A Espadas le pasó con Monteseirín en el debate entre los alcaldables lo mismo que a Recio con Viera y Fernández en el escándalo de los EREs y las falsas prejubilaciones. Ninguno de los dos ha puesto la mano en el fuego por su (s) antecesor(es), pero mientras el consejero de Empleo ha intentado al menos salirse por la tangente, Espadas acabó ante la ‘caja tonta’ (Giralda Tv) del ‘sin’ alcalde renegando de la era alfredista. Porque, ¿cómo defender al regidor bajo cuyo mandato se descubrió algo tan falso como las prejubilaciones de Mercasevilla, las facturas falsas del caso Macarena? ¿O el dispendio del nuevo estadio ‘olímpico’ en forma de setas en la Encarnación, que supera con creces los 100 millones de euros? Recordarán que durante el fin de semana, en la convención del PSOE, Chaves dijo que la gestión de Monteseirín quedaría en la historia milenaria de la ciudad. ¿Mil años? Tan sólo 72 horas después, Espadas se desmarcó de Monteseirín sin defender su legado. Antes de que cante el gallo del 22-M, Espadas ya ha negado a Alfredo. Y no creo que sea la última vez.
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Almas muertas, almas vivas
Ivanovich Chichikov (Pavel) es el protagonista de ‘Almas muertas’, obra de Nikolai Gogol, considerado el precursor de la gran novela rusa moderna. En este libro, en el que los críticos encuentran reminiscencias del Quijote, Chichikov piensa que carecer de suficientes siervos a su servicio, por falta de dinero y de tierras para mantenerlos, le resta categoría en el mundo burgués en el que se desenvuelve.
Y se le ocurre una solución: ya que muchos terratenientes poseedores de ‘esclavos’ no los dan de baja del censo cuando mueren, porque la notificación del deceso les obliga al pago de impuestos, él compraría los títulos de propiedad de estas almas muertas para así poder lucirlos como signo de estatus social.
A tal efecto va recorriendo Rusia en su destartalado coche de caballos. Los grandes propietarios, aunque extrañados al principio por la índole del negocio que les propone, acaban aceptando, encantados de ahorrarse un dinero ante el Fisco. El viaje de Chichikov por las heladas estepas es convertido por Gogol en una excusa para hacer una radiografía social de ese inmenso país a caballo entre Europa y Asia.
FALSOS PENSIONISTAS
Una pluma como la del gran autor ruso hallaría hoy motivo de inspiración para otra novela que fuera el retrato de una época y la radiografía de Andalucía a partir del caso Mercasevilla, donde, al contrario que en ‘Almas muertas’, se engordan las prejubilaciones de los expedientes de regulación de empleo con almas aún vivas y pese a que jamás han tenido relación laboral alguna con la empresa municipal hispalense.
En el ERE del año 2003 fue incluida Carmen González, que nunca tuvo vinculación con Mercasevilla. Y ahora se descubre que la misma señora aparece como por arte de magia en el expediente promovido en 2005 por el restaurante Río Grande, pese a que tampoco trabajó allí nunca. Por tanto, alguien ha percibido en su nombre durante 8 y 6 años, respectivamente, una falsa prejubilación a cuenta del erario público.
Son 14 años, justamente los mismos que un vecino de Sanlúcar la Mayor, detenido hace cuatro días por la Policía, llevaba cobrando la pensión de un ‘alma muerta’: la de la tía de su esposa., aparentemente viva para la cuenta del banco donde ingresaba los pagos la Seguridad Social porque nunca notificó su muerte, como los terratenientes de la novela de Gogol pero por motivos opuestos: no para no pagar al Fisco, sino para que el Fisco le pagara a él. La picaresca andaluza incluso supera a la fabulación del gran escritor ruso.
INSPECCIONES INEFICACES
Volviendo a Mercasevilla, a la falsa prejubilada Carmen Fontela hay que unir el nombre de un dirigente del PSOE de Baeza, Antonio Garrido, también incluido en un ERE cuando jamás trabajó en la empresa municipal sevillana, y el de cinco operarios más que ni siquiera tenían la edad reglamentaria.
