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El suspenso de cada septiembre

El veterano político y diplomático español Marcelino Oreja Aguirre, ya práticamente retirado de la vida pública, visitó Sevilla en el año 1984 cuando en un país por entonces recién salido de la Dictadura franquista ocupaba uno de los puestos exteriores de mayor relevancia a los que podíamos aspirar: la Secretaría General del Consejo de Europa. Quien diez años más tarde sería también comisario europeo de Transportes y Energía dijo durante un acto celebrado en el club Antares de nuestra ciudad que cuando visitaba oficialmente un país en su calidad de secretario general del Consejo Europeo, pedía que le mostraran escuelas, bibliotecas y mercados porque de esa manera medía el grado de desarrollo de la sociedad que le acogía, dado que en su opinión nada debía preocupar más a unos gobernantes que el estado de las instalaciones en que tenían que estudiar sus hijos, las generaciones futuras.

Si el perfecto estado de revista en que deben encontrarse los colegios era para Marcelino Oreja el termómetro para medir el progreso y desarrollo social, más que económico y más que los kilómetros de autopistas y de líneas de AVE, el mercurio sevillano marca una temperatura más bien baja, pese al asfixiante calor ambiental que caracteriza a la ciudad durante los veranos.

Y es que no falla: cada mes de septiembre, a la vuelta de las vacaciones, las Administraciones Públicas, sean del signo que sean, merecen un suspenso general por los retrasos en la ejecución de las obras pendientes en colegios, de modo que el curso se inicia en muchos de ellos con la compañía de albañiles, fontaneros, electricistas, pintores…. suponiendo, en el mejor de los casos, que estén allí porque al menos se ha dotado de partidas presupuestarias para acometer esos trabajos de mejora o de reparación.  Entre el Escila de la falta de dinero y el Caribdis de la improvisación, esta reiterada realidad septembrina demuestra claramente, por remitirnos de nuevo a las palabras de Marcelino Oreja, que la educación de nuestros hijos no es la número uno en nuestro orden de prioridades, por más que los políticos digan siempre lo contrario en sus manidos discursos.

LAS OBRAS NO SON PARA EL VERANO

Y ello con la agravante de que todo el mundo sabe, desde los gobernantes hasta los alumnos, pasando por los profesores, los padres y los operarios, que el curso comienza cada año por las mismas fechas de principios o mediados de septiembre, por lo que cabría planificar el ritmo de las obras y de las inversiones de forma tal que los trabajos estuvieran concluidos para la fecha señalada. Se cuenta, además, con la ventaja de que las aulas se quedan vacías durante los meses de verano y se puede trabajar con absoluta comodidad.

La delegada de Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla, Asunción Fley, ha acuñado este año como coartada para tratar de justificar los retrasos la teoría de que no es posible acometer las obras en los colegios durante el verano, sin que haya profundizado en el argumento, el cual contrasta con el hecho de que en los tajos al aire libre, con casi 40º o más durante el estío, se trabaja desde primera hora de la mañana hasta las 15 horas o las 17 horas, sin que se sepa qué factor diferencial impide hacerlo en colegios vacíos y a cubierto en vez de a pleno sol.

Como la clase política ve siempre la paja en el ojo ajeno antes que la viga en el propio, el diputado sevillano del PP Juan de la Rosa se ha dedicado a hacer su particular balance de cómo ha ido este año la vuelta al ‘cole’ en la provincia de Sevilla. Según sus datos, el curso escolar se ha iniciado con el 62% de las actuaciones de reforma o de mejora en los centros educativos sin haberse terminado.

Estima el diputado del PP que de las 87 actuaciones que deberían haberse realizado durante las vacaciones escolares, 44 todavía estaban en ejecución al volver los alumnos a clase; 10 ni siquiera se habían iniciado y 33 habían finalizado a tiempo. Juan de la Rosa ha destacado que “a pesar de los reiterados anuncios de la Junta año tras año, el curso ha empezado con aulas en caracolas en 21 centros docentes”, aunque ha pasado de puntillas sobre la responsabilidad en el retraso en las obras de los colegios, que se supone es de competencia municipal y no del Gobierno autonómico.

ESPADAS PASA REVISTA

Tampoco ha quedado muy claro si en el balance del PP de esas 47 obras aún en ejecución y 10 ni siquiera iniciadas se incluyen o no las 37 fuera de plazo existentes en Sevilla capital y que, por su parte, ha denunciado el portavoz del grupo municipal Socialista, Juan Espadas. El líder de la oposición en la capital recordó que Zoido se había comprometido en julio de 2012 a invertir casi 4 millones de euros en reparaciones en centros docentes de la ciudad, pero según su particular balance, para el curso pasado sólo se ejecutaron 19 obras, 4 no se concluyeron hasta el segundo trimestre y 14 siguen aún pendientes a estas alturas.

