancia cultural que media entre la Sevilla inquieta de entonces y la actual: García Lorca, Borges, Adriano del Valle, Garfias, Cansinos Assens, Aleixandre, Gómez de la Serna…..
LOS NÚMEROS ROJOS
Hace escasas fechas, la Unión Monetaria Europea tuvo que lanzarse sí o sí, como diría Del Nido, al rescate de Grecia, cuya deuda estaba hundiendo el euro. Acordó con el Fondo Monetario dotar un fondo de 110.000 millones de euros a cambio de un severo plan de ajuste, preludio del que se ha visto forzado a aplicar también Zapatero en España bajo la espada de Damocles de Merkel, Sarkozy y hasta de Obama.
Al igual que hablamos en prosa sin saberlo, probablemente no sepan que cada familia sevillana ha tenido que prestar 586 euros para salvar a Grecia.Y como nuestros socios helenos han necesitado de mucha más ayuda, por el conjunto de esos 110.000 millones de euros cada griego ha contraído una deuda de 9.166 euros.
Ahora comprenderán por qué Sevilla no está tan lejos de Grecia. Según Hacienda, cada sevillano del conjunto de la provincia debe a través de sus Consistorios 506 euros a los bancos, una cifra que se aproxima a los 586 que hemos tenido que prestar a los griegos para salvarlos de la bancarrota. Hay municipios, como Almensilla, cuya deuda de 4.199 euros per cápita es casi la mitad de la contraída por los arruinados griegos con la Eurozona y el Fondo Monetario. Dicho de otro modo: si Almensilla fuera una nación (bueno, con esto de las Autonomías quién sabe si algún día no se reivindicará como tal) en vez de, por ahora, un pueblo, también habría necesitado una operación de rescate de la UEM y el FMI.
TRAGEDIAS DOMESTICAS
La tragedia griega sevillana ya se está representando en vivo en algunos ayuntamientos. Pensemos en los trabajadores del de Huévar, con créditos bancarios por valor de 1.210.000 euros y que además adeuda la nómina de seis meses, más una paga extra, a sus funcionarios tras las alegrías de la época del ladrillo. Aquéllos, desesperados, han protagonizado encierros junto a sus familias y empezado a denunciar a título individual sus casos ante la Subdelegación del Gobierno, la Diputación y el Defensor del Pueblo. Pese a haber reducido la plantilla a la mitad y al maná de la implantación en el municipio de grandes empresas como Mercadona e Inés Rosales, el Consistorio es incapaz ahora d