Tal como ha planteado en su brillante investigación el compañero Sebastián Torres, resulta cuando menos sorprendente que ni la Delegación Provincial de la Consejería de Empleo ni la Inspección de Trabajo detectaran estas irregularidades, pese a que las vidas laborales de los prejubilados deben incorporarse a los informes de los ERE.
Es evidente, pues, la existencia de, como mínimo, un descontrol administrativo, laxitud favorecida por la firma en 2001 de un convenio entre la Consejería de Empleo, cuyo titular era por entonces José Antonio Viera –hoy secretario provincial del PSOE-, y el IFA, dirigido por Antonio Fernández, posterior titular del Departamento –acogido a otro ERE en una bodega de Jerez cuando aún era consejero-.
Un convenio que permitió soslayar la normativa imperante en materia de subvenciones, con lo que los más de 600 millones de euros destinados por la Junta en el último decenio a EREs de empresas en crisis no habrían pasado por el Consejo de Gobierno ni sido publicados en el BOJA. De facto se otorgó un poder discrecional para manejar esa ingente cantidad de dinero, de ahí que la juez Alaya haya exigido ahora al Gobierno autónomo información sobre los criterios que ha seguido en la concesión de ayudas sociolaborales desde 2002.
CONSEJERÍA BAJO SOSPECHA
Parafraseando a Monteseirín en su famosa campaña electoral sobre el Urbanismo, toda la política laboral de la Junta está bajo sospecha, por lo que el PP no ha dudado en poner en su punto de mira al líder de los socialistas sevillanos, José Antonio Viera, al que ha calificado como el inventor del sistema con el que se habrían burlado los procedimientos reglados, esenciales en una Democracia, tal como sostenía Olivencia frente a Pellón cuando era el comisario general de la Exposición Universal de 1992 y el ingeniero cántabro quería regirse sólo por el principio de eficacia al margen de cualquier fiscalización.
El caso Mercasevilla demuestra que ni siquiera hace falta gobernar a golpe de Boletín Oficial, porque hasta el Boja ha sido omitido en el manejo de cantidades multimillonarias. La Junta de Andalucía no sólo ha creado una Administración paralela mediante una trama de sociedades y empresas ajenas a las luces y los taquígrafos del Parlamento, sino también unas pautas paralelas y ajenas a la norma digamos, aunque sea redundante, legal.
Una pauta en la que el descontrol es la norma, porque sólo así es posible asignar en EREs como el de Mercasevilla y el de Río Grande cientos de miles de euros a ‘almas’ que, al contrario de las de la novela de Nikolai Gogol, no estaban precisamente muertas, sino demasiado vivas.
Contramano
Hubo un tiempo en que era imposible coger un taxi los fines de semana por la noche. Los taxistas decían que no salían por la inseguridad, pese a que las estadísticas policiales indicaban lo contrario. Bastó que Fran Fernández les aprobara una subida por bajada de bandera o cualquier otro concepto sacado de la manga para que Sevilla pasara a ser una ciudad segura para los taxistas. Con el dinero se les acabó el miedo. Ahora, el gremio, al que siempre le ha importado una higa el IPC a la hora de exigir incrementos, invoca el índice para instar al Consistorio a que triplique el coste del bus del aeropuerto, porque les parece excesivamente barato. El Defensor del Pueblo, que se llama Rubén Sánchez y no Chamizo y cuya sede es Facua y no Reyes Católicos, ha puesto el dedo en la llaga al decir que el problema no es lo barato del bus, sino que los taxis son demasiado caros. Y tanto: tomar un vuelo a Mallorca puede costar hoy casi como una carrera al aeropuerto. En la era en que triunfa el bajo coste los taxistas sevillanos van contramano pidiendo el ‘high cost’.
Preguntas sin respuestas
Del urbanismo bajo sospecha acuñado por Monteseirín hemos pasado a la política laboral de la Junta bajo sospecha. El escándalo de Mercasevilla, que suma y sigue con el insólito descubrimiento de una caja fuerte secreta en un armario de la Consejería de Empleo, ha sembrado un campo de minas en forma de dudas sobre la gestión de este Departamento, cuyo exdelegado provincial, Antonio Rivas, está imputado en el caso y donde nadie sabe a ciencia cierta quién autorizó la inclusión en los polémicos EREs de falsos prejubilados como el dirigente socialista de Baeza y de contratados ‘ad hoc’ para beneficiarse de generosas jubilaciones con dinero público.
