El Ayuntamiento de Sevilla recupera la idea de un rascacielos entre Los Bermejales y Bellavista

Lo califica como “un elemento significativo en la puerta de la ciudad desde la carretera de Cádiz”

En el convenio urbanístico firmado en 2005 se estipuló un concurso cuyas bases supervisaría Urbanismo

El Ayuntamiento de Sevilla informó el pasado 24 de febrero (2023) de la aprobación de manera inicial del Plan Especial que ordena un área de 54.250 m2 de suelo localizada entre la ronda de circunvalación SE-30 y la carretera Nacional IV, en el distrito Bellavista-La Palmera. En el anuncio ha pasado inadvertido el propósito de recuperar la idea del redactor del Plan General de Ordenación Urbana de erigir un rascacielos en la entrada a Sevilla por el Sur.

El Plan General de Ordenación Urbana califica esos suelos entre Palmas Altas y Villanueva del Pítamo en su mayor parte como terciarios y para actividades económicas, si bien este ámbito contiene también espacios libres y sistema viario. El instrumento de planeamiento que se aprueba inicialmente (elaborado por la propiedad de los terrenos), ordena estas superficies y su disposición y define los parámetros urbanísticos a respetar, como las alturas máximas y las condiciones de ocupación.

La propuesta de ordenación que plantea en concreto este Plan Especial de Reforma Interior establece como objetivos fundamentales adaptar esta pieza aislada a la realidad actual y mejorar las conexiones con la ciudad inmediata, prepararla de acuerdo al futuro trazado ferroviario del Puerto y reordenar las parcelas lucrativas.

Exactamente, se establecen tres parcelas para actividades económicas que tendrán el uso de Centro y Servicios Terciarios, posibilitando la implantación de un edificio en altura que pueda constituir un elemento significativo en la puerta de la ciudad desde la carretera de Cádiz. Estos usos terciarios se complementarán con los previstos también para el muelle de Tablada, una vez se desplacen las actividades portuarias existentes y se integren estas áreas en la ciudad.

Los suelos objeto de ordenación, arriba a la izquierda en la imagen satelital
Los suelos, tal como se incluyeron en el convenio urbanístico de 2005

El anuncio de permitir la construcción de un rascacielos enlaza con la idea  del redactor del vigente Plan General de Ordenación Urbana (2006), el arquitecto jerezano Manuel Ángel González Fustegueras, de erigir una torre en las entradas a Sevilla por cada uno de los cuatro puntos cardinales, siendo la torre Pelli el primer hito de este planteamiento, que debía continuar con otra por el eje de la avenida de Kansas City, al Este, aunque la crisis económica de 2008 y la polémica con la Unesco a cuenta del rascacielos cartujano frenaron tales desarrollos.

Los suelos entre Los Bermejales y Bellavista que ahora se ordenan mediante un Plan Especial fueron en su día propiedad de la empresa Viconfort, la cual los traspasó a DPC Gestión, vinculada al grupo inmobiliario de Luis Alarcón.

Ésta firmó el 7 de junio de 2005 un ‘Convenio urbanístico de colaboración para facilitar la formulación y ejecución del nuevo Plan General de Ordenación Urbanística de Sevilla’, convenio que se modificó tras las alegaciones de la propiedad para que se subsanara “la problemática de accesibilidad interior creada con la desaparición del Sistema General Viario, al tiempo que se procediera a ajustar los parámetros de las condiciones de edificación”.

El problema radicaba en la rotonda de acceso que Fustegueras había pintado sobre el papel pero cuyo desarrollo se vio era inviable. Dependía además de unas expropiaciones, aunque se permitía ejecutarlo en dos fases.

Otro de los conflictos radicaba en la expansión incontrolada de unas instalaciones cercanas que con el curso del tiempo se habían ido “comiendo” suelo de la parcela terciaria e impedía la cesión al Ayuntamiento de terrenos libres de cargas.

El entonces delegado de Urbanismo, Emilio Carrillo, firmó el convenio en nombre del Ayuntamiento

Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria el banco ejecutó la hipoteca, se quedó con todo y luego acarició la idea de una recalificación a residencial, carente de sentido debido al aislamiento de la parcela, por lo que su desarrollo ha quedado paralizado hasta ahora.

Ya en aquel convenio de hace 18 años se estipuló sobre la segunda parcela para usos lucrativos, con 10.824 m2 de superficie y una edificabilidad de 24.615 m2/t, una altura a determinar por el posterior instrumento de desarrollo (innovación del Plan Parcial o, en su caso, Plan Especial de Reforma Interior).

Y se especificó que el objeto de este instrumento de desarrollo urbanístico, un Plan Especial según la elección ahora comunicada por el Ayuntamiento de Sevilla, sería justamente “establecer las determinaciones vinculantes de altura y ocupación de la parcela Nº 2”.

“En todo caso -podía leerse en el convenio- este Plan Especial se ajustará a los criterios de ordenación detallada que resultaran de la propuesta volumétrica que se acompaña como anexo y que tiene por objeto asegurar una intervención de calidad arquitectónica en un edificio singular llamado a ser uno de los hitos de la puerta de entrada Sur de nuestra ciudad”.

Y continuaba: “No obstante lo anterior, cualquier propuesta que pretenda separarse de los criterios de ordenación expuestos en el Anexo deberá venir justificada en la previa convocatoria por la Propiedad en un Concurso de Ordenación Volumétrica que asegure la calidad del diseño arquitectónico. Las Bases del Concurso deberán contar con la aprobación de la Gerencia de Urbanismo”.

Lo que figuraba en el Anexo era un diseño de los arquitectos Antonio González Cordón, autor entre otros del proyecto de reforma del estadio del Betis y fallecido en 2018, y Antonio G. Liñán: un rascacielos al que denominaron Torre Sevilla, el nombre que posteriormente utilizó La Caixa para rebautizar la torre Pelli en la isla de la Cartuja, inaugurada oficialmente en 2016.

La Torre Sevilla diseñada por González Cordón años antes que la torre Pelli con el edificio Podio en Cartuja. Atención a las similitudes entre una y otra
La torre Pelli, en la Cartuja, que copió el nombre de Torre Sevilla del proyecto de Cordón para la zona Sur
El rascacielos diseñado por González Cordón, desde otra perspectiva
Otra imagen del rascacielos proyectado por González Cordón para la entrada meridional a Sevilla
Variación del rascacielos de Cordón

Ambos arquitectos diseñaron dos edificaciones de baja y elevada altura simultáneamente que propusieron ligar en una sola edificación “que se establece -dejaron escrito- como posada sobre los fondos craquelados del río Guadaira. Una sierpes sobre un paisaje horizontal infinito”.

El particular edificio ‘Podio’ de Cordón, precursor del diseñado por Pelli para la Cartuja
Otra imagen del edificio a los pies del rascacielos
Evoluciones diseñadas por Cordón para su torre entre Los Bermejales y Bellavista
Vistas laterales de la torre y su edificio de apoyo

Respecto a los accesos, se plantea ahora una sola entrada al sector que incluye también las salidas, y para la que se tendrá muy en cuenta el futuro trazado del ferrocarril. La movilidad interna se resuelve con un único carril de sentido único en forma de anillo que conectará con todas las parcelas lucrativas. Finalmente, este Plan Especial supondrá, según el Ayuntamiento,  continuar también con la integración del anillo verde del Guadaíra en el Sistema General de Espacios Libres de la ciudad, como se contempla también en el desarrollo de los suelos de Villanueva del Pítamo.

Un comentario en “El Ayuntamiento de Sevilla recupera la idea de un rascacielos entre Los Bermejales y Bellavista

  1. Daniel Pedrero

    Excelente artículo con mucha información. En su momento, estuve muy interesado en la realización de este proyecto. Espero que finalmente se lleve a cabo. Saludos.

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