Parque Vivo del Guadaira denuncia petardos, ingesta masiva de alcohol, cristales rotos y ocupación del espacio público
La asociación Parque Vivo del Guadaira denuncia, especialmente tras el último partido entre el Betis y el Sevilla en el estadio Benito Villamarín, que se sigue sucediendo una peligrosa actividad relacionada con el consumo ingente de alcohol en la vía publica, en lo que es conocido como “la previa”, espectáculo que califica «de incivismo que trasgrede las normas de convivencia y pone en peligro a nuestros menores y mascotas cuando usan el espacio público». Según la asociación, las plazas, parques, calles y aceras de los aledaños del estadio sirven para dar cita a centenares de aficionados que desde más de 6 horas antes de cada partido, según la hora del
encuentro, se reúnen a beber alcohol con bolsas de plástico que contienen vasos y botellas. En concreto, en el pasado derbi (30 de marzo 2025) que se inició a las 21:00 horas, ya sonó el primer petardo congregando a «la previa» a las 10.00 de la mañana, «de los muchos que atemorizan a los mayores y mascotas del barrio».
Parque Vivo del Guadaira asevera que el problema, por un lado, es de seguridad ciudadana en el sentido de que las aceras, calzadas y otros espacios se ocupan impidiendo la movilidad, de vehículos y también peatonal. Además, según la asociación, se permite por parte de las autoridades que se aparque en doble fila en toda la línea de aparcamiento de la avenida Reina Mercedes y otras calles de Heliópolis y los barrios vecinos, impidiendo la salida de los vehículos que se encuentran aparcados correctamente, o incluso el acceso a las viviendas o de los vehículos de emergencias.
En estos edificios habitan muchas personas mayores y si por cualquier causa pudieran sufrir accidentes durante el desarrollo de los partidos y necesitaran ser evacuados de forma urgente las asistencias sanitarias verían verían obstaculizada su labor por esta masiva acumulación de vehículos sin control.
Concentración de aficionados en la plaza Chano Lobato antes del último derbi Betis-Sevilla
Por otra parte, la asociación denuncia el estado en que quedan los espacios públicos una vez que el partido ha comenzado: abarrotados de residuos de todo tipo, pero mayormente bolsas y vasos de plásticos, y botellas de cristal, muchas de ellas rotas. Como consecuencia del progresivo desplazamiento de la masiva botellona desde la calle Tajo hasta el Parque del Guadaira, tras la intervención municipal inicialmente exitosa de pretender la concentración de la molesta actividad en la avenida de Grecia, en las últimas semanas -por una actitud permisiva, según Parque Vivo del Guadaira- se está produciendo una concentración por distintos espacios, uno de ellos especialmente sensible como es la plaza Chano Lobato, afectando gravemente a una zona de sociabilidad y a un área de juego infantil.
Estado en que quedó el área de juego infantil
Para la asociación, esta situación, además de que debería ser una vergüenza colectiva para la sociedad sevillana, genera riesgo de accidentes a nuestros menores y mascotas, «por no decir -añade- ser un nefasto ejemplo para la educación en ciudadanía de nuestra infancia».
LIPASAM
Aunque para la asociación los operarios de Lipasam hacen una labor ardua y meritoria en el proceso de limpieza de estas zonas desde que comienza el partido, «el estado final no es para nada el deseable, dado lo complejo de retirar toneladas de residuos, muchos de ellos fracturados en piezas minúsculas».
Vidrios observados tras la realización de una primera limpieza
De hecho, al día siguiente en el mismo parque infantil se apreciaban multitud de cristales en el suelo donde juegan los menores del barrio, como se aprecia en las fotos. Tras la denuncia de vecinos, Lipasam ha procedido a una segunda limpieza en profundidad, pero según Parque Vivo del Guadaira no es todavía muy
complicado encontrar en el área de juego peligrosos restos, dada la dificultad de eliminar los trozos de vidrio más pequeños.
Mascota herida por corte de vidrio
La asociación también denuncia que los usuarios de los parques infantiles afectados no pueden usar esas instalaciones durante todo el día del partido, por verse expuestos a cristales, orines, pirotecnia y a los bebedores que pronuncian cánticos e improperios «que -asevera Parque Vivo del Guadaira- avergonzarían a ellos mismos si pudieran observarse sobrios; personas que no representan a la totalidad de la afición».
Por último, la entidad vecinal afirma que este tipo de hechos ocurren también en las cercanías del estadio Sánchez Pizjuán antes de los encuentros del Sevilla F.C., lo que a su juicio demuestra a través del fútbol que la ciudadanía no cuida lo público y tiene mucho que avanzar en civismo, amén de que las autoridades desamparan a los vecinos al incumplir la legislación aprobada.
«La única buena noticia relacionada con este asunto -concluye Parque Vivo del Guadaira- es que la Policía Municipal, después de muchos meses sin hacerlo, en el pasado derbi empezó a sancionar a los vehículos estacionados sobre el Parque del Guadaira, poniendo en riesgo sus valores y la integridad de sus usuarios».
La continuidad de la política sancionadora es a juicio de la asociación
fundamental para detener esta incívica práctica.
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