San Jacinto: 60.000 euros para conservar la Capilla Sacramental, cero euros para el ficus

La parroquia disocia el templo del árbol, pese a que ambos son Bienes Protegidos, e invierte en la iglesia pero pide que se corte el ficus centenario

Mientras la Iglesia de Sevilla aplica un Plan de Mantenimiento Preventivo de las portadas de la Catedral desde hace 20 años, no hace lo propio con su patrimonio vegetal

La caída el pasado 20 de marzo de 2021 de una rama de gran tamaño del centenario ficus de la iglesia de San Jacinto, que causó heridas a seis personas -tres de ellas de gravedad-, ha vuelto a provocar un debate público sobre el estado del árbol y quién es responsable de su conservación. La parroquia llegó a calificarlo de «peligro público», se lamentó en tiempos de haber tenido que gastar hace años 4.000 euros en una poda y pide abiertamente que sea cortado de una vez. El Ayuntamiento, por su parte, recuerda que el árbol es propiedad de la Iglesia y que no se puede cortar sin permiso de la Comisión Provincial de Patrimonio.

Punto número 1: El informe del técnico sobre su estado de conservación dice, entre otras cosas, que «había chorreado en multitud de espacios agua procedente de cubiertas, goteras, humedades por filtración y por capilaridad (…..). Tiene múltiples quiebras y fisuras (….). Se observan manchas de humedad así como disgregación…. encontrándose en algunos puntos muy harinoso».

Punto número 2: Por otra parte, se puede leer que se han detectado pudriciones importantes de gran diámetro y hongos y que se encuentra en un estado avanzado de deterioro.

Los dos textos parecen similares y referidos al ficus, pero no es enteramente así: versan sobre dos elementos distintos de la misma parroquia trianera de San Jacinto, que están mereciendo un distinto trato y tratamiento.

El punto número 1 corresponde a declaraciones realizadas el 10 de julio de 2020 por un especialista en restauración sobre el estado de la Capilla Sacramental de San Jacinto, https://sevilla.abc.es/pasionensevilla/noticias-semana-santa-sevilla/sevi-san-jacinto-inicia-la-restauracion-una-joya-del-tardobarroco-la-capilla-sacramental-180443-1594294404-202007100116_noticia.html

y el punto número dos a una nota del Ayuntamiento sobre el ficus existente en el recinto de la parroquia, aunque en su parte exterior. Ambos, capilla y ficus, son Bienes Protegidos y se encuentran en muy mal estado, pero atención a la actuación de la parroquia en cada caso:

Capilla Sacramental: encargar su restauración, con un proyecto valorado inicialmente en 60.000 euros.

Restauración de la Capilla Sacramental de la iglesia de San Jacinto

Ficus: lamentarse de su existencia, quejarse por -dijo- haberse gastado en una ocasión «in illo tempore» 4.000 euros en una poda masiva y exigir al Ayuntamiento que tale el árbol (porque no quiere hacerse cargo de su conservación).

El ficus, cuando aún no había sido sometido a podas masivas

Se demuestra así que la Iglesia sevillana considera que es su obligación, en cuanto propietaria del monumento, gastar dinero en conservar la Capilla Sacramental pero no en el ficus, pese a que el árbol es tan Bien Protegido como el templo y, además, una de sus señas de identidad. En este sentido, ABC publicó con motivo de las heridas sufridas por la vendedora de la ONCE tras la caída de la rama el 20 de marzo de 2021 lo siguiente:

«La última actuación sobre el ejemplar de ficus se realizó en el año 2012, cuando se realizó una poda de reducción de la copa, como consecuencia de un episodio similar de caída de rama en altura, en este caso afectando tanto al vallado de la iglesia, como al mobiliario público», exponía la memoria del contrato.

La memoria, en ese sentido, abundaba que desde el año 2012 hasta entonces, «la propietaria de los terrenos, la Orden de los Dominicos, no ha efectuado actuación alguna de revisión o mantenimiento sobre el ejemplar de ficus», de gran porte, ni sobre la palmera seca».

https://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-dada-alta-vendedora-once-herida-grave-caida-rama-ficus-san-jacinto-202103301843_noticia.html

Si la Iglesia hubiera dedicado fondos a la vigilancia y mantenimiento del ficus centenario ¿acaso no se habría evitado que el árbol llegara al avanzado estado de deterioro en que se encuentra y la caída de ramas en los últimos años?

El proyecto de restauración de la Capilla Sacramental, valorado en 60.000 euros, desmiente el comunicado emitido por el partido político Ciudadanos, según el cual «la Orden (Dominica, responsable del templo) no tiene ni la infraestructura ni la capacidad económica necesaria para afrontar la conservación del ficus»:

http://sevilla.ciudadanos-cs.org/2021/03/22/ciudadanos-reclama-una-solucion-urgente-para-el-ficus-de-san-jacinto-que-garantice-la-seguridad-de-los-peatones/

No sólo la Orden Dominica está gastando dinero en la restauración de la Capilla Sacramental, sino que también en 2019 hizo lo mismo con la imagen de la Virgen del Rosario, y luego organizó una colecta con la que obtener dinero para restaurar el Crucificado que preside el altar mayor.

La Virgen del Rosario

¿Por qué a la Orden, al párroco y/o al vicario se les ocurre lanzar una campaña de recogida de donativos e incluso abrir una cuenta corriente a tal efecto en el Banco de Santander para restaurar bienes del interior de la parroquia pero no para restaurar su bien exterior, el ficus, también protegido por su valor patrimonial? Respuesta: porque en su mentalidad el ficus, un árbol al fin y al cabo, no tiene valor y por tanto no hay que gastar dinero en su conservación. Y, claro, si no se gasta dinero en cuidar el árbol, vigilar su estado y hacerle los tratamientos preventivos y paliativos que precise por especialistas adecuados, se incrementan las posibilidades de que se desprendan ramas, como desgraciadamente ha ocurrido en este caso, con la consecuencia de seis personas heridas.

Por eso han propuesto el traspaso al