Es tan verídica como las historias del Pali la anécdota de aquel forastero que cuando vino aquí y vio el lema NO8DO en el escudo de la ciudad no tuvo más ocurrencia que decir lo siguiente: “Fíjate si será rancia Sevilla que todavía anuncian el Nodo”. Había confundido el escudo otorgado por el rey Alfonso X el Sabio a Sevilla con el noticiario documental instaurado obligatoriamente por Franco en todos los cines de la época como instrumento de propaganda del régimen.
Hoy, el que dice lo mismo que el forastero de la anécdota es el Consejo Audiovisual de Andalucía en su informe sobre Giralda Digital, la televisión municipal convertida tan en la voz de su amo de Monteseirín como lo era el Nodo de Franco. Así, entre otros muchos datos demoledores sobre el sectarismo de la emisora controlada por el marchenero valido del alcalde, el estudio del Consejo demuestra que sólo el 0,9% del tiempo de voz está dedicado a la oposición municipal; que las menciones al equipo de gobierno casi siempre abren los informativos; que el 88% del tiempo destinado a partidos políticos es para la formación del señor alcalde….y así sucesivamente.
Tras este informe oficial es cuestión de darle a la moviola para reír por no llorar al recordar lo que dijo el pasado mes de abril Alfonso Rodríguez Gómez de Celis sobre la caja tonta de Alfredo: “Si no tuviese como objetivo ofrecer el servicio público que no pueden dar otras soluciones más que las del Ayuntamiento, no tendría sentido hacerla”. ¿Servicio público? Pues aquí, amigo Celis, tenemos la prueba del auténtico carácter de la televisión marchenera del alcalde: ser el nuevo Nodo, pero a escala local y en ¿plena? Democracia. Ya ven, Monteseirín, que va por la vida de adalid de la modernidad, ha acabado reinventado las rancias prácticas de antaño. Será, como decía Marx, que la historia se repite dos veces: la primera como tragedia y la segunda como comedia.
Ahora ya sólo falta que don Alfredo aparezca en su televisión digital, que por ser tan antigua emite aún en analógico, inaugurando en su Nodo particular, como aquel otro de infausta memoria, el último pantano.
El de Melonares, naturalmente.
Autoridad sólo en la tarjeta de visita
Torrijos, vicepresidente segundo de Mercasevilla y que figura como asistente en las actas de celebración del comité ejecutivo de la empresa municipal, la comisión de administración y la junta general de accionistas que aprobó en octubre y noviembre de 2005 la operación de venta de suelos de Mercasevilla, insiste en declarar que no ha firmado nunca un pliego de condiciones, ni ha asistido a ninguna mesa de contratación, “porque –asevera- no están en mi potestad, ya que no tengo autoridad para ello”.
Para empezar, su aserto no se compadece con su condición de primer teniente de alcalde de la ciudad y vicepresidente segundo de la empresa municipal. Pero aunque fuera cierto lo que dice Torrijos, no que no es autoridad, sino que no estuvo en la firma de pliegos ni en la mesa de contratación -con lo cual se escuda tan detrás de los técnicos como el alcalde-, debería explicar para qué sirve el Consejo de Administración y para qué su presencia en el mismo. Se presupone que el máximo órgano de la empresa es el que en última instancia supervisa y aprueba una operación de venta de suelo por valor de más de 100 millones de euros.
Imaginemos que lo ocurrido en Mercasevilla hubiera ocurrido en una compañía privada. ¿Se habría tragado la Junta General de Accionistas la explicación del Consejo de Administración de que fue engañado por sus técnicos o ‘ipso facto’ habría sido destituido el Consejo en pleno y todos los implicados en el proceso de venta? Aquí la Junta General de Accionistas es Sevilla, y Torrijos omite que al menos tiene una responsabilidad ‘in vigilando’, pues para eso lo han puesto ahí los sevillanos, para que vele por los intereses de la ciudad y no sólo para pasar por caja a fin de mes, ¿verdad, Antonio?
Atarazanas y Patio de los Naranjos
El Caixafórum que La Caixa construirá en Sevilla será una realidad en las Atarazanas en el año 2015 gracias al proyecto de Guillermo Vázquez Consuegra. Contaba Carlos Mármol en la competencia que aunque ahora el arquitecto sevillano no deja de recibir premios y grandes encargos, no siempre fue así y que hasta hace unos años la mayor parte de su obra estaba fuera: en Vigo, Valencia, Génova, Cartagena….. Naturalmente, como en Sevilla se cumple más que en ninguna parte el dicho de que nadie es profeta en su tierra, si Consuegra no se hubiera lanzando a competir por el mundo y triunfado fuera, a estas horas seguiría como en sus inicios: haciendo sólo VPO para Emvisesa.
Lo mejor del Caixafórum que ha diseñado consiste, a mi juicio, en cómo libera los cegados arcos de las Atarazanas que dan a la calle Dos de Mayo para, recuperando su antigua luz y transparencia, permitir el libre acceso de los transeúntes y convertir el antiguo astillero en una nueva plaza pública para la ciudad.
Mientras La Caixa abre las Atarazanas a toda Sevilla, a pocos metros, el Arzobispado sigue haciendo lo contrario: manteniendo clausurado al paso de los sevillanos el Patio de los Naranjos de la Catedral, que estuvo expedito durante siglos hasta que se le dio el cerrojazo para obligar al turisteo a pasar por taquilla.
Y es que aquí los papeles están cambiados: la Caja catalana recupera y le abre a Sevilla su patrimonio histórico y la Iglesia cierra el patrimonio de Sevilla para hacer caja.