Archivo de la etiqueta: Los Pajaritos

Polígono Sur sin norte

Tras 17 años de vigencia del Plan Integral el barrio es el más pobre de España

Espadas dice que el INE debe tener también en cuenta la economía informal

El Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió el pasado 26 de mayo (2020) su informe Indicadores Urbanos (Urban Audit), realizado con datos del año 2017 y en el que dos barrios sevillanos vuelven a aparecer como los más pobres de España: lidera la tabla el Polígono Sur, con una renta media anual por habitante de 5.112 euros, y le sigue Tres Barrios (compuesto por Los Pajaritos, La Candelaria y Madre de Dios), con 5.516. Para colmo, el cuarto más pobre del país es el también sevillano Torreblanca, con una renta media per cápita anual de 5.914 euros, y en décimo lugar figura otro de la ciudad, Palmete-Padre Pío, con 7.218 euros de renta.

Bloques de viviendas del Polígono Sur

¿Y qué han dicho nuestros políticos sobre este bochornoso ránking? Veamos sus declaraciones y el comentario que nos merecen:

Juan Espadas (PSOE): El alcalde concedió una entrevista el miércoles 27 de mayo al programa Hoy por Hoy de Radio Sevilla para hacer balance del impacto del coronavirus y en la que, por la actualidad del asunto, se le preguntó por el informe del INE en que barrios sevillanos aparecían entre los más pobres de España, las causas de su situación y la posible solución a la misma. A partir del minuto 9:21 de la grabación ( https://cadenaser.com/emisora/2020/05/27/radio_sevilla/1590578101_744884.html  ) Espadas habla en estos términos: “La estadística del INE mide la renta media con datos de la Agencia Tributaria, con datos de Estadística, y en este caso hay muchas familias que están fuera, que tienen otro tipo y otros mecanismos de ingresos, lo mismo que reciben también ayudas por parte de la Administración. En algunos casos no sé si están suficientemente contrapesados con los ingresos que aparecen simplemente por renta media; en este caso por las declaraciones tributarias en comparación con otros barrios de la ciudad. 

Juan Espadas

Por lo tanto… mire, lo he comentado más de una vez: yo creo que hay que ir a análisis e indicadores estadísticos de desarrollo humano, que combinen en este caso distintos factores de lo que es la economía formal, informal, y otro tipo de elementos, pero no voy a descubrirle las enormes dificultades que hay en barrios como el Polígono Sur, Tres Barrios-Amate o Torreblanca, en Sevilla. Es evidente que estamos ante los barrios que llamamos de transformación social que más ayuda exigen y que más, digamos, urgencia y justicia social de invertir en ellos y de revertir esa situación”.

Atención al sí pero no de Espadas y a su caída en la tentación de sugerir que se maquille la estadística de la pobreza hispalense introduciendo indicadores que no vienen a cuento, como ese del desarrollo humano (el que usarse suele para proclamar que Bután es el país más feliz del mundo pese a que su renta media per cápita es de 2.898 euros, el 56% de la que tienen en el Polígono Sur) y, ojo, ¡la economía informal!. Pero, ¿ha reparado el alcalde en lo  que ha dicho? Busquen en Wikipedia la definición de economía informal ( https://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_informal ) y verán el alcance de las palabras de Espadas, que ni más ni menos pretende que el INE dé carta de naturaleza a la economía sumergida que pueda desarrollarse en el Polígono Sur y en los otros barrios pobres de la ciudad.

Así pues, el mensaje tranquilizador del alcalde sobre los barrios que aparecen en el informe del INE viene a ser el de que no son tan pobres en realidad porque no se miden sus ingresos “informales”  (esos por los que no se tributa para, por ejemplo, contribuir a sostener la sanidad pública que nos ha defendido del coronavirus), y que aunque se les considere pobres conforme a los estándares de los economistas, a la postre el dinero no da la felicidad, ya que ésta se basa en otro tipo de indicadores, como los de desarrollo humano. Quien no se consuela es porque no quiere, pese a que el INE no mida en este caso la felicidad, sino la renta, el dinero, el maldito parné, pero claro, si Bután, con la mitad de ingresos que el Polígono Sur es el país más feliz del mundo, entonces el Polígono Sur, con el doble de renta…. (complétese el silogismo). 

Beltrán Pérez (PP): El portavoz del PP ha afirmado que los “índices de exclusión” de tales barrios son “uno de los grandes fracasos” del alcalde. Pérez ha rememorado el discurso de investidura de Espadas para su segundo mandato como regidor ( https://www.sevilla.org/actualidad/noticias/discurso-investidura-del-alcalde-de-sevilla-juan-espadas  ), en el que dijo que su primer reto era, sin ninguna duda, los barrios con necesidad de transformación social. “Esas zonas -añadió Espadas- donde se concentra buena parte del desempleo estructural, las necesidades sociales o los problemas del sistema educativo. Esas zonas donde se concentra la desigualdad. Y donde no hemos sido capaces de ofrecer en las últimas décadas la respuesta adecuada a quienes más lo necesitan (….). No debemos fallarles más”.

Beltrán Pérez, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla

Tras el informe del INE, Beltrán Pérez afirma que “un año después de las elecciones municipales todo sigue igual, aunque empeorado por la crisis sanitaria del Covid 19”. ¿Uno de los grandes fracasos sólo de Espadas?, hay que preguntarse. No, también de Zoido y de su gobierno (2011-2015), del que por cierto Beltrán Pérez formó parte como edil. Recuérdese que en un informe similar y anterior del Instituto Nacional de Estadística realizado con datos del año 2012, es decir de cuando Zoido gobernaba Sevilla, los barrios más pobres de España ya eran Los Pajaritos y el Polígono Sur. Y también algunos titulares informativos, como éstos: ‘Suspenso generan en el Polígono Sur. La Coordinadora de Educación alerta de que hay “pobreza humana” y que el absentismo no remite’ (El Correoweb, 6 mayo 2015); ‘Zoido concluye su mandato sin solucionar los graves problemas del Sur’ (Sevilla Directo, 7 de mayo de 2015).

Sandra Heredia (Adelante Sevilla): Esta edil de la coalición de izquierdas ha expresado que “la pobreza y las desigualdades no son un fenómeno meteorológico, sino consecuencia directa de las políticas que durante la última década, con Zoido primero y Espadas después, se han desarrollado en Sevilla”. Según Adelante, las desigualdades “crecieron como nunca” durante el mandato de Zoido, pero también Espadas, “durante los cinco años que lleva como alcalde no ha sabido o no ha querido transformar ese mismo modelo de ciudad que genera precariedad, pobreza y profundas desigualdades”. 

Sandra Heredia, edil de Adelante Sevilla

¿Puede creer Adelante Sevilla que la pobreza de esos barrios que aparecen en el informe del INE data sólo de los mandatos de Zoido y de Espadas y no viene de más lejos? Veamos en lo que a la coalición de izquierdas, heredera de Izquierda Unida (IU), se refiere. En el año 2010, la fundación Focus-Abengoa otorgó el premio a la mejor tesis doctoral sobre un tema relacionado con la ciudad al trabajo ‘Segregación urbana y exclusión social en Sevilla. El paradigma Polígono Sur’, cuyo título ya lo dice todo y que fue obra de los investigadores de la UPO Francisco José Torres y Juan Ojeda. Por entonces IU, parte integrante ahora de Adelante Sevilla, llevaba siete años gobernando la ciudad (Torrijos era el primer teniente de alcalde) en coalición con el PSOE de Monteseirín. Y si mal no recuerdo tenía bajo su responsabilidad el Distrito Sur, luego tampoco puede lavarse las manos respecto de la situación del Polígono Sur en particular y del resto de barrios en general, ya que estuvo gobernando el doble que tiempo que Zoido.

