Consideran temeraria la afirmación municipal de que está muerto, pero en tal hipótesis abogan por su conservación como un bien de interés cultural
La Plataforma Ciudadana en Defensa del Ficus de San Jacinto; la Mesa del Árbol de Sevilla, Área Metropolitana y Aljarafe (compuesta por 52 entidades); la Federación Coordinadora de Asociaciones Independientes de Sevilla/CAIS (integrada por más de 55 colectivos) y el catedrático de Ecología de la Universidad Hispalense y Medalla de Oro de la ciudad, Enrique Figueroa, han pedido al Ayuntamiento de Sevilla una moratoria de al menos seis meses para comprobar si el ficus centenario ha muerto, como afirma el Servicio de Parques y Jardines, extremo del que dudan. De cumplirse tal aserto pasado ese plazo abogan por conservarlo «in situ» como un bien de interés cultural más y rodeado de otros árboles en Triana.
Hace pocos días, el Ayuntamiento, a través de Evelia Rincón, Teniente de Alcalde responsable de Arbolado, Parques y Jardines y Espacio Público, anunció la eliminación del ficus centenario de Triana y su sustitución por otro ejemplar de una especie indeterminada. La base para ello es un informe firmado por un ingeniero técnico agrícola, en su calidad de empleado municipal.
Para los colectivos citados, tal anuncio representa una sentencia para el ficus y lo condena a «una ejecución apresurada y sorpresiva en la que en ningún momento se ha considerado el criterio de expertos independientes. Asimismo, tampoco se ha atendido la colaboración ofrecida persistentemente -afirman- por parte de las numerosas entidades ciudadanas defensoras tanto del medio ambiente como de la salud de los sevillanos, y que se agrupan en reconocidas plataformas, como la Mesa Ciudadana del Árbol, que agrupa a 52 entidades ciudadanas».
Rueda de prensa de los representantes de los colectivos en defensa del ficus de San Jacinto
«¿Por qué tantas prisas por eliminar a este árbol centenario? ¿Qué peligro supone?», se preguntan. Y aseveran: «Es evidente que el ficus no presenta ningún riesgo, ni para el templo adyacente ni para los ciudadanos. Entonces, ¿por qué tanta prisa en arrancarlo y eliminarlo? ¿Por qué el Ayuntamiento no tiene en cuenta ni valora lo expresado sobre el asunto por diversos expertos que se han pronunciado en sentido bien distinto?».
EL CATEDRÁTICO DE ECOLOGÍA
Es el caso, por ejemplo, de Enrique Figueroa Clemente, catedrático y profesor emérito de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Sevilla. Atesora un reconocido prestigio nacional e internacional por su amplísima experiencia en las infraestructuras verdes urbanas. En particular, las de Sevilla, y fue distinguido recientemente con la Medalla de Oro de la Ciudad por su dilatada y rica trayectoria docente e investigadora.
Figueroa expresa al respecto lo siguiente: «Es un error afirmar que el ficus centenario de San Jacinto está muerto o es irrecuperable. No parece que lo hayan cuidado ni regado de manera apropiada y necesaria en todo este tiempo. En este trayecto se ha demostrado con creces que el ficus centenario de San Jacinto no era un peligro ni para la estructura de la iglesia ni para la seguridad de los ciudadanos, y decir que este árbol está muerto es algo muy complicado. Los árboles de este porte y antigüedad tienen una gran resistencia y capacidad de rebrote. Es necesario esperar y cuidarlo con rigor hasta junio del año próximo para confirmar o no su supervivencia”.
Enrique Figueroa, junto a Lola Rumi, portavoz de la Plataforma en defensa del ficus
El profesor, experto en Ecología Urbana, añade: «En todo caso, este ficus centenario de Triana se ha ganado el derecho a una moratoria antes de poder afirmar o no que ha muerto. Se trata de un árbol muy especial y singular; un bien de interés cultural que, por su historia, por su impacto social, por su labor ambiental como fuente importante de oxígeno y frescor en una zona muy urbanizada durante más de 100 años y por todo lo que representa, se ha ganado el derecho a la vida y, en todo caso, a permanecer en Triana como monumento”.
Esta petición de una autoridad académica de su talla en la materia es precisamente la que defienden y reclaman al Ayuntamiento desde las plataformas ciudadanas antes citadas.
JARDÍN EN TORNO AL FICUS
A ello hay que añadir que numerosos expertos arboristas consultados afirman, según estos colectivos, que es perfectamente posible y compatible la plantación de otros árboles junto con el ficus en su estado actual y que la perfecta conservación y tratamiento de la estructura arbórea subsistente, en caso de muerte definitiva, es no sólo factible sino compatible con la plantación de otros árboles y con la creación de una zona ajardinada especial que sería planificada en un proyecto específico.
En este mismo sentido, la Plataforma Ciudadana en Defensa del Ficus de San Jacinto y la Mesa Ciudadana del Árbol de Sevilla tienden la mano, una vez más al Ayuntamiento para participar y consensuar un “Proyecto de ajardinado de interés cultural y artístico” compatible con la permanencia del ficus de San Jacinto, que culmine en una creación conjunta de valor artístico y especial atractivo paisajístico y didáctico, manteniendo el ficus vivo o, en su caso, la estructura arbórea subsistente como símbolo de Triana: un monumento vivo que devuelva la belleza, frescor y oxígeno a este rincón del arrabal.
«Una lamentable gestión y despropósitos han privado a Triana de una copa arbórea grandiosa, que era fuente de oxígeno, purificaba el aire de la contaminación y aportaba sombra y frescor ante las temperaturas infernales, dando cobijo e inspirando a muchas generaciones de trianeros que asistían al colegio vecino: niños que han sido privados de una copa que era fuente de salud inapreciable y que lloran esta pérdida junto a sus padres y abuelos, las generaciones que respetaron y crecieron junto al árbol.
Foto cargada de simbolismo debajo de otro gran ficus en los Jardines de Murillo
A tamaño dislate -expresan los colectivos unidos en defensa del ficus- no se le puede sumar ahora su ejecución y eliminación apresurada. El ficus de San Jacinto, el árbol más conocido de Sevilla a nivel nacional e internacional, no merece acabar arrancado, triturado y olvidado por una lamentable decisión política. ¡Debe ser conservado!
Se ha ganado el derecho a ser respetado y cuidado, a una moratoria, a no ser arrancado de Sevilla y a ser parte de una zona ajardinada de especial interés cultural y artístico»
Los colectivos citados dicen esperar y confiar en que el Ayuntamiento rectifique su postura sobre el ficus centenario y le tienden la mano en pro de ese objetivo común.
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La existencia de colectivos, y de periodistas de la valía de quiénes defienden esa obra de arte que es el Ficus de San Jacinto, así como el arbolado de nuestra ciudad y de nuestro municipio, me devuelven la fe en que todavía hay personas que conservan los valores correctos y que comprenden la importancia VITAL de un árbol y muy especialmente el de este monumento de ficus que ha protegido y dado oxígeno y sombra a generaciones. No entiendo la brutalidad del ayuntamiento y aún menos comprendo la falta de sensibilidad de una parroquia, que ha sido admirada tantos años por ese Ficus, y que ignora la encíclica “ laudato, sí” del PapaFrancisco. Gracias de corazón por aportar, no solo sentido común y respeto por la naturaleza, sino además unos criterios técnicos que paralicen un arbitrariedad caprichosa, que no tiene excusa. La iglesia de San Jacinto es otra iglesia más sin ese Ficus y el medio ambiente de esa zona quedará seriamente dañado sin él.