El bosque

Un informe del Grupo de Delitos Urbanísticos de la Guardia Civil confirma que la mayoría, si no todas, de las promotoras y/o constructoras que participaron en el presuntamente amañado concurso por los suelos de Mercasevilla están vinculadas entre sí, porque se intercambian accionistas, consejeros, asesores y negocios. Así pues, el urbanismo regional es una inmensa cama redonda de todos con todos en la que los mismos de siempre se repartían los jugosos negocietes de los solares como en el siglo XIX las compañías mineras de Tharsis y Riotinto se repartieron el mercado del cobre, por áreas geográficas de influencia. Aquí tendría que haber intervenido hasta la Comisión Nacional de la Competencia, para dictaminar si se ha formado además un cártel del ladrillo. Dicen que a la luz de tales revelaciones esta rama del caso Mercasevilla puede sufrir un giro inesperado. ¿Rama? ¡Pero si por el diagrama de etiquetas y flechas de la Guardia Civil eso no es una rama, sino un árbol entero! Esperemos ahora que semejante fronda no le impida a la juez Mercedes Alaya ver el bosque.

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