Item más, Carlos Vázquez Galán, que fue director-coordinador del grupo municipal de IU desde el año 2003, ya como delegado de Economía y Empleo del Ayuntamiento fue quien a partir de 2009 dirigió el informe de 370 páginas titulado ‘Diagnóstico de territorios desfavorecidos en la ciudad de Sevilla. Tres Barrios-Amate / Sur / Torreblanca / Norte’, prueba evidente de que la coalición de izquierdas conocía perfectamente la situación de estos barrios pobres durante su etapa en el gobierno local y antes de la transmisión de poderes a Zoido. Por tanto, en la clase política nadie está libre de responsabilidad como para arrojar piedras sobre los demás.

EL COMISIONADO

Mientras los políticos tratan de eludir su responsabilidad y de endosarla a terceros, el comisionado del Polígono Sur, Jaime Bretón, ha sido quien ha demostrado mayor sensatez al reconocer sin ambages que el informe del INE es “la constatación de un fracaso de décadas”. Bretón ha recordado que en esta zona desfavorecida de la ciudad, en la que malviven unos 40.000 sevillanos, se han empleado muchos recursos públicos.

Efectivamente, sólo con cargo al Plan Urban se invirtieron 12 millones de euros  en obras de regeneración urbanística (insto al comisionado a que revele cuánto dinero se ha invertido allí a lo largo de estos años por todos los conceptos y a lo mejor nos llevamos una gran sorpresa), pero como dijo el otrora líder vecinal Rafael Pertegal, “no se trata de reconstruir pisos y de que todo siga igual”.

Tras diecisiete años de vigencia del Plan Integral del Polígono Sur (2003, con Monteseirín de alcalde), es hora, como ha dicho Bretón, de analizar los resultados de las políticas públicas -no es cuestión, aseveró, de incrementar los recursos, sino de saber redirigirlos para su mejor rendimiento y resultados objetivos- y de revertir algunas de ellas, cuestionar otras y dar un giro de 180 grados a muchas, porque si seguimos haciendo lo mismo obtendremos los mismos resultados”.

Jaime Bretón, comisionado del Polígono Sur

¿Y si en esa necesaria evaluación se incluye también la mismísima figura del comisionado? En noviembre de 2014, hará pronto seis años, la plataforma ‘Nosotros también somos Sevilla’ denunció que tanto el Plan Integral como su Oficina del Comisionado eran un fracaso porque no habían servido para el declarado objetivo de transformar el barrio, ya que la cuarta parte de sus habitantes sobrevivían “en la pobreza extrema, de las limosnas de Cáritas y de los vecinos”.

La plataforma abogó ya entonces por eliminar la figura del comisionado y sustituirla por una Autoridad Única, no por cuestionar las personas de sus sucesivos titulares y su labor cargada de buenas intenciones, sino porque carecían y siguen careciendo de capacidad ejecutiva y de presupuestos propios. Todos ellos, desde Maeztu hasta Bretón, pasando por Mar González, no han tenido otra opción, en opinión de los vecinos, que “ir pidiendo limosna a cada Administración y esperar a que cada una de las mismas se digne aportar o no”.

Y, quizás aún más importante, la plataforma puso el dedo en la llaga al pedir que se incrementen las exigencias a los propios vecinos, a los cuales no se les ha demandado ninguna responsabilidad a cambio de las ayudas hasta ahora otorgadas.

Es hora, transcurridos diecisiete años, de hacer balance del Plan Integral y de cambiar su rumbo rutinario hacia un nuevo norte, so pena de que en la próxima edición del informe del INE el Polígono Sur vuelva a aparecer como el barrio más pobre de España o alternándose el liderazgo de la pobreza con Los Pajaritos. 

El paro determinó el voto de Sevilla en las elecciones andaluzas de 2018

CORRELACIÓN

Los distritos con más parados fueron los más abstencionistas, en perjuicio del PSOE

A LA INVERSA

En los distritos con menos paro subió la participación, en beneficio de CS y Vox

FALSO MITO

Vox no ganó en los barrios más pobres, donde obtuvo el 8% como máximo

 

El paro ha sido el factor determinante en los resultados de las elecciones autonómicas en Sevilla capital al provocar una fuerte abstención en los distritos con más desempleo y, a la postre, una caída de votos para el PSOE. Por otra parte, se ha creado el falso mito de que Vox ganó u obtuvo un enorme resultado en las Tres Mil Viviendas y otros barrios pobres de la ciudad, una percepción totalmente alejada de la realidad.

El PSOE ganó las elecciones andaluzas en Sevilla capital el pasado 2 de diciembre al imponerse en seis de los once distritos y obtener 84.358 votos (el 25,26% del total), pero con un importante desgaste respecto de las autonómicas de marzo de 2015, ya que en el balance comparativo ha perdido 29.272 votos y 5,57 puntos en los tres años transcurridos desde entonces.

En la sangría socialista ha influido de una manera fundamental el paro en cada distrito. En aquellos donde habitualmente más se vota al PSOE es donde más abstención se ha producido y ésta, a su vez, está claramente relacionada con el nivel de paro existente. La correlación entre desempleo, abstención y voto al PSOE es del 87% cuando se mide por distritos, y del 71% cuando se mide por mesas electorales, según un estudio realizado por los geógrafos Francisco Sánchez y J. M. Camarillo.

Aunque durante el mandato de Espadas como alcalde, y prácticamente el segundo de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía, 14.855 sevillanos han encontrado un empleo, todavía hay 69.615 (datos oficiales de noviembre de 2018) cuya permanencia en las listas del paro no ha cambiado pese a los mensajes oficiales sobre el final de la crisis económica y la recuperación.

Y es justamente en los distritos con mayor paro donde menos gente ha ido a votar, gente que en su mayoría votaba al PSOE y que se ha instalado en el desánimo y la desmovilización al ver cómo su sufragio a los socialistas, en el poder durante 36 años en la Junta de Andalucía, no ha supuesto una mejora o un cambio en sus condiciones de vida.

Aun así, el PSOE ha sido el partido más votado en San Pablo-Santa Justa, Sur, Macarena, Este-Alcosa-Torreblanca, Norte y Cerro-Amate, pero sólo ha superado el 30% en la mitad de los mismos.

Por el contrario,. En los distritos con menor desempleo es donde menos abstención se ha producido y donde el bloque de centro-derecha, desde el PP a Vox, ha obtenido los mejores resultados y el PSOE prácticamente los peores suyos: Los Remedios, Nervión, Casco Antiguo, Triana y Bellavista-La Palmera.

 

EL CASO DE VOX

 

Por otra parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha alardeado en declaraciones a ABC del “excelente resultado en las Tres Mil Viviendas de Sevilla”, y ha augurado que se verá “cómo en el Sur de Madrid o en lugares depauperados y de gente muy modesta ya se está escuchando el discurso de Vox”. Incluso algunos medios de comunicación ha difundido la especie de que el partido de Abascal había ganado las elecciones en las Tres Mil Viviendas y otros barrios desfavorecidos de nuestra ciudad.

 

No es así. Se trata de un falso mito. El voto a Vox se ha concentrado en Los Remedios, Nervión, Casco Antiguo, Bellavista-La Palmera y Sur. Cuando se analizan los datos por barrios se ve que en Torreblanca, uno de los más desfavorecidos, sólo ha cosechado el 8,06% de los sufragios; el 6,64% en Los Pajaritos y el 6,72% en las Tres Mil Viviendas, donde se impuso el PSOE (47% de los votos), con la coalición de izquierdas Adelante Andalucía en segundo lugar. Asimismo, los socialistas se han impuesto en Torreblanca (45%) y en Los Pajaritos (47%).

