El semanario alemán Der Spiegel publica esta semana un informe con este sugestivo título: ‘La mentira de la pobreza. Cómo los países europeos en crisis esconden su riqueza’. Citando informes del Bundesbank y del BCE, más datos de cosecha propia, dicho medio llega a la conclusión de que los alemanes son mucho más pobres que los nacionales de países rescatados como Chipre, Grecia y Portugal, y también que los españoles. Para colmo, va Adecco, la empresa de selección de personal, y en su informe sobre la Feria destaca la demanda para contratar cortadores de jamón, un puesto inexistente antes de la crisis. A Der Spiegel y a Adecco habrá que replicarles con aquel dicho popular de que cuando un pobre come jamón, o muy malito está el pobre, o muy malo (barato, por efecto de la crisis) el jamón.