Si al cabo de los años se ha descubierto que los EREs de Mercasevilla están plagados de irregularidades, ¿cómo no sospechar con fundamento que no haya podido ocurrir lo mismo en otros expedientes tramitados por una Consejería que por ende tiene sobre ella la mirada del casi millón de andaluces en el paro?
MIRANDO EN LOS ARMARIOS
La consejera de Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, y la de Agricultura, Clara Aguilera, han declarado que ellas no tienen cajas fuerte secretas como la Consejería de Empleo. ¿Y cómo lo saben? O si lo saben, cabe inferir de sus palabras que habrán ordenado un registro interno para asegurarse, ya que su colega de Empleo, Manuel Recio, descubrió fortuitamente dos meses después de su toma de posesión la caja camuflada en un armario y de la que nadie tenía noticia.
Y al igual que Mendelssohn escribió las canciones sin palabras, aquí cabe escribir muchas preguntas aún sin respuestas. ¿Cómo se pudo camuflar la caja sin que ningún funcionario advirtiera los trabajos para su instalación? ¿Pasó inadvertida porque se introdujo en la Consejería embalada como si fuera un ordenador? ¿Cómo pasaron con ella los controles de seguridad sin que su aspecto en la pantalla provocara sospecha alguna del vigilante de turno? ¿No se disparó ninguna alarma por los kilos de metal que se estaban introduciendo? ¿Y en calidad de qué se presentaron a sí mismos quienes acudieron a montarla dentro del armario, para lo cual debieron cargar con el instrumental adecuado? ¿Como ‘fontaneros’, similares a aquellos del escándalo Watergate?
¿Trabajaron en el horario laboral habitual, con lo que habrían coincidido con los funcionarios como incómodos testigos, o se presentaron a horas intempestivas para que no los viera nadie? ¿Quién les abrió entonces la puerta?
LA DETERMINACIÓN
Mar Moreno dice que todavía no tiene claro si es normal o no que en la sala anexa al despacho del consejero de Empleo hubiera una caja fuerte secreta. Si es normal que haya secretos que custodiar en cajas acorazadas , ¿por qué entonces el sucesor de Antonio Fernández, el ya exconsejero ilocalizable cuando la juez pregunta por él, llamó a la Policía Autonómica para que la abriera y no dio cuenta de la misma a la magistrada encargada del caso Mercasevilla? ¿Por qué mantuvo en secreto la operación de apertura de la caja secreta?
Manuel Recio dice haber abierto una investigación interna sobre los EREs de Mercasevilla. ¿Por qué no ha hecho lo mismo sobre quién, cómo, cuándo y por qué ordenó comprar e instalar la caja acorazada? ¿No está acaso la factura de compra en Intervención? ¿Cuánto costó? ¿Qué fabricante la suministró?
La portavoz del Gobierno también imagina que se habrá determinado el montaje de la caja secreta por razones de seguridad. Para empezar, ¿quién lo determinó? Porque si era una cuestión de seguridad, lo lógico habría sido aconsejarse por la Policía Autonómica, la misma en que se pensó a la hora de abrirla y que tampoco sabía de su existencia. ¿Lo determinó acaso una empresa privada previo pago de los correspondientes emolumentos? Y si lo determinó una empresa privada, ¿se contrató el servicio mediante concurso público o se adjudicó a dedo?
LA VERSIÓN OFICIAL
¿Y qué razones de seguridad se dan en la Consejería de Empleo para que tenga una caja fuerte secreta camuflada que no se dan en otras consejerías para que éstas no dispongan de un equipamiento tan ‘sui generis’? ¿No se dan ‘a priori’ más razones de seguridad en la Consejería de Gobernación, equivalente en plan doméstico al Ministerio del Interior? ¿O en la Consejería de Justicia, por su propia naturaleza? ¿Por qué no tienen entonces cajas fuertes secretas en los armarios? ¿O sí las tienen y también guardan silencio?
