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Tranvía a Los Pajaritos

Hay que reconocerle a Rus su sensibilidad social al ofrecer el apoyo de la CES para regenerar Los Pajaritos

Con la mitad del coste de la ampliación del tranvía se podría evitar que el barrio se convierta en otro gueto

 

En la reciente asamblea general de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) pasó prácticamente inadvertido un pasaje de gran calado social del discurso que pronunció su presidente, Miguel Rus, el que dedicó a la situación de Los Pajaritos. Rus se expresó en los siguientes términos: “Debemos cortar de raíz la degradación de la barriada de Los Pajaritos para que no se convierta en un gueto inaccesible como el existente en una parte del Polígono Sur. Los reportajes con los que la prensa nos ha hecho conocer la verdadera realidad del problema demuestran los límites de una degradación en donde los clanes de la droga están haciéndose fuertes en esta zona.

El problema -continuó- no debe ir a más y es fundamental el papel que, en este terreno, tiene que jugar y liderar el propio Ayuntamiento, y para ello puede contar con la colaboración del empresariado, dispuesto a trabajar en un plan de choque, reurbanización y recuperación de esta zona. A medida que pase el tiempo, más difícil será la solución. Ya tenemos experiencia.

Desde la Confederación de Empresarios de Sevilla nos negamos a instalarnos en la comodidad o en la autocompasión.

No se nos puede achacar inmovilismo o que no pasemos a la acción en muchos de los problemas planteados y en numerosos de los frentes que tenemos aún abiertos”.

Por más que pueda decirse que Rus, como empresario de la construcción barre para casa al proponer un plan de reurbanización y de recuperación de Los Pajaritos para evitar que más pronto que tarde se convierta en otro gueto de la ciudad como las Tres Mil Viviendas, hay que reconocerle que haya dado este ejemplo de sensibilidad social cuando podía haberse ahorrado perfectamente sus palabras sobre este barrio degradado y concentrado únicamente en las reivindicaciones habituales de los empresarios en materia de obras e infraestructuras, que no dejó de citar: el Metro, la SE-40, el dragado del Guadalquivir…

 

NO A LA AMPLIACIÓN

 

A esta sensibilidad social hay que unir la sensatez al pronunciarse en contra del plan del alcalde de gastar 48 millones de euros (prácticamente los 50 millones del superávit acumulado por el Ayuntamiento por las restricciones económicas durante la crisis y que ahora le permitirá gastar el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro) en la ampliación del tranvía hasta Santa Justa. “Una obra de gran envergadura, pero en nuestra opinión -aseveró Miguel Rus- no prioritaria en estos momentos para Sevilla. Opinión que ya hicimos pública el 14 de junio de 2016, como acuerdo de nuestra Junta Directiva”.

Y añadió el presidente de la patronal sevillana: “Como ya apuntamos en aquel momento, y recogen algunos medios de comunicación, ese recorrido está lo suficientemente cubierto ya por las líneas de trenes de Cercanías C-1, C-4 y C-5, que ofrecen una más que amplia alternativa desde San Bernardo a Santa Justa con frecuencias semejantes a la del tranvía, mientras que en superficie Tussam tiene destinados a este recorrido  varias líneas de autobuses y además la línea 1 del Metro cubre ya el trayecto San Bernardo-Eduardo Dato”.

Rus, quizás sin pretenderlo, ha señalado indirectamente el mejor destino posible para los 50 millones de euros del superávit municipal: basta con quitarlos de la casilla del innecesario tranvía redundante y colocarlos en la casilla de la necesaria reurbanización y recuperación de Los Pajaritos para evitar su conversión en un nuevo gueto de Sevilla.

 

LA BASE DE LA PIRÁMIDE

 

Esta reasignación de recursos casaría además con el orden de prioridades sociales extrapolable de la pirámide de Maslow, ya desarrollado en esta misma página ( http://andaluciainformacion.es/sevilla/711605/la-piramide-de-maslow/ ) y que se fundamenta  en el principio de que no se debe dedicar dinero público a los estratos superiores de la pirámide si previamente se han dejado sin cubrir las necesidades elementales, radicadas en la base de la misma. Y en este caso es mucho más importante para Sevilla salvar a Los Pajaritos y a sus habitantes que prolongar el tranvía en un tramo servido con creces por los trenes de cercanías de Renfe, líneas de Tussam y hasta, parcialmente, por el Metro.

Nos hallamos ante una paradoja: Espadas pretende hacer de Rus pensando en que gastando el dinero en su plan de ampliación del tranvía va a complacer a los empresarios, y Rus hace de Espadas al proponer para Los Pajaritos una política de reurbanización y rehabilitación de viviendas como el que en sus tiempos de senador proponía el hoy alcalde tomando como experiencia-piloto el Polígono de San Pablo.

