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‘Rentrée’

Las dichosas obras, como las de la calle San Jacinto (¿pero hubo alguna vez en que la calle San Jacinto no estuviera en obras?), los anuncios de las inminentes restricciones al tráfico en el Centro, los dimes y diretes sobre estaciones e itinerario de las futuribles líneas del Metro, las telarañas que está dejando Monteseirín en las arcas del Ayuntamiento antes de irse, el sobrecoste de todo lo de las setas (ahora, el alquiler de los puestos de los placeros, que pagará el sin alcalde de nuestros bolsillos), la alerta amarilla o naranja por el calor diurno y las mínimas nocturnas que rompen sistemáticamente la barrera del insomnio…..Vuelve usted -si es que tuvo la suerte de irse pese a la crisis- de las vacaciones predispuesto al síndrome de la famosa ‘rentrée’ septembrina, pero es como si no se hubiera ido, como si no hubiera cambiado nada, como si todo hubiera seguido igual, como si el tiempo se hubiera detenido y no se hubiesen movido las manecillas del reloj…..En Sevilla no hace falta ser Bill Murray para estar condenado a sufrir el día de la marmota.

Verdades del pescadero

‘Es de Ronda y se llama Cayetano’. Corrochano inmortalizó así al  ‘Niño de la Palma’ tras su presentación en Madrid. Si yo tuviera su misma pluma,  escribiría ahora: ‘Es de Triana y se llama Jesús’. Jesús Estela es el pescadero que, tras oírle a Monteseirín su rollo sobre la peatonalización de San Jacinto, tuvo el valor de romper el silencio de los corderos para espetarle: “¿Usted cree en el Defensor del Pueblo?”. Cuentan las crónicas que Alfredo empezó a sudar, expresión somática de su angustia. Pero Jesús no calló: “Se lo digo porque llevamos este asunto al Defensor y el Ayuntamiento no le ha contestado, pese a que se lo ha pedido en tres ocasiones, hasta el punto de que el Defensor califica su postura de hostil y entorpecedora”. Por dejar en evidencia al (sin) alcalde, un pesebrista del Ayuntamiento le amenazó en plan matón, al peor estilo marchenero: “¡Cuidadito con lo que dices!”. Rindo homenaje a quien no se dejó intimidar y le cantó al (sin) las verdades del barquero y las del pescadero. Ojalá hubiera en Sevilla muchos en la estela de Jesús.

El simulador

Un lector de Triana aporta su testimonio sobre los efectos de la peatonalización de San Jacinto y los cambios de dirección en San Vicente de Paul, Clara Jesús Montero y Santa Cecilia. Cuenta cómo los comerciantes han notado una caída de ventas porque no se ha previsto dónde aparcarían los visitantes al arrabal; cómo los mayores se quejan porque sus hijos que viven fuera ya no pueden venir a verlos con la frecuencia de antaño ante las restricciones al tráfico; cómo lo máximo que ha visto al extinto autobús C-7 es circulando con tan sólo dos personas….Todo esto y más se lo traslada al delegado de su distrito, Alberto Moriñas, y al de (in)Movilidad, Francisco Fernández, y he aquí la respuesta de este último: el simulador de tráfico es quien lleva la razón. Así pues, la simulación de la realidad se impone a la realidad misma, aun cuando en nada se parezca a ella. El Ayuntamiento vive instalado en una Sevilla virtual y de ficción en donde hasta el alcalde cree que va a seguir siendo alcalde aun cuando el PSOE ya ha metido otros nombres en su propio simulador.

Monteseirín se encomienda a la Virgen

Su propuesta de otorgar la medalla de Sevilla a la Esperanza de Triana coincide con la rebelión en el arrabal por la remodelación del tráfico


Con esta distinción son ya doce las otorgadas desde el Ayuntamiento a otras tantas Vírgenes en sus 10 años de mandato

Monteseirín tiene por costumbre agarrarse a la cuestión religiosa cada vez que tiene un problema o necesita congraciarse con determinados sectores o barrios de la ciudad. Así, por ejemplo, estiró la polémica sobre la ampliación de las sillas de la Carrera Oficial al entorno del Archivo de Indias en paralelo al desarrollo del escándalo de las facturas falsas.

Ahora, el mismo día en que Torrijos se reunía con los grupos políticos municipales para proponerles un pacto por Mercasevilla, el alcalde, presidente a su vez de la empresa pública investigada por la Justicia por el presunto pago de comisiones y supuesta venta fraudulenta de los terrenos al grupo Sando, se fue a visitar las obras de ampliación de la capilla de los Marineros para anunciar la concesión de la medalla de oro de Sevilla a la Esperanza de Triana. Mataba así dos pájaros de un tiro: evitar hablar de Mercasevilla y congraciarse con el arrabal, sublevado en los últimos meses por la polémica reordenación viaria de San Jacinto y su entorno.

Monteseirín puede pasar a la historia como el alcalde socialista que más réplicas de la medalla de la ciudad ha concedido a vírgenes durante su mandato, ya que la de la Esperanza de Triana sería la duodécima en sus diez años. De esta cifra, tres distinciones han sido para imágenes de hermandades de gloria y el resto para imágenes de hermandades de penitencia.

