Sus más de 8.000 m2 quedarán reducidos a una mini plaza que servirá de acceso y de evacuación del público

El club presenta el parking que explotará comercialmente bajo la misma como un equipamiento para los vecinos

Se aplicará el modelo de explotación intensiva, 24 horas los 7 días, de Gensler en el estadio BMO de Los Ángeles

La sociedad anónima deportiva (como su denominación indica, una empresa privada a todos los efectos) Real Betis Balompié anunció el pasado 17 de agosto de 2023 la adjudicación del diseño del nuevo estadio Benito Villamarín al estudio del arquitecto cordobés Rafael de la-Hoz y al estudio norteamericano Gensler.

Al margen de los detalles arquitectónicos del proyecto, de la nota de prensa de la entidad verdiblanca cabe destacar el siguiente párrafo: «El nuevo Estadio Benito Villamarín contempla igualmente tres puntos importantes para la ciudad: una dotación de espacios públicos de calidad, con una plaza principal con áreas verdes y peatonales, con zonas de ocio y paseo; la creación de servicios y equipamientos, como nuevas plazas de aparcamiento subterráneo y espacios comerciales que aumentarán la actividad de la zona durante todo el año; y sobre todo le ofrecerá a la ciudad un nuevo edificio icónico que va a proporcionar un impacto positivo de gran valor a la imagen de Sevilla».

Para conocer al menos parte de los antecedentes de este proyecto recomiendo al lector la lectura previa del informe ‘El efecto mariposa’: https://www.manueljesusflorencio.com/2021/12/el-efecto-mariposa/

Tras esa lectura comprenderá que parte del proyecto del nuevo estadio bético se basa en la ocupación de la explanada colindante con el coliseo deportivo, propiedad de la ciudad de Sevilla y calificada de espacio libre para uso especialmente de los vecinos del barrio de Heliópolis pero que el muy bético alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín decidió, como decidió desviar los más de 200 millones de euros de los convenios urbanísticos a «sus» Setas de la Encarnación, entregar a la Sociedad Anónima Deportiva Real Betis Balompié para que diera un pelotazo en forma de parking subterráneo, comercios, hoteles, oficinas…..a cambio de que dejara para los vecinos una plaza de no menos de 2.500 m2 y construyera un equipamiento (se habló de un centro cívico) de 3.000 m2, todo lo cual podría y debería haberlo hecho el Ayuntamiento en beneficio de los vecinos sin contraprestación de ningún tipo, como ocurre en cualquier otro punto de la ciudad.

La nota de prensa del Betis es un sarcasmo cuando habla de que con su proyecto ofrece una «dotación de espacios públicos de calidad, con una plaza principal con áreas verdes y peatonales, con zonas de ocio y paseo».

Los vecinos de Heliópolis, y por extensión todos los de Sevilla, disponían de un espacio público de 8.308 m2 en los que los gobiernos locales de turno bien pudieron construir una plaza con zonas verdes y áreas de esparcimiento y de ocio si no hubiera sido porque, con manifiesta inhibición, permitieron su conversión en aparcamiento al aire libre para los aficionados béticos en los días de partido. No habría hecho falta regalarla a la Sociedad Anónima Deportiva para que reduzca a la mínima expresión esa futurible plaza. Y si en el proyecto de Rafael de la-Hoz y Gensler no han ocupado por completo la parcela es porque necesitan esa mínima plaza para una rápida evacuación del estadio en caso de necesidad, no porque la entidad se preocupe excesivamente del interés colectivo, como viene demostrando con su indiferencia ante las demandas vecinales para que se implique en la solución de las botellonas pre y post-.partido cuando el equipo juega en casa.

Para que el lector comprenda a qué se reduce la «plaza principal» que ofrece el Betis a la ciudad de Sevilla en general y a los barrios colindantes (Heliópolis, Reina Mercedes, Sector Sur, Los Bermejales…) en particular, basta comparar las dimensiones de la actual explanada de propiedad municipal con el aspecto que tendría de materializarse este proyecto:

Vista aérea de la explanada de uso público, convertida en parking cuando juega el Betis

Ocupación de la parcela por un edificio anexo al estadio y una miniplaza que en la práctica servirá de acceso al recinto deportivo y para la evacuación del mismo

Otra vista aérea de la explanada actual, de 8.308 m2 de superficie

Vista lateral del edificio anexo, en el que se aprecia mejor el espacio dejado para la plaza

Imagen de la explanada pública desde la avenida Padre García Tejero

Perspectiva del futuro edificio anexo desde la avenida Padre García Tejero

La imagen muestra las dimensiones de la explanada de propiedad municipal

La recreación gráfica muestra lo que quedaría para la plaza de la que habla el Betis

El Betis expresa en su nota que con este proyecto creará servicios y equipamientos, como nuevas plazas de aparcamiento subterráneo, aparcamiento que se sobreentiende será de pago para los vecinos, cuando ahora la explanada es de uso libre, suponiendo que pudieran acceder a él y no quedara colmatado a las primeras de cambio y no sólo en los días de partido, ya que la declarada intención de la Sociedad Anónima Deportiva es maximizar el beneficio organizando actividades prácticamente a diario. Por tanto, el futuro aparcamiento bajo la explanada regalada «de facto» por Monteseirín al Betis se convertirá en un foco de atracción de vehículos que ¿a dónde irán en caso de que todas las plazas de ese estacionamiento se encuentren ocupadas? Seguro que los vecinos de Heliópolis y de los barrios aledaños al estadio ya intuyen la respuesta.