Pero ¿por qué Vox obtiene en total el 15,12% de los votos en Sur, el distrito de las Tres Mil Viviendas? La respuesta es porque se trata de un distrito muy heterogéneo en el que hay barrios con un elevado nivel de renta y otros en el extremo contrario, y porque probablemente  los primeros habrían dado más apoyo al partido de Abascal, lo que se ha reflejado en el resultado global del distrito.

Entre los barrios que componen el distrito figuran El Prado-Parque de María Luisa, Huerta de la Salud, El Porvenir, Giralda Sur, El Plantinar, Felipe II-Los Diez Mandamientos, Tabladilla-La Estrella, Bami, El Tiro de Línea-Santa Genoveva, El Juncal-Híspalis, Avenida de la Paz, La Oliva, Las Letanías y Polígono Sur (los tres últimos, parte de las Tres Mil Viviendas).

Tranvía a Los Pajaritos

Hay que reconocerle a Rus su sensibilidad social al ofrecer el apoyo de la CES para regenerar Los Pajaritos

Con la mitad del coste de la ampliación del tranvía se podría evitar que el barrio se convierta en otro gueto

 

En la reciente asamblea general de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) pasó prácticamente inadvertido un pasaje de gran calado social del discurso que pronunció su presidente, Miguel Rus, el que dedicó a la situación de Los Pajaritos. Rus se expresó en los siguientes términos: “Debemos cortar de raíz la degradación de la barriada de Los Pajaritos para que no se convierta en un gueto inaccesible como el existente en una parte del Polígono Sur. Los reportajes con los que la prensa nos ha hecho conocer la verdadera realidad del problema demuestran los límites de una degradación en donde los clanes de la droga están haciéndose fuertes en esta zona.

El problema -continuó- no debe ir a más y es fundamental el papel que, en este terreno, tiene que jugar y liderar el propio Ayuntamiento, y para ello puede contar con la colaboración del empresariado, dispuesto a trabajar en un plan de choque, reurbanización y recuperación de esta zona. A medida que pase el tiempo, más difícil será la solución. Ya tenemos experiencia.

Desde la Confederación de Empresarios de Sevilla nos negamos a instalarnos en la comodidad o en la autocompasión.

No se nos puede achacar inmovilismo o que no pasemos a la acción en muchos de los problemas planteados y en numerosos de los frentes que tenemos aún abiertos”.

Por más que pueda decirse que Rus, como empresario de la construcción barre para casa al proponer un plan de reurbanización y de recuperación de Los Pajaritos para evitar que más pronto que tarde se convierta en otro gueto de la ciudad como las Tres Mil Viviendas, hay que reconocerle que haya dado este ejemplo de sensibilidad social cuando podía haberse ahorrado perfectamente sus palabras sobre este barrio degradado y concentrado únicamente en las reivindicaciones habituales de los empresarios en materia de obras e infraestructuras, que no dejó de citar: el Metro, la SE-40, el dragado del Guadalquivir…

 

NO A LA AMPLIACIÓN

 

A esta sensibilidad social hay que unir la sensatez al pronunciarse en contra del plan del alcalde de gastar 48 millones de euros (prácticamente los 50 millones del superávit acumulado por el Ayuntamiento por las restricciones económicas durante la crisis y que ahora le permitirá gastar el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro) en la ampliación del tranvía hasta Santa Justa. “Una obra de gran envergadura, pero en nuestra opinión -aseveró Miguel Rus- no prioritaria en estos momentos para Sevilla. Opinión que ya hicimos pública el 14 de junio de 2016, como acuerdo de nuestra Junta Directiva”.

Y añadió el presidente de la patronal sevillana: “Como ya apuntamos en aquel momento, y recogen algunos medios de comunicación, ese recorrido está lo suficientemente cubierto ya por las líneas de trenes de Cercanías C-1, C-4 y C-5, que ofrecen una más que amplia alternativa desde San Bernardo a Santa Justa con frecuencias semejantes a la del tranvía, mientras que en superficie Tussam tiene destinados a este recorrido  varias líneas de autobuses y además la línea 1 del Metro cubre ya el trayecto San Bernardo-Eduardo Dato”.

Rus, quizás sin pretenderlo, ha señalado indirectamente el mejor destino posible para los 50 millones de euros del superávit municipal: basta con quitarlos de la casilla del innecesario tranvía redundante y colocarlos en la casilla de la necesaria reurbanización y recuperación de Los Pajaritos para evitar su conversión en un nuevo gueto de Sevilla.

 

LA BASE DE LA PIRÁMIDE

 

Esta reasignación de recursos casaría además con el orden de prioridades sociales extrapolable de la pirámide de Maslow, ya desarrollado en esta misma página ( http://andaluciainformacion.es/sevilla/711605/la-piramide-de-maslow/ ) y que se fundamenta  en el principio de que no se debe dedicar dinero público a los estratos superiores de la pirámide si previamente se han dejado sin cubrir las necesidades elementales, radicadas en la base de la misma. Y en este caso es mucho más importante para Sevilla salvar a Los Pajaritos y a sus habitantes que prolongar el tranvía en un tramo servido con creces por los trenes de cercanías de Renfe, líneas de Tussam y hasta, parcialmente, por el Metro.

Nos hallamos ante una paradoja: Espadas pretende hacer de Rus pensando en que gastando el dinero en su plan de ampliación del tranvía va a complacer a los empresarios, y Rus hace de Espadas al proponer para Los Pajaritos una política de reurbanización y rehabilitación de viviendas como el que en sus tiempos de senador proponía el hoy alcalde tomando como experiencia-piloto el Polígono de San Pablo.

Recuérdese que Espadas prometió en 2011 que si ganaba las elecciones municipales de aquel año (tampoco las ganó en 2015 pero finalmente pudo ser elegido alcalde) aplicaría en el Polígono de San Pablo un programa de rehabilitación energética de viviendas que, en su opinión, permitiría recuperar el sector de la construcción, crear empleo, solucionar el problema del arreglo de las viviendas antiguas “y mejorar la calidad de vida de los vecinos, sobre todo los de la clase trabajadora, con recursos económicos limitados”.

EL PLAN DEL SENADOR


El plan de Espadas consistía en rehabilitar las 3.500 viviendas del Polígono de San Pablo con un coste promedio de 20.000 euros cada una (inversión total, 70 millones de euros) mediante un sistema de financiación público-privada: las Administraciones aportarían el 55% del capital necesario y el 45% la empresa constructora adjudicataria de los trabajos. Los vecinos, por su parte, pagarían unos 6.000 euros en números redondos en cuotas mensuales de 24 euros durante 20 años.

La empresa constructora amortizaría en ese mismo periodo de 20 años el coste de la rehabilitación mediante el ahorro que se conseguiría en la factura energética por las mejoras introducidas (aislamiento, bombillas LED y otros) y la gestión de aparcamientos y de locales comerciales.

Es paradójico también comprobar cómo las magníficas ideas que algunos políticos conciben cuando se hallan en la oposición acaban en el cajón de los olvidos o en la papelera cuando llegan al Poder, justo en el momento en que podrían empezar a hacerlas realidad.

INFRAVIVIENDAS

Como se recordará, existe un plan municipal  de regeneración de Los Pajaritos que, desgraciadamente, marcha a paso de tortuga y que consiste en demoler los 524 pisos de la barriada, auténticas infraviviendas con menos de 45 m2 y donde pueden hacinarse tres generaciones de una misma familia, y reconstruir los bloques con menor número de pisos pero más espaciosos (más de 60 m2) y dotados de todas las comodidades posibles.

