Las denuncias de los sevillanos por los desperfectos en las calles se han incrementado en un 600%. El Ayuntamiento se ve obligado a organizar cuadrillas de emergencia pero dice que apenas podrán hacer algo frente a socavones, baches y hundimientos en las aceras, que atribuye al temporal. ¿Tiene el agua caída tanta fuerza para, por ejemplo, levantar losas de una calle como San Eloy, sin desgaste por el tráfico, o será más bien que las precipitaciones han dejado en evidencia la auténtica calidad del material empleado como pavimento y el pésimo remate ejecutado en muchas obras de ‘la ciudad de las personas’? ¿Quién y cómo hizo los controles de esos trabajos y les dio el visto bueno a la hora de recepcionarlos? Al igual que para Audrey Hepburn en la película ‘My fair lady’, la lluvia en Sevilla también es una maravilla para quienes nos gobiernan desde el Consistorio: les viene de perlas como coartada para encubrir las chapuzas municipales. Ellos, como Felipe II con la Armada Invencible, siempre dirán que no se puede hacer nada contra los elementos.
‘My fair lady’ municipal
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