La hermandad de la Esperanza de Triana solicitó la medalla de oro en 1984, con motivo de la coronación canónica, pero el Ayuntamiento presidido entonces por un correligionario de Monteseirín, el socialista Manuel Del Valle, sólo le otorgó una réplica, la misma que poseen las vírgenes del mandato del actual alcalde, con el argumento de que el año antes el Consistorio concedió la medalla de oro al Consejo General de Hermandades y Cofradías como representante de todas las corporaciones cofradieras de la ciudad. Además, el nuevo Reglamento Municipal de Honores y Distinciones limitaba la concesión de la medalla a personas físicas y jurídicas, no a imágenes.

Ahora, sin que haya trascendido previamente una nueva demanda en tal sentido por la hermandad de la Esperanza, Monteseirín se descuelga con el anuncio de otorgar no una réplica, que ya tiene la Virgen trianera, sino una medalla de oro original, con lo que la sagrada imagen estaría en pie de igualdad con las únicas tres que ya poseen esa misma distinción de superior categoría: la Virgen de los Reyes, en su calidad de patrona de la ciudad, la Esperanza Macarena y el Gran Poder.

De prosperar su iniciativa política, Monteseirín se daría un baño de multitudes entre los trianeros, ya que la Esperanza saldría en procesión extraordinaria bajo palio para recibir de manos del alcalde la medalla a las puertas del ayuntamiento y el alcalde sellaría así la paz con el arrabal, escenario de manifestaciones y de una fuerte contestación popular en los últimos meses con motivo de la reordenación viaria a raíz del carril-bici y de la peatonalización de San Jacinto.

Tradición y modernidad

Monteseirín contrapone constantemente en sus discursos dos Sevillas: la supuestamente moderna, que él representaría, frente a la tradicional, en la que él coloca a cualquiera que muestre su descontento con alguna de sus decisiones políticas. En su última intervención pública, durante la presentación del libro sobre los 30 años de Democracia municipal, el alcalde volvió a atacar a “los involucionistas de siempre”, de los que dijo que “critican las mismas cosas de siempre y que ya criticaban que se quitaran los coches de la Plaza de San Francisco hace 30 años”.

Curiosamente, sin embargo, Monteseirín se cuida mucho de considerar a las cofradías y cuanto representan como parte de la Sevilla tradicional, rancia y anclada en el pasado, a pesar de la ideología laicista del PSOE y de su decisión de apoyar la retirada de los crucifijos de los espacios públicos.

El Obispado de Jaén pedía recientemente a los alcalde del PSOE que no encabecen las procesiones, ya que constituye un síntoma de esquizofrenia política ordenar la retirada de los crucifijos y después preceder a Cristo crucificado en los itinerarios de la Pasión, y ponía como ejemplo de coherencia a los políticos de IU, que como no son creyentes optan por no asistir a estas expresiones de fe. El Obispado jiennense también subrayaba el argumento “torticero” que suelen utilizar los alcaldes socialistas cuando dicen que las procesiones son “una tradición” popular y en cuanto tales despojadas de sentido religioso.

En esta línea, Monteseirín no ha dejado de participar en los cortejos procesionales de la Hiniesta, San Roque o el Santo Entierro, a pesar de su discurso laicista, lo que se ha venido en denominar “la vara laica del alcalde”. También  ha querido conciliar muchas veces la doctrina ideológica que marca su partido desde Madrid con su participación en los actos cofradieros.

Autocensura

Un discurso entre modernidad y tradición que ha chirriado en varias ocasiones, como ocurrió en el acto de imposición de la medalla a la Virgen de Rosario de Montesión, en 2004, recién llegado Zapatero a la Moncloa. En aquella ocasión definió  las cofradías como “una muestra de sentimiento popular”, y obvió pronunciar  la palabra “fe” que estaba recogida en el texto original que debía leer y la cambió por el término “emociones”. Así pues, el alcalde considera las cofradías y las procesiones no como una expresión de religiosidad, sino como un asunto meramente emotivo y estético, con lo cual salva sus propias contradicciones.

Monteseirín no ha tenido empacho alguno en dar un mitin en un acto cofradiero, como hizo en el año 2007 en el Teatro Lope de Vega durante la entrega de premios de El Llamador, programa de Canal Sur Radio. En aquel entonces equiparó la peatonalización de la Avenida y la reimplantación del tranvía con la restauración del Gran Poder, a cuyos artífices, los hermanos Cruz Solís, se les entregaba el galardón del programa radiofónico.

El alcalde llegó a ser abucheado por los asistentes por la utilización política de la tribuna de oradores, abucheado aunque ‘ma non troppo’, habida cuenta de las generosas subvenciones que concede a las cofradías dentro de la política de acercamiento que el periodista Carlos Navarro ha definido como “el urbanismo morado” y merced a la cual la Delegación de Urbanismo ha contado con un fondo de 500.000 euros para atender las peticiones de dinero de las hermandades.


LAS DOCE VIRGENES DEL ALCALDE

Estas son las Vírgenes a las que Monteseirín ha concedido la réplica de la medalla de la ciudad durante su mandato:

–         La Estrella (año 1999)

–         Mercedes de la Puerta Real (2000)

–         Pura y Limpia del Postigo (2201)

–         Virgen de los Dolores del Cerro (2002)

–         Valle (2002)

–         Montesión (2004)

–         Pastora de Capuchinos (2005)

–         Virgen de la Palma de la Hermandad del Buen Fin (2005)

–         Trinidad (2006)

–         La O (2007)

–         Virgen de la Caridad del Baratillo (2009)

–         La Esperanza de Triana (Medalla de oro original. Propuesta en 2009).