En el balance de este año, Espadas contabilizó que de los 24 colegios en que se iban a hacer trabajos de mejora, sólo uno (Santa Catalina) estaría a tiempo para el inicio del nuevo curso, por lo que instó al alcalde a pedir perdón a los sevillanos por estas dilaciones y anunció que, al modo de la micropolítica de Zoido,  iba a visitar uno por uno los colegios en obras para comprobar su situación real.

Las denuncias, con profusión de datos, de Espadas, demostrativas de que lo de la oposición frontal va completamente en serio y no de farol, obligaron a Zoido a reaccionar para adelantarse al movimiento anunciado por su rival y hacer lo que mejor sabe: echarse a la calle y protagonizar un gesto mediático, cual ha sido una maratón de visitas a los centros docentes, desde por la mañana hasta por la tarde y a razón de uno por cada uno de los once distritos de la ciudad.

OBRAS ANTIGUAS O MENORES

Ahora bien, el populismo de Zoido no podía ocultar esta realidad:

-En cuatro de los colegios que visitó se habían anunciado obras en 2012 y se ejecutaron ese mismo año. Zoido, pues, había cumplido su promesa, por lo que no tenía sentido incluir el grupo España, Borbolla, San Jacinto y Juan XXIII en su gira, cual si estuviera en campaña electoral, hecho que denotaba justamente que no tenía nada nuevo que mostrar en esos distritos y recurría a obras realizadas en el plan anterior. Indirectamente, pues, era un reconocimiento a las denuncias de la oposición.

-En el colegio Sor Angela de la Cruz, la obras se anunciaron en 2012 y llegado el inicio del curso 2013-2014 ni siquiera habían empezado.

-Otro de los colegios visitados, el Vara del Rey, debió estar listo para el inicio del curso 2012-2013 en vez de para el curso actual.

-En el resto de los centros inspeccionados por Zoido (Pablo Ruiz Picasso, Juan Sebastián y Bandarán, Pío XII, Azahares y Martín de Gaínza), los trabajos se han anunciado y ejecutado durante este año, pero en la mayoría de los casos se trataba de obras menores, con presupuestos inferiores a 15.000 euros  (2.000 euros por instalar un frente de armario o 2.600 por una mano de pintura), que no son como para lanzar las campanas al vuelo.

LA HERENCIA RECIBIDA

Como era de esperar, el Ayuntamiento ha culpado de los retrasos a la herencia recibida de Monteseirín, un argumento un poco ajado si se tiene en cuenta que se encuentra ya en el tercer año de mandato, como si los problemas endémicos que dice se dedica a resolver fueran la causa que explica por qué obras anunciadas el año pasado tampoco estaban listas ni siquiera un año después, pese a la promesa de Zoido en su investidura de que los Servicios Municipales y la ciudad en general iban a funcionar bajo su dirección con la puntualidad de un reloj suizo.

En algunos colegios el reloj acumula un año de retraso, pese a lo cual el Consistorio ha insistido en que los centros educativos son una de las prioridades del alcalde. Si realmente lo fueran, tanto de él como del resto de alcaldes sevillanos, como preconizaba Marcelino Oreja a la hora de tomarle el pulso a las sociedades que visitaba, ni el diputado del PP habría denunciado las obras pendientes en la provincia (atribuibles, por deducción, a Ayuntamientos socialistas), ni Espadas habría hecho lo propio con las que faltan en Sevilla capital. Como estudiantes desaplicados, gobiernen quienes gobiernen, unos y otros volverán a repetir la misma asignatura en septiembre de 2014, con la próxima vuelta al ‘cole’.

Récord

Contaba  el testimonio de Enriqueta Vila sobre el provisional mercado de Las Palmeritas, que lleva en esta transitoriedad desde hace 39 años, a sólo uno de la cifra redonda de los 40, pero me llegan noticias de que esa marca ha sido ampliamente batida en el Porvenir. Allí, con motivo de una visita del alcalde a las obras en la calle Exposición (por la del 29, no la del 92), se ha constatado que unos postes que se colocaron ‘provisionalmente’ para los cables del teléfono hace 50 años aún siguen en pie, en espera de que Telefónica sustituya el cableado aéreo por otro subterráneo. Desde una perspectiva ecologista la actuación es impecable: total, si aún dan el avío, ¿para qué cambiarlos? Al igual que esos azulejos indicadores de la altura a la que llegaron las riadas de antaño, Zoido debería aprovechar sus giras por los barrios para identificar con una placa todos esos elementos urbanos que han sobrepasado con creces su condición de soluciones de urgencia para convertirse en parte constitutiva del paisaje de Sevilla, capital de lo efímero trocado en permanente.