Y por si no bastara el «efecto llamada» de los eventos que pretende el Betis que acoja el estadio, añade en su nota sobre el pelotazo urbanístico que le va a permitir el regalo de Monteseirín que también sacará rentabilidad de «espacios comerciales que aumentarán la actividad de la zona durante todo el año».

«El Club -continúa la nota- desea, asimismo, hacer partícipes del modelo final a los diferentes colectivos y asociaciones pertenecientes al distrito Bellavista-La Palmera».

Restos de una botellona pre-partido en el parque del Guadaira

Ahora resulta que la entidad desea congraciarse, buscando adhesiones al proyecto, con los colectivos del distrito, cuando asociaciones de vecinos del mismo (Parque Vivo del Guadaira, Foro Heliópolis y Bermejales Activa) le han escrito durante la temporada pasada al menos tres veces para abordar los problemas generados por las botellonas en torno al estadio, pero la directiva que preside Ángel Haro ni se ha dignado contestarles ni mucho menos recibirles, en una demostración de que sólo vela por su propio interés y no por los vecinos del entorno, que generalmente son aficionados del Betis y por eso están aún más dolidos por el desprecio de los dirigentes de su equipo.

CONCEPTO AMERICANO EXPORTADO A SEVILLA

La nota de prensa del Betis ya apunta el objetivo del nuevo diseño del estadio: «Potenciará la oferta de entretenimiento y restauración en los días de partido, antes, durante y después de los mismos, y también durante los días sin actividad deportiva, convirtiéndolo en un gran centro de ocio y centro de eventos, con un auditorio de 450 butacas, además de un importante punto de interés turístico en la ciudad».

Es la traslación a Sevilla del modelo norteamericano del otro socio ganador del concurso de ideas junto con el estudio cordobés de Rafael de la-Hoz, el estadounidense Gensler. En este sentido, uno de sus diseñadores-estrella, Ron Turner -en cuya hoja de servicios figuran tres estadios de béisbol con techo retráctil, 12 estadios de usos múltiples de la NBA y la NHL, el galardonado estadio NFL Paul Brown, Crypto.com Arena y BMO Stadium- ha escrito lo siguiente, tomando como referencia este último coliseo deportivo, construido en Los Ángeles:

«En una era de entretenimiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana, ya no es suficiente que los estadios deportivos simplemente dependan de los ingresos del día del partido y permanezcan inactivos fuera de la temporada. Hoy en día, el estadio deportivo moderno es un animado destino de venta al por menor y hospitalidad para los fanáticos, y un importante punto de venta para los jugadores. Ejemplificando esta tendencia global al establecer un nuevo punto de referencia para la experiencia premium de la Major League Soccer (MLS), el BMO Stadium de Los Ángeles (anteriormente Banc of California Stadium) crea un destino durante todo el año que está activo los días que no hay partidos, en lugar de permanecer simplemente como un mero recinto deportivo.

El estadio BMO de Los Ángeles, con capacidad para 22.000 asientos, es el que tiene el graderío más cerca del césped y los asientos en voladizo más empinados de la MLS, con posibilidad de expansión para eventos especiales

Una experiencia de fútbol al estilo europeo para el equipo de expansión más reciente de la liga, Los Angeles Football Club (LAFC), acerca a los aficionados a la acción. El estadio, con capacidad para 22,000 asientos, está más cerca del terreno de juego que cualquier otro en la MLS, con posibilidad de expansión para eventos especiales. Los palcos a nivel del campo, las suites privadas, los clubes, los salones en la azotea y una explanada de 360 ​​grados brindan una experiencia convincente para los fanáticos para cada punto. 

El estadio angelino, diseñado por Gensler, cuyo modelo inspira la ampliación del bético

Tomando copas mientras se ve el partido, según el modelo americano en Los Ángeles

Espectadores de Los Ángeles, como en el salón de su casa

Vistas al interior del estadio y al exterior

El estadio ancla el complejo más grande en Exposition Park, que incluye un restaurante, un salón de comidas, una tienda del equipo, una terraza para fiestas privadas alquilable y un bar. El estadio amplía su uso más allá del día del partido con estos elementos auxiliares. La nueva instalación sirve como ancla y catalizador de la ciudad, promoviendo el desarrollo económico en la región».

El estadio BMO de Los Ángeles

El diseño de la ampliación del estadio del Betis

Conforme al modelo económico americano aplicado a la ampliación del estadio del Betis en parte sobre la explanada de 8.308 m2 de propiedad pública que se hurta así a los ciudadanos de Sevilla, los vecinos de Heliópolis y de los barrios colindantes van a pasar de sufrir los efectos de un partido cada dos semanas a los de una actividad permanente, de cualquier tipo, «las 24 horas del día, los 7 días de la semana» en, como dice Ron Turner (del estudio Gensler) «la era del entretenimiento».

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