En agosto de 2014 comenzaron los derribos de las manzanas 8 y 9, con un total de 96 pisos. Las familias ocupantes han sido alojadas en edificios-puente sitos en la Avenida de Andalucía, Nuevo Amate y Torreblanca mientras se levantan los nuevos inmuebles que acogerán a 62 de ellas tras redistribuirse el espacio en viviendas más amplias.

Esta primera fase de la operación se adjudicó por 5,2 millones de euros, pero tras los problemas de la primera empresa adjudicataria y un nuevo concurso se rebajó la cifra en segunda instancia a 3,2 millones de euros.

Los Pajaritos es casi siete veces más pequeño que el Polígono de San Pablo, por lo que Espadas podría ensayar aquí su programa de rehabilitación energética que ideó cuando se hallaba en la oposición y del que se ha olvidado al llegar a la Alcaldía.

 

FUNCIÓN SOCIAL

 

Hagamos una regla de tres: si con 3,2 millones se puede realojar a 62 familias en Los Pajaritos, con 27 millones de euros se podría rehabilitar toda la barriada de una vez: la mitad prácticamente del coste de la ampliación del tranvía. Esa regeneración urbana, más acorde con el ideario socialista del alcalde, iría en línea con su programa electoral, en el que afirmaba que “es imprescindible trabajar en la rehabilitación y renovación urbana de barriadas, el reciclaje de espacios públicos, el desarrollo de equipamientos públicos y, en definitiva, el desarrollo de una ciudad inclusiva y educativa”.

Si Espadas decía que “hay que devolver a la ciudad su función social”, qué mejor sitio para esa devolución que Los Pajaritos, donde además de crear empleo en la construcción (tenemos en el sector 5.640 parados) como preconizaba cuando era senador, contaría con el apoyo de la patronal y hasta tiene para ello 50 millones de euros ahorrados en el banco.

Así pues, metafóricamente hablando y en consonancia con las palabras de Rus, el tranvía de Espadas no debe ir camino de Santa Justa, sino de Los Pajaritos.

 

Setas sin fin

El Ayuntamiento acabará pagando 10,5 millones de euros más por las Setas de Monteseirín en la Encarnación

 Con los 116 millones de las Setas se podría haber financiando un Edusi para cada uno de los siete barrios pobres de Sevilla

Hace unos días, el Instituto Nacional de Estadística reveló que, según datos de los Indicadores Urbanos de 2017, el barrio más pobre de España está en Sevilla: Los Pajaritos, que además repite en este triste liderazgo por segundo año consecutivo y todavía, pese a que tanto se habla de la recuperación económica, en peor situación que el año anterior, ya que los ingresos medios de una familia que viva allí han disminuido en más de 300 euros, hasta situarse en 12.307 euros al año. Dicho de otro modo, en Los Pajaritos se vive peor y se es más pobre a cada año que pasa en vez de ser al revés, con lo que sus vecinos deben sentirse cada vez más desesperados, en un callejón sin aparente salida y cada vez más estigmatizados por su origen.

 Sevilla no sólo ostenta ese liderazgo del barrio más pobre de España. Hasta podría copar el podio de los desheredados, ya que otros dos núcleos de nuestra ciudad escoltarían a Los Pajaritos en el ránking de la pobreza colectiva: Amate y el Polígono Sur.

 

Y aún más. Según los indicadores del INE, entre los quince barrios con menor renta de España aparecen siete de Sevilla, tres de Alicante, dos de Málaga y uno de Madrid, Vigo y Córdoba, respectivamente.

 Así pues, la mitad de los barrios más pobres de España están en Sevilla capital, una ciudad que, no lo olvidemos, ha tenido más de 80.000 parados durante cinco años consecutivos, mes tras mes, y que todavía hoy, a expensas de conocer la estadística de junio, tiene a 74.031 vecinos inscritos en las oficinas del antiguo Inem en demanda de un empleo.

 AUXILIO AUTONÓMICO

  Por eso tampoco es de extrañar que a la hora de distribuir las ayudas del prorrogado Programa Extraordinario de Ayuda a la Contratación de Andalucía, que cuenta con un presupuesto de 40 millones de euros, la Junta coloque al Ayuntamiento de Sevilla como el primero y más necesitado de toda la región a la hora de recibir este auxilio autonómico para combatir de forma indirecta la pobreza. Y es que el criterio básico para el reparto del dinero es el del número de parados, por lo que a nuestra Corporación Municipal le corresponderán 2,5 millones de euros, un dinero que será insuficiente y que sólo dará para que los beneficiarios de un contrato municipal puedan ir tirando durante una temporada.

 

En esta situación de emergencia social, que no ha surgido durante la crisis económica porque viene de antiguo pero que la crisis ha ayudado a que se visualice aún más merced al ránking del Instituto Nacional de Estadística, se ha publicado otra noticia totalmente antitética: el Ayuntamiento, en virtud de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), tendrá que pagar a Sacyr, la empresa constructora y gestora de las Setas de la Encarnación, el importe del billete (tres euros) que costaría a los sevillanos que lo hagan la subida al mirador del Parasol diseñado por el arquitecto alemán Jürgen Mayer pero que no pagan.

 Recuérdese que de forma demagógica y con el fin de demostrar que el complejo de madera era un éxito y también una demanda popular, el ex alcalde Monteseirín, anunció públicamente que la subida al mirador sería gratis para los nativos y residentes en la ciudad.

NADA ES GRATIS

 Pues bien, de gratis, nada de nada, como rezaba el título del blog que promovió la Fundación de Estudios de Economía Aplicada para tratar de convencer a los españoles de que la subvención o exención que el Poder concede u otorga por una parte, con la otra mano les extrae el dinero de sus faltriqueras vía impuestos, directos o indirectos. Por tanto, la aparente gratuidad de la subida al mirador de las Setas para los sevillanos supuestamente arrancada por Monteseirín en lucha titánica contra el desmedido interés de la empresa constructora y explotadora del complejo no fue más que otra falacia, porque los sevillanos han de pagar el precio del billete a través del Ayuntamiento y con sus impuestos.

 

Para completar la demagogia, el hombre de máxima confianza de Monteseirín  y ex gerente de Urbanismo y de Emasesa, Manuel Marchena, se encargó de proclamar que gracias a la construcción de las Setas en la Encarnación se iban a democratizar para todos los sevillanos las vistas desde las alturas a los tejados del Casco Antiguo, un privilegio reservado, según el hoy académico, a los potentados de la ciudad desde sus balcones.

 

Lo que no dijo es que el mirador de las Setas se halla a tan sólo 28,5 metros de altura, frente a los 97,5 metros (101 si se le suma el Giraldillo) que mide la Giralda, a cuyo campanario podían subir entonces y pueden seguir subiendo hoy gratis los sevillanos por disposición del Cabildo Catedral, el cual se financia no de las entradas que deja de cobrar a los nativos y vecinos ni de sus impuestos que paguen al Ayuntamiento, sino del dinero que reporta el turismo.

TAMBIÉN EL MERCADO

Segunda consecuencia conocida ahora de la sentencia del TSJA sobre las Setas: el Ayuntamiento también tendrá que pagar a Sacyr el coste real del mantenimiento de la plaza de abastos en vez de los placeros, a los que Monteseirín convenció de que se trasladaran desde las antiguas instalaciones provisionales a las nuevas presentándoles la operación como mucho más barata de lo que realmente era y cargando los sobrecostes por una parte a las propias arcas municipales y, por otra, a la empresa constructora, a la que ha dado la razón el TSJA, por lo que esos gastos del Metropol Parasol también deberán ser abonados por los sevillanos a través de sus impuestos.

 

Entre el coste de las entradas supuestamente gratis y el de los puestos del mercado se estima que para el año 2040, fecha del final de la concesión, la factura de las Setas se incrementará en otros 10,5 millones de euros.

