Tragedias

La caída del paro en 3.400 personas en Sevilla es un mínimo consuelo ante la tragedia que aún sufren 254.855 sevillanos, víctimas de la crisis e inscritos en las oficinas del Inem. Lo peor que puede ocurrirnos es acostumbrarnos a la frialdad de las cifras sin darles cuerpo para que se materialicen ante nuestros ojos, ya que no podemos ponerles cara a todos y cada uno de ellos. Esos conciudadanos desempleados, puestos en fila india llegarían desde Sevilla hasta Córdoba y aun seis kilómetros más lejos. Para contenerlos a todos harían falta cuatro estadios y medio como el denominado ‘Olímpico’ de la isla de la Cartuja, y equivalen a dos veces los habitantes de Dos Hermanas, la población más importante de la provincia excluida la capital. Item más, entre las cincuenta capitales de provincia españolas, sólo trece tienen una población mayor que la del número de parados sevillanos, que constituirían la decimocuarta capital del país. Y aun así, ninguna de estas imágenes puede reflejar la magnitud de estos 254.855 dramas personales, ante los que nadie puede sentirse ajeno.

 

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