La pregunta del millón sobre la Feria

Si la Semana Santa y la Feria generan 6.000 millones de euros, al quitarle un día a la segunda se pierden 375 millones

La promesa de Sanz del martes festivo y la vuelta de la Preferia equivaldrá al modelo de Espadas con un día menos

No suelo frecuentar la Feria (este año, ni la he pisado), pero no me declaro ni objetor ni partidario de festejo alguno, en contraste con esa disyuntiva en que se instalan algunos de elegir casi obligadamente entre Feria y Semana Santa, las dos grandes fiestas primaverales de Sevilla. Respeto tanto a los que pisan el albero como la cera derramada en las calles. Hecha esta declaración de principios, creo que puedo ser calificado como neutral a la hora de analizar el referéndum sobre la fecha de inicio y de finalización del festejo en el recinto de Los Remedios.

Si se concibe la Feria como una mera fiesta local que prolonga una tradición que dura ya 177 años, yo me habría decantado justamente por el modelo tradicional: de lunes (con el ‘alumbrao’) a domingo (con los fuegos artificiales) y sin festivo en medio, que en esa concepción digamos historicista habría reservado para el Día de San Fernando como patrón de la ciudad.

Si en vez de, o además de, festejo local se concibe como una fiesta de interés internacional que atrae a miles y miles de visitantes a una ciudad cuyo principal motor económico es el turismo (más de 3 millones de viajeros y de 6 millones de pernoctaciones en 2023, en una media de 238 hoteles abiertos al mes y 3.791 empleados) y que tuvo 61.149 parados en marzo de 2024; y si, como dice el alcalde Sanz, conjuntamente con la Semana Santa genera un impacto económico -repito, lo dice el alcalde- de 6.000 millones de euros, me habría decantado por el modelo de Feria de sábado (‘alumbrao’) a sábado (fuegos de artificio) con un festivo a su mitad.

Y es que, si se da crédito a las estimaciones económicas de José Luis Sanz, la suma de los 8 días (de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección) de la Semana Santa y de los 8 días (de sábado a sábado, ambos inclusive) de la Feria generan 6.000 millones de euros, a una media de 375 millones diarios.

Portada de la Feria de Abril

Me hago entonces la pregunta del millón, que es la que no se ha planteado en el reciente referéndum: si tenemos un negocio que cada día nos genera 375 millones de euros (Sanz dixit), en pura lógica económica ¿cuál habría sido la decisión más favorable para el interés general de la ciudad?

Tras el resultado del referéndum (yo no he votado, al considerar que ya lo hicimos en las elecciones para que el gobierno local, con todos los datos en la mano, gobierne y adopte las decisiones en vez de trasladar su responsabilidad a los ciudadanos) resulta que se ha decidido dejar de ganar 375 millones de euros al quitarle un día a la Feria, el negocio (conjunto con la Semana Santa) de los 6.000 millones, según Sanz.

¿Qué habrían pensado los padres fundadores del festejo, el vasco José María Ybarra y el catalán Narciso Bonaplata, que con el sentido que atribuye el tópico a sus orígenes idearon la Feria como un evento puramente mercantil, para la compra y la venta de ganado, sin imaginar la magnitud que iba a alcanzar y su progresiva transformación en una fiesta de carácter social?

La única solución que ahora queda para no perder esos 375 millones, según la estimación del alcalde, es que acuda al Real la misma gente que este año (3.146.698 de visitas, 1.070.962 más que en 2023, con un crecimiento del 51,59%) pero distribuyéndose en mayor número al haber un día menos ( 449.528 personas cada jornada en vez de 393.337), con la consiguiente sobrecarga para los servicios públicos, cuya capacidad ya se ha visto desbordada en diversas franjas horarias en esta edición.

PUGNA POLÍTICA

El referéndum ha devenido en una cuestión política más que festiva: ha acabado siendo otro motivo y otra ocasión para que PP y PSOE diriman sus fuerzas en Sevilla capital con el campo de Los Remedios como ring, al apostar cada uno por un modelo de Feria diferente y movilizar a sus bases para que votaran en consecuencia, como denota la participación del 18,30% del censo electoral, cuando en 2016 votó menos del 7%.

Los colegas de El Correo de Andalucía han convertido estos números en el siguiente gráfico, donde se observa todavía mejor la expresión del voto popular:

Si se fijan en el resultado de las votaciones por distritos, el modelo actual (de sábado a sábado y defendido por los socialistas) se impone en los habituales feudos del PSOE ( Macarena, Norte, Cerro-Amate y Este-Alcosa-Torreblanca), partido cuya posición se impone también en San Pablo-Santa Justa (donde en las municipales ganó el PP), mientras que el modelo tradicional, defendido por el PP, ha ganado en los graneros de votos de los populares (los distritos restantes menos, en esta ocasión, San Pablo-Santa Justa). Casi podría decirse que se ha celebrado un ensayo de elecciones municipales con la Feria como excusa.