 

Un búnker en la Plaza Nueva

Griñán, presidente de la Junta y secretario general del PSOE (A), sólo ha sabido adoptar como medida de fuerza y autoridad ante el rebelde Monteseirín la consigna de hacerle el vacío desde su Gobierno como respuesta a su desmedido afán de protagonismo y a su torpedeo a Espadas.

A Griñán, que pilló descolocado al alcalde cuando anunció su defenestración mediante el famoso teletipo de Europa Press, le está pasando con Monteseirín lo mismo que a Viera en los últimos años y tras haberlo arrasado en el último congreso provincial: al no rematarlo políticamente cuando lo tenía contra las cuerdas, ni ser capaz de imponer su autoridad orgánica, el alcalde acaba haciendo caso omiso de sus directrices y tensa la situación al máximo para que sean los otros los que reculen por miedo a que decisiones drásticas que afecten a la Alcaldía de la capital de Andalucía tengan un coste electoral para  el partido.

Monteserín se crece a medida que pasa el tiempo y ve que nadie, ni Viera ni Griñán, lo meten en cintura, y acaba convirtiendo el Ayuntamiento en su búnker político.

NINGÚN PASO ATRÁS

Griñán  está comprobando el calificativo con que definió a Monteseirín su antiguo protector, Caballos: “Alfredo es un glotón de la política”.           Por esa glotonería, Monteseirín no va a quedarse en ayunas de fotos y actos, por más que reste protagonismo a Espadas y el PSOE le haya instado a que dé un paso atrás y deje los focos para el candidato, que necesita incrementar su grado de conocimiento a sólo siete meses para las elecciones.

Apenas iniciado el nuevo curso político, Viera lanzó el mensaje de que “ahora llega el turno del candidato y no del alcalde”.

Monteseirín recogió el guante. Seis días después se autoconcedió una entrevista en su televisión particular, Giralda TV, donde proclamó que su candidato a la Alcaldía (en defecto de él mismo) era Celis y no Espadas, y que aunque no había “ningún tipo de diferencias”, él se dedicaría a “visitar las obras, ver cómo van  e inaugurarlas”. Y añadió: “Yo voy a rematar la gestión;  el proyecto político de futuro le corresponde al candidato”.

ESPACIO LLENO

No tardó en desmentirse a sí mismo, como cuando anunció que estaba promoviendo una nueva pasarela sobre el río, proyecto que Espadas interpretó suponía una intromisión en ese futuro que él debía representar y al que por eso calificó de obra no prioritaria: “Claramente –dijo- es una propuesta que corresponde analizar al nuevo mandato municipal”.

Monteseirín, acusado por Del Valle de haber propiciado un exceso de protagonismo de Torrijos por haber dejado vacío el espacio que le correspondía como alcalde, hace ahora justo lo contrario con Espadas y se niega, con una política de hechos consumados, a cederle sitio. El alcalde quiere morir matando y tiende a fagocitarlo todo, haciendo honor a su ‘glotonería política’.

Griñán no sólo ha descubierto que Monteseirín ‘ningunea’ a Espadas, sino que se ha destapado como el hombre de Chaves, justo cuando el presidente más procura desmarcarse de su predecesor (nadie significado de la Junta fue a su conferencia en el club Cámara 500 ni a la reinauguración de la Plaza de España), para no aparecer como una marioneta del hombre que gobernó Andalucía 20 años.

PROTEGIDO DE CHAVES

La identificación de Monteseirín con Chaves no es de ahora, sino de siempre, porque fue el expresidente quien, contra el criterio de Viera y de Blanco, se empecinó en mantenerlo primero como candidato y, luego, como alcalde, cuando el PSOE (A) aún estaba a tiempo de sustituirlo por Carrillo y de remontar en las encuestas.

En Madrid, Zapatero y Blanco esgrimieron los sondeos favorables a Trinidad Jiménez para organizar su asalto a la Comunidad por encima de Tomás Gómez. En Sevilla, Monteseirín no ha aprobado jamás un sondeo en doce años y es rechazado por el 80% de sus correligionarios, pese a lo cual el PSOE no ha podido defenestrarlo de candidato a la Alcaldía hasta que, ido Chaves, Griñán se hizo con el poder orgánico.

Y es que Chaves temía que si daba luz verde a su relevo en pleno mandato como alcalde, abría el debate de su propia sucesión en la Junta a mitad de legislatura, como así acabó sucediendo. Sus destinos estaban entrelazados como cerezas: él acabó en Madrid y Monteseirín, de alcalde amortizado y peripatético por Sevilla.

