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Paciencia agotada

El delegado de Seguridad, Juan Bueno, ha reconocido que “todo lo que se ha hecho (contra las botellonas) no es suficiente; y Zoido ha declarado a raíz de las protestas de los desesperados vecinos de la Alfalfa que hará que “se cumplan las Ordenanzas”, en implícito reconocimiento a su vez de que aquéllas no se están cumpliendo, pese a que ésa es justamente su función como máxima autoridad.

En el gobierno municipal no ha habido más remedio, dada la evidencia y las grabaciones colgadas en Internet (véase, por ejemplo,  https://www.youtube.com/watch?v=32d9PhsERNc ) por la plataforma ‘Alfalfa Degradada’, que asumir que se ha producido una relajación en la lucha contra la movida nocturna y las ‘botellonas’ en plena vía pública, aunque tras ese ‘mea culpa’ inicial divulgó una serie de datos para justificarse.

Aparte de por la desastrosa gestión de la dupla Monteseirín-Torrijos, Zoido ganó las elecciones porque durante cuatro años se dedicó a patear la calle y, simultáneamente, a mantener una fuerte presencia en las redes sociales.

RELAJACIÓN

La movilización vecinal en la Alfalfa, liderada por una procuradora y por tanto miembro -en otra escala- de la carrera judicial al igual que Zoido, que es juez, ha servido para dejar en evidencia que el alcalde y su equipo han descuidado de manera notable esos dos factores que tanto coadyuvaron a la victoria por goleada en los anteriores comicios.

La complacencia parece instalada en el seno del equipo de gobierno, como prueba el hecho de que en un reciente Pleno se dedicó  a dar pábulo a un supuesto sondeo que dejaría a  Espadas con menos concejales que ahora. Sin embargo, creerse que todo el pescado está vendido puede ser un error fatal en política, máxime cuando aún quedan siete meses para la cita con las urnas y ya no dé tiempo de corregir cualquier imprevisto o fallo garrafal.

Recuérdese lo ocurrido en Alemania, donde hace unos años todas las encuestas pronosticaban la victoria del democristiano Edmund Stoiber frente al canciller socialdemócrata Gerhard Schroeder, pero se produjeron unas inundaciones y la gestión de la catástrofe por parte del canciller, frente a la pasividad de su rival a la hora de solidarizarse con los afectados, le dio la vuelta a los sondeos y Schroeder acabó ganando.

DESCONEXIÓN

Así que mientras los estrategas del PP contaban los concejales que va a perder Espadas, no se percataban de que a tan sólo unos centenares de metros de la Plaza Nueva, la Alfalfa y sus alrededores se poblaban cada noche de bebedores de alcohol que impedían el descanso de los vecinos. Y que éstos, hartos de cursar denuncias a la Policía Local sin resultado alguno, se aglutinaban en una plataforma que se dedicó a realizar grabaciones de la masa de gente y a colgar vídeos en Internet y narrar sus cuitas en las redes sociales, sin que tampoco esas señales de peligro para el Ayuntamiento fueran detectadas o se les diera mayor importancia por el equipo que Zoido tiene dedicado a Twitter, Facebook, Instagram y compañía.

Desconexión con  la calle y desconexión con lo que se cocía en las redes sociales, justo lo contrario de lo que ocurría anteriormente en las filas del gobierno, ésas fueron dos moralejas extraíbles del caso de la Alfalfa, a la que habría que unir una tercera: la tardanza en reaccionar, pese a que las protestas de los vecinos ya habían saltado desde Internet a las páginas de la prensa.

Sólo cuando por las previsiones de las agencias  el equipo de gobierno se enteró de que Espadas tenía concertada a las 11 de la mañana del día siguiente una reunión con los vecinos de la Alfalfa, se dispararon las alarmas políticas en la Casa Grande y se convocó una minicumbre de los departamentos implicados en el control de la movida dos horas antes de la que iba a mantener el líder de la oposición, en ese afán de proclamar que aquél siempre llega tarde en sus denuncias porque ya se ha previsto solucionar el problema denunciado. Esta vez, no obstante, con los vídeos de la plataforma ‘Alfalfa degradada’ circulando por Internet desde hacía días, era evidente que quien se había dormido en los laureles era el equipo de la mayoría absoluta, fiado a sus 20 concejales.

CULPAR A LOS ERASMUS

Tras la asunción pública en las primeras horas de los errores cometidos por no advertir el problema de la Alfalfa, el Consistorio intentó contrarrestar luego la imagen de desidia frente a la movida tirando del manual habitual: difusión de gran cantidad de datos sobre actuaciones  a lo largo del año (16.200). Pero la estadística sólo venía a demostrar su inutilidad, por cuanto esa cascada de números no había servido para contener ni erradicar las botellonas en pleno corazón de la ciudad.

La segunda línea defensiva consistió en culpar a los estudiantes extranjeros del programa Erasmus, con lo cual el problema se aquilataba en el tiempo a tan sólo los días previos y como si se tratase de un fenómeno puntual de carácter universitario. Sin embargo, entre la Hispalense (unos 1.700) y la UPO (705) suman unos 2.400 estudiantes extranjeros, y esa cantidad no podía explicar la muchedumbre que tomaba la Alfalfa y su entorno, más los restantes focos de movida dispersos por el Arenal, la Alameda, Los Remedios y el entorno del Parque.

Además, los reportajes publicados y los testimonios de los vecinos revelan que el problema no es de ayer, sino que se viene arrastrando desde al menos 2012. Por tanto, no se debe a la súbita llegada de los Erasmus por el inicio del nuevo curso. Ellos no lo han creado, aunque hayan contribuido a agravarlo.

