El Ministerio de Transportes pidió que el Plan Especial del Puerto de Sevilla se retirara de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico

El Departamento de Óscar Puente alegó la existencia de errores en el documento

El presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla (APS), Rafael Carmona, se las prometía muy felices por el hecho de que, a las puertas de las vacaciones de verano, la Junta de Andalucía le aprobó su Avance de Propuesta de Modificación del Plan Especial del Puerto, condición “sine qua non” para la ejecución del denominado Distrito Urbano Portuario entre los puentes de Las Delicias y del Centenario, su proyecto-estrella. Sin embargo, gradualmente se van conociendo detalles de la reacción de otras Administraciones implicadas que podrían suponer un freno a su iniciativa o que al final se materialice de una forma diferente a la planteada.

Como se recordará, el pasado 17 de junio (2024) la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía aprovechó el trámite de la Evaluación Ambiental Estratégica para arrogarse la competencia de la aprobación del Avance de la Propuesta de Modificación Puntual del Plan Especial del Puerto de Sevilla en la parte en que está proyectada el desarrollo del denominado Distrito Urbano Portuario.

Recreación del Distrito Urbano Portuario

Después de que el gobierno local, en minoría, no lograra sacar adelante el otro gran proyecto del presidente de la APS, la recalificación de la franja portuaria colindante con la Avenida de Las Razas para la construcción de 700 viviendas en lugar de desarrollar una zona de servicios avanzados conforme al PGOU, y desconfiando ya de José Luis Sanz, su correligionario, Carmona se dio trazas para saltar por encima del Ayuntamiento y movió los hilos para que fuera la Junta de Andalucía la que diera luz verde a la Innovación Urbanística del Plan Especial del Puerto.

Rafael Carmona, presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla

Para ello, el Gobierno andaluz inventó que el futurible Distrito Urbano Portuario tendría un impacto supralocal, inexistente a todas luces como ya analizamos en su día. Esta decisión política de la Junta de Andalucía suponía una invasión de las competencias del Ayuntamiento de Sevilla y convertía de facto al Puerto en una ínsula Barataria y a Rafael Carmona en una especie de virrey al margen del Consistorio y de José Luis Sanz.

La Oposición municipal aprovechó el primer Pleno a la vuelta de las vacaciones de verano, el de septiembre para a través de la portavoz de Con Podemos-IU, Susana Hornillo, interpelar a Sanz sobre lo acaecido en el Puerto, con la Junta y con Carmona.

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla

El alcalde, acorralado y viéndose en la tesitura de aparecer públicamente enfrentado a dos instituciones gobernadas por su mismo partido, salió por la tangente al negar la mayor con el peregrino argumento de que el Ayuntamiento carece de competencias urbanísticas sobre unos terrenos, los portuarios, que a la postre son propiedad del Estado.

La tesis es un auténtico dislate y supondría, por ejemplo, que el Consistorio se tendría que inhibir en el desarrollo urbanístico de los antiguos cuarteles del Regimiento de Artillería en el distrito Bellavista-La Palmera porque siguen en manos del Estado a través del Ministerio de Defensa.

Sin embargo, ahora el periódico Viva Sevilla ha revelado que mientras el gobierno de Sanz mantenía en público un discurso destinado a no confrontar con Juanma Moreno ni con Rafael Carmona, en privado cuestionaba las actuaciones de ambos al negar el carácter supralocal del Distritito Urbano Portuario como fundamento de la decisión  de la Junta de Andalucía y exigir una reunión al más alto nivel para abordar la situación creada.

Sanz se reserva además un carta bajo la manga, ya que en plazo administrativo elevó un informe de la Gerencia de Urbanismo en que no sólo denunció el principio aplicado por el Gobierno autónomo sino que también puso de manifiesto todas las deficiencias e incoherencias que a su juicio tiene el proyecto del Distrito Urbano Portuario. Este informe urbanístico permitiría a Sanz, llegado el momento, recurrir ante los tribunales para defender la autonomía municipal y la potestad urbanística del Ayuntamiento, en vez de la Junta, sobre el Puerto.

Casi en paralelo se produjo un segundo golpe para los planes de aceleración de Rafael Carmona que tampoco trascendió en su día: el Ministerio de Transportes, al que está adscrita la Autoridad Portuaria y cuyo titular es Óscar Puente, pidió el pasado mes de octubre a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía que se retirara del orden del día de una reunión de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico el análisis, para su posible aprobación, de la Modificación Puntual del Plan Especial del Puerto de Sevilla en las áreas AP-1, AP-3, AP-4 y AL-9, es decir aquellas en que se ha proyectado el Distrito Urbano Portuario.

Óscar Puente, ministro de Transportes

El Ministerio de Óscar Puente, conocido por sus enfrentamientos en las redes sociales con el alcalde de Sevilla, arguyó que el Plan promovido por Rafael Carmona contenía errores y que era necesario corregirlos antes de someterlo al dictamen de la Comisión, en cuyo seno también se habían apreciado puntos coincidentes en parte con el documento elaborado por l Servicio de Planeamiento y Desarrollo Urbanístico de la Gerencia, muy crítico con la Autoridad Portuaria.

Y al igual que José Luis Sanz, el ministro Óscar Puente se guarda todavía un as bajo la manga que condicionaría aún más el Distrito Urbano Portuario de Carmona: la aprobación definitiva de la Delimitación de los Espacios y Usos del Puerto de Sevilla.

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