 ¿A cuánto ascenderá finalmente el coste total de las Setas de la Encarnación? Pese al oscurantismo municipal al respecto (recuérdese que poco antes de cesar la Corporación Municipal presidida por Zoido, la Gerencia de Urbanismo encargó en mayo de 2015 una auditoría técnico-económica sobre el coste real del Metropol Parasol por un importe de 59.532 euros y que en estos dos años no hemos tenido noticia alguna de sus conclusiones), hemos estimado que tras la sentencia del TSJA que se dictó en octubre de 2015 y que por una parte eximía al Ayuntamiento de un pago a Sacyr de 35,1 millones y por otra le imponía el abono de casi 2,6 millones, más las consecuencias citadas, el coste por el momento ascenderá aproximadamente a 116.620.934 euros.

COMO OCHO EDUSI

Volvamos de nuevo a Los Pajaritos, Amate y el Polígono Sur. ¿Cuál ha sido la reacción del Ayuntamiento al conocerse la noticia de que estos barrios sevillanos figuran entre los más pobres de España? Encargar la redacción de un proyecto de regeneración socioeconómica que presentar a una nueva convocatoria de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (Edusi) para ver si consigue lo mismo que ya obtuvo para la zona Norte en un Edusi anterior y que todavía está pendiente de ejecución: 15 millones de euros de fondos europeos.

 

Mientras Sevilla tenía y tiene, y no de ahora precisamente sino desde hace decenios, siete barrios entre los quince más pobres de España, Monteseirín se gastó del dinero de los sistemas generales de la ciudad (fondos de la Gerencia de Urbanismo) 116,6 millones de euros en las faraónicas Setas de la Encarnación como un icono de su mandato y con el argumento de que el dinero había que dedicarlo a la “Sevilla consolidada” en vez de a los barrios, viejos o futuribles.

 Con esos 116,6 millones de euros se podrían haber hecho ocho operaciones de regeneración como el Edusi de la Macarena y el sector Norte: una en cada uno de los siete barrios más pobres, y hasta habría sobrado para otro más.

 

Mientras Monteseirín construía las Setas con el argumento de que había que democratizar las vistas sobre Sevilla (cuando era y sigue siendo gratis mirar desde la Giralda, casi cuatro veces más alta), en siete barrios se pasaba y se sigue pasando necesidad.

Un tercio de las familias realojadas no podrán volver a Los Pajaritos

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Sevilla ha encomendado a la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvisesa)  la realización de las actuaciones necesarias para el realojo de las primeras familias residentes en la barriada de Los Pajaritos que han sido incluidas en la operación de rehabilitación del barrio, si bien se prevé que más de un tercio de las mismas no retornen allí al cabo de tres años y medio.

El Consistorio es el propietario de 524 viviendas de alquiler repartidas entre 66 bloques en Los Pajaritos. Por sus escasas dimensiones (podría hablarse de infraviviendas) y el elevado nivel de deterioro que sufren, se planteó hace ya años un proceso de remodelación de la barriada, que implica la demolición por fases de los bloques existentes y la construcción en su lugar de otros nuevos, acordes con los tiempos actuales, previo desalojo de las familias que residen en ellos, las cuales serán realojadas en otras zonas de la ciudad mientras duren las obras. Una vez terminadas las nuevas viviendas, estas familias deberían volver a la zona en que hasta la fecha se ha desarrollado su existencia.

Sin embargo, tanto del expediente de la encomienda de la operación a Emvisesa por parte de la Junta de Gobierno municipal como de las cifras manejadas hasta ahora se comprueba que 34 familias (un 35%) de las incluidas en la primera fase de la operación, que podría iniciarse a lo largo del mes de julio con tres años y medio de retraso sobre la previsión inicial, no podrán volver a su actual emplazamiento, “por lo que -puede leerse- el Ayuntamiento, en su caso, adjudicará a estas personas viviendas fuera del ámbito de actuación, en las condiciones y requisitos que en su momento se convengan”.

Así se colige, además, de los planes de esta primera fase de actuación, que se prevé que a partir de julio y hasta el año 2017 afecte a 96 viviendas de Los Pajaritos, distribuidas entre las calles Gavilán, Tordo y Estornino. En su lugar se construirán dos bloques con 31 viviendas cada uno. En total, pues, 62 viviendas, cuando las familias que se realojen fuera del barrio por Emvisesa serán 96. No habrá pisos para 34, que tendrán que cambiar de lugar de residencia.

Para la operación de realojo de los vecinos mientras se derriban sus bloques y se construyen los nuevos, Emvisesa ofrece, tras la encomienda municipal, 66 viviendas en la Avenida de Andalucía, 16 en Nuevo Amate, 9 en Torreblanca y 2 en Aeropuerto Viejo.

Emvisesa, que no firmará ningún tipo de contrato con estos inquilinos,  no asumirá tampoco compromiso u obligación alguna con las personas realojadas una vez finalizado el realojo temporal y concluida la encomienda. En el caso de que por parte de los ocupantes de las viviendas se produjera un incumplimiento de las obligaciones impuestas por la empresa municipal, se podría producir su desalojo en cualquier momento y los desalojados perderían el derecho a ser realojados en pisos de nueva construcción.

El presupuesto de la operación de realojo es de 930.000 euros en números redondos y se estima que las nuevas viviendas no estarán disponibles hasta dentro de tres años o de tres años y medio. Si se sobrepasara ese plazo, el Ayuntamiento asumiría los gastos hasta que retornaran  o se les adjudicaran nuevas viviendas definitivas. Los inquilinos tendrán que aportar 2.750 euros.

La infravivienda según Vílchez

Si no fuera porque el almanaque marcaba la fecha del 8 de diciembre en vez de la del 28, Día de los Santos Inocentes, las declaraciones del delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, el pasado domingo durante una entrevista periodística bien habrían podido ser tomadas por una inocentada. El delegado, que reconoció haber pensado en dimitir en más de una ocasión a lo largo de estos dos años y medio de mandato que mañana se cumplen, se lamentaba de que por mor del estallido de la burbuja inmobiliaria no gozaba de la misma largueza presupuestaria que sus predecesores. Cuando le preguntaron que en caso de que hubiera dispuesto de similares fondos en qué los habría empleado, su respuesta fue que en combatir la infravivienda.

A nadie se le escapa que pese a que las elecciones municipales se celebraron en mayo de 2011, tres años después del inicio de la crisis por el derrumbamiento del mercado inmobiliario, Zoido se presentó a aquellos comicios con un programa en muchos aspectos alejado de la realidad en que vivíamos y aún vivimos, ya que incluía la promesa de construir 4.000 nuevas viviendas de protección oficial, a un promedio de 1.000 VPO por cada uno de los cuatro años del mandato. Asimismo, Zoido, con la comprometida ayuda del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales, prometió impulsar la rehabilitación de zonas degradadas (caracterizadas justamente por sus infraviviendas de hasta 30 m2 de superficie) como el barrio de Los Pajaritos, con sus 524 pisos municipales de alquiler.

FRENAZO A EMVISESA

A pesar de que había por entonces unos 16.000 demandantes de VPO inscritos en las listas de espera de Emvisesa, el gobierno constituido por Zoido paralizó prácticamente desde sus inicios la construcción de nuevas viviendas públicas con cargo a la empresa municipal Emvisesa, obviando la promesa electoral del alcalde de edificar 4.000 durante su mandato.