ESCASOS POLICÍAS

La polémica sirvió para que se conociera que sólo durante el primer fin de semana de  octubre el teléfono de emergencias 112 recibió 434 denuncias sobre ingesta de alcohol y ruido en las calles, que fueron  comunicadas a la Policía Local en un tiempo máximo de dos minutos.

Para responder a esas 434 denuncias, el Ayuntamiento sólo tenía destacados once policías en tres furgones: uno para patrullar el Centro; otro, para Los Remedios, y el tercero, para el resto de la ciudad. Once policías en las noches del fin de semana para una urbe con más de 700.000 habitantes. La cifra se antoja manifiestamente insuficiente, ya que cada agente debería haber atendido una media de 39 denuncias.

Los vecinos denunciaban también el descontrol con los horarios de los bares, prácticamente abiertos durante toda la noche pese a que la Alfalfa está declarada zona acústicamente saturada. Y ello ocurría también en la Alameda, según las declaraciones de quienes allí residen: “No hay ningún bar de copas cerrado por el Ayuntamiento; somos los vecinos -afirmaban- los que provocamos los cierres. No sabemos cómo se siguen concediendo licencias. La única manera que hay para que el ocio y el descanso sean compatibles es cumpliendo las Ordenanzas”.

SUCEDÁNEO DE COMISIÓN

Curiosamente, ese diagnóstico coincide con el del alcalde, que ha insistido en la necesidad de cumplir las normas municipales, así que lo primero que planteó el Ayuntamiento fue adelantar la hora de cierre de los bares.  La idea fue desterrada en cuanto  se conoció la reacción negativa de la patronal de hostelería.

En esa tesitura se ha recurrido a la solución preconizada por Napoleón cuando no se sabe bien cómo actuar o se trata de diferir un problema: crear una comisión, en este caso una denominada mesa de diálogo con todas las partes implicadas y con el fin de hallar, según Juan Bueno, “un acuerdo de máximo consenso que busque el equilibrio entre el ocio, el negocio y el derecho al descanso de los vecinos”. Dicho de otro modo, el gobierno traslada la responsabilidad a los ‘agentes sociales’, antes que aplicar las Ordenanzas.

Otra decisión ha sido la de darles a los vecinos de la Alfalfa un teléfono directo de la Policía para que denuncien las aglomeraciones de la movida. Esta medida abunda en los errores cometidos hasta la fecha. El mensaje que se transmite es que como el Consistorio no pone en la calle suficientes policías para averiguar qué está ocurriendo y disuadir a quienes beben alcohol, se le encomienda la función de vigilantes supletorios a los vecinos. Estos denunciarán cuando la aglomeración ya se haya producido, con lo cual el riesgo de enfrentamiento con la Policía una vez se presente ésta será mucho más elevado.

120 SEGUNDOS

¿Necesita el gobierno municipal, cuya sede está a 300 metros de la Alfalfa, que los vecinos le avisen de las aglomeraciones de bebedores en la vía pública? ¿Es incapaz de verificarlas por sus propios medios? Y cuando lo haga, ¿no será ya demasiado tarde?

La medida de la línea telefónica directa no deja de tener su intencionalidad: transmitir la idea de que como el 112 no es eficaz, por eso se da un número alternativo mientras se reimplanta el 092, pero el 112 ya ha dejado constancia de que la Policía recibe los avisos en un máximo de 120 segundos. ¿Acaso va a reaccionar antes por que se la llame a otro número?

El equipo de Zoido parece no percatarse de que la clave no es la reacción en respuesta a un problema ya creado y sólo cuando el vecindario ha emprendido movilizaciones o ha llevado sus denuncias hasta las redes sociales, sino la prevención y la disuasión para evitar las concentraciones en la vía pública, lo cual le obliga a imponer el cumplimiento a rajatabla de las Ordenanzas, por más que les pese a los dueños de los bares, y a ordenar un mayor despliegue policial y no sólo once agentes para toda Sevilla.

El alcalde ha dicho que este problema “no se soluciona de la noche a la mañana”. O sea, lo mismo que dijeron los anteriores. Olvida que cuando era líder de la oposición prometió solucionarlo; que ha tenido 40 meses  para hacerlo y que no lo ha logrado, pero los vecinos de la Alfalfa, la Alameda, Los Remedios….. se han cansado de esperar porque su capacidad de aguante ya está más que agotada. Nadie puede reprocharles que hayan perdido la paciencia.

Semana Santa versus Alameda

El  Consejo de la Gerencia de Urbanismo aprobó en pleno Miércoles Santo modificaciones puntuales del PGOU que permitan construir aparcamientos rotatorios en el Casco Antiguo (fundamentalmente, en la Alameda de Hércules) y recalificar para usos comerciales la Gavidia. La aprobación incluye la documentación complementaria exigida por la Junta de Andalucía tras la remisión de un expediente incompleto a principios de año, pese a que el Ayuntamiento lleva hablando del tema prácticamente desde el inicio del mandato y denunciando el supuesto boicot del Gobierno andaluz, cuando oficialmente no ha planteado hasta ahora la recalificación de la antigua comisaría.

La nueva estrategia del Consistorio consiste en justificar la construcción de aparcamientos rotatorios en el Casco Antiguo con la tesis de que la falta de transporte público impide su vertebración; una vez que se subsane esa deficiencia, los aparcamientos rotatorios dejarían de tener sentido como tales y se ofrecerían a los residentes, con lo cual cabe calificarlos como una medida provisional, una especie de solución intermedia.