Recuérdese que Espadas prometió en 2011 que si ganaba las elecciones municipales de aquel año (tampoco las ganó en 2015 pero finalmente pudo ser elegido alcalde) aplicaría en el Polígono de San Pablo un programa de rehabilitación energética de viviendas que, en su opinión, permitiría recuperar el sector de la construcción, crear empleo, solucionar el problema del arreglo de las viviendas antiguas “y mejorar la calidad de vida de los vecinos, sobre todo los de la clase trabajadora, con recursos económicos limitados”.

EL PLAN DEL SENADOR


El plan de Espadas consistía en rehabilitar las 3.500 viviendas del Polígono de San Pablo con un coste promedio de 20.000 euros cada una (inversión total, 70 millones de euros) mediante un sistema de financiación público-privada: las Administraciones aportarían el 55% del capital necesario y el 45% la empresa constructora adjudicataria de los trabajos. Los vecinos, por su parte, pagarían unos 6.000 euros en números redondos en cuotas mensuales de 24 euros durante 20 años.

La empresa constructora amortizaría en ese mismo periodo de 20 años el coste de la rehabilitación mediante el ahorro que se conseguiría en la factura energética por las mejoras introducidas (aislamiento, bombillas LED y otros) y la gestión de aparcamientos y de locales comerciales.

Es paradójico también comprobar cómo las magníficas ideas que algunos políticos conciben cuando se hallan en la oposición acaban en el cajón de los olvidos o en la papelera cuando llegan al Poder, justo en el momento en que podrían empezar a hacerlas realidad.

INFRAVIVIENDAS

Como se recordará, existe un plan municipal  de regeneración de Los Pajaritos que, desgraciadamente, marcha a paso de tortuga y que consiste en demoler los 524 pisos de la barriada, auténticas infraviviendas con menos de 45 m2 y donde pueden hacinarse tres generaciones de una misma familia, y reconstruir los bloques con menor número de pisos pero más espaciosos (más de 60 m2) y dotados de todas las comodidades posibles.

En agosto de 2014 comenzaron los derribos de las manzanas 8 y 9, con un total de 96 pisos. Las familias ocupantes han sido alojadas en edificios-puente sitos en la Avenida de Andalucía, Nuevo Amate y Torreblanca mientras se levantan los nuevos inmuebles que acogerán a 62 de ellas tras redistribuirse el espacio en viviendas más amplias.

Esta primera fase de la operación se adjudicó por 5,2 millones de euros, pero tras los problemas de la primera empresa adjudicataria y un nuevo concurso se rebajó la cifra en segunda instancia a 3,2 millones de euros.

Los Pajaritos es casi siete veces más pequeño que el Polígono de San Pablo, por lo que Espadas podría ensayar aquí su programa de rehabilitación energética que ideó cuando se hallaba en la oposición y del que se ha olvidado al llegar a la Alcaldía.

 

FUNCIÓN SOCIAL

 

Hagamos una regla de tres: si con 3,2 millones se puede realojar a 62 familias en Los Pajaritos, con 27 millones de euros se podría rehabilitar toda la barriada de una vez: la mitad prácticamente del coste de la ampliación del tranvía. Esa regeneración urbana, más acorde con el ideario socialista del alcalde, iría en línea con su programa electoral, en el que afirmaba que “es imprescindible trabajar en la rehabilitación y renovación urbana de barriadas, el reciclaje de espacios públicos, el desarrollo de equipamientos públicos y, en definitiva, el desarrollo de una ciudad inclusiva y educativa”.

Si Espadas decía que “hay que devolver a la ciudad su función social”, qué mejor sitio para esa devolución que Los Pajaritos, donde además de crear empleo en la construcción (tenemos en el sector 5.640 parados) como preconizaba cuando era senador, contaría con el apoyo de la patronal y hasta tiene para ello 50 millones de euros ahorrados en el banco.

Así pues, metafóricamente hablando y en consonancia con las palabras de Rus, el tranvía de Espadas no debe ir camino de Santa Justa, sino de Los Pajaritos.

 

Los datos de inversión del Ayuntamiento de Sevilla desmienten al presidente de la CES, Miguel Rus

BALANCE

Los 17,5 millones invertidos por el Ayuntamiento en 2016 es la cifra más alta en cinco años

EJECUCIÓN

El grado de ejecución de la inversión fue del 82%, quince puntos superior a la de 2012

OTROS INDICADORES

La inversión de la Gerencia de Urbanismo y de Emasesa también se ha disparado

 

El presidente de la patronal sevillana (CES), Miguel Rus, hizo una enmienda a la totalidad de la política inversora de las Administraciones Públicas en Sevilla capital durante la reciente asamblea general de la Confederación de Empresarios, pero los datos revelan que al menos en lo que respecta al Ayuntamiento las inversiones reales han crecido desde que Espadas se hizo cargo del gobierno de la ciudad.

Miguel Rus dijo con ironía que daban ganas de pedir también la independencia, como Cataluña, a ver si así nos llegaba al menos parte de una lluvia de millones como la prometida por Rajoy a dicha comunidad autónoma, y acusó a las Administraciones Públicas de no estar a la altura de las circunstancias.