OPORTUNIDAD PERDIDA

Pero ni Griñán, pese a tener todo el poder, ni Viera han sabido forzar la salida de Monteseirín de la Alcaldía cuando más factible era nombrar como sucesora a Rosamar Prieto y ‘dedil’ a Espadas para que, como delegado de la Presidencia en el Ayuntamiento, cobrara visibilidad ante los sevillanos. El  PSOE ha perdido los meses en buscarle un cargo a Espadas, al que ha dejado huérfano institucional tras quitarlo de consejero (en Madrid, Trinidad Jiménez no se planteó dejar el Ministerio aunque hubiera sido la candidata a la Comunidad) y luego en evidencia con la torpe maniobra para elevarlo al Senado.

Mientras, Monteseirín se ha encastillado en la Alcaldía en una actitud (llegó a exigir un cargo remunerado con 220.000 euros) que recuerda a la de Beneroso y Benjumea en las cajas.

Griñán ha perdido ahora una gran oportunidad con la marcha de Rosa Aguilar a Madrid. Podría haber nombrado consejero de Obras Públicas a Monteseirín y quitarlo del medio en beneficio de Espadas activando la solución Rosamar. Obras Públicas habría sido el destino ideal para Alfredo, el de las setas de la Encarnación. Como allí ya está exiliado Celis, ni siquiera habría hecho falta retocar el organigrama de la Consejería.

Tres rondas y un Metro

¿Cuánto vale construir un kilómetro de autovía/autopista? Depende de numerosos factores: si discurre por terreno llano o montañoso; si ha de salvar accidentes geográficos con puentes, viaductos o túneles; si se aplican excepcionales medidas ecológicas, como en la Jerez-Los Barrios….La media normal estimada  es de 6 millones de euros por kilómetro.

La nueva ronda de circunvalación de Sevilla, la SE-40, de 77,6 kilómetros de longitud, tiene un presupuesto de 1.400 millones de euros. Cada kilómetro cuesta un promedio de 18 millones de euros, tres veces más de lo habitual, debido a la necesidad de construir el viaducto de La Rinconada y el túnel de los Atlantes para cruzar sobre o bajo la superficie el río Guadalquivir.

Con estos datos a modo de patrón-oro de la construcción, ya podemos comprender la auténtica dimensión de las inversiones previstas en Sevilla (en torno a 435 millones de euros) en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2011.

LA SE-40 COMO PARADIGMA

El secretario provincial del PSOE, José Antonio Viera, ha declarado tirando de argumentario que los PGE “contienen suficientes partidas económicas para que no se detengan los proyectos estratégicos que la provincia necesita para salir de la crisis”, y también que “contemplan partidas para todos los proyectos que constituyen el soporte para el presente y el futuro de Sevilla”.

Ya que hay general coincidencia en que la SE-40 es el proyecto más estratégico de todos, si aplicamos los patrones de coste citados anteriormente a los 82,5 millones destinados a la Ronda la conclusión es que sólo permiten construir entre 4,5 y 14 kilómetros, en el mejor de los casos.

En el mejor no, en el híper óptimo, porque si ya este año se han tenido que paralizar tres de los siete tramos adjudicados (son doce en total) porque no llegaba el dinero pese a que se contaba con 226 millones de euros en los PGE anteriores, ¿qué previsión podrá cumplirse cuando las partidas se le han reducido en un 63%?

Y si se repara en que para los dos tramos de la SE-40 por el Aljarafe que ya fueron adjudicados en 2009 se han consignado cuatro millones de euros, la perspectiva no puede ser más descorazonadora: ese dinero da sólo para sacar a las excavadoras de excursión.

EL CERCANÍAS DEL ALJARAFE

No se trata sólo de la SE-40. Para la duplicación, que no desdoble (palabro inventado por los políticos y que no recoge el Diccionario de la Academia), de la A-49 entre Dos Hermanas y Los Palacios hay una partida de 240.000 euros: menos aún de lo que costaba un kilómetro de autovía en el 92, hace 18 años (1,8 millones de euros). Y todavía  nos ‘venden’ que con los 5 millones reservados para el tercer carril de la A-49 Sevilla-Huelva, la de los atascos en el Aljarafe, se podrán continuar las obras hasta Benacazón y redactar el proyecto para su futura ampliación hasta Huévar y Chucena.

