Ecologistas: «El Ayuntamiento de Sevilla vende humo con el llamado distrito aeroespacial»

Los Verdes lo califican como innecesario, sin planificación clara y con graves impactos ambientales

Ecologistas en Acción alerta en un comunicado sobre los graves impactos ambientales, sociales y patrimoniales que a su juicio acarrearía el proyecto urbanístico presentado como “distrito aeroespacial” de Sevilla. Este plan ha sido anunciado por el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía el pasado viernes 27 de junio(2025), y afecta a los sectores de Santa Bárbara definidos en el PGOU de Sevilla como SUS-DE-01, SUS-DE-02, SUS-DE-03, SUS-DE-04 y SUS-DE-05.

Desde la organización ecologista se considera que este proyecto carece de una base sólida y responde más a una estrategia de greenwashing o lavado verde que a una verdadera planificación sostenible. Se denuncia, además, que las declaraciones del alcalde José Luis Sanz constituyen una operación de imagen carente de contenido real, que oculta una iniciativa de alto impacto ambiental y social.

La tramitación urbanística de los terrenos implicados comenzó a finales de 2023 y fue objeto de alegaciones por parte de Ecologistas en Acción, que ya entonces alertó sobre, en su opinión, múltiples deficiencias del plan. Estas alegaciones provocaron la paralización del desarrollo durante más de un año. Los Verdes denuncian que lejos de corregir sus debilidades, el Ayuntamiento parece haber retomado ahora el proyecto sin modificaciones sustanciales y sin haber resuelto las importantes objeciones planteadas.

Uno de los principales problemas señalados por Ecologistas en Acción es la intención de desarrollar cada sector de manera aislada, evitando una evaluación integral del impacto acumulado sobre toda la zona de Santa Bárbara. La organización advierte que, según la documentación oficial, el desarrollo del sector SUS-DE-05 —el más cercano al aeropuerto— no sería viable sin la planificación, evaluación y urbanización simultánea de los demás sectores, por necesidades de acceso y dotaciones. Esta estrategia fracciona deliberadamente el análisis para sortear una evaluación ambiental estratégica global, que evidenciaría la inviabilidad del conjunto.

Foto de presentación del denominado ahora «distrito aeroespacial», previsto desde hace 19 años en el Plan General de Ordenación Urbana

Otro aspecto crítico es la falta de accesibilidad sostenible. Los sectores proyectados se encuentran alejados de las redes de transporte público de alta capacidad. Las estaciones de metro y cercanías más próximas se sitúan a entre dos y tres kilómetros, lo que haría inviable el uso cotidiano de estos modos de transporte. Esto implica una dependencia casi total del vehículo privado, con el consiguiente aumento del tráfico, la contaminación atmosférica y acústica, y la necesidad de construir nuevas infraestructuras viarias altamente impactantes.

El acceso a los nuevos sectores se basa en proyectos viarios que afectarían gravemente a los dos grandes parques del entorno. Se prevé la construcción de una carretera de alta capacidad que partiría el Parque de Torreblanca, y la ejecución de la polémica SE-35, una vía cuyo trazado atravesaría el Parque del Tamarguillo. Esta última afectaría zonas inundables y humedales reconocidos por el propio Pleno municipal, y supondría un freno a la consolidación del Anillo Verde de Sevilla.

Ecologistas en Acción recuerda que la Comisión Europea, tras una queja ciudadana, emitió en 2015 un Dictamen Motivado que exigía una evaluación ambiental específica y completa de todo el trazado de la SE-35. Como resultado, el Ayuntamiento suspendió entonces el proyecto. La organización subraya que cualquier nuevo desarrollo en la zona necesita previamente dicha evaluación ambiental global, especialmente si se requiere una conexión viaria de esta magnitud.

El Ayuntamiento ha rebautizado la SE-35 como “SE-Verde”, en un intento de presentar la carretera como una infraestructura ambientalmente sostenible. Ecologistas en Acción denuncia que este intento de lavado verde es insostenible, tanto desde el punto de vista técnico como ambiental. La construcción de esta vía sigue siendo altamente destructiva para los espacios naturales y necesaria únicamente para favorecer la rentabilidad del suelo en manos privadas.

VALORES AMBIENTALES

Los terrenos de Santa Bárbara albergan un sistema lagunar temporal de alto valor ecológico, compuesto por las lagunas del Sapo, Buena Esperanza y Torreblanca, todas ellas parte del dominio público hidráulico. Este sistema actúa como un refugio único de biodiversidad en el entorno urbano de Sevilla, con especies autóctonas y hábitats muy poco comunes en espacios metropolitanos. La urbanización proyectada amenaza con destruir este ecosistema, que debería ser objeto de protección activa y restauración según los Verdes.

Ecologistas en Acción también advierte de la destrucción del yacimiento arqueológico de origen romano «Necrópolis de Santa Bárbara», incluido dentro del ámbito de actuación. La organización considera imprescindible su preservación, integración en los espacios libres del planeamiento, y su puesta en valor como recurso cultural y educativo de toda la ciudadanía.

Laguna del Sapo

Finalmente, la organización ecologista cuestiona la justificación esgrimida por el alcalde en torno al acceso a la vivienda. Si bien los precios de compra y alquiler se han disparado en la ciudad, esto no se debe a una escasez de suelo urbanizable, sino a políticas que han favorecido la proliferación de viviendas turísticas y han expulsado a la población residente hacia la periferia. No es razonable proyectar 25.000 nuevas viviendas en el Noreste de Sevilla —que se sumarían a otras 30.000 previstas al Sur— en un contexto de estancamiento demográfico.

Ecologistas en Acción rechaza de forma rotunda estos desarrollos urbanísticos por ser innecesarios, insostenibles e incompatibles con la preservación del medio ambiente, el patrimonio y la calidad de vida urbana. La organización anuncia que continuará utilizando todos los medios a su alcance para frenar «esta operación especulativa, encubierta bajo un discurso de innovación tecnológica y sostenibilidad que no se corresponde con la realidad del proyecto», concluye.

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