Al pactar con C’ s, Espadas se libra de la imagen de prisionero de Participa e IU
Se acentúa la soledad del PP de Zoido, sin ningún potencial aliado para revalidar la Alcaldía
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en línea con su perfil de hombre moderado, tecnocrático y dialogante, ha protagonizado la pasada semana una inteligente jugada política al lograr el apoyo de Ciudadanos a su primer proyecto de Presupuesto municipal a cambio de algunas concesiones menores y compromisos que no dependen de él, sino de otras Administraciones Públicas.
Este pacto le permite ocupar el centro del espectro político municipal, sin aparecer ante la opinión pública como preso de los radicales de izquierda que le apoyaron en su investidura dada su posición minoritaria (IU y Participa Sevilla, la franquicia de Podemos) ni necesitado de echarse en brazos del PP, justo cuando este partido vive sumido nacionalmente en una crisis por el estallido de los casos de corrupción y Zoido deberá comparecer, a escala local, ante la comisión municipal que investigará sobre el escándalo de Fitonovo.
Con este estratégico movimiento en el tablero, Espadas ha dejado a dos grandes descolocados a derecha e izquierda, el PP y Participa Sevilla, respectivamente, y ya sólo necesita el apoyo (se da por supuesto, a la luz de la favorable acogida con que ha acogido sus enmiendas) de Izquierda Unida para sacar adelante sus primeras Cuentas municipales sin precisar el apoyo de Zoido ni de Participa, formación ésta que le había exigido un mes de plazo para decidir en proceso asambleario si le da o no su voto favorable en el Pleno que se convocará a tal efecto esta misma semana.
SOLEDAD DEL PP
Justamente en esa línea se ha pronunciado tras el pacto, que emula en Sevilla al alcanzado por Susana Díaz en la Junta de Andalucía, el líder municipal de Ciudadanos, Javier Millán, el cual ha destacado que el Presupuesto ya no va a depender de una asamblea de Participa, un cambio que ha calificado de “positivo para Sevilla, para generar confianza y seguridad jurídica”.
Al atraerse a Ciudadanos, Espadas ha logrado además que este grupo se desmarque del PP en el espectro del centro-derecha y que se acentúe así la soledad de Zoido, al que le ha vuelto a quedar claro que si quiere volver a ser alcalde deberá ser ganando las elecciones municipales por mayoría absoluta, por cuanto ahora mismo no goza de ningún posible aliado que votara a su favor en caso de obtener una minoría mayoritaria.
Millán, el portavoz municipal de Ciudadanos, ha hurgado aún más en la herida del PP al presumir de haberle arrebatado la mayoría de sus propuestas (bajada de impuestos y apoyo a los polígonos industriales, el museo Bellver y el comercio minorista) y la capacidad de hacerlas realidad merced a su pacto con Espadas.
FACTORES EXTERNOS
El abrazo a Ciudadanos no le sale caro económicamente a Espadas porque la mayoría de sus concesiones para enmendar el Presupuesto responden a acuerdos ya adoptados por el Pleno municipal, las había pactado también con Izquierda Unida sin que hubieran trascendido públicamente o estaba dispuesto a hacerlas y sólo quería dar la impresión de que se las arrancaban sus ahora aliados como banza ante sus electores y la opinión pública.
Las tres grandes concesiones de Espadas a Millán no dependen de su voluntad, sino de factores externos. Así, la rebaja del IBI en un 10% durante el resto del mandato, a razón de un 3,33% anual, está condicionada a que se reciba un incremento de la participación de la ciudad en los ingresos del Estado (la PIE) por un valor cuando menos equivalente al dinero que se dejara de ingresar con la reducción del tributo, unos 19,6 millones de euros. Si no hay más PIE, más transferencias del Gobierno central a Sevilla, no habrá rebaja del IBI a los sevillanos. O sea, que Espadas se podría haber apuntando ese mismo tanto sin necesidad del apoyo de Ciudadanos.
Otro tanto cabe decir sobre el acuerdo de ir a reivindicar la construcción de la red completa de Metro y la conexión mediante una línea de Cercanías entre el aeropuerto de San Pablo y la estación ferroviaria de Santa Justa. Como el dinero depende del Gobierno, la Junta de Andalucía y hasta de Bruselas, por pedir que no quede.
DINERO PROPIO
La principal exigencia de Ciudadanos que asume Espadas con dinero del Ayuntamiento es la de destinar -no está claro si en este año o de forma plurianual- 2,5 millones de euros a la mejora de los polígonos industriales y parques empresariales de la ciudad cuando, tal como denunció Viva Sevilla y se hicieron eco los empresarios, sólo se habían previsto en el proyecto de Presupuestos unos 450.000 euros en números redondos. Millán ignora que el gobierno socialista ya había llegado a un acuerdo previo y similar con IU para incrementar la partida para los parques empresariales, con lo que Espadas ha matado dos pájaros de un tiro: ganarse el apoyo de IU y de C´s por el mismo precio.
Millán sí ha tenido la perspicacia política de convertirse en el gran abanderado de esta reivindicación ante la desidia de IU, una reivindicación absolutamente justificada dado el estado de los polígonos de la ciudad. Baste ver, por ejemplo, el estado del acceso desde la autovía al polígono de la Negrilla, donde se encuentra la factoría de Persán, uno de los mayores fabricantes de detergentes de Europa y que moviliza camiones de gran tonelaje: se trata de una estrecha vía de un solo carril, incomprensiblemente casi de la misma anchura que la acera sin transeúntes que la delimita y con el asfalto lleno de remiendos y desniveles.
El portavoz del grupo Ciudadanos ha afirmado que esta inversión en los polígonos va a suponer “un chute para la economía sevillana”. Una evidente exageración: 2,5 millones de euros en un plazo que puede ser de hasta cuatro años tampoco es para tanto. ¿Cómo calificaría entonces la reciente venta por 25 millones de euros de la antigua sede del Banco de Andalucía colindante con la Avenida para la ubicación de un hotel y de comercios?
La segunda gran concesión de Espadas a Ciudadanos, 1,5 millones de euros para los jardines históricos, supone incluso una rebaja de medio millón respecto de los dos millones que sólo para el parque de María Luisa pedía Millán. En esta partida está incluida además la obligada rehabilitación del Pabellón Real para acoger la colección artística donada a la ciudad por el mecenas Bellver, so pena de acabar perdiendo unos fondos valorados en al menos 14 millones de euros.
Y la tercera ha consistido en dotar con un millón de euros más a Emvisesa para un no muy claro programa de fomento del alquiler de viviendas entre particulares.
Aparte hay que añadir unos 800.000 euros en total para cuestiones como la redacción de un discutible -habida cuenta del resultado de los anteriores en la época de Monteseirín- nuevo Plan Estratégico (al menos podría resultar más barato que los anteriores, ya que “sólo” se le reservan 150.000 euros); un plan de movilidad (120.000 euros) cuya medida estrella, los autobuses rápidos a Sevilla Este y Pino Montano, ya había sido anunciada hace tiempo por el propio Espadas; el fomento del deporte en los colegios durante el fin de semana (120.000 euros) y la mejora de las instalaciones deportivas municipales (300.000), en línea con las exigencias de Iu, más becas de estudio para los jóvenes (110.000 euros).
Espadas, limitándose a redistribuir las partidas del Presupuesto, centra su posición en el Ayuntamiento y deja en los extremos opuestos al PP y Participa, mientras que Ciudadanos es la formación que asume el mayor riesgo con este pacto, ya que la gran mayoría de sus votantes procede del PP y, en menor medida, del PSOE, y los primeros pueden interpretar que su voto sólo ha servido para consolidar a los socialistas en el Ayuntamiento, por lo que podrían pensarse dos veces el sentido de su sufragio en la próxima cita electoral.