¿Qué había que custodiar en la caja acorazada de Empleo? ¿Papeles secretos en plan Wikileaks o dinero contante y sonante al margen de las cuentas bancarias oficiales? ¿O las dos cosas a la vez?
¿Y por qué hemos de creernos la versión oficial, dada a conocer al cabo de los meses y sólo después de que EL MUNDO haya desvelado el secreto mejor guardado de la Consejería, de que la caja fuerte estaba vacía cuando la Policía Autonómica logró por fin forzarla, si nadie ha dado parte de todo esto al Juzgado que investiga el caso Mercasevilla? ¿Cómo creer la versión oficial cuando no ha sido avalada por nadie ajeno a la Consejería, que es parte interesada en el escándalo ? ¿Se camufla acaso una caja fuerte en un armario para no ocultar luego nada en su interior y dejarla tan vacía como vino de fábrica?
Javier Arenas asevera que ésta es una historia truculenta, sin parangón en los 30 años de autonomía, y que “en esa caja fuerte hay mucho gato encerrado”. De haberlos habido, esos gatos andan ya sueltos desde hace mucho tiempo; y si algo queda allí dentro son únicamente telarañas.
Mano invisible
El último de Filipinas del (sin) alcalde y delegado de (in)Movilidad, Fran Fernández, se opone a que se cree una comisión de investigación sobre por qué no se han construido no ya los 67 aparcamientos prometidos por Monteseirín, sino 17 de los 19 adjudicados hace años y de los que nunca más se supo. En plan Poncio Pilatos, el inmóvil delegado se lava las manos y dice que tampoco hay que investigar si se han devuelto las fianzas a los sevillanos que en su día reservaron la plaza de garaje, porque ése no es su problema (del delegado), sino de las empresas adjudicatarias. Según el último fiel ejecutor del (sin) alcalde, menear todo este asunto es otra conspiración de la derecha judeomasónica con el único fin de crear crispación entre los ciudadanos. Si éste no es su problema, ¿podría explicar entonces el delegado qué mano invisible se ocupó en verano de que a todos los vecinos de su calle que solicitaron un parking les devolvieran la fianza? Como ven, plantear estas cosas genera crispación, sobre todo entre los que aún no han visto ni su dinero ni el parking.
Monteseirín tacha de ‘falacia’ los parkings
En 2004 prometió que haría 67 aparcamientos con
40.000 plazas antes de 2013
Sostiene que hay estacionamientos pero que los
sevillanos no quieren pagar por ellos
En sus 12 años de mandato sólo ha terminado cuatro
parkings promovidos por sus gobiernos
Los seis que inauguró hasta 2003 habían sido
programados por el PP y el PA
La coalición Rojas Marcos-Becerril hizo en 8 años
15 parkings con 4.216 plazas
Monteseirín, aun rematando los parkings anteriores, ha
hecho 9 parkings en 12 años, con 3.698 plazas
Empresas adjudicatarias le exigen en los tribunales
indemnizaciones por valor de 35 millones de euros
Una plataforma de vecinos afectados por el fiasco
del plan de parkings también denunciará al Ayuntamiento
Movilidad usa como coartada la crisis económica para
ocultar el fracaso de su gestión
Al final, como en la fábula de la zorra y las uvas, Monteseirín ha llegado a la interesada conclusión de que los aparcamientos están “verdes”. El político peatonalizador por accidente electoralista, porque ante la falta del Metro tuvo que sacarse de la chistera un tranvía al Centro cuya consecuencia era el cierre al tráfico el tramo Prado-Plaza Nueva, prometió hace 6 años la construcción de 67 estacionamientos con un total de 40.000 plazas.
Ahora, sin embargo, se desdice a sí mismo al comprobarse el fiasco de su plan. En una conferencia pronunciada por el arquitecto Fustegueras en la sede de Emasesa a mediados de noviembre, Monteseirín dijo lo siguiente: “¿Construir más aparcamientos? Esa es otra falacia, porque hay aparcamientos. Lo que pasa es que no nos gusta pagar por ellos. No estamos acostumbrados. Pero claro que hay aparcamientos. Lo que hay es que pagarlos”.