PLANES NO EJECUTADOS

La Gerencia de Urbanismo cita en su informe todas las medidas no ejecutadas en la política de transporte prevista anteriormente, tales como:

-El Metro: De las cuatro líneas de que se iba a componer la red de Metro de Sevilla, sólo se ha construido una, la primera, que además únicamente bordea el Centro (estaciones de Puerta de Jerez y del Prado de San Sebastián), pero sin penetrar en su interior.

-Tranvía: Sólo se ha ejecutado al 40%, ya que no se ha realizado la conexión con la estación de Santa Justa ni se ha extendido la red hasta la Plaza de Armas.

-Microbuses: De las líneas proyectadas (Puerta de Jerez-Alameda; Plaza Nueva-Santa Justa; Prado-Macarena; Triana-La Cartuja; La Palmera-Macarena) no se ha puesto en servicio ninguna.

-Intercambiadores metropolitanos de transporte: En el Prado y en Santa Justa, de los que no hay noticias.

-Cintas transportadoras: Entre la Puerta de Jerez y la Plaza Nueva, que tampoco se han puesto en servicio.

VIEJOS PROYECTOS

Urbanismo vuelve a recordar las tres líneas de Metro que faltan y cuyo coste estimado es al menos de 3.750 millones de euros, una quimera en tiempos de crisis y justo cuando el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, declara que “no es el momento de grandes proyectos, nadie los hace”.

En cuanto a la ampliación del tranvía, el PP fue siempre escéptico sobre la conveniencia de un medio de transporte en el que Monteseirín se gastó 80 millones de euros y que se limita a replicar en superficie parte del mismo trazado en subterráneo de la línea 1 del Metro (Puerta de Jerez-San Bernardo). Una vez en el gobierno municipal, tampoco ha mostrado el menor interés por extenderlo hasta Santa Justa y Plaza de Armas, pese a lo cual ahora utiliza los viejos proyectos de Monteseirín, que ha desechado o relegado al olvido, para tratar de justificar el parking rotatorio en la Alameda como apoyo al futurible complejo comercial en la Gavidia.

Lo mismo podría decirse de las seis líneas de microbuses: si no existen es por decisión del propio Ayuntamiento, que tiene la potestad de implantarlas a través de Tussam, la empresa municipal de transportes. Por tanto, el Consistorio le reprocha a la Junta algo que sólo es imputable a él mismo. No parece ‘a priori’ muy justificable la implantación de esta red de microbuses ideada en los tiempos de Monteseirín a la luz de la experiencia con alguna otra y con las líneas de autobuses de barrio creadas por razones políticas en tiempos de Blas Ballesteros como delegado de Transporte y que fueron una ruina para Tussam. Por más que Urbanismo las saque ahora a colación, la empresa municipal hace bien en dejarlas aparcadas mientras no se justifiquen económicamente cuando hay líneas tradicionales que conectan distintos barrios de la ciudad y que son estructuralmente deficitarias.

Más sorprendente aún es que se pretenda justificar el parking rotatorio de la Alameda con la falta de un tapiz rodante -como el de los aeropuertos- entre la Plaza Nueva y la Puerta de Jerez, una mera idea expuesta en un concurso público sin compromiso alguno y cuya materialización en todo caso, y pago de la correspondiente factura más el de la energía y su mantenimiento, correspondería al Ayuntamiento.

MODIFICACIÓN ESTRUCTURAL

El argumentario de Urbanismo es bastante endeble para camuflar como medida puntual y transitoria lo que no es más que una modificación estructural del PGOU, ya que implicaría volver a poner patas arriba la Alameda durante un par de años y tirar a la basura los millones de euros gastados durante su completa y desafortunada remodelación (le ha dado un aspecto equivalente al de los paseos marítimos de Benalmádena e Islantilla) por el gobierno de Monteseirín.

El informe de la Gerencia ha coincidido con el del Real Automóvil Club de Cataluña sobre la movilidad en España y Europa y que revela que, a pesar de la drástica caída en el tráfico por la crisis económica, Sevilla es la tercera ciudad española con más atascos, causa por la cual los sevillanos pierden 16 horas/año en sus coches (en 2010 perdían 57,5 horas). Construir aparcamientos rotatorios en el Centro supondría generar un efecto llamada, como el clásico de la Gavidia hasta la calle Baños y Torneo, que agravaría aún más la saturación del tráfico rodado, pese al alivio que ha experimentado en estos años de recesión.

Asimismo, mientras la Gerencia redactaba su informe, en París se celebraba una cumbre sobre Transporte, Salud y Medio Ambiente entre los ministros europeos del ramo. Según los datos expuestos, en Europa se producen anualmente unos 500.000 muertos por contaminación, en su mayor parte generada por la circulación rodada, y 90.000 por accidentes de tráfico.

La Conferencia abogó por seguir el ejemplo de Copenhague, en la que el transporte por bicicleta supone el 26% del total. Mientras internacionalmente se apuesta por un modelo con cada vez menos coches, Sevilla va en dirección contraria tratando de crear infraestructuras de apoyo y fomento del automóvil privado.

LA ALTERNATIVA DEL CESS

El tercer elemento paralelo al informe de la Gerencia de Urbanismo ha sido el dictamen del Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) a la Ordenanza de Circulación. Los agentes sociales (empresarios, sindicatos, vecinos, consumidores y usuarios) han planteado al Ayuntamiento una alternativa a sus parkings rotatorios en el Centro y que evitaría la penetración de automóviles en el Casco Antiguo: ‘áreas verdes’ de aparcamiento en la periferia, conectadas con la ciudad por lanzaderas de Tussam, sobre todo en horas-punta y siguiendo el exitoso modelo del Charco de la Pava durante la Feria. A esta zona, que junto con la Banqueta del río permitió estacionar 40.000 coches cuando la Expo-92, se le podría unir, según el CESS, el entorno del estadio de la Cartuja. Esta alternativa redundaría además en beneficio de la cuenta de resultados de la empresa municipal de transportes.