Salvo que se recurra al manido ardid de aprobarle en las Cortes enmiendas al PSOE de Sevilla para incrementar las dotaciones y permitirle así  rentabilizar políticamente la jugada ante la opinión pública al presentarse como el salvador ‘in extremis’, con los futuros PGE sólo se podrá aspirar a rematar una única obra: el Cercanías ferroviario del Aljarafe (hay 50 millones de euros), gracias a la infraestructura ya existente y a que el ministro de Fomento comprometió públicamente su palabra durante su visita a Sevilla.

Hay partidas para todas las obras, como dice Viera -que entre bastidores reconoce que bastante ha luchado para que el tijeretazo no fuera aún peor-, pero partidas para aparentar que ninguna de ellas se paraliza, si bien las apariencias no engañan a nadie, porque para que no se frenen tendrán que acometerse  necesariamente a cámara lenta, so pena de consumir los escasos fondos a las primeras de cambio.

MALTRATO A SEVILLA

Como ya somos adultos, por edad y vigencia de la Democracia, sobran ese tipo de mensajes triunfalistas y/o eufemísticos que tanta credibilidad restan a los políticos. Habría bastado con reconocer que son los Presupuestos de la crisis, quizás los únicos posibles en las actuales circunstancias, aunque Viera también ha dicho algo más, digno de reflexión: estos Presupuestos de la austeridad todavía dejarán en Sevilla más dinero que los de 2004, cuando en plena bonanza económica el PP estaba en el Gobierno.

Y es que si algo caracteriza a Sevilla es que ha sido maltratada sistemáticamente en los PGE por todos los Gobiernos de la nación, tanto del PP como del PSOE, desde 1990, vísperas de la Exposición Universal, cuando era el prestigio de todo el país el que se hallaba en juego por el compromiso internacional de España.  En los veinte años transcurridos desde entonces, sólo ha habido uno, 2008 (848 millones en los PGE), en que la inversión per cápita del conjunto de las Administraciones Públicas en nuestra provincia fue superior a la media nacional.

El profesor Francisco Ferraro ya estimó que sólo entre 2000 y 2007 Sevilla acumuló un déficit en inversiones públicas de 4.915 millones de euros, debido a que las licitaciones de obra pública en la provincia supusieron la mitad que la media del país. Con ese dinero se podrían haber construido el equivalente a tres rondas como la SE-40 y aún habrían sobrado 715 millones, más que suficientes para otra línea de Metro (la 1 ha costado 658 millones).

Alemania ha tardado 91 años en pagar la factura del Tratado de Versalles. Sevilla lleva 20 años pagando la factura por haber albergado la Expo-92.

La trama de las facturas falsas

La Policía ha acreditado que el Ayuntamiento pagó antes de las municipales de 2003 por obras no ejecutadas en el distrito Este y amparadas en facturas falsas, al igual que en el distrito Macarena, hechos éstos por los que la Justicia condenó a penas de cárcel a José Pardo, escolta del alcalde en aquella campaña electoral, y a José Marín, exdirector de Área del Ayuntamiento y, en la época de autos, secretario del distrito.

El presidente de la Cais, José Baena, alertó a la Justicia de que en mayo de 2007 recibió copias de unas facturas por valor de 5.266 euros y emitidas por un cambio de solerías en el distrito Este, obras que jamás se ejecutaron, pese a lo cual fueron abonadas por el Ayuntamiento. La Policía elevó en 2008 a la juez del  caso un informe en el que advertía de que esas facturas no son más que “la punta del iceberg”, porque el constructor había facturado al distrito 269.412 euros sin que las cuentas cuadrasen.

La Policía ratifica así la denuncia que en 2005 hicieron los dos ediles del PA, Paola Vivancos y Rafael Carmona, que destaparon el escándalo, los cuales señalaron que había una trama de facturas falsas en los distritos  Macarena y Este. Sólo les dio tiempo antes de salir del Ayuntamiento a airear la corrupción en el primero.

CAMBIO DE PAREJA

Tras las municipales de 1999, el hartazgo de Soledad Becerril propicia la ruptura de la coalición PP-PA y la forja de una nueva alianza, PSOE-PA, que permite el acceso de Monteseirín a la Alcaldía por un pacto en el que Rojas Marcos  impuso a Chaves desde el Metro hasta  su cuota de poder municipal: controlarían el 70% de las inversiones del Ayuntamiento pese a contar con la mitad (6) de concejales.

El PA seguía manteniendo la delegación clave de Urbanismo y otras áreas que les permitían proyectar sus políticas para luego rentabilizarlas electoralmente: Obras, Cultura y Deportes, Fiestas Mayores y Participación Ciudadana. Así pues, Monteseirín gobernaba realmente sobre un 30% del presupuesto y, teóricamente, su capacidad de acción era muy limitada, si bien el PSOE podía beneficiarse de la imagen pública del nuevo alcalde, imagen que ha acabado siendo tan pésima como empezó, ya que su primera decisión fue la de subirse el sueldo.

