Casi sin solución de continuidad, y como si en política nos halláramos ante una repetición del maratón de clásicos entre el Barça y el Madrid la temporada pasada, en los cuarteles generales del PP (A) y del PSOE (A) diseñan ya la estrategia para dirimir su última batalla electoral tras las municipales de mayo y las recientes generales: las autonómicas de marzo, en que el PSOE se juega el ser o no ser en Andalucía.
Y en esta batalla va a jugar un papel esencial Sevilla, la única provincia, junto con Barcelona, que ha resistido el ‘tsunami’ popular el 20-N y que aparece como una isla roja en un mar azul. El ambiente ya empieza a calentarse. El presidente del PSOE sevillano a la vez que de la Diputación, Rodríguez Villalobos, subraya que “la provincia de Sevilla es el azote del PP en los municipales y en las generales. Vamos a hacer todo lo posible –ha añadido- por las autonómicas”.
LA PROVINCIA
Arenas, por su parte, destaca que “en Sevilla, el PSOE ha tenido un gran retroceso, su mayor retroceso. Algunos están contentos –asevera- cuando ganan por 25 o ganan por tres, pero allá ellos. Y Villalobos vuelve a la carga para poner en valor los resultados del PSOE en la provincia, su particular Numancia el 20-N: “En 70 pueblos le sacamos más de veinte puntos al PP, y en la capital hemos crecido en más de 40.000 votos respecto a las municipales”.
Dimes y diretes al margen, ¿qué estarían indicando los resultados del 20-N para la decisiva cita de marzo, en que si cae Sevilla, puede caer ya toda Andalucía para los socialistas, y ,si resiste, puede consolidar su último feudo, desde el que iniciar su particular Reconquista?
Excluyendo la capital, vamos a dividir los municipios por población conforme al censo de 2010 (sin tener en cuenta las variaciones posteriores, aún oficiosas), para tener una mejor perspectiva sobre lo acaecido hace siete días:
–Municipios con más de 50.000 habitantes: Sólo hay tres, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra y Utrera. Al tratarse de un voto más urbano, es en estas localidades donde más ha caído el PSOE, que ha perdido entre los tres 24.421 sufragios de los 184.901 que se le han esfumado en el conjunto de la provincia. Los socialistas bajan del 50% en todos los casos. En Alcalá vencieron por sólo 404 votos. En Dos Hermanas, su feudo por excelencia y escenario de sus multitudinarios mítines, el PSOE ha caído 20 puntos y el PP se ha acercado a 3.076 votos, cuando antes esta cifra se multiplicaba por 10. En Utrera la historia es similar.
–Mas de 40.000 habitantes: Mairena del Aljarafe y Écija, ambos ganados por el PP merced al hundimiento socialista, con fuga de 4.000 votos en números redondos respecto de las generales de 2008. El PP ha invertido la situación y ahora gana hasta con holgura: supera en 2.676 votos al PSOE en Écija y en 1.605 en Mairena.
–Más de 30.000 habitantes: Los Palacios, quizás por causa de la nefasta gestión del gobierno local socialista anterior y su multimillonaria deuda, registra el mayor hundimiento del PSOE en la provincia: 5.615 votos perdidos y 27,64 puntos. Por el contrario, conserva La Rinconada, el municipio de tamaño medio donde el PP, aun acercándose, queda más lejos de los socialistas: a 4.561 votos. Aun así, el PSOE pierde aquí 16,72 puntos y a duras penas supera el 50% de sufragios.
–De 20.000 a 30.000 habitantes: El PP, que ya ganó en Tomares en 2008, incrementa ahora su ventaja porque el PSOE pierde 16 puntos. Además, arrebata a los socialistas (-17,42%) Mairena del Alcor. El PSOE conserva Camas, Carmona Coria, Lebrija, Morón y San Juan, pero en todos estos municipios cayendo por debajo del 50% de los votos, salvo en Morón, donde aun así pierde 1.749 sufragios.
–De 10.000 a 20.000 habitantes: Un grupo de 19 municipios, en los que el PP arrebata al PSOE tres (Gines, Sanlúcar la Mayor y Bormujos) y mantiene el que ya tenía (Espartinas). El PSOE gana en 15 pueblos, pero cae por debajo del porcentaje que implica siempre una mayoría absoluta en diez, y supera el 50% en cinco: Arahal, Brenes, Las Cabezas, La Puebla y Osuna).
–De 5.000 a 10.000 habitantes: Un grupo de 30 municipios de esa Andalucía profunda que Arenas pone a su partido como la asignatura pendiente en la comunidad autónoma y también en este caso en la provincia de Sevilla, si bien el PP gana en seis respecto de las generales de 2008: Bollullos, Gelves, Palomares, Salteras, Valencina y Villanueva del Ariscal. Es un reflejo de que la fuerza del PP se concentra sobre todo en el Aljarafe (15 de los 17 municipios donde ha ganado).
Los socialistas triunfan en 24, pero caen por debajo del 50% en 14. Incluso en los diez con menor descenso (Aznalcóllar, Benacazón, La Campana, Casariche, Cazalla, Constantina, El Cuervo, Fuentes, Isla Mayor, Tocina) las pérdidas de votos llegan hasta el 16% (Aznalcóllar).
–Menos de 5.000 habitantes: Un mar socialista de 39 municipios con la isla de Marinaleda (IU) y en el que el PP ha conquistado Carrión de los Céspedes y Castilleja de Guzmán. Los 36 restantes revalidan su apoyo al PSOE, pero en mucha menor medida que antes, ya que en nueve ha perdido la mayoría absoluta y donde la mantiene, sufre caídas de entre 9 y 18 puntos (El Garrobo).
Excluyendo Sevilla capital, el PP se ha quedado a sólo 62.529 votos del PSOE en la provincia, y lo que más debe preocupar a los socialistas es que no crece en ningún municipio mientras que los populares lo hacen en todos, y aún más en los de mayor censo electoral, que pueden contrarrestar esas 70 localidades rurales y menos pobladas de las que alardea Villalobos.
Decididamente, el PSOE tiene razones para pensar que su granero de Sevilla está en peligro.