Las infraviviendas que sitúa en su punto de mira el delegado de Urbanismo al menos existen e incluso, dada la falta de alternativas, pueden hasta acabar cobijando varias generaciones de una misma familia, pero las VPO que no se construyen, sencillamente no figuran para nada. Es más, puede decirse que la falta de VPO contribuye a consolidar las infraviviendas que hay en las zonas degradadas de la ciudad, ya que se deja sin apenas opción a los jóvenes que pretendan emanciparse.

El pasado 28 de noviembre, Zoido entregó las llaves de sus nuevos pisos a 50 de los 147 adjudicatarios de VPO promovidas por Emvisesa en el Polígono Aeropuerto, algunos de ellos con entre 10 y 20 años de tiempo inscritos en las listas de espera. Sin embargo, ninguna de estas viviendas han sido promovidas durante el mandato de un alcalde que prometió 4.000.

Los planes del Ayuntamiento para la empresa municipal se han limitado a administrar la ‘herencia recibida’ (ésa de la que tanto se queja el alcalde) del mandato anterior PSOE-IU para ir entregando gradualmente las 719 VPO iniciadas antes de su llegada al Ayuntamiento y a medida que se vayan terminando las promociones.

SIN BALÓN DE OXÍGENO

Tenemos en torno a 15.000 demandantes de VPO y 9.199 de nuestros 90.740 parados pertenecen al sector de la construcción, por lo que un impulso a la edificación de nuevas viviendas públicas sería un estímulo para nuestra maltrecha economía local, pero el Ayuntamiento ha frenado la actividad y los presupuestos de Emvisesa con el pretexto de la crisis, los recortes y la sequía crediticia. En puridad, el gobierno local sólo ha promovido 16 VPO en la Ronda de Capuchinos, que supondrían, en caso de materializarse, únicamente el 0,4% de las prometidas por el alcalde.

En este marco de vaciamiento de Emvisesa por falta de actividad no es de extrañar el rocambolesco episodio de que haya sido embargada por la propia Agencia Tributaria del Ayuntamiento a consecuencia del impago de tributos municipales, justamente porque el Consistorio no se ha subrogado el crédito que aquélla asumió (indebidamente, según la Cámara de Cuentas) en el mandato de Monteseirín para la terminación de Fibes.

Esta deuda lastra sus cuentas, pese a que existe desde 2012 un acuerdo, incumplido aún, de la Junta de Gobierno de transferirle 11,2 millones de euros y parcelas por valor de 14,2 millones. Esta laxitud con Emvisesa contrasta con la celeridad para modificar el Presupuesto de la ciudad si hace falta y transferirle cantidades millonarias a una Tussam en apuros, pero, claro, Emvisesa no tiene 1.000 conductores que puedan paralizar el transporte público en la ciudad en caso de problemas. Por tanto, cuando la oposición habla de que Zoido podría repetir con Emvisesa el mismo caso que con Sevilla Global, halla argumentos sobrados para ello en la actuación de su gobierno.

RETRASOS EN LOS PAJARITOS

En el estandarte de la lucha contra la infravivienda propiamente dicha, la primera etapa de la rehabilitación de Los Pajaritos (herencia del Plan Integral para los Tres Barrios, que el gobierno anterior redactó pero que no impulsó, por centrarse en las Setas de la Encarnación, la Alameda y los carriles-bici) se están incumpliendo los plazos anunciados previamente. En su última visita a las obras del edificio-puente, sito cerca de las cocheras de Tussam y al que deben trasladarse de forma transitoria las familias para poder derruir sus viviendas actuales y construir en su lugar otras más dignas, Zoido prometió que estaría concluido en noviembre.

Una vez más se ha vuelto a sobrepasar el plazo, ya que nos adentramos en diciembre y a este paso nos plantaremos en 2014 sin concluir el traslado. En cualquier caso, se trata de tan sólo 66 familias de las 524 que se contabilizaban en Los Pajaritos, un 12,59% del total, con lo que nos hallamos en una situación parecida a la de las VPO: mínimo avance.

Hasta aquí, el Ayuntamiento podría tratar de ampararse en la coartada de los recortes económicos y el cierre del grifo del crédito por la banca para justificar que no ha podido hacer mucho más en estos dos años y medio, pero cuando las palabras del delegado de Urbanismo quedan como un mero brindis al sol es cuando se analiza la política municipal con los recursos que ya tiene.

CORRAL DE TRIANA

Si tanto le preocupa al Ayuntamiento el problema de la infravivienda en nuestra ciudad, menos se comprende aún que haya dado prioridad al intento de ahorrarse 60.000 euros anuales del alquiler de la comisaría de la Policía Local en Santa Fe trasladando su sede a la Casa Tapón, en Pagés del Corro, en un corral en el que existen 13 viviendas municipales, de las que ocho siguen vacías pese a que hay 700 familias en situación tan desesperada que ni siquiera pueden pagar un alquiler y sólo aspiran a un piso social.

Ahora que la Junta de Andalucía ha denegado la ocupación de la Casa Tapón en el Corral de la Encarnación por tratarse de un Bien de Interés Cultural, el Ayuntamiento, que a buen seguro sumará esta decisión a la lista de agravios con el Gobierno autonómico, ya no tiene ningún pretexto para seguir manteniendo semivacío el inmueble.

Cabría recordar cómo el gobierno local, que se dice tan preocupado por la infravivienda, desmanteló Otainsa, la oficina creada en el anterior mandato para atender a las personas en riesgo de desahucio, y cómo desde Urbanismo, de la que depende Emvisesa, se dio orden de desahuciar a  inquilinos de viviendas municipales en San Jerónimo y otros barrios antes de que tras varios suicidios que conmocionaron el país el alcalde, de forma políticamente oportunista, ordenara paralizar casi en el último minuto los lanzamientos previstos.

LA DEFENSORA DEL PUEBLO

El delegado de Urbanismo expresa su preocupación por la infravivienda, pero lleva dos meses de papeleo en Emvisesa para resolver las decenas de peticiones de inquilinos con escasos recursos que aspiran a un alquiler social, también prometido al hilo de los últimos acontecimientos por el alcalde.

Lo último, por ahora, ha sido el nuevo requerimiento de la nada sospechosa Defensora del Pueblo, la exalcaldesa popular Soledad Becerril, para que el Ayuntamiento le informe sobre las actuaciones que ha emprendido a fin de que no quede sin ocupar ninguna VPO en Sevilla, después de que Emvisesa contestara “sólo de forma parcial” a la carta que le envió en el mes de marzo en tal sentido. Han pasado nueve meses sin que el Consistorio haya sido capaz de aclararle a la Defensora si ha cumplido sus recomendaciones sobre viviendas protegidas vacías.

Por más que Maximiliano Vílchez exprese su inquietud por la infravivienda, la política de Zoido no está contribuyendo precisamente a erradicar el problema. Sus escasas iniciativas en este campo amenazan con convertirse en el mayor capítulo del Debe del alcalde ante la próxima cita con las urnas, para la que ya sólo falta año y medio.

Conejos en la chistera

El pasado viernes se celebró el debate sobre el estado de la ciudad. La fecha no ha podido ser peor elegida por el alcalde, aunque tenga su lógica a modo de examen al final del curso político. Si hubiera tomado como referencia el final del año natural y antes de las vacaciones de Navidad no tendría tan cerca dos hitos que permiten establecer odiosas comparaciones: el aniversario de la toma de posesión de Zoido como alcalde, el 11 de junio, y la celebración de los debates sobre el estado de los once distritos, a modo de prólogo del gran debate y que ha permitido  obtener una visión de Sevilla mediante la yuxtaposición de las radiografías de cada una de las partes en que está dividida.