Monteseirín no tiene empacho alguno en negarse a sí mismo y pasar por paladín de la causa contraria a la que había defendido previamente. Lo hizo, entre otros casos, con el edificio de Moneo en el Prado y con las setas de la Encarnación (votó cinco veces a favor del parking subterráneo que destruiría los restos romanos englobados luego en el ‘Antiquarium’) y lo vuelve a hacer ahora.
Califica de “falacia” los aparcamientos cuando en un Pleno de diciembre de 2004 se aprobó el Plan Director de Aparcamientos tras prometer públicamente la construcción de 67 estacionamientos con un total de 40.000 plazas y que estarían acabados antes de 2013.
En los mapas a todo color que repartió por la ciudad con el título ‘SMS. Segunda Modernización de Sevilla’, asociado a las iniciales de sus propios apellidos (Sánchez Monteseirín), incluyó entre las 259 actuaciones para el período 2005-2008 la construcción de cinco parkings rotatorios y de veinte para residentes en otros tantos barrios de la ciudad.
En esta línea, en el Pleno del 20 de octubre de 2005 se dio luz verde a un primer lote de 19 estacionamientos, cuya construcción debía estar concluida antes de mayo de 2007, con el fin de rentabilizarlos políticamente en la campaña de las elecciones municipales de dicho año. Obsérvese que la aprobación de este Plan se realiza en plena bonanza económica, sin atisbos aún de la crisis que no estalló hasta 2008 y que el PSOE negó contumazmente hasta prácticamente 2010.
UN FIASCO TOTAL
Cinco años después de aquel Pleno, el gobierno de Monteseirín sólo ha sido capaz de concluir dos estacionamientos, los de Ronda de Triana y Avenida de Coria, con lo que el balance de su gestión en esta materia a lo largo de sus doce años de mandato es bastante pobre.
Durante su coalición con el PA, el aún alcalde inauguró 6 parkings, con 2.205 plazas, pero ya venían programados por el anterior ayuntamiento gobernado por PP y PA. En puridad, pues, Monteseirín sólo ha sido capaz de impulsar y rematar los dos anteriormente citados más el de la calle José Laguillo: tres estacionamientos con 1.493 plazas.
Con cuatro años menos en el Ayuntamiento, los gobiernos de coalición Rojas Marcos-Soledad Becerril construyeron 15 parkings con un total de 4.216 plazas, a pesar de que sufrieron una crisis económica tan aguda como la actual desde el final de la Expo hasta el año 1997.
El delegado de Movilidad, Francisco Fernández, trata ahora de camuflar el fracaso de su gestión con la excusa de la crisis económica actual y la falta de capacidad financiera de las empresas adjudicatarias para enfrentarse a las obras, un argumento que pone en cuestión al propio Ayuntamiento por haber adjudicado entonces los parkings a empresas insolventes y no haberles exigido avales que ejecutar en caso de incapacidad o abandono de los trabajos.
Sin embargo, tal como desveló EL MUNDO, gran parte de la culpa del fracaso del Plan de Aparcamientos es del propio Ayuntamiento, que adjudicó al menos 11 de los 19 parkings sobre suelos que no eran de propiedad municipal. Hasta 2008, es decir, tres años después de las adjudicaciones de los parkings a las empresas, el Consistorio no se preocupó de averiguar quiénes eran realmente los propietarios de los terrenos.
POLÉMICO RESCATE
Ocultando esta circunstancia y con el fin de señalar como cabezas de turco a dos empresas adjudicatarias, especialmente Equipark e Iniciativas Aparca, la Delegación de Movilidad promovió en el Pleno municipal de octubre el rescate de las concesiones para encomendar la construcción de al menos los estacionamientos más significativos (Bami, El Valle, Zodiaco) a la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvisesa).
Las compañías afectadas por la decisión del Ayuntamiento han anunciado ya que lo demandarán ante los tribunales. Iniciativas Aparca le exigirá 7 millones de euros de indemnización por impedirle iniciar los trabajos. Por su parte, Equipark le pedirá 28 millones de euros en concepto de daños y perjuicios por la retirada unilateral de sus concesiones, un total de trece.