EL ANZUELO

Los socialistas tendieron una ‘inocente’ trampa a los andalucistas, y éstos mordieron el anzuelo. El delegado de Hacienda y del distrito Macarena, Carmelo Gómez, propuso a sus socios que se incrementaran los presupuestos de los distritos y se les permitiera acometer pequeñas obras: arreglos y similares.

El grupo Andalucista debate la propuesta. En principio no le ve sentido, porque el PA controlaba todos los trabajos  en la ciudad a través de Urbanismo y de la nueva delegación de Obras. Asimismo, porque los distritos carecían de personal y más aún de técnicos especializados, como eran los de Urbanismo, para controlar la calidad de la ejecución y la veracidad de los presupuestos de los contratistas.

Sin embargo, al final se impone la tesis de Juan Ortega, delegado de Fiestas Mayores, que veía en la idea una gran oportunidad de que se visualizara en su distrito Sur la acción del PA. Así que se multiplicó el presupuesto de los distritos y se les dio capacidad de hacer ‘obritas’, pese a que ni tenían personal ni técnicos, una carencia que Carmelo Gómez se ofreció a subsanar mediante arquitectos de Patrimonio que visasen los expedientes y personal de apoyo (voluntarios) que supervisasen las obras, que se acometerían previa consulta a los vecinos sobre su necesidad.

PRINCIPIO DEL FIN

Cuatro años más tarde, tras las elecciones de 2003 -en las que el PSOE marcó al PA con la acusación del ‘urbanismo bajo sospecha’-, Monteseirín logró desembarazarse de sus incómodos socios de gobierno al forjar una nueva coalición con IU merced a la caída de los andalucistas, que de 6 concejales pasaron a 4. El PSOE ganó el equivalente a lo perdido por el PA y pasó de 12 concejales a 14.

Dos de los distritos controlados por los socialistas, Macarena y Este (ambos con casos de facturas falsas), fueron clave. En Macarena, el PSOE pasó de 29.217 votos a 34.711;  el PA, de 14.526 a 9.565. En Este, el PSOE evolucionó de 36.365 a 41.501;  el  PA registró 9.938 votos frente a los 12.739 anteriores. Y en el distrito Sur, donde debían visualizarse las obras acometidas por el PA, el PSOE prácticamente se mantuvo (de 18.912 votos a 18.645) y los andalucistas fueron incapaces de rentabilizar nada: de 7.787 votos a 6.370.

Ya en la Oposición, cuando Vivancos y Carmona buscaron una explicación a lo ocurrido y chequearon durante seis meses los expedientes municipales, se percataron de que de obritas, nada: en los distritos controlados por el PSOE se habían urbanizado hasta avenidas enteras mediante facturas fraccionadas como “arreglitos”, y hasta en los marmolillos se había impreso, en vez del sello municipal, una leyenda del  distrito Macarena, para que los vecinos visualizaran quién les hacía las obras, encargadas a personas afines. Como no había control técnico de Urbanismo, nadie sabía, podía o quería interpretar si habían sido 100 en vez de 200 los m2 de solería colocados, y así se propició que se inflaran los costes y hasta se falsificaran facturas por  obras inexistentes, como se ha vuelto a demostrar ahora en el distrito Este, donde la Policía no ha hallado vestigio de “solado de hormigón pulido en color verde”.

Monteseirín, que dijo desconocer hasta a su guardaespaldas –uno de los condenados en el caso Macarena-, calla. ¿Seguirá sosteniendo que no había ninguna trama?

‘Rentrée’

Las dichosas obras, como las de la calle San Jacinto (¿pero hubo alguna vez en que la calle San Jacinto no estuviera en obras?), los anuncios de las inminentes restricciones al tráfico en el Centro, los dimes y diretes sobre estaciones e itinerario de las futuribles líneas del Metro, las telarañas que está dejando Monteseirín en las arcas del Ayuntamiento antes de irse, el sobrecoste de todo lo de las setas (ahora, el alquiler de los puestos de los placeros, que pagará el sin alcalde de nuestros bolsillos), la alerta amarilla o naranja por el calor diurno y las mínimas nocturnas que rompen sistemáticamente la barrera del insomnio…..Vuelve usted -si es que tuvo la suerte de irse pese a la crisis- de las vacaciones predispuesto al síndrome de la famosa ‘rentrée’ septembrina, pero es como si no se hubiera ido, como si no hubiera cambiado nada, como si todo hubiera seguido igual, como si el tiempo se hubiera detenido y no se hubiesen movido las manecillas del reloj…..En Sevilla no hace falta ser Bill Murray para estar condenado a sufrir el día de la marmota.

Pinza contra Sevilla

Las 22 academias de la Lengua Española incorporaron recientemente a la página web del Diccionario voces como ‘abducir’, ‘cultureta’, ‘muslamen’, ‘tsunami’, ‘bróker’, ‘meloncete’, ‘rojillo’….y así hasta 2.996 enmiendas y adiciones al texto normativo de nuestro idioma porque, según el secretario de la Real Academia, ésta está “en el tajo siempre, haciendo aportes continuos para seguir el ritmo de la sociedad y del idioma”.

No estará tan en el tajo cuando aún no ha incorporado la palabra de moda del  verano tras su invención por esa maestra del eufemismo que tiene la Junta de Andalucía y que se llama Rosa Aguilar. Si usted teclea en el buscador web de la Academia los neologismos ‘reprogramación’ y ‘reprogramar’, acuñados por la consejera de Obras Públicas, la respuesta que obtendrá será que “no están en el Diccionario”.

Sí están en el Diccionario palabras de toda la vida como ‘retrasar’, ‘diferir’, ‘aplazar’, ‘posponer’….pero como con ésas se entiende todo y de lo que se trata es justamente de contrariar a nuestro universal poeta Juan Ramón Jiménez, que decía “inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas”, Rosa Aguilar no anunció  este agosto un retraso en la ejecución de 39 obras públicas programadas por la Junta y un recorte de 850 millones de euros en las inversiones, sino una ‘reprogramación’.

DISFRAZAR LA REALIDAD

¿Que cuál es la diferencia? Según la María Moliner del Gobierno andaluz, “retraso significa que no se sabe cuándo culminarán las obras; hablamos de ‘reprogramación’ con la certeza de que las obras se van a culminar”. Extrapolando a la realidad sevillana el argot de la consejera, el que las setas de la Encarnación no se concluyeran en ninguna de las cuatro fechas anunciadas desde 2004 hasta hoy no significa que acumulen tres años de retraso, sino simplemente  que su ejecución fue ‘reprogramada’.

Y cuando a Rosa Aguilar le preguntaron por una obra sevillana cuyo inicio se retrasará, perdón, quería decir ‘reprogramar’, seis meses, estuvo sembrada al decir que sufriría “una deriva en el tiempo”. Genial. Habrá que pensar seriamente en proponer la candidatura de nuestra maga del lenguaje para el primer sillón vacante de la Academia, porque esta inventora de eufemismos se merece una letra mayúscula.

SEVILLA TRAGA

Para que no la acusen de estar al servicio del ‘centralismo sevillano’ y sabedora de que a quien dentro del PSOE levante la voz en defensa de Sevilla le puede pasar lo mismo que a José Caballos, y que todos los suyos aquí van a decir amén o a repetir como papagayos  el argumentario oficial, Rosa Aguilar le ha pasado la mayor parte de la factura de la ‘reprogramación’ a Sevilla, para blindarse frente a las protestas de otras provincias. Así, del ahorro global de 850 millones en toda Andalucía, la Junta le ha metido un tijeretazo de 451,6 millones a Sevilla o, lo que es lo mismo, de cada 100 euros que no invierte, 53 se los quita a nuestra provincia. Y de las 39 obras que se ‘reprograman’, 12 (el 30,76% del total) estaban previstas en Sevilla.

Sufrirán un retraso de entre 6 y 10 meses el viaducto del Pago del Medio -que debe unir La Rinconada con San José-, el ramal de Brenes, la ronda urbana sur de Mairena del Aljarafe y otras tres carreteras. En materia ferroviaria, la consejera no ha osado meterle mano al tren de la Bahía de Cádiz, el tranvía de Jaén o los Metros de Granada y Málaga, pero ha ‘reprogramado’ todas las conexiones de Sevilla. Ni siquiera ha dejado indemne una sola para al menos disimular: dos tramos del tranvía de Dos Hermanas –y Toscano, tan contento-, el tranvía del Aljarafe, el tramo final del tranvía de Alcalá de Guadaíra con la Universidad Pablo de Olavide y dos tramos de la alta velocidad, el de la estación de Santa Justa al aeropuerto y el túnel de los Alcores.

Ésta era, a lo que se ve, la apuesta de la Junta por la movilidad sostenible en el área metropolitana. Si a la ‘reprogramación’ de la Junta en materia ferroviaria se le une la del Ministerio de Fomento en carreteras, especialmente en la SE-40, vemos que Sevilla es la gran víctima andaluza de la ‘pinza’ formada por las dos Administraciones en materia de obras públicas.

CONSECUENCIAS

La Junta va a diferir la inversión de 451 millones de euros en la provincia de Sevilla durante los próximos seis, siete o diez meses si, en el mejor de los casos, se cumplen los plazos de la ‘reprogramación’, pero, por la magia del lenguaje eufemístico de Rosa Aguilar, como no se van a rescindir los contratos, ni se van a paralizar (¿?) las obras, no va a haber repercusión alguna en el empleo, como si las empresas constructoras pudieran mantener en plena crisis mano sobre mano a sus plantillas si no hay carga de trabajo.

Cuando el Ministerio de Fomento anunció su propio plan de recortes y anulaciones de obras públicas, las patronales de la construcción, en un vano intento de frenar al ministro Blanco, hicieron un estudio para estimar los efectos de las desinversiones gubernamentales. Según el informe, por cada millón de euros dejados de invertir en las obras públicas se pierden 18 empleos directos e indirectos, tanto en la construcción como en los sectores auxiliares.

Aplicando estos cálculos al anuncio de la Junta, los 451 millones de euros que por de pronto no se invertirán en Sevilla se traducirán en la pérdida de 8.118 empleos.

Esta cifra equivale a todos los habitantes de un municipio como Santiponce, pero probablemente Rosa Aguilar diría que se trata  de “una deriva temporal en la ocupación”.

Colegios

Hay en el calendario fechas más o menos inmutables que permiten planificar con una antelación más que suficiente las actividades públicas asociadas a estos días ‘señalaítos’, por decirlo con terminología trianera. Y ya que hemos citado el arrabal, empecemos la relación por la Velá de Triana y sigamos sin orden ni concierto por la Semana Santa, la Feria, la Cabalgata de los Reyes Magos, el día de San Fernando, la Virgen de los Reyes, el Corpus, el Primero de Mayo, la Purísima y el día de la Constitución, la Navidad….¿Verdad que todos los años se sabe desde el primero de enero que el curso escolar comienza, día arriba día abajo, en septiembre? Pues el Ayuntamiento se da trazas cada verano en lograr que la mayoría de las obras que emprende en los colegios no estén listas para el nuevo curso. De los 63 centros en que se está trabajando durante las vacaciones estivales, sólo 27 estarán a tiempo para la cita con alumnos y profesores. El de Conservación de Edificios Municipales es el único concejal del Ayuntamiento que tropieza dos veces (y más) con el calendario.

Vaticinios

Torrijos ha vaticinado que, al contrario de lo anunciado por Monteseirín, las setas no estarán para el 31 de diciembre de este año sino, como muy pronto, para la primavera de 2011. El teniente del (sin) alcalde se ha amparado en el secreto profesional de los que viven del cuento de la política para no revelar sus fuentes “por deontología”, pero dice contar con información ‘top secret’ que avala su escepticismo “desde el sentido de la realidad, la responsabilidad y el conocimiento”. Ese es el problema. Torrijos entiende por terminar una cosa ponerle punto y final. Para Monteseirín, sin embargo, terminar algo es ponerlo a punto lo justo  para aparentar una foto inaugural en la que él aparezca como protagonista, aunque luego los albañiles se lleven meses e incluso años, como en la Avenida y calle San Fernando, cambiando losetas sobrepuestas o partidas y rematando las muchas puntadas sin hilo. Torrijos, en la más pura ortodoxia marxista, se atiene a la ‘real politik’. Monteseirín, un vendedor de motos averiadas, vive instalado en su particular ‘realismo mágico’.

‘Se vende’

Una copistería cualquiera de Reina Mercedes. Entra un cliente y, pidiendo perdón a los que aguardan  en la cola, hace una pregunta al encargado para ver si le merece la pena esperar: “¿Tiene carteles de ‘Se vende’?”. Respuesta tras el mostrador: “Pues se me han agotado, pero aún me quedan un par de ‘Se alquila’”. Agotados los ‘Se vende’. Hasta ese momento no tomo consciencia de la magnitud de la crisis: existe un mercado de cartelería industrial sobre venta de pisos cuyos dueños han quedado atrapados entre la hipoteca, el despido o la más pura voracidad especulativa, sin atender al consejo de que “el último euro que se lo gane otro”. Aún recuerdo la también verídica historia que me contaba un promotor: apenas instalar la caseta de obras y el cartelón de una promoción de viviendas se llegaron a pagar 3.000 euros ¡por ceder el sitio en la cola de los que iban a reservar pisos con el pago de una mera señal para luego darles el pase!. En muchas de esas viviendas vacías hoy cuelga el cartel de ‘Se vende’, como los que industrialmente se expiden en las copisterías.