El Betis presenta un estudio acústico sobre el nuevo estadio elaborado hace 4 años, todavía con las restricciones por el Covid

No calcula el impacto de la mole anexa, la cual fue concebida dos años después, ni mide el impacto en condiciones reales

El Real Betis Balompié ha incorporado al estudio de ordenación de la parcela (suma de la suya propia más la contigua de propiedad municipal) en que construirá su nuevo estadio un informe acústico fechado el 4 de mayo de 2021, cuando aún regían las restricciones por causa de la pandemia del coronavirus/Covid y dos años antes de que los estudios de arquitectos La-Hoz y Gensler concibieran (entre marzo y agosto de 2023) la mole de uso terciario anexa al Villamarín. El potencial ruido de esta última ni se menciona ni se calcula, sencillamente porque no existía sobre plano debido al enorme desfase cronológico entre la realización del estudio acústico y el proyecto arquitectónico.

Al referirse a las afecciones ambientales del proyecto, los redactores del estudio de ordenación por encargo del Betis citan los movimientos de tierra, el transporte de residuos a vertedero, el empleo de maquinaria pesada, ruidos, ejecución de la obra civil necesaria y empleo de materiales de construcción e infraestructuras y afección paisajística y sobre la fauna.

Y añaden que el detalle de las acciones susceptibles de generar impactos se conocerá en fases posteriores de desarrollo del proyecto, una vez se elabore el Proyecto de Ejecución de las nuevas infraestructuras.

El ruido apenas es citado en, digamos, el estudio general; lo es casi de pasada, como en el siguiente párrafo: «La calidad atmosférica durante la fase de construcción se verá afectada negativamente con motivo de las demoliciones, movimiento de tierras, transporte de materiales, construcción de edificaciones, y resto de actuaciones que pongan incremento en los niveles de polvo en el ambiente, de ruido y de emisión de partículas contaminantes a la atmósfera. Así como la contaminación lumínica en caso de realizarse turnos de trabajo nocturnos».

Y hay tres líneas dedicadas a las aves, con estas palabras: «Respecto a la avifauna, se identifica una potencial afección por incremento de los niveles de ruido. Asimismo, el proyecto de edificación deberá contemplar las medidas necesarias para evitar afección de las edificaciones sobre la avifauna presente en la zona de estudio».

A partir de ahí, hay un anexo específico que incluye un estudio acústico fechado el 4 de mayo de 2021. El estudio teórico se realiza para estimar los niveles de inmisión acústica provocados por el ruido generado en el interior del estadio y en su exterior, a 1,5 metros de las parcelas más desfavorables donde existen viviendas en cada uno de sus laterales (Gol Norte, Gol Sur, Fondo, Preferencia), tomando como referencia los
99dBA (decibelios) de nivel sonoro base generado en su interior.

Como el estudio se realizó cuando todavía imperaban las restricciones con motivo de la pandemia (hace cuatro años) y dos antes de que saliera a la luz el proyecto del nuevo estadio con la mole anexa y el concepto al que responde de actividad durante las 24 horas de los 365 días del año, parte de la idea equivocada de que únicamente se trata de medir el impacto sonoro de los partidos de fútbol (no de la actividad que se/genere en/por la mole anexa, no concebida aún por entonces), partidos que se piensa acaban normalmente antes de las 23 horas.

La mole de 31.500 m2 anexa al estadio que el Betis proyecta en la explanada de la calle Doctor Fleming, cuyo impacto acústico no se ha calculado en el estudio de ordenación

Y como la mole no existía sobre el papel, se destaca que «el estadio no tiene colindancia acústica con otros edificios». Tampoco conoce el autor la idea, posterior claro es, de la posible instalación de una cubierta tensada, de ahí que destaque lo siguiente: «Cabe decir que el Estadio no dispone de un cerramiento arquitectónico que lo hermetice, es decir está abierto al exterior tanto por la cubierta como por los laterales, con numerosos vomitorios y aperturas en su perímetro. La zona objeto de estudio, aun siendo residencial, es una zona con fuerte y constante tráfico de vehículos,
frecuentada por varias líneas de autobuses metropolitanos que dan servicio a la ciudadanía y parada en sus inmediaciones».

Para caracterizar el sonido del estadio, se parte de la base que emite un nivel total de 99dBA (decibelios). Se le ha caracterizado como un conjunto de 28 fuentes sonoras de 99dBA, con un espectro sonoro que representa la voz humana gritando en un estadio de fútbol.

Una vez caracterizado el modelo y ejecutado el cálculo, se han obtenido los resultados reflejados en la tabla siguiente:

Y dice el autor del informe: «Cabe decir que en estas medidas se ha notado tremendamente el estado excepcional en el que vivimos, ya que en la medición y evaluación nocturna, al estar en vigor las restricciones COVID del toque de queda, a partir de las 22:30h se ha notado el silencio y poca movilidad, no representativos de la zona evaluada».

Para determinar el ruido de fondo de la zona, en este estudio se han tomado los valores del mapa de ruido de Sevilla realizado anteriormente por el Servicio de Protección Ambiental del Ayuntamiento y haciendo una extrapolación del mismo a dos calles no evaluadas y corroboradas con las mediciones «in situ».

Las conclusiones del estudio acústico no son ni mucho menos concluyentes, valga la redundancia. Dicen así: «Del estudio acústico realizado podemos decir que los niveles de emisión al exterior calculados por simulación teórica con modelo acústico equivalente están en los límites del ruido de fondo de la zona (según mapa de ruido del Ayuntamiento de Sevilla) y que para determinar su afección real, deberá procederse a
medición de la actividad en funcionamiento en condiciones normales.

En una posterior medición se obtendrán los resultados que reflejen el cumplimiento de la inmisión al ambiente exterior, según requiere el Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía, Decreto 6/2012 de 17 de enero de 2.012, así como los artículos que le sean de aplicación en las Ordenanza Municipal de Protección Contra la Contaminación Acústica en el T.M. Sevilla».

Por tanto, se reconoce que se ha realizado una mera simulación teórica y que habría hecho falta una medición acústica del estadio (la mole de uso terciario ni se vislumbra) en funcionamiento en condiciones normales (no en las excepcionales provocadas por la pandemia), posterior medición luego no realizada, con lo cual no se ha podido comprobar si se cumple la normativa de aplicación.

Cuatro años sin siquiera actualizar el estudio acústico.

2 comentarios en “El Betis presenta un estudio acústico sobre el nuevo estadio elaborado hace 4 años, todavía con las restricciones por el Covid

  1. Sacramento Moreno Garrido

    Totalmente de acuerdo con los argumentos con respecto a la invalidez del estudio sobre contaminación acústica presentado por en Betis.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *