En el Medievo, la tradición caballeresca obligaba a que en fechas señaladas los ejércitos respetasen una tregua cristiana. Hasta en la I Guerra Mundial los enemigos atrincherados pactaron altos el fuego para dirimir sus diferencias no con las armas, sino en partidos de fútbol, aunque no de tanto riesgo como los Madrid-Barça. Sin embargo, los políticos no nos dan ni un segundo de respiro aun en esta Feria de Mayo. Sin esperar al inicio oficial de la campaña, llevan chupando cámara por el Real desde la Preferia que, según Rosamar, no existe. La Junta Electoral había decretado un ‘cordón sanitario’ antielectoralista de un kilómetro de radio en torno al recinto. ¿Será ingenua? La historia demuestra que todo muro acaba por desmoronarse: desde las murallas de Jericó hasta el de Berlín. Y el ‘cordón sanitario’ de Sevilla no iba a ser la excepción.
El cordón
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