Misión de la Unesco a Doñana

Muestra su preocupación por el proyecto del oleoducto y la parálisis del plan 2005 de defensa del Parque Nacional

Una misión especial de la Unesco realizará una visita de inspección al Parque Nacional de Doñana en la primera quincena de diciembre (en principio las fechas más probables son del 9 al 11) para comprobar ‘in situ’ la situación de este Patrimonio de la Humanidad y el cumplimiento de las resoluciones adoptadas en la reunión de Brasilia del pasado verano.

La Unesco está inquieta por las denuncias que en los últimos tiempos le han elevado organizaciones como el Club Doñana, Océana, la Mesa de la Ría de Huelva y la plataforma extremeña contra la refinería Balboa y el oleoducto Huelva-Extremadura.

El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, reunido en Brasilia en su XXXIV sesión desde el 25 de julio al 3 de agosto pasados, adoptó una serie de acuerdos en relación con el Parque Nacional de Doñana, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1994 y goza de las máximas figuras de protección de la Naturaleza en los convenios internacionales (por ejemplo, el de Ramsar, referido a las zonas húmedas).

Ahora, el organismo de la Naciones Unidas para la cultura y el patrimonio ha decidido enviar una misión de expertos para verificar sobre el terreno el grado de cumplimiento de aquellas resoluciones, que pasaron totalmente inadvertidas en España.

El Comité Mundial reclama al Gobierno de Zapatero que concluya de una vez el proyecto de restauración denominado ‘Doñana 2005’, iniciado tras la catástrofe ecológica de Aznalcóllar el 25 de abril de 1998 con el fin de garantizar la preservación del Parque Nacional en el horizonte de aquella fecha y que aún no se ha rematado pese a que ya estamos en 2010, más de cinco años después.

La Unesco tomó nota “con inquietud” del elevado riesgo de vertidos accidentales de hidrocartburos como resultado del incremento del tráfico marítimo desde y hacia el estrecho de Gibraltar debido al proyecto de expansión de la refinería de La Rábida y al del oleoducto Huelva-Extremadura para la refinería Balboa que promueve el grupo Gallardo, los cuales, a juicio del Comité del Patrimonio Mundial, “podrían afectar al valor universal excepcional, incluidas las condiciones de integridad del bien”.

En consecuencia, el organismo de la ONU exige al Gobierno de Zapatero que le entregue una copia de los  estudios de impacto ambiental del proyecto de ampliación de la refinería de La Rábida, de la expansión del tráfico marítimo, de los parques eólicos en la costa de Huelva y del plan de protección de la zona natural de Doñana tan pronto como estén disponibles.

La Unesco ha emplazado al Gobierno español a que antes del 1 de febrero de 2011 le entregue un informe sobre el estado de los proyectos de la refinería del Polo químico onubense y la de Balboa en Extremadura (grupo Gallardo) y de cualquier otro desarrollo que pudiese afectar al valor universal y excepcional de Doñana.

La lista de exigencias del organismo internacional incluye además informes sobre la continuación de la ejecución del programa de restauración del Parque (Doñana 2005), el seguimiento y evaluación de la eficacia de la gestión, impactos de los usos en los territorios adyacentes al espacio natural y su estado de conservación, con vistas a su examen por el Comité del Patrimonio Mundial en su XXXV sesión, que tendrá lugar durante 2011. La Unesco ha expuesto claramente al Gobierno español que no quiere que autorice en el entorno de Doñana proyectos que puedan provocarle impactos que comprometan su conservación.

El tono de las resoluciones del Comité del Patrimonio Mundial ha sido más duro con España que en ocasiones precedentes y en medios conservacionistas se duda de que  el Gobierno de Zapatero pueda cumplir todas estas exigencias antes del 1 de febrero de 2011.

El envío de una delegación de la Unesco, incluida diplomáticamente en la resolución adoptada el pasado verano como fruto de una invitación del Ejecutivo español para “una misión conjunta de seguimiento a fin de evaluar el estado de conservación” de Doñana, denota un mayor grado de preocupación internacional sobre la situación del Parque, cuyo Consejo de Participación preside ahora Felipe González.

En caso de que la Unesco concluyera que Doñana ha empeorado o se incumplen sus resoluciones, podría llegar a incluir el Parque Nacional en la lista de espacios naturales en peligro o hasta excluirlo de la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, lo que supondría un enorme desprestigio para España.

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