Equipark considera que el Consistorio la ha sometido a un intento de chantaje cuando a última hora le habría propuesto, según su versión, un acuerdo de rescisión de los contratos que pasaría por eximir a la corporación de cualquier responsabilidad como condición ‘sine qua non’ y, por lo tanto, asumiendo la compañía el fracaso ante la opinión pública en vez de la Delegación de Movilidad.
A este frente judicial están dispuestos a sumarse los vecinos afectados por la paralización de las obras o ni siquiera su inicio en la mayoría de los casos. Más de 6.500 vecinos podían aspirar a otras tantas plazas de garaje en los diecinueve estacionamientos cuya construcción se aprobó hace ahora cinco años.
La reserva de plaza se formalizaba mediante la entrega de 1.000 euros a modo de entrada y cinco cuotas de 300 euros generalmente. En total, un desembolso de 2.500 euros por solicitante. Se sabe que unos 1.600 sevillanos desembolsaron cantidades a cuenta. ¿Qué ha pasado con el dinero entregado y con los intereses que ha generado en todo este tiempo?
DINERO DE LAS FIANZAS
El delegado de Movilidad, Francisco Fernández, ha afirmado que la responsabilidad de la devolución de las fianzas al cabo de un lustro es de las empresas adjudicatarias porque el Ayuntamiento no tiene acceso a la cuenta bancaria donde estaría depositado el dinero, si bien lo exigirá por vía administrativa.
El delegado ha recordado que, a través de una moción, en el Pleno se exigió a Equipark que devolviese las fianzas con la mayor celeridad posible, pero no ha dicho que en esa moción no se daba por supuesto que todos los vecinos fueran acreedores a ello, sino sólo “los que tengan derecho”, lo cual arroja una sombra de duda.
Los vecinos afectados por el aparcamiento subterráneo del Zodiaco ya han acordado en asamblea denunciar al delegado de Movilidad por un presunto delito de prevaricación al haber licitado y adjudicado las obras sobre un suelo privado pese a haber sido advertido de ello por los residentes de la Intercomunicad y han invitado a sumarse a la querella a todos los sevillanos perjudicados por el ‘bluf’ del Plan de Aparcamientos.
Por de pronto, los residentes en el entorno de la Plaza Rafael Salgado (Bami), que temen incluso por la estabilidad de sus viviendas tras frenarse las obras; Jardines del Valle y doctor Pedro Vallina (Estación de Santa Justa) ya se han echado a la calle para reclamar que los responsables municipales den la cara. Monteseirín, empero, ya ha anunciado el giro copernicano a su política en este asunto que tan soliviantados tiene a tantos sevillanos: de prometer 40.000 plazas de garaje a declarar que construir más parkings “es una falacia”.
APARCAMIENTOS INAUGURADOS DESDE LA EXPO 92
MANDATO PARKING PLAZAS PLAZAS TOTAL
RESIDENTES ROTATORIAS
PARKINGS EN LOS MANDATOS DE LA COALICIÓN PP-PA
1992-1995 Pedro de Castro 235 – 235
(PA-PP)
1992-1995 Alférez Provisional 330 – 330
1992-1995 Virgen de la Antigua 250 – 250
1995-1999 Juan Díaz de Solís 133 – 133
(PP-PA)
1995-1999 San Juan de Ribera – 330 330
1995-1999 Virgen de Loreto 460 – 460
1995-1999 Cano y Cueto 240 111 351
1995-1999 Casa Cuna 100 – 100
1995-1999 Monzón 250 – 250
1995-1999 Parque Amate 120 – 120
1995-1999 Plaza de Cuba 258 192 450
1995-1999 Sta. Mª de Ordás 350 – 350
1995-1999 Villegas 107 – 107
1995-1999 Virgen de la Antigua 250 – 250
1995-1999 P-1 – 500 500
Total 3.083 1.133 4.216
PP-PA
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PARKINGS EN LOS MANDATOS DE SÁNCHEZ MONTESEIRÍN
1999-2003 Amor 156 – 156
(PSOE-PA)
1999-2003 Ruiz de Alda 249 – 249
1999-2003 Pío XII 124 – 124
1999-2003 Paseo de Colón – 535 535
1999-2003 Avenida de Roma – 330 330
1999-2003 Virgen de Luján 545 266 811
2003-2207 José Laguillo 200 339 539
(PSOE-IU)
2007-2010 Ronda de Triana 490 – 490
