Alegan que la ocupación del único suelo libre sería un riesgo para un desalojo por seguridad e incumpliría las directrices del Consejo de Europa y la FIFA
Nueve asociaciones de vecinos de los barrios situados en el entorno del estadio Benito Villamarín, a cuya culminación no se oponen, sí han pedido mediante sendos escritos dirigidos a la ministra de Deportes y portavoz del Gobierno de la Nación, Pilar Alegría; al subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, y al alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, la paralización de los trámites administrativos para la construcción de una mole con usos terciarios contigua al coliseo del Betis y que ocuparía la mayor parte del único suelo libre alrededor del mismo. Las asociaciones destacan que la mole implicaría un grave riesgo en caso de que hubiera que proceder al desalojo del estadio por una emergencia y que vulneraría las directrices en tal sentido del Consejo de Europa y de la Federación de Fútbol Internacional (FIFA).
Los colectivos vecinales exponen en su misiva que el estadio Benito Villamarín se encuentra situado en un entorno urbanístico saturado y carente de espacios libres adecuados para establecer un perímetro de seguridad conforme a las
recomendaciones de la FIFA y del Consejo de Europa en virtud del Convenio
de Saint- Dennis, ratificado por España.
Asimismo, que las fuerzas de seguridad conocen de sobra las dificultades a las que se tienen que enfrentar en situaciones de riesgo en un entorno con poca capacidad de maniobra, por la escasez de espacios libres, como se ha puesto en evidencia numerosas veces. La falta de espacios libres -continúan- dificulta cumplir las recomendaciones para facilitar una evacuación segura en los términos de tiempo recomendados.
Las entidades firmantes recuerdan que a resultas de un convenio firmado el año 2003 entre el club y el Ayuntamiento de Sevilla, este último va a otorgar al Betis el derecho de uso del único espacio libre existente en el entorno del estadio, y que el Ayuntamiento modificó el planeamiento para cambiar el uso de zona verde por otro deportivo privado en el que -de hecho- se permite cualquier uso terciario y una edificabilidad de
cerca de 32.000 m² que colmataría ese espacio libre.
Este convenio es calificado de atentatorio para el interés público por lo
desproporcionado entre lo que recibe cada parte, y de que tal actuación supone un grave perjuicio a la calidad de vida de los vecinos, por lo que ocho asociaciones presentaron alegaciones al Avance del estudio de Ordenación del Nuevo Estadio (marzo de 2024); colmatar el último espacio libre en el entorno al estadio supone un claro agravamiento de las condiciones de seguridad tanto de los asistentes a los eventos deportivos como de los propios vecinos de los barrios próximos.
Según las asociaciones, el Betis, en las dos últimas ampliaciones de los años 2000 y
2017 ha ocupado espacio público sin que haya trascendido el procedimiento realizado para ocupar suelo y vuelo públicos. A la par, el entorno del estadio, de marcar el limite de la ciudad ha pasado a rodearse de edificaciones, quedando solo como último espacio libre la parcela de casi una hectárea aneja al estadio y de titularidad pública.
Aunque el Estadio Benito Villamarín es considerado una instalación deportiva de cinco estrellas, las condiciones del entorno no son las óptimas para el desarrollo seguro de actividades deportivas de asistencia masiva, a juicio de los colectivos vecinales. Su situación en un medio urbano, la presencia de calles de escasa sección que necesitan ser cortadas cuando se realiza un acto deportivo, y la ausencia de espacios libres que
pudieran servir como refugio para facilitar un acceso y una evacuación seguras, no son conformes a las recomendaciones de la FIFA y a la directivas y recomendaciones del Convenio de Saint-Denis del Consejo de Europa sobre la organización de acontecimientos deportivos seguros y protegidos, que comprometen a España como signatario de dicho acuerdo internacional, ratificado el 23 de mayo de 2017.
Comparado con otros grandes estadios españoles, el del Betis cuenta con una
superficie libre en su entorno próximo muy reducida que ahora se pretende prácticamente eliminar.
Las recomendaciones sobre la seguridad en el perímetro del estadio y en los puntos de ingreso y de salida, así como la existencia de un área de seguridad para facilitar la rápida evacuación, se consideran imprescindibles. Si bien estas recomendaciones (Consejo de Europa 2015, Recomendaciones Rec del Comité Permanente sobre Protección, Seguridad y Servicio en los Partidos de Futbol y en otros Eventos Deportivos) no pueden ser directivas, dada la gran variedad de situaciones en cuanto a antigüedad, tamaño y diseño de los miles de estadios europeos y las
circunstancias de cada Estado, sí parece sin embargo inexcusable la aplicación de estas
recomendaciones cuando se trata de obra nueva, como es el caso de una edificación aneja al nuevo estadio Benito Villamarín -tan discutida- de 31.500 m2, con usos todavía por definir.
Esta construcción complicaría el manejo de los asistentes a los partidos y comprometería su seguridad, al colmatarse -denuncian las asociaciones- el perímetro del nuevo estadio, aumentar la presencia de personas por la capacidad de carga de los 31.500 m² edificados y dificultar una teórica evacuación de emergencia, que debe
completarse hasta un lugar protegido en un tiempo máximo de ocho minutos, segun los estándares de seguridad exigidos (art. 43 y 44 de las Recomendaciones).
El Ayuntamiento -afirman los colectivos vecinales- tiene la obligación no sólo de cumplir la legalidad urbanística, sino también de velar por la seguridad de los asistentes y de los vecinos residentes en los barrios colindantes. Por todo ello los vecinos, que consideran de interés público que el club finalice el estadio, no comparten la conveniencia de la prevista construcción en la parcela municipal aneja, que tiene un fin exclusivamente lucrativo para el club.
Por ello solicitan a las distintas Administraciones que -en razón de sus competencias- valoren las condiciones de seguridad antes de conceder la licencia de obras y/o la autorización para la celebración de eventos deportivos; que se tenga en cuenta no solo
la normativa española sino las recomendaciones de la FIFA y del Consejo de Europa, y que no se autorice la ocupación del solar vecino al estadio, que es el único recurso -aunque insuficiente- para facilitar unas condiciones de seguridad mínimas a los asistentes a los eventos deportivos.
Y añaden: «De no actuar ahora evitando la colmatación del entorno con nuevos usos, supodría ser cómplices de los posibles sucesos derivados de la falta de un entorno seguro en las inmediaciones del Estadio Benito Villamarín en el caso de que se produjese un incidente grave».
Secundan la petición las asociaciones Los Andes (Heliópolis), Bermejales Activa, Foro de Heliópolis, Siete Calles Heliópolis, Reina Mercedes, Puerto de Sevilla, Parque Vivo del Guadaira, Pedro Salvador y La Palmera Agenda 29.
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