Urbanismo eligió un Miércoles Santo para elevar sus tesis sobre la necesidad de aparcamientos rotatorios en el Centro por la falta de transporte público que otorgue conectividad a esta parte de la ciudad, sin reparar en que el Plan de Tráfico municipal por Semana Santa desmonta sus argumentos.

RÉCORD DE TUSSAM

Recuérdese que desde el Viernes de Dolores al Lunes de Pascua se blinda el Centro al tráfico con cortes totales de circulación en distintos puntos desde las 8 de la mañana a las 2 de la madrugada, y cortes parciales en función de las cofradías, con importante afección al acceso y uso de los aparcamientos existentes y a la mayor parte de la zona azul. Además, este año el Ayuntamiento ha dificultado aún más el uso del coche privado al eliminar las plazas de aparcamiento que existían en el Paseo de Colón y prohibir estacionar en la trasera de Plaza de Armas.

En el peor escenario posible para el coche privado y los aparcamientos existentes en el Centro (privados, públicos y rotatorios como los de Albareda, Gavidia, San Pablo….) y con la afluencia de centenares de miles de personas para ver las procesiones de Semana Santa, los autobuses de Tussam habían transportado entre el Domingo de Ramos y el Viernes Santo 1.468.953 pasajeros, cifra que supone 171.141 más que en el mismo periodo del año anterior (+ 13,2%) y la demostración de que la conectividad está asegurada de sobra con el transporte público actual, sin necesidad de aparcamientos rotatorios que, por otra parte, restarían usuarios a la empresa municipal e irían finalmente en detrimento del propio Ayuntamiento.

Discursos intercambiables

Casi dos meses antes de las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011, a las que ya no concurrió como candidato a la reelección por el PSOE y que iban a suponer el final de su ciclo de doce años como alcalde de Sevilla, Monteseirín protagonizó el acto de inauguración oficial de las por entonces aún inacabadas ‘Setas’ de la Encarnación: el monumento al despilfarro (120 millones de euros, detraídos incluso de la ‘hucha’ del PGOU para los nuevos barrios de la ciudad) que legaba como icono arquitectónico de su época en el sillón de la Plaza Nueva.

Las crónicas periodísticas de aquel día, que constan en las hemerotecas, recogen algunos párrafos de la perorata que el entonces alcalde dirigió a los miembros de su claque y a los curiosos allí presentes. Monteseirín, obviando la herencia de escándalos y de deuda multimillonaria (en torno a los 600 millones de euros) que dejaba a su futuro sucesor y a la ciudad, hizo un panegírico de su Gobierno, que era tanto como de sí mismo. Lo calificó como arriesgado e innovador, en contraste con el “inmovilismo que caracteriza -aseveró- a ciertos sectores de la ciudad”. Los críticos, claro era, con el Metropol Parasol y su descomunal coste económico.

CIUDAD ‘CONGELADA’

A estos sectores les dirigió este explícito mensaje: “Sólo decirles que no tengan miedo a cambiar, porque es cuestión de tiempo que Metropol Parasol sea cantado como uno de los símbolos seculares de la Sevilla eterna, como hoy lo es la Plaza de España”. Monteseirín subrayó que “según los análisis de los expertos, los beneficios económicos, directos e indirectos, que Metropol Parasol va a traer para la ciudad superarán, en sólo un año, la inversión acometida: turismo, comercio, hostelería, imagen y proyección exterior”. Y abundó: “Tengo la sensación, creo que compartida, de que esta tarde, en la Encarnación, estamos teniendo el privilegio de asistir a la inauguración de la Sevilla del siglo XXI”.

El predecesor de Zoido insistió en su tesis de que “la tradición no puede ser lo único que sirva a una ciudad, pues bloquea; y el desarrollo sólo se puede asumir con retos. Sevilla -añadió- no puede ser un territorio congelado en el tiempo; no puede ser  la ensoñación de un pasado idealizado y sin futuro, la Vetusta pequeña y provinciana”.

DE LAS ‘SETAS’ A LA TORRE

Cambio de escenario, de personaje, de tiempo y de icono arquitectónico. En vez de las ‘Setas’ de la Encarnación, el trasfondo simbólico lo ocupa el rascacielos de 178 metros de altura construido en la isla de la Cartuja, la torre Pelli, aunque físicamente las palabras fluyerann en la Plazas de España, durante la apertura del Encuentro Internacional sobre Arquitectura Contemporánea en Ciudades Históricas, comprometido ante la Unesco.

Han pasado dos años y medio: 17 de septiembre de 2013. Quien habla es Juan Ignacio Zoido, sucesor de Monteseirín y otrora detractor tanto del Metropol Parasol -donde ahora ya no tiene empacho en que le hagan hasta un reportaje fotográfico- como de la torre Pelli.

Los cronistas reproducen para la posteridad trozos del discurso del alcalde, que se expresa en estos términos: “El principal valor de una ciudad patrimonial no son sólo sus monumentos o edificios históricos, sino el entramado de éstos y sus relaciones con los que los perciben y con los que los disfrutan. Por ello, no nos tenemos que sentir tentados a convertir las ciudades en museos, sino en espacios de vida. La musealización de un casco histórico sólo conlleva el falseamiento de la realidad, la adulteración del patrimonio y la folclorización”.

PARALELISMO

Y Zoido añade: “No debemos renunciar a la evolución sostenible e inteligente de la arquitectura contemporánea, integrándola como un elemento que ha nacido no sólo para hacer más confortable y agradable la vida del hombre, sino como manifestación de lo que puede proyectar e idear el genio”.