Aunque Rus puede tener razón, y probablemente la tenga, en su queja por la menor inversión en Sevilla del Gobierno central y de la Junta de Andalucía en un escenario, no se olvide tampoco,  de crisis económica y de exigencia de la Unión Europea de reducción de nuestro elevadísimo déficit público, esa generalizada crítica no se ajusta a la realidad respecto del Ayuntamiento, que sí está tratando de revertir la situación desde que Espadas fue elegido alcalde a mediados del año 2015.

Y es que precisamente Espadas era el que, cuando era líder de la oposición municipal, reprochaba continuamente a Zoido que el Ayuntamiento hubiera dejado de ser un motor de estímulo de la economía de la ciudad en general y de los sectores más golpeados por la crisis en particular, como el de la construcción, por ceñirse en exceso a una política de ajuste y de recortes, de ahí que cuando ha llegado al gobierno local ha tratado de significarse justamente por todo lo contrario: impulsar la economía de la ciudad desde el Ayuntamiento, sus organismos autónomos y las empresas municipales.

El análisis de las inversiones comprometidas por el gobierno local y, más importante aún, de su grado real de ejecución demuestra que sólo se ha revertido la caída de las mismas en el año 2016, justo el año en que Espadas pudo materializar sus primeros Presupuestos netos de su mandato, ya que en 2015 heredó el de Zoido una vez elegido alcalde.

 

COMPROMETIDAS Y EJECUTADAS

 

Hace cinco años, en sus primeros Presupuestos no heredados (2012), Zoido anunció unas inversiones de 23,7 millones de euros, pero en la práctica se redujeron a 15,8 millones (un 66,82% de ejecución).

A partir de entonces, las inversiones comprometidas fueron cayendo (8 millones menos en 2013; 3 millones menos respecto del año anterior en 2014) hasta un leve repunte en el año electoral de 2015 (+ 1,8 millones). En resumen, en cuatro años se pasó de 23,7 millones de euros en inversiones comprometidas a 14,3 millones.

Los datos son todavía más reveladores cuando se analiza cuánta de esa inversión municipal comprometida o anunciada se llevó a la práctica realmente. Así, los 23,7 millones de 2012 se quedaron a la hora de la verdad en 15,8 millones (grado de ejecución del 66,82%). El gobierno de Zoido no pasó de ejecutar un máximo del 72,65% (y eso fue en el año 2015) de las inversiones comprometidas.

Entre 2012 y 2015, el anterior gobierno comprometió inversiones en la ciudad por un valor total de 66.220.756 euros, pero realmente sólo ejecutó por valor de 46.366.007 euros, prácticamente 20 millones menos de lo que podría haber hecho, lo que significó un grado de ejecución medio del 70%.

REPUNTE

Estas cifras contrastan con las inversiones del gobierno de Espadas en 2016. Aunque la inversión comprometida fue todavía inferior a la de Zoido en 2012 (21,4 millones de euros frente a 23,7 millones), su grado de ejecución fue, comparativamente, muy superior. Y es que los 23,7 millones de Zoido se redujeron en la práctica a 15,8 millones, mientras que Espadas ejecutó 17,5 millones de los 21,4 millones anunciados: un 81,76% frente al 66,82% de los primeros Presupuestos netos de Zoido y casi doce puntos más que la media de aquél en todo su mandato.

La conclusión, pues, es que con los 17,5 millones de euros invertidos realmente en 2016,  el Ayuntamiento, contrariamente a la impresión dejada por Rus, ha invertido más que nunca en los últimos cinco años para tratar de afianzar, dentro de sus limitaciones en comparación con la magnitud de otras Administraciones (Estado, Junta de Andalucía) la incipiente recuperación económica.

Cambio de signo en la Gerencia de Urbanismo y en Emasesa

La cuantía de las inversiones públicas conforme a los expedientes tramitados en dos potentes brazos ejecutores del Ayuntamiento, como la Gerencia de Urbanismo y Emasesa, demuestra también que se ha producido un salto cuantitativo importante en estas dos entidades.

En 2012, la inversión pública de la Gerencia de Urbanismo fue de tan sólo 1,6 millones de euros. Desde esa mínima cifra se dio un salto espectacular todavía bajo el mandato de Zoido, en 2013, al pasarse a los 15 millones de euros en números redondos, pero luego volvieron a registrarse caídas significativas: 6,1 millones en el año 2014 y 9,5 millones en 2015. El año pasado, con datos estadísticos sólo hasta el mes de septiembre, ya se alcanzaron los 16 millones de euros, 6,5 millones más que en el ejercicio precedente (incremento del 68,42%).

Similar salto se ha producido en la empresa metropolitana de aguas, Emasesa.,us inversiones, según los expedientes realmente tramitados, ascendieron a 10,1 millones en 2012, y se mantuvieron en esa línea los años siguientes (11,4 millones en 2013; 10,6 millones en 2014; 12,7 millones en 2015).

El año pasado, sin embargo, ascendieron a 22 millones de euros, 10 millones má en números redondos que en el ejercicio previo, con un incremento del 73%.