Tendría 5.000 m2 y ocuparía la esquina entre la Casa Rosa y el edificio Columbus, junto a la calle Cardenal Bueno Monreal
Los árboles de gran altura existentes en el interior de una parcela en la confluencia de la avenida de La Palmera con la de Cardenal Bueno Monreal, junto al edificio Columbus, han sufrido una poda intensiva a destiempo, justo en vísperas del verano, lo que ha llamado poderosamente la atención a los habituales paseantes por este emblemático lugar de Sevilla. La poda a mansalva podría ser un indicio de la anunciada construcción, desde hace cinco años, de un hotel, que colmataría aún más esta vía tras las tres moles universitarias que han provocado una intensa polémica en los últimos meses y el acuerdo municipal de suspensión de licencias para más equipamientos con la prima de edificabilidad de un 80 por 100.
El 12 de abril de 2016, el diario económico Expansión publicó que la familia Ybarra iba a levantar un hotel de lujo en la ‘milla de oro’ sevillana, «en una parcela de su propiedad en la que está el edificio Columbus, ocupado por Vodafone y Genera Games. Se ubicará -continuaba- en la Avenida de la Palmera».

«Por el momento -continuaba la información, el proyecto está en una fase preliminar y una de las decisiones que debe tomar la familia Ybarra es si promueve el proyecto de manera particular o si se lo traslada a un tercero.
Igualmente, está en el aire el operador que se encargará de la gestión del futuro hotel, si bien uno de los objetivos es hacerse con buena parte de la clientela que llega a Sevilla en crucero. Uno de sus puntos fuertes es que la parcela no sólo está a escasa distancia del casco histórico, sino que se encuentra muy cerca de los atraques del río Guadalquivir.

Si el proyecto sale definitivamente adelante, se convertiría en el segundo que la familia Ybarra protagoniza en apenas un mes dentro del ámbito inmobiliario, después de que a finales del mes pasado Sanguino Abogados anunciase la reapertura de la histórica Casa Ybarra, en el Prado de San Sebastián».
Tres años después, el 5 de abril de 2019, el diario ABC se hacía eco de que el establecimiento hotelero tendría cuatro estrellas; que la inversión sería de 7 millones de euros y que Ybarra y Compañía ya había pedido licencia de obras a Urbanismo.
Según esta información, los promotores agotarían la volumetría excedente que contempla el PGOU para esa parcela. El nuevo inmueble, de cuatro plantas, tendría cerca de 5.000 metros cuadrados y se complementaría con otros 500 metros cuadrados construidos de la planta baja del edificio anexo, que se reservaron para el proyecto hotelero.

El hotel contaría con 105 habitaciones y tendría una categoría de cuatro estrellas. El autor del proyecto era Javier Betancourt, arquitecto que ha participado también en la adaptación de la Casa Bucarrelli de Sevilla (Palacio del Conde de Santa Coloma) como apartamentos turísticos.
Ybarra y Cía preveía inaugurar este establecimiento hotelero en la primavera de 2021, coincidiendo con la Semana Santa y la Feria, celebraciones que atraen a miles de turistas a la ciudad.
Otras informaciones periodísticas de fecha 19 de septiembre de 2019 apuntaban que la Gerencia de Urbanismo había concedido licencia de obras de ampliación para un edificio de cuatro plantas y dos de sótano, anexo a otro ya existente (el Columbus), para destinarlo a uso hotelero, según el proyecto básico y reformado presentado ante la sede de dicho organismo.

Tan sólo seis meses después de aquel acto administrativo advino la pandemia del coronavirus y los posteriores confinamientos, que paralizaron la actividad económica en la ciudad, especialmente al sector turístico, por lo que desde que se divulgó la noticia del proyecto hotelero, hace ya más de cinco años, todavía no se ha puesto un solo ladrillo.
Sin embargo, algo ha empezado a moverse en la parcela destinada al futurible hotel, otra mole de 5.000 metros cuadrados en una pequeña parcela de forma triangular sita entre los jardines y dependencias de la Casa Rosa, con fachada a la avenida de La Palmera, y el edificio Columbus, con dirección oficial en la avenida Cardenal Bueno Monreal número uno. Se trata de una situación similar a la que tenía la Casa de la Botella, a caballo entre La Palmera y la calle Páez de Rivera, demolida para edificar en su lugar una polémica residencia universitaria con una prima de edificabilidad del 80% conforme al PGOU de Monteseirín.
El futurible hotel con sus 5.000 m2 contribuiría a colmatar aún más la avenida de La Palmera, donde cada vez quedan menos jardines y zonas verdes, colonizados por el ladrillo en expansión.




No ha pasado inadvertido para muchos que los otrora frondosos árboles existentes en la parcela del futurible hotel han sido sometidos a una poda intensiva fuera de tiempo, en vísperas del verano y en plena polémica por la construcción de las moles universitarias en la avenida, que ha obligado al acuerdo plenario municipal de suspender durante un año la concesión de más licencias para equipamientos con esa prima del 80% y de modificar el PGOU de Monteseirín para eliminarla, lo cual no es óbice para que se sigan construyendo otros equipamientos, pero ya sin el plus de edificabilidad y ateniéndose a la que tenga el suelo residencial.


La poda intensiva a las puertas del verano después de tantos años sin tocar los árboles podría interpretarse como un aclarado del espacio, de dimensiones relativamente reducidas, para poder introducir maquinaria pesada, o bien como una reafirmación de la propiedad en plena polémica por el exceso de edificaciones en la avenida.

Sea cual sea la intención, esta poda intensiva en vísperas del verano demuestra el trato que se da en Sevilla al patrimonio vegetal, ya que no se ha tenido en cuenta el probable efecto perjudicial de esta práctica para los árboles.
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