UNANIMIDAD

El alcalde ha hecho las declaraciones más sensatas que le recuerdo en los últimos tiempos. Lástima que no las hubiera realizado antes y sin referéndum alguno. Si obviamos lo que va entre paréntesis sus palabras habrían sido éstas: «Me gustaría que (a partir de ahora) las decisiones que se tomasen sobre la Feria fueran por unanimidad, no cambiando porque lo quiera el Partido Popular, el Partido Socialista, Vox o Podemos».

Esta decisión por unanimidad y pensando en el interés general debió adoptarse previamente y sin convocatoria de ningún referéndum (¡dos sobre el mismo asunto en ocho años!), una consulta que ha provocado división entre los sevillanos y proyectado al exterior de nuevo una imagen negativa de la ciudad, como si aquí nuestra única preocupación fuera celebrar un día más o menos de jarana.

Sanz, que con sus declaraciones a los medios ha hecho campaña sin disimulo por la vuelta al modelo antiguo, piensa que ha ganado el referéndum frente a Antonio Muñoz, pero en realidad lo ha ganado el que no se presentaba: el ex alcalde Juan Espadas.

LA PREFERIA

Veamos la aparente paradoja. ¿Qué hizo Espadas poniendo la Feria de sábado a sábado? Pues institucionalizar la Preferia. Quienes han votado el regreso al modelo antiguo de lunes a domingo parecen no recordar que, con éste, anteriormente existía lo que se denominaba Preferia: con la excusa de dar los últimos retoques a las casetas, el Real ya se llenaba de gente el viernes previo ¡ y hasta hubo años de recepciones en casetas de empresas y organismos en la Preferia!

Parafraseando a Adolfo Suárez («elevar a la categoría de normal lo que a nivel de calle es plenamente normal»), Espadas elevó a la categoría de Feria la Preferia iniciando aquélla el sábado y poniendo un festivo en medio.

Con la excusa de terminar de preparar las casetas volverá la Preferia

Sanz habrá conseguido que se vuelva a la Preferia y, traicionando en plena campaña del referéndum su modelo a la luz de las votaciones previas del PP en Plenos municipales, al prometer convertir en festivo el martes de Feria en realidad acabará por mantener el modelo de Espadas, con la diferencia de un día menos (-375 millones de euros) y el festivo adelantado al principio de la semana en vez de a la mitad.

Y va a haber otra gran diferencia: como la Preferia no será oficialmente Feria pero los sevillanos acudirán en gran número al recinto a rematar las casetas desde el viernes previo, salvo que Sanz adopte impopulares medidas para evitar dicha costumbre, no estarán operativos los dispositivos (que implican pago de horas extra, por ejemplo) de Tussam, Lipasam y otros servicios públicos, con las consecuencias caóticas que ya se sufrieron en la etapa previa a 2016.

Hemos perdido un tiempo precioso con el debate, la celebración y el recuento del referéndum, y seguimos perdiéndolo por los anuncios de la oposición de impugnar el resultado, pedir auditorías de la votación (la próxima vez habrá que pedir hasta observadores internacionales), comparecencias en comisión, redacción de una nueva Ordenanza de la Feria que llevar a Pleno con riesgo de que se la tumben al alcalde, y etcétera, etcétera, etcétera.

Y MIENTRAS, MÁLAGA….

En el tiempo malgastado en todos estos dimes y diretes y en las energías quemadas por unos y otros, ¿cuántas nuevas empresas habrá captado ya Málaga, la otra ciudad del eje, si es que tal eje sigue existiendo todavía?

Una semana antes de que empezara la Feria de Abril, se presentó en la capital costasoleña el balance de actividad de la Oficina del Inversor ‘Málaga Open for Business’, dependiente del Área de Innovación, Digitalización y Captación de Inversiones, cuya labor es «atraer empresas internacionales que generen nuevos puestos de trabajo, así como asesorar a las que deciden establecerse en la ciudad».

Un total de 18 compañías internacionales han elegido Málaga para su sede y expansión de actividad en el año 2023, con una previsión total de 1.027 puestos de trabajo, según los datos las propias empresas. La cifra asciende hasta las 90 compañías si se tienen en cuenta los últimos cinco años (2019-2023), con una estimación de más de 7.000 empleos.

Inauguración del centro de ciberseguridad de Google en Málaga

Respecto a las nacionalidades, las 18 entidades instaladas el año pasado proceden principalmente de países como EE.UU. (cinco), Reino Unido (tres) y Noruega (dos). Pertenecen a diversos sectores productivos, entre los que lidera Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (nueve), seguido de Servicios Profesionales y Empresariales (tres) y Finanzas (dos). Entre las compañías internacionales instaladas en Málaga en 2023 cabe destacar la presencia de Google, SD Worx, Saber Tech, Caser y TGN Energy.

Conforme a este balance, Málaga capta cada mes 1,5 gran empresa internacional.

Calculen, en función del tiempo que nos llevemos todavía hablando de la Feria y del referéndum sobre la Feria, el número de grandes empresas internacionales que se instalarán en Málaga.

Claro que todavía nos quedará hablar del proyecto de las 300 nuevas casetas.

Quizás también podríamos someterlo a referéndum.

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