El veterano político y diplomático español Marcelino Oreja Aguirre, ya práticamente retirado de la vida pública, visitó Sevilla en el año 1984 cuando en un país por entonces recién salido de la Dictadura franquista ocupaba uno de los puestos exteriores de mayor relevancia a los que podíamos aspirar: la Secretaría General del Consejo de Europa. Quien diez años más tarde sería también comisario europeo de Transportes y Energía dijo durante un acto celebrado en el club Antares de nuestra ciudad que cuando visitaba oficialmente un país en su calidad de secretario general del Consejo Europeo, pedía que le mostraran escuelas, bibliotecas y mercados porque de esa manera medía el grado de desarrollo de la sociedad que le acogía, dado que en su opinión nada debía preocupar más a unos gobernantes que el estado de las instalaciones en que tenían que estudiar sus hijos, las generaciones futuras.
Si el perfecto estado de revista en que deben encontrarse los colegios era para Marcelino Oreja el termómetro para medir el progreso y desarrollo social, más que económico y más que los kilómetros de autopistas y de líneas de AVE, el mercurio sevillano marca una temperatura más bien baja, pese al asfixiante calor ambiental que caracteriza a la ciudad durante los veranos.
Y es que no falla: cada mes de septiembre, a la vuelta de las vacaciones, las Administraciones Públicas, sean del signo que sean, merecen un suspenso general por los retrasos en la ejecución de las obras pendientes en colegios, de modo que el curso se inicia en muchos de ellos con la compañía de albañiles, fontaneros, electricistas, pintores…. suponiendo, en el mejor de los casos, que estén allí porque al menos se ha dotado de partidas presupuestarias para acometer esos trabajos de mejora o de reparación. Entre el Escila de la falta de dinero y el Caribdis de la improvisación, esta reiterada realidad septembrina demuestra claramente, por remitirnos de nuevo a las palabras de Marcelino Oreja, que la educación de nuestros hijos no es la número uno en nuestro orden de prioridades, por más que los políticos digan siempre lo contrario en sus manidos discursos.
LAS OBRAS NO SON PARA EL VERANO
Y ello con la agravante de que todo el mundo sabe, desde los gobernantes hasta los alumnos, pasando por los profesores, los padres y los operarios, que el curso comienza cada año por las mismas fechas de principios o mediados de septiembre, por lo que cabría planificar el ritmo de las obras y de las inversiones de forma tal que los trabajos estuvieran concluidos para la fecha señalada. Se cuenta, además, con la ventaja de que las aulas se quedan vacías durante los meses de verano y se puede trabajar con absoluta comodidad.
La delegada de Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla, Asunción Fley, ha acuñado este año como coartada para tratar de justificar los retrasos la teoría de que no es posible acometer las obras en los colegios durante el verano, sin que haya profundizado en el argumento, el cual contrasta con el hecho de que en los tajos al aire libre, con casi 40º o más durante el estío, se trabaja desde primera hora de la mañana hasta las 15 horas o las 17 horas, sin que se sepa qué factor diferencial impide hacerlo en colegios vacíos y a cubierto en vez de a pleno sol.
Como la clase política ve siempre la paja en el ojo ajeno antes que la viga en el propio, el diputado sevillano del PP Juan de la Rosa se ha dedicado a hacer su particular balance de cómo ha ido este año la vuelta al ‘cole’ en la provincia de Sevilla. Según sus datos, el curso escolar se ha iniciado con el 62% de las actuaciones de reforma o de mejora en los centros educativos sin haberse terminado.
Estima el diputado del PP que de las 87 actuaciones que deberían haberse realizado durante las vacaciones escolares, 44 todavía estaban en ejecución al volver los alumnos a clase; 10 ni siquiera se habían iniciado y 33 habían finalizado a tiempo. Juan de la Rosa ha destacado que “a pesar de los reiterados anuncios de la Junta año tras año, el curso ha empezado con aulas en caracolas en 21 centros docentes”, aunque ha pasado de puntillas sobre la responsabilidad en el retraso en las obras de los colegios, que se supone es de competencia municipal y no del Gobierno autonómico.