(PSOE-IU)
2007-2010 Avenida de Coria 464 – 464
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Total era 2.228 1.470 3.698
Monteseirín
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El túnel
El túnel de la Avenida de las Tres Mil Palmeras según (in)Movilidad se ha retrasado tanto que, miren qué inocente casualidad, puede acabar inaugurándose justo en vísperas de las elecciones municipales según la última (im)previsión municipal. Dicen que primero dijeron que lo iban a rematar en junio de este año, pero yo oigo hablar del túnel tan inacabado como la sinfonía de Schubert desde que el (sin) alcalde se peleaba con Viera y con Carrillo, antes de acabar K.O. a manos de Griñán con un simple teletipo de Europa Press. Para justificar los retrasos del túnel estratégico desde los tiempos del Plan ídem que iba a liquidar los atascos en las Tres Mil Palmeras y aledaños, el último hombre de Filipinas del (sin), Fran Fernández, alega que los contratistas acometen las obras al ritmo que estiman oportuno y que el Consistorio apenas puede hacer nada ante ello. El mundo al revés: no es la corporación municipal la que marca los plazos y penaliza por los retrasos, sino las empresas las que imponen su calendario a la ciudad. Sevilla, sin alcalde y sin Ayuntamiento.
Vista gorda
El Defensor del Pueblo ha condenado, según Facua, la (falta de) actuación del delegado de (in)Movilidad, Fran Fernández, por hacer la vista gorda, nunca mejor dicho, cuando los parkings de Plaza de Cuba, Avenida de Roma y Paseo de Colón aplicaron ilegalmente subidas de hasta el 53% pese a que la entrada en vigor de una nueva ley les obligaba a cobrar por minutos. Facua recuerda que el delegado dijo que no sancionó a las empresas de los parkings (Martín Casillas y Sando, ¿les suenan?), “porque son bastante colaboradoras con la ciudad” ¿Y hasta dónde llega ese grado de colaboración con el Ayuntamiento como para eximir a estas empresas del ladrillo de cumplir la ley y cobrarles una demasía del 53% a los usuarios? ¿No será ésta una nueva versión del ‘urbanismo bajo sospecha’ del que hablaba Monteseirín sin ver la viga en el ojo propio? Esto tiene cierto olor a podrido, por no decir bastante. Un delegado que se pone al servicio de las grandes corporaciones en vez de velar por los intereses de los sevillanos no merece estar ni un minuto más en el Ayuntamiento.
Los vecinos no tendrán preferencia en los nuevos parkings
Movilidad reserva el derecho de adquisición
a los afectados por el parón actual
Los vecinos de los barrios donde en el futuro se construyan nuevos aparcamientos acogidos al Plan del Ayuntamiento soportarán durante meses o años las molestias de las obras pero al final de las mismas no tendrán derecho de adquisición preferente de las plazas de estacionamiento porque la Delegación de Movilidad lo reservará para los afectados por la paralización durante seis años de los programados por el gobierno de Monteseirín.
El delegado de Movilidad, Francisco Fernández, anunció en el Pleno Municipal que presentará seis iniciativas para construir nuevos aparcamientos en diferentes zonas de la ciudad pese a su fracaso al frente del vigente Plan Director de Aparcamientos, ya que transcurridos seis años desde su aprobación, de los 19 programados (Monteseirín prometió un total de 67), sólo se han terminado realmente dos de ellos e iniciados otros tres.
Precisamente, el Pleno aprobó el rescate de la concesión administrativa de los estacionamientos de Bami, Jardines del Valle y Sevilla Este por la supuesta paralización (que la empresa concesionaria, Equipark, niega) que sufren las obras y encomendar su remate a la Empresa Municipal de la Vivienda. Equipark ya ha anunciado que defenderá sus derechos ante los tribunales, lo que augura nuevas demoras.
