Dice Pilar Alcalá: “Escribo en relación al comentario que sobre la Exposición «Bécquer tan cerca… A través del Arte» se ha hecho a propósito de los libros destruidos. Soy la Coordinadora Literaria de la Exposición, cuyo comisario es el escultor Jesús Méndez Lastrucci. Creo que antes de juzgar dicha obra deberían haberse tomado la molestia de saber qué quieren expresar los autores, arquitectos, de esta obra…Amo los libros por encima de cualquier cosa… Soy filóloga y lectora empedernida… y si los autores han decidido poner esas enciclopedias para que sus hojas les sean arrancadas es porque quieren decir algo. Y no sólo hay libros para ser deshojados… ¿No se han fijado en el libro que en esta misma obra aparece colocado como objeto de culto? La información para que sea tal debe ser completa… Es muy fácil la crítica gratuita… y sin fundamentos. En vez de clamar por esta obra de arte deberían hacerlo por el estado de abandono en que se encuentra la Venta de los Gatos….”. Dice que ama los libros pero los destruye. ¿Tiene sentido? Hay amores que matan.
Perdone mi nombre es Pilar ALCALÁ, no Alcántara, no me confunda con un miembro de esa familia televisiva a la que todo le pasa… por favor.
Yo no destruyo libros… ¿Se ha pasado por la Exposición? ¿Ha visto todos los libros que hay en las mesas? Pues son míos, y hay alguno que tiene 99 años… (Y es una quinta parte de lo que a bibliografía becqueriana se refiere tengo en mi casa) No destruyo… conservo… Y le ruego que corrija mi apellido, del que me siento muy orgullosa.
Gracias