ESPADAS PASA REVISTA
Tampoco ha quedado muy claro si en el balance del PP de esas 47 obras aún en ejecución y 10 ni siquiera iniciadas se incluyen o no las 37 fuera de plazo existentes en Sevilla capital y que, por su parte, ha denunciado el portavoz del grupo municipal Socialista, Juan Espadas. El líder de la oposición en la capital recordó que Zoido se había comprometido en julio de 2012 a invertir casi 4 millones de euros en reparaciones en centros docentes de la ciudad, pero según su particular balance, para el curso pasado sólo se ejecutaron 19 obras, 4 no se concluyeron hasta el segundo trimestre y 14 siguen aún pendientes a estas alturas.
En el balance de este año, Espadas contabilizó que de los 24 colegios en que se iban a hacer trabajos de mejora, sólo uno (Santa Catalina) estaría a tiempo para el inicio del nuevo curso, por lo que instó al alcalde a pedir perdón a los sevillanos por estas dilaciones y anunció que, al modo de la micropolítica de Zoido, iba a visitar uno por uno los colegios en obras para comprobar su situación real.
Las denuncias, con profusión de datos, de Espadas, demostrativas de que lo de la oposición frontal va completamente en serio y no de farol, obligaron a Zoido a reaccionar para adelantarse al movimiento anunciado por su rival y hacer lo que mejor sabe: echarse a la calle y protagonizar un gesto mediático, cual ha sido una maratón de visitas a los centros docentes, desde por la mañana hasta por la tarde y a razón de uno por cada uno de los once distritos de la ciudad.
OBRAS ANTIGUAS O MENORES
Ahora bien, el populismo de Zoido no podía ocultar esta realidad:
-En cuatro de los colegios que visitó se habían anunciado obras en 2012 y se ejecutaron ese mismo año. Zoido, pues, había cumplido su promesa, por lo que no tenía sentido incluir el grupo España, Borbolla, San Jacinto y Juan XXIII en su gira, cual si estuviera en campaña electoral, hecho que denotaba justamente que no tenía nada nuevo que mostrar en esos distritos y recurría a obras realizadas en el plan anterior. Indirectamente, pues, era un reconocimiento a las denuncias de la oposición.
-En el colegio Sor Angela de la Cruz, la obras se anunciaron en 2012 y llegado el inicio del curso 2013-2014 ni siquiera habían empezado.
-Otro de los colegios visitados, el Vara del Rey, debió estar listo para el inicio del curso 2012-2013 en vez de para el curso actual.
-En el resto de los centros inspeccionados por Zoido (Pablo Ruiz Picasso, Juan Sebastián y Bandarán, Pío XII, Azahares y Martín de Gaínza), los trabajos se han anunciado y ejecutado durante este año, pero en la mayoría de los casos se trataba de obras menores, con presupuestos inferiores a 15.000 euros (2.000 euros por instalar un frente de armario o 2.600 por una mano de pintura), que no son como para lanzar las campanas al vuelo.
LA HERENCIA RECIBIDA
Como era de esperar, el Ayuntamiento ha culpado de los retrasos a la herencia recibida de Monteseirín, un argumento un poco ajado si se tiene en cuenta que se encuentra ya en el tercer año de mandato, como si los problemas endémicos que dice se dedica a resolver fueran la causa que explica por qué obras anunciadas el año pasado tampoco estaban listas ni siquiera un año después, pese a la promesa de Zoido en su investidura de que los Servicios Municipales y la ciudad en general iban a funcionar bajo su dirección con la puntualidad de un reloj suizo.
En algunos colegios el reloj acumula un año de retraso, pese a lo cual el Consistorio ha insistido en que los centros educativos son una de las prioridades del alcalde. Si realmente lo fueran, tanto de él como del resto de alcaldes sevillanos, como preconizaba Marcelino Oreja a la hora de tomarle el pulso a las sociedades que visitaba, ni el diputado del PP habría denunciado las obras pendientes en la provincia (atribuibles, por deducción, a Ayuntamientos socialistas), ni Espadas habría hecho lo propio con las que faltan en Sevilla capital. Como estudiantes desaplicados, gobiernen quienes gobiernen, unos y otros volverán a repetir la misma asignatura en septiembre de 2014, con la próxima vuelta al ‘cole’.