Monteseirín habría podido emplear perfectamente las palabras de Zoido para defender las ‘Setas’ de la Encarnación, al igual que Zoido las de Monteseirín para defender ante los congresistas previamente seleccionados -y aun así se le coló algún que otro disidente- la torre Pelli. La diferencia sustancial es que mientras Monteseirín se mantuvo coherente con su discurso, Zoido ha acabado moviéndose hacia las posiciones de su rival y predecesor, hasta el punto de asumir su argumentario, prueba de su camaleonismo político en función de las circunstancias.

TRANVÍA Y BUS

Estos días hemos tenido otra demostración del argumentario intercambiable entre el anterior y el actual Gobierno municipales. Monteseirín bautizó como Metrocentro el sucedáneo del tranvía, para instalar en el imaginario colectivo la idea de que Sevilla contaba con una línea de suburbano directa al corazón de la ciudad, cuando el Metro auténtico sólo bordea el casco antiguo sin penetrar en el interior.

La prolongación de la línea 3 de Tussam hasta Bellavista, un acierto pleno de Zoido por otra parte, ha sido presentada en los medios, e interpretada por los vecinos, como la conexión que por fin permite al barrio acceder al centro de la ciudad, cuando el autobús circula en paralelo al río bordeando el casco antiguo y su penetración máxima es sólo hasta Plaza de Armas, que no puede considerarse el centro propiamente dicho. Y, sin embargo, una vecina, plenamente convencida, declaraba a la prensa que ahora podía ir directamente hasta el mercadillo del Jueves en la calle Feria.

La línea 3, pues, se ‘vende’ al igual que el Metrocentro de Monteseirín, con la diferencia de que el tranvía al menos llega hasta la Plaza Nueva.

 

Distritos

Un edil del PP fue reconvenido en un Pleno, no recuerdo si por Torrijos, por decir Distrito La Palmera-Bellavista en vez de al revés, conforme a la denominación oficial “tras el trabajito -dijo el concejal de IU- que había costado”. Desde las Ordenanzas Municipales del 16-09-1919, las calles se numeran partiendo desde el acceso más próximo al antiguo centro, hoy la calle José Gestoso. Por tanto, conforme a la tradición y la geografía (proximidad no sólo al centro, sino también al Norte, punto cardinal de referencia universal), habría que citar como primer componente de cada distrito compuesto el barrio más cercano a José Gestoso y no el más lejano. La excepción es Bellavista-La Palmera, donde se ha invertido el orden por imposición de PSOE e IU: ha primado la ideología (el barrio de izquierdas) sobre la geografía. En pura (i)lógica, el gobierno local debería cambiar el nombre de los restantes distritos. Así, para ser políticamente correctos, pasarían a llamarse Torreblanca-Alcosa-Este, Santa Justa-San Pablo y Amate-Cerro. ¿No le parece a usted, Zoido Juan Ignacio?

 

Sobrecostes

Si la juez Alaya ha puesto de moda el término ‘sobrecomisiones’ con los ERE, mucho antes Monteseirín puso el de ‘sobrecostes’. Alfredo era como Atila: obra en la que pensaba, obra que dejaba esquilmada las arcas públicas. Con él nunca crecían los brotes verdes, porque dejaba a su paso un desierto presupuestario y una montaña de deudas a sus sucesores. Sus faraónicas ‘Setas’ se presupuestaron en 51,2 millones y se terminaron con varios años de retraso y a un ‘sobrecoste’ similar, para dispararse hasta los 100 y pico de millones de euros. En vez de indemnizar a Sevilla por la demora y la desviación presupuestaria, Sacyr quiere cobrarse el triple de lo estipulado por el alquiler de las oficinas de la Hacienda municipal, a cuenta de otro ‘sobrecoste’ pactado verbalmente por Monteseirín con tal de que le acabaran su pirámide particular y le diera tiempo a inaugurarla antes de las elecciones. Zoido hace perfectamente al negarse a pagar contratos sin papeles. Una cosa es asumir la herencia del mandato anterior y otra muy distinta, las facturas debajo de las alfombras.

 

La arboleda perdida

Zoido y su delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, anunciaron recientemente la reurbanización de la calle Almirante Lobo con una inversión de 900.000 euros para la sustitución del asfalto por adoquines, el ensanchamiento de las aceras, la instalación de bancos y papeleras de fundición y colocación de farolas fernandinas.

La intervención se rematará con la retirada de los plátanos de Indias que, según el alcalde y su delegado, se encuentran muy deteriorados, por lo que serán sustituidos por una especie más resistente y de menor altura, la acacia de Japón (Sophora japonica) que permitirá -atención a lo que expresaron- que se vea la Torre del Oro desde la Puerta de Jerez.

Es curioso contemplar la metamorfosis que sufren nuestros políticos en su tránsito de la oposición al poder y cómo Zoido está emulando la trayectoria de Soledad Becerril en similares circunstancias.

La hoy Defensora del Pueblo se apuntó a la causa ecologista cuando era concejal de la oposición: se encadenó a un gran eucalipto que se alzaba sobre los terrenos de la antigua Catalana de Gas y que proyectaban arrancar. Aquel tinte verde le reportó una notoriedad añadida y se supone que contribuyó a su posterior elección como alcaldesa.