Para sorpresa general, vista la demostrada incapacidad de la Delegación de Movilidad de velar por la ejecución de la primera fase del Plan de Aparcamientos por, entre otras razones, haber programado varios de ellos sobre suelos privados pensando erróneamente que eran públicos, Francisco Fernández anunció la construcción de seis estacionamientos nuevos en otras zonas de la ciudad.
Sin embargo, conforme a la propuesta llevada por la Delegación al Pleno, el Ayuntamiento adoptará “las disposiciones administrativas necesarias para que los actuales adquirentes de derechos de uso en los aparcamientos incluidos en los lotes 2 y 3 del Plan Director de Aparcamientos dispongan de un derecho de adquisición preferente en los estacionamientos que se puedan construir en iguales condiciones a las que disponen a día de la fecha”.
PREVIA RENUNCIA
Con esta disposición se incumple el fin declarado del Plan de Aparcamientos: responder a la demanda de los vecinos en los barrios de la ciudad. Por la propia ineficacia municipal, vecinos de los barrios con futuribles parkings tendrán que esperar a que residentes en otras zonas renuncien a ese derecho preferente para poder optar a una plaza.
Unas 1.600 personas pagaron hace varios años las fianzas de las plazas de garaje que siguen sin construirse y sólo parte de ellas han exigido la devolución y renunciado al parking. El PP denunció en el Pleno que de entre todos los afectados, los residentes en el distrito del delegado de Movilidad eran los únicos que habían recibido por completo las devoluciones solicitadas.
La propuesta elevada al Pleno por mediación del delegado de Movilidad para acordar el rescate de la concesión administrativa otorgada en su día a Equipark (estacionamientos de Bami, Jardines del Valle y Sevilla Este) demuestra que Francisco Fernández no las tiene todas consigo y se mueve con una calculada ambigüedad jurídica.
Tras culpar de la situación no a sus errores, sino al “contexto económico sobrevenido” (recuérdese que los aparcamientos se adjudicaron dos años antes de la crisis y se programaron cuatro años antes), el delegado habla de satisfacer los derechos de los compradores de las plazas “en el caso de que hubieran anticipado cantidades a cuenta” (el pago de la fianza previa era condición ‘sine qua non’); iniciar los trámites necesarios para la rescisión de los contratos “en el caso de que concurran las causas previstas para ello en la legislación reguladora” (osea, que no tiene la certeza de que se den esas causas) y “por los posibles incumplimientos contractuales que puedan estar produciendo en la ejecución de los mismos”, e instar a Equipark a que proceda a la inmediata devolución de las cantidades recibidas a cuenta, en concepto de señal, reserva o cualquier otro “ a aquellos ciudadanos que tengan derecho a ello”, de lo cual se colige que no todos los que han pagado la fianza tienen derecho a la devolución.
‘Okupas’
Fran Fernández, el concejal que ve la vocación en los solares al igual que León Felipe veía poemas en las piedras pequeñas y aventureras como tú, no es el único entre los equipos del (sin) alcalde que ‘okupa’ propiedades ajenas. Carmelo Gómez, otro de los ángeles caídos de Monteseirín, se puso a asfaltar para parking una explanada particular sin encomendarse ni al Registro de la Propiedad ni a Urbanismo cuando era delegado de la Macarena. Ya les conté lo de la zona verde en suelo ajeno inaugurada por Parques y Jardines. ¿Acaso Marchena no avaló con los fajos de billetes la ‘okupación’ de los terrenos por los chabolistas de Los Bermejales con el argumento de que gozaban de un derecho adquirido? Y Alfonso Mir, ¿no ‘okupó’ también la caseta de las limpiadoras en la Feria? La ‘okupación’ es una práctica inveterada del Consistorio de Monteseirín, convertido en sumatorio de ediles con vocación usurpatoria. Si un día el juez le preguntara a Fran quién diseñó los parkings sobre suelos privados, éste bien podría invocar a Fuenteovejuna: todo el Ayuntamiento a una.