Viva Sevilla ha ofrecido un análisis socioeconómico de cada distrito y, previamente, un amplio informe en el ecuador del mandato de Zoido, en el que quedaba claro el incumplimiento de la mayor parte de las 135 promesas de su  programa para las municipales de mayo de 2011, desde los 29 aparcamientos (no ha hecho ninguno) hasta el pabellón cubierto en Los Bermejales con pistas de nieve artificial, pasando por centros cívicos y deportivos, guarderías, comisarías de Policía, mercados y hasta centros de salud.

PROGRAMA AL 70%

Pese a la evidencia del contraste entre lo prometido y la realidad, el alcalde y el grupo del PP proclamaron impertérritos en vísperas del 11 de junio que habían cumplido el 60% de su plan para Sevilla. Sin falsa modestia, algunos concejales han subido aún más el listón en los recientes debates de distrito: el delegado de Bellavista-La Palmera, Rafael Belmonte, evaluó en un 70% el cumplimiento del programa, y Francisco Pérez, delegado de Triana, en un 63%.

Y en esto Zoido llega al debate sobre el estado de la ciudad y afirma que ya ha cumplido el 70% de sus promesas. Del 60% del 11 de junio hemos pasado al 70% en menos de mes y medio. A este exagerado ritmo, Zoido puede dar por concluido su mandato en menos de cinco meses, pues en tal lapso de tiempo podrìa proclamar que ha cumplido el 100% del programa y que ya no le quedaría nada más que hacer, con lo cual a partir de enero de 2014 podría concentrarse única y exclusivamente en su rol de presidente del PP andaluz, por más que no sea previsible que para entonces tampoco haya construido ninguno de los 29 aparcamientos, las pistas de nieve artificial de Los Bermejales, los centros cívicos y demás.

Así, sin cortarse lo más mínimo, entró Zoido al debate, en el que no aludió a los 89.000 parados sevillanos, pese a su famosa promesa de convertirse en el ‘alcalde del empleo’ (12.000 parados más que cuando él llegó a la Alcaldía), ni a las 1.000 VPO que iba a construir cada año para los 16.600 sevillanos inscritos en la lista de espera de Emvisesa.

DESCRÉDITO

Zoido reeditó viejas promesas de, digamos, segunda generación, como la de un Plan de Empleo que ya prometió en 2012 y  que dijo presentaría a la vuelta de las vacaciones del año pasado, en septiembre, y del que a las puertas de un nuevo septiembre aún no se tiene noticia.

También hizo otra con pocos visos de credibilidad, como el anuncio de la adjudicación de las obras del edificio puente de Los Pajaritos a una nueva empresa, tras declararse la anterior en concurso de acreedores, para iniciar también en septiembre el realojo de 96 familias del barrio e iniciar así el derribo de las primeras infraviviendas de esta zona deprimida de Sevilla. Y es que el anuncio de Zoido se produjo tan sólo 48 horas después de que su Delegación de Urbanismo adoptara la iniciativa de reducir de 250.000 euros a tan sólo 15.000 el presupuesto que estaba aprobado este año para la rehabilitación integral del barrio, con lo cual los vecinos han perdido ya toda confianza en el alcalde y sus promesas.

Tomar este acuerdo dos días antes del discurso de Zoido equivalía a sabotear el mensaje del alcalde y demuestra la descoordinación existente en el seno del PP, o bien que gobierna al pairo  de sus potenciales votantes, como si creyera  permanentemente asegurada la mayoría absoluta. Ahora, para recuperar el crédito perdido en Los Pajaritos, a Zoido no le queda otra que rematar el edificio-puente en septiembre como sea.

ANUNCIOS-SORPRESA

Consciente de su pobre balance de gestión en estos dos años, por más que pregone lo del 70% del programa cumplido (su discurso ha oscilado entre la petición de perdón del primer año por no haber podido hacer más a decir en el segundo que lo mejor está aún por llegar) y de que la oposición le iba a echar en cara todo lo incumplido de lo excesivamente prometido, Zoido tenía que sacarse en el debate varios conejos de la chistera.

El primer efecto-sorpresa relativo fue el anuncio de que antes de que concluya julio Sevilla contará con la primera Zona Franca fluvial de España, de lo que se colige que Hacienda dará luz verde a la solicitud del Ayuntamiento, conforme a un expediente al que no se ha permitido acceso a la oposición municipal y que, por lo que se ha filtrado, incluiría entre las empresas potencialmente interesadas en instalarse en la misma a algunas como Danone, algo ilógico  tras la decisión de la multinacional del yogur de darle el cerrojazo a su fábrica de Sevilla.

Zoido no ha aclarado si Bruselas ha dado también su obligado plácet a la solicitud y, por otra parte, el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Fernández, declaró tras conocer las palabras del alcalde que, por su experiencia con la Zona Logística, estima que haría falta un año y medio para preparar los terrenos antes de que se pueda instalar la primera empresa, por lo que verosímilmente la Zona Franca no estará activa durante este mandato.

OFERTA DEL PRADO

El segundo conejo que el alcalde se sacó de la chistera tenía la apariencia de Ciudad de la Justicia en el Prado de San Sebastián, ya que los jueces -y Zoido lo es- no quieren irse ni a tiros a la proyectada por la Junta en Los Gordales. Zoido asegura que ya ha conseguido conformar una parcela de 220.000 m2 que ofrecer como alternativa a la del Gobierno autónomo, para lo cual ha añadido sobre el plano como futurible suelo judicial el antiguo solar del Equipo Quirúrgico, que pertenece a la Junta y cuyo destino es muy diferente: albergar un centro sanitario de alta resolución.

Está por ver qué dice la Consejería de Salud sobre esta apropiación por el procedimiento del tirón perpetrada por Zoido, aunque dadas las restricciones presupuestarias existentes hasta cabe dentro de lo posible que la consejera María Jesús Montero esté encantada con el favor que le haría el alcalde de librarla del compromiso de gastar parte de su presupuesto en un centro avanzado de salud en Sevilla. Al final va a resultar que quien boicotea a la capital de Andalucía no es la Junta, sino el propio alcalde en su afán de complacer a jueces y abogados y, de matute, a él mismo. En cualquier caso, de aceptar el consejero de Justicia y colega de Zoido, Emilio Llera, el ofrecimiento del Prado para la Ciudad de la Justicia habría que proceder a la modificación del PGOU, un lento trámite burocrático que, falta de dinero aparte, impediría que la primera piedra se pusiera en este mandato del alcalde.

BAJADA DE IMPUESTOS

El mayor conejo que de la chistera se sacó Zoido fue el retorno a otra promesa incumplida de su programa pero que achacó a la obligatoriedad de someterse a los dictados del Gobierno para reducir el déficit público: bajar los tributos municipales durante 2014, todos excepto el sello del coche, que se mantendría igual. Según Zoido, ello es ahora posible porque se ha controlado el déficit municipal, con lo cual la prioridad de su gobierno no es ya el pago de las deudas a los bancos, sino poner dinero a disposición de las familias y los emprendedores con una menor presión fiscal.

La paradoja del anuncio de Zoido es que esta política de incentivos a las familias y las empresas que ahora preconiza como posible es la misma que viene propugnando desde hace meses la oposición municipal. Cuando a principios de año los tres grupos del Ayuntamiento se reunieron para otro frustrado Pacto por el Empleo, Espadas (PSOE) propuso al gobierno local que propiciara la contratación de 3.600 parados mediante subvenciones y exenciones fiscales a pymes y autónomos, aunque ello supusiera la renuncia a unos ingresos de 4,6 millones de euros en concepto de impuestos y tasas: benificación del 95% en el IBI, IAE, ICIO y ocupación de vía pública.