AVENIDA DE ROMA

Pero ya en la Alcaldía, autorizó o hizo la vista gorda, que para el caso es lo mismo, ante una actuación similar a la que ahora proyecta Zoido en la calle Almirante Lobo, si bien en otro sitio cercano, la Avenida de Roma. Todos los grandes plataneros existentes en la acera colindante con el Palacio de San Telmo fueron talados de la noche a la mañana para que luciera más la fachada palaciega con la portada barroca de los Figueroa y, claro, en este caso los árboles impedían, relativamente, ver el bosque artificial de ladrillos y piedras.

La coartada, la misma que ahora esgrime Zoido: los plataneros estaban enfermos o muy deteriorados. Curiosamente, ninguno de los ejemplares de la misma especie existentes al otro lado de la avenida de Roma, ni los limítrofes con el hotel Alfonso XIII, ni los que adornaban la calle Palos de la Frontera al borde de San Telmo (éstos sí realmente carcomidos y peligrosos) sufrían oficialmente enfermedad o deterioro alguno, pese a ser del mismo porte y época que los cortados. Al parecer, la Naturaleza había propiciado que la supuesta plaga afectara únicamente la zona que, una vez liberada de los molestos árboles, dejaba completamente a la vista la sede  de la Junta.

LAURELES Y LUEGO NADA

En una segunda fase, ya con Monteseirín en la Alcaldía, se trató de darle un toque verde a San Telmo con la plantación de laureles troncopiramidales comprados a precio de oro a un vivero de Valencia. Finalizada la restauración de San Telmo desaparecieron los laureles delante de la fachada (los trasplantaron a la Plaza de España y se perdieron todos, por falta de riego) para que ya nada verde obstaculizara la visión de su arquitectura. Se aprovechó el segundo arboricidio para construir una explanada de dureza similar a la tan criticada de Plaza de Armas y que al igual que ésta ha sido ocupada por patinadores.

Cuando Zoido era el líder de la oposición frente a Monteseirín y éste cortó inmisericordemente los naranjos de la Plaza Nueva y los árboles de la Avenida para su pseudopeatonalización (galimatías de tranvía, ciclistas, patinadores, coches de caballo y viandantes), prometió que cuando fuera alcalde no se cortaría un solo árbol en Sevilla sin que él lo autorizara con su firma. Tan ecologista o más que Soledad Becerril para luego…..

LA MITAD SON REPLANTADOS

La coartada de que los plataneros de  Almirante Lobo están muy deteriorados y que por éso hay que sustituirlos por sophoras es un cuento chino o japonés. Si se toman la molestia de examinar todos los árboles de esta vía pública desde la Puerta de Jerez comprobarán que hay ocho plataneros en la acera de la derecha. Destaca el de gran porte que vigila la embocadura de la calle Habana, vía de acceso a la Casa de la Moneda. De los ocho, tres son ejemplares de nueva plantación (6 ó 7 años), apreciable por el escaso diámetro de sus troncos, y en absoluto deteriorados; y dos de porte mediano, también más recientes que los dos de gran copa, y asimismo en buen estado.

En la acera de la izquierda hay una doble hilera de plataneros: veintidós en total. Trece son de gran porte y datan de la Expo del 29. Sus ramas alcanzan o incluso superan la altura del edificio Cristina. Nueve son de plantación reciente, como denota el calibre de sus troncos, y están en perfecto estado. En conjunto, en la calle  hay 30 plataneros: quince grandes, tres medianos y doce nuevos. A simple vista, los grandes no están en peores condiciones que los de similar porte existentes en la Avenida de Roma y Jardines de Cristina, y su supuesto deterioro podría paliarse con cirugía arbórea y otros tratamientos selvícolas de conservación (así durarían 50 años más). Si se tomara como referencia su estado actual, entonces habría que talar el 80% de los plataneros de Sevilla.

Sólo ocultan parcialmente la visión de la Torre del Oro algunas ramas de los plataneros más próximos a la misma, que en último extremo podrían podarse, y resubirse las copas. Con el mismo argumento de Zoido de eliminar árboles para que se divise la torre se justificaría la tala de los Jardines de Cristina para que se vea San Telmo; la de los plataneros que ocultan con sus hojas el hotel Alfonso XIII, y los de la Plaza Nueva, amén de las palmeras, para que el Ayuntamiento sea enteramente visible desde el hotel Inglaterra.

Ikea y la Gavidia: de dos meses a dos años

El mismo día en que se reunía el Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo, el periódico más afín al Ayuntamiento, y por tanto nada sospechoso en este sentido, titulaba una información de esta manera: ‘Urbanismo aprueba el deslinde de las vías pecuarias que frenaban Ikea’.

Según nos enseñaron en la escuela, en una oración el verbo expresa la acción que realiza el sujeto. A veces hay que recordar la obvio para introducir claridad en los distorsionadores discursos de nuestros políticos. Por tanto, si el deslinde de las vías pecuarias era lo que estaba frenando la segunda tienda de Ikea en las cercanías del aeropuerto y la responsabilidad o competencia para su aprobación era de la Gerencia municipal de Urbanismo, ello significa que todo el discurso de Zoido en estos dos años sobre que la Junta estaba bloqueando éste y otros grandes proyectos pendientes de ejecución en Sevilla era un puro artificio para ocultar la ineficacia del Ayuntamiento.

Y es que, efectivamente, el punto Nº 21 del orden del día del Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo consistía en la aprobación de la propuesta de deslinde de la vía pecuaria ‘Cañada Real del Poco Aceite’ en el tramo que afecta al SUS-DMN-03 (San Nicolás Oeste), “una vez realizado el estaquillado en los terrenos” y proceder a su información pública.

