El alcalde apareció en la prensa sonriente o incluso aplaudiendo el cartel de las Fiestas de Primavera. Dijo en el salón Colón que en Sevilla no las celebramos para que la gente venga a vernos desde fuera, sino que son para nosotros mismos. Cabría entonces recordarle a Monteseirín por qué pidió en su día a los sevillanos que el jueves de Feria se largaran de una vez a la playa y les dejaran a los turistas su sitio en el real.Y calificó el cartel de milagro y de reflejo simbólico de las cosas que hacemos y de las muchas que amamos. La pintura muestra a la difunta tonadillera Juanita Reina vestida para el Jueves Santo con una sobrina nieta de amazona y a la duquesa de Alba vestida de Feria junto a su hija con túnica de Los Gitanos. Josep Renau, el pintor valenciano, acuñó aquello de que el cartel es ‘un grito pegado a la pared’. El cartel de este año, pues, grita el reflejo simbólico de la Sevilla de Monteseirín. Osea, que si no queríamos estatua de la duquesa en los Jardines de Cristina, ahora tenemos doble ración de ‘modernidad’ según el alcalde.
Dos tazas de modernidad
Deja un comentario