Torrijos (IU), en sus alegaciones a las Ordenanzas Fiscales de este año, propugnó una rebaja del 10% en el tipo de gravamen del IBI para compensar el “tremendo subidón” -dijo- por la aplicación del Real Decreto del Gobierno central pero que reportó al Ayuntamiento unos ingresos extra de 8 millones de euros. Asimismo, propuso bonificaciones de entre el 20% y el 50% en el IAE para las pymes y del 30% en el ICIO.

La respuesta del Ayuntamiento a través de la delegada de Hacienda, Asunción Fley, ha sido siempre que no se podían atender estas demandas de la oposición, y más aún la rebaja del IBI, porque era “ilegal”. O sea, que cuando lo proponen Espadas y Torrijos no se puede, pero cuando lo anuncia Zoido, a pesar de que el Gobierno de Rajoy ha prorrogado el gravamen complementario del IBI hasta 2015, Asunción Fley deja de ser la dama de hierro de las cuentas y se aplica el lema de Obama: “Yes, we can”.

Minipisos de Los Pajaritos

El día en que a la entonces ministra María Antonia Trujillo se le ocurrió anunciar que había firmado un convenio con la FIRA de Barcelona para explorar “nuevas condiciones espaciales” en las viviendas sociales, bajo las premisas básicas de mínimo espacio habitable y un presupuesto limitado, se armó la marimorena nacional: sobre el papel habían nacido los ‘minipisos’ de 30 m2, que la ministra pensaba incluir en la tipología de las VPO para abaratar el descabellado precio de la vivienda.

El Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid desmontó la presunta rebaja de costes que la titular del ramo creía se podría lograr con su propuesta. Los peritos hicieron un estudio comparativo a partir de precios de mercado y llegaron a la sorprendente conclusión de que un minipiso de 30 m2 era un 36,6% más caro de construir que uno de 90 m2. La aparente paradoja se explicaba por los costes de alicatados, chapados, carpintería, cristalería e instalaciones de gas, los cuales duplicaban e incluso triplicaban los del piso más grande, a los que había que añadir los gastos por movimiento de tierras (un 74% superiores), fontanería (+ 89%), cimentación y particiones interiores (+ 36%).

RECHAZO GENERAL

Salvo el Consejo Superior del Colegio de Arquitectos de España y la Asociación Española de Gestores Inmobiliarios, que le hicieron un quite a la ministra con el argumento de que su ‘solución habitacional’ (eufemismo acuñado posteriormente tras quedar maldita la expresión ‘minipiso’) podía ser adecuada para estudiantes y familias unipersonales, la idea de María Antonia Trujillo, que en la calle llegó a ser denostada con el calificativo de ‘pisos-zulo’, desató una generalizada reacción negativa.

El portavoz parlamentario de IU, Joan Herrera, expresó su temor de que los ‘minipisos’ generaran guetos “en los que se amontonaran numerosas personas en apenas 30 metros”. Por su parte, Pablo Matos (PP), dijo al tiempo de pedir la comparecencia en las Cortes de la ministra que “una cosa son las viviendas para estudiantes y otra cosa es hacer VPO como se hacían en la posguerra”.

HACINAMIENTO

A sus señorías les hubiera bastado con girar una visita al sevillano barrio de Los Pajaritos, como hizo el martes la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Ana Mato, de la mano de Zoido para haberse hecho una idea de cómo se sobrevive en un minipiso de 30 m2 y de cómo aquí se cumplió el miedo expresado por Joan Herrera de hacinamiento de varias generaciones de una misma familia, al no poder independizarse por permanecer atrapadas en un ambiente de paro y pobreza. Y es que los ‘minipisos’ no fueron un invento frustrado de María Antonia Trujillo, sino la triste realidad de miles de familias sevillanas, nativas o de adopción, a lo largo de más de medio siglo.

Los 524 pisos de alquiler de Los Pajaritos aún propiedad del Ayuntamiento de Sevilla empezaron y acabaron convertidos en un gueto dentro de la superficie equivalente a 35 campos de fútbol de Los Tres Barrios, uno más de los conjuntos urbanísticos construidos durante el franquismo (las primeras obras se iniciaron en 1959, veinte años después del final de la guerra) para dar cobijo a las 70.000 personas que, huyendo del campo y de la miseria, levantaron miles de chabolas extramuros de la ciudad y que recibirían un nuevo golpe del Destino con la posterior riada del Tamarguillo.

CONDICIONES INFRAHUMANAS

El nombre de la barriada deviene del de sus calles, o viceversa, pues en el nomenclátor se dan cita todo tipo de aves, como en otras zonas de la ciudad se recurrió a advocaciones de vírgenes (Los Remedios) o a países y ciudades europeos (Los Bermejales). Aquí, bajo la ropa tendida al aire libre en cordeles de una punta a otra de los bloques, se puede caminar por calles de nombres tan eufónicos como Gaviota, Tórtola, Estornino, Mirlo, Alondra, Codorniz….. preciosos rótulos que, sin embargo, no pueden ocultar la realidad socioeconómica del barrio y de sus moradores.

Al alcalde no le dolieron prendas en reconocerlo públicamente esta semana en su visita, con estas palabras: “Es una de las zonas más degradadas de Sevilla. Estos vecinos viven en unas condiciones infrahumanas en unos pisos que ya no son susceptibles de rehabilitarse, sino que hay que tirarlos. Estoy muy satisfecho de empezar el proyecto, pero también avergonzado del estado de vuestras casas, por las condiciones en que han tenido que vivir estas personas durante este tiempo”.

POLÍTICA SOCIAL

El proyecto anunciado por Zoido es el del inicio, en un año, del derribo de los bloques de Los Pajaritos y su reconstrucción, previo alojamiento de los vecinos en un edificio-puente de la Avenida de Andalucía. La operación urbanística tardará en completarse siete años, pero permitirá transformar los ‘minipisos’ actuales en viviendas dignas de 65 m2 y dotar al barrio de 3.200 m2 de zonas verdes, frente a los deteriorados 1.050 existentes.

Se dirá que esta promesa electoral de Zoido es una copia del Plan Integral de Tres Barrios que aprobó el Ayuntamiento de coalición PSOE-IU en 2009, pero mientras Monteseirín guardó el documento en el cajón del olvido y se dedicó a gastarse los dineros del PGOU en “la ciudad consolidada” del Centro, Zoido no ha tardado ni nueve meses en dar los primeros pasos para acabar con el gueto de Los Pajaritos. Un alcalde del PP será el que haga realidad el ‘urbanismo de rostro humano’ prometido por Monteseirín, el alcalde del PSOE que acabó olvidándose de los barrios humildes y de su base electoral para impulsar el urbanismo faraónico de la torre Pelli y de las ‘setas’ de la Encarnación.

Vergüenza

Una de las vecinas de Los Pajaritos invitó expresamente a la ministra de Sanidad y Servicios Sociales, Ana Mato,  y al alcalde, Juan Ignacio Zoido, a que entraran en su infravivienda para que comprobarán por sí mismos cómo, a pesar de la sequía, los techos se caen por la humedad, al tiempo que lamentaba que en los últimos diez años ha escuchado muchas promesas de los políticos pero que, como no han hecho nada, los residentes son ya como Santo Tomás: ver para creer. Zoido, al anunciar la reconstrucción integral de la barriada, confesó sentirse avergonzado por el estado de los pisos, cuyo propietario es el Consistorio. A ver si al alcalde le va a pasar con Los Pajaritos lo mismo que con la torre Cajasol, que se va a echar sobre sus hombros las cruces dejadas por Monteseirín mientras que éste, responsable por acción u omisión, sigue lavándose las manos ayer, hoy y mañana. Zoido debió decir que sentía vergüenza, sí, pero vergüenza ajena, la que no ha tenido  Monteseirín por no haber hecho nada por Los Pajaritos en los doce años que ha estado en el Ayuntamiento.