DESBLOQUEO ‘IPSO FACTO’

Tan sólo tres semanas después de su toma de posesión como alcalde, Zoido anunció a principios de julio de 2011 que a lo largo de dicho mes iba a resolver el problema urbanístico para la instalación del segundo Ikea, en línea con su promesa de remover todos los obstáculos en un plazo máximo de dos meses. Con su ímpetu habitual, el alcalde achacó a “las discusiones” entre PSOE e IU en el seno del gobierno de Monteseirín el obstáculo que evitaba que “se abrieran las puertas a empresas de este tipo”, cuando según él la solución al problema  era “una firma que faltó en el anterior mandato”.

El caso Ikea es una metáfora del personaje público construido sobre la figura del alcalde, cuyo marketing electoral se basó en el pretendido ‘efecto Zoido’, como si él tuviera una varita mágica con que cambiar la realidad en un santiamén o de la noche a la mañana, bastando para ello únicamente la firma o un decreto de la Alcaldía.

De aquellos dos meses como máximo para desbloquear Ikea, en línea con las dos tardes que según Jordi Sevilla bastarían a Zapatero para dominar la Economía, hemos pasado a dos años, y lo que todavía queda. Lo sorprendente, también ahora, es leer las lamentaciones de Zoido, el cual se muestra “desesperado” por la lentitud en la tramitación de los permisos para la multinacional sueca: “Me desespero -afirma el alcalde-. Hay que ver -añade- lo que cuesta que me resuelvan los trámites. ¿Dónde hay que poner las vías pecuarias? Vamos a ponerlas ya; si no pasa ningún caballo por allí”.

PROCEDIMIENTOS REGLADOS

Al margen de que por las vías pecuarias suele o solía transitar más ganado de carne (piaras de ovejas y de cabras) que de monta como los caballos, lo sorprendente en Zoido es que siendo juez en excedencia y abogado por libre que le facturaba 2.000 euros brutos mensuales al PP por esa supuesta labor jurídica ignore que en un Estado de Derecho tan garantista como el nuestro los procedimientos suelen estar reglados. Por tanto, los trámites requieren un orden y un tiempo que ni él, por mucho alcalde que sea, puede obviar o acelerar con una firma para desbloquearle en tan sólo unos días, unas semanas o unos meses un macrocomplejo comercial a toda una multinacional como Ikea.

Si Zoido está “desesperado” con los trámites marcados por la ley, que promueva su cambio (su partido tiene la mayoría absoluta para hacerlo) y que, además, exija mayor eficacia y celeridad a su Gerencia de Urbanismo, la responsable de haber tardado dos años en completar el procedimiento del deslinde de las vías pecuarias existentes en San Nicolás Oeste, el terreno rústico recalificado en su día (con beneficios potencialmente multimillonarios para sus dueños) y elegido por Ikea para su tienda. Y, claro, cuando el terreno es originalmente rústico existen muchas posibilidades de que estén afectados por vías pecuarias, como es el caso, una circunstancia que los propietarios, el Ayuntamiento y la propia Ikea no podían ignorar (bastaba con consultar las fichas del PGOU), así como tampoco la necesidad de proceder a su deslinde y desafectación previamente a colocar la primera piedra.

PRECIPITACIÓN

Por tanto, quien se ha precipitado creando falsas expectativas de inusitada celeridad en vez de informarse con rigor primero antes de hablar ha sido el alcalde, al prometer desbloquear Ikea en julio de 2011 y culpar en todo este tiempo del retraso a la Junta de Andalucía, cuando era su Delegación de Urbanismo la responsable de la tramitación administrativa hasta el punto actual.

Por ende, este trámite tampoco es el punto y final, ni mucho menos. Ahora debe abrirse un plazo de un mes para posibles alegaciones públicas, así como para que la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente emita su propio informe. Tal como reconoce la propia Gerencia de Urbanismo en su nota de prensa, luego le corresponde a la Junta aprobar la desafectación de la vía pecuaria, lo que implica la supresión de la naturaleza de dominio público que ostenta para su conversión en un bien patrimonial. Y, posteriormente, al Ayuntamiento deberá aprobarle la Junta el Plan Parcial para el desarrollo urbanístico de los terrenos suponiendo que aquél sea acorde con las determinaciones del PGOU, con lo cual es probable que el horizonte del segundo Ikea no se vislumbre hasta 2014 ó 2015. Dada la recesión económica y la caída del consumo desde 2008 a la fecha, no parece tampoco que la multinacional sueca tenga ahora las mismas urgencias que cuando ideó el proyecto, hace años.

COMISARÍA DE LA GAVIDIA

La segunda gran revelación que nos ha dejado el Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo radicaba en los puntos 18 y 19 de su orden del día, referidos a la culminación de la adquisición del inmueble sito en Plaza de la Concordia número 1, aprobación de propuesta de plazo e indemnización sustitutoria en su caso y solicitud al Ministerio del Interior (Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado) de una nueva y última prórroga para su adquisición.

El inmueble citado resulta ser la antigua comisaría de la Policía Nacional de la Gavidia, cuya recalificación urbanística para que deje de ser futuro equipamiento social para los vecinos del Centro y se convierta en un centro comercial al que prestaría servicio el parking rotatorio y subterráneo de la Alameda pretende ahora el gobierno local. En algunos medios afines al Ayuntamiento se ha publicado que la Junta de Andalucía, a la que Zoido también culpa de bloquearle este proyecto suyo para Sevilla, no le dejaba al Consistorio vender el inmueble a un operador comercial (la multinacional irlandesa Primark siempre ha sonado entre los posibles candidatos).

