El hombre se ha subido al autobús de la línea 3 en San Jerónimo. Se mueve inquieto y mira a un lado y a otro el paisaje, poco familiar para él, de Los Bermejales. Se levanta para hablarle al conductor: “Oiga, ¿esto no paraba cerca de la Ciudad Sanitaria?”. “Pero, ¿usted no se ha enterado?”, le contesta el chófer. “¿De qué?”, inquiere su interlocutor. “Pues que desde principios de año han cambiado la ruta”, replica el empleado de Tussam. “Y ahora, yo, ¿qué hago?”, se lamenta el usuario. Sí, al prolongar el itinerario de la exitosa línea 3, el autobús ya no para justo en la acera del estadio del Betis, ni pasa por la Palmera divisando el hospital Virgen del Rocío, ni junto a la Consejería de Medio Ambiente, el complejo de oficinas de Winterthur y el colegio de las Adoratrices, ni siquiera a la vuelta de Los Bermejales -con lo fácil que habría sido continuar su recorrido original-, sino que discurre por la misma senda del 34, una unidad detrás de otra por Reina Mercedes. ¿Tiene sentido duplicar la misma ruta? En Tussam siempre acaban empeorando lo que ya funciona.
Que vergüenza de los autobuses de tussan son sucios yo nose como los conductores pueden ver con los clistales tan sucio como llevan los autobuses .el sevicio de alcosa un 0 de nota loque si prestaban buena buen servicio que prestaba Casal 10 de nota o sea Millán un 9. Casal un 10 tussan un 0 un saludo