La Junta de Andalucía pretende reducir en un 74% la anchura de la vereda de Salteras por Guillena

Y que el trazado del antiguo ferrocarril de las minas de Cala asuma su función de vía pecuaria

Las organizaciones Asedeca -Caminos Públicos Sevillanos, Ecologistas en Acción, Andalus, A contramano y Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía (FUPIA) han hecho alegaciones contra el deslinde de la Vereda de Salteras en el término municipal de Guillena (Sevilla) en que la Junta de Andalucía propone reducir la vía pecuaria en un 74% de su anchura. Las organizaciones también denuncian la modificación sustancial del tramo con respecto a su trazo histórico, ubicándolo erróneamente superpuesto al antiguo trazado del ferrocarril de Minas de Cala.

La Junta propone minorar la vía pecuaria a un «ancho necesario» de 10 metros, pero, según las organizaciones denunciantes, esta anchura la reduce a poco más que un carril para el paso de vehículos. En sus alegaciones, que se han registrado la pasada semana, explican que esta anchura deja la vía sin espacio verde para pastoreo, y hace totalmente inviable su función como corredor ecológico para la biodiversidad y refugio de fauna y flora. Además, no entienden cómo esta enajenación parcial de un bien de dominio público pueda ser compatible con la justificación de la Junta de fomentar su uso para turismo verde o para el camino de Santiago desde Sevilla.

La modificación de la vía propuesta por la Junta, que no se justifica en absoluto a juicio de los alegantes, supone cambiar el trazado en favor de propietarios privados que usurpan el trazado en la actualidad y la traslada a la antigua vía tren minero que transportaba minerales desde Cala hasta el embarcadero en el río Guadalquivir, en San Juan de Aznalfarache. La recuperación del patrimonio de esta vía es objeto de una campaña de la Asociación Asedeca, respaldada por otras 50 organizaciones ecologistas, patrimoniales, sociales, y ciclistas y asumida por varias Ayuntamientos, para convertirse en vía verde.

La plataforma ferroviaria es propiedad del Estado y no puede ser ocupada por una vía pecuaria, según las organizaciones alegantes.

Las vías pecuarias son rutas tradicionales para los movimientos estacionales del ganado protegidos desde al menos el siglo XIII con la creación del «Honrado Concejo de la Mesta» por el Rey Alfonso X. Hay más de 35.500 kilómetros de vías pecuarias en Andalucía. Su uso tradicional también ha incluido el pastoreo público. Son importantes espacios para conservar el derecho al libre tránsito para caminar en el campo.

Poco a poco, el uso de los márgenes de estas vías ha sido usurpado por agricultores y terceras personas o sociedades de forma privativa ante la pasividad de la administración. La Vereda de Salteras es un buen ejemplo de esto, ya que según los datos de la Junta de Andalucía, el 70% de su superficie ha sido ocupada ilegalmente.

Hace más de 20 años, el Plan de Recuperación y Ordenación de las Vías Pecuarias Andaluzas de la Consejería de Medioambiente contempló tres usos principales para las vías pecuarias de la comunidad: para transito ganadero y acceso a fincas agrícolas, uso turístico-recreativo y el uso ecológico: enlace de espacios protegidos, generadores de biodiversidad y corredores de fauna y flora.

Sin embargo, las asociaciones han criticado el grado y calidad de ejecución de este plan. En 2020, Ecologistas en Acción dedicó su premios Atila y caballo de Atila a sus gestores, Inmaculada Ortiz y José Gallardo, por «lo poco que se ha hecho bien y lo mucho que se ha hecho mal en la recuperación, conservación y gestión de las vías pecuarias de Andalucía en general y de Sevilla en particular» a pesar de haber recibido millones de euros del fondo europeo.

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