Gracias al orden del día del Consejo de Gerencia se ha descubierto ahora que el Ayuntamiento no habría podido ver la antigua comisaría de la Gavidia, aunque la Junta de Andalucía se la hubiese recalificado, porque, al contrario de lo que la opinión pública creía, aún no es de su propiedad, pese a que teóricamente la había adquirido al Ministerio del Interior en el año 2006 por 9,9 millones de euros más la entrega de cinco parcelas para la construcción de otras tantas comisarías de Policía en la Alameda, Macarena, Sevilla Este, Polígono Sur y Nervión. Mientras que el acuerdo se ha cumplido en los tres primeros casos, aún no se ha materializado en los dos últimos.

CLÁUSULA CONDICIONANTE

Aunque sea en parte una situación heredada del gobierno de Monteseirín, lo cierto es que tampoco en estos dos años de mandato el Ayuntamiento de Zoido ha sido capaz de levantar la cláusula condicionante que el Ministerio del Interior mantiene sobre la antigua comisaría de la Gavidia hasta que no se cumplan al 100% los términos del acuerdo firmado hace un septenio. Lisa y llanamente, la Delegación municipal de Urbanismo ha sido incapaz todavía de segregar 2.000 m2 de los suelos de la antigua fábrica de Cruzcampo  en Nervión para que Interior construya allí una de las dos comisarías pendientes, ya que en el Polígono Sur la cuestión está en vías de resolución.

No fue hasta octubre de 2012 cuando Urbanismo ofreció como alternativa once parcelas diferentes, alternativa que Interior rechazó en enero del año en curso. Ahora, se ha llegado a un principio de acuerdo en virtud del cual el Consistorio tendrá un plazo de tres años para modificar el PGOU con el fin de ceder suelos en Nervión para la comisaría de Policía del distrito y en caso de incumplir este nuevo pacto  deberá pagar al Ministerio una indemnización de 183.916,80 euros. Asimismo, se ha acordado entre ambas partes otro plazo, que expira el 21 de septiembre, para culminar de una vez la compraventa definitiva de la antigua comisaría de la Gavidia, al cabo de veintisiete meses del inicio del mandato de este gobierno local.

Veintisiete meses, pues, de espera para salvar las diferencias entre el Ayuntamiento y el Gobierno central, ambos del mismo partido  -PP- que el del alcalde, tiempo en el que Zoido no ha dejado de culpar a la Junta de Andalucía de la imposibilidad de vender un inmueble que no podía vender porque  aún no es suyo.

Asumida

Antes decimos que Zoido ha pasado de usar como coartada la ‘herencia recibida’ de Monteseirín a asumirla plenamente en documentos oficiales del Ayuntamiento, antes nos da el alcalde la razón con ese reportaje fotográfico a tutiplén que se ha dejado hacer en lo alto de las ‘Setas’ de la Encarnación, el icono monteseirinesco por excelencia. Por mucho que diga ahora que hay que hacer compatibles todas las Sevillas, las de la Giralda y también la del Metropol y la torre Pelli (¡el mismo discurso, calcadito, que largaba su predecesor para justificar sus faraónicos proyectos!), yo no me imaginaría a Monteseirín posando delante de los carteles anulados del Plan Centro, de la boca de entrada al hipotético parking subterráneo de la Alameda, del ‘mapping’ sobre la fachada de las Casas Consistoriales o del alumbrado navideño de Zoido. Una cosa es verse obligado a rentabilizar las hipotecas urbanísticas legadas por el jefe político de Manuel Marchena y otra muy distinta bendecirlas prestando para ello la propia imagen. Y es que en Zoido, la foto es siempre el mensaje.

 

Alameda

Zoido ha dicho que “a la Alameda no vienen los turistas”, de lo que se infiere la conclusión de su silogismo en bárbaro (con o y no con a): luego por eso promueve allí el parking subterráneo y rotatorio que no iba en su programa y que pondrá patas arriba ‘ad calendas graecas’ el bulevar más antiguo de Europa. El alcalde muestra un preocupante desconocimiento de su ciudad, ya que sin salir del paseo hay ocho residencias para turistas, hoteles para jóvenes y hasta apartoteles de lujo. Además, ha cantado la gallina, porque si a la Alameda no van los turistas, ¿qué tipo de visitantes entonces está yendo a ver la exposición de ‘Las Santas de Zurbarán. Devoción y Persuasión’ en el colindante Espacio Santa Clara, forasteros o sólo escolares como los de las excursiones a Isla Mágica? Al contrario que los alcaldes playeros, que tienen clarísimo que deben privilegiar a los nativos de sus pueblos y esquilmar todo lo que puedan y más a los veraneantes, Zoido gobierna para los turistas y fastidia a los vecinos de la Alameda y su entorno. Y, que se sepa, los turistas no votan.

 

El artefacto

Las vueltas que da la vida. El exalcalde socialista Manuel Del Valle participó en una mesa redonda organizada por Adepa sobre la situación de nuestro patrimonio histórico y no sólo renegó del PGOU de su correligionario y sucesor Monteseirín, sino que también calificó de “artefacto” las ‘setas’ de la Encarnación y abogó por que se pudran con el calor africano de Sevilla. En contraste, el gobierno de Zoido, en plan converso, convoca el concurso Photoquivir 2013 para más de mil fotógrafos y Beltrán lo anuncia -y se hace fotos sonriente junto al mismo- con un inmenso cartel cuyo ‘leit motiv’ son las ‘setas’, el icono por excelencia del mandato de Monteseirín. Como además este gobierno ha alabado sin tapujos en el Plan de la Energía el tranvía (sí, el que cuando el PP estaba en la oposición decía que iba “de ningún sitio a ninguna parte”) , el carril bici y otras infraestructuras por la sostenibilidad de la coalición PSOE-IU, a Zoido ya se le ha acabado la coartada de criticar la herencia recibida, por cuanto la ha hecho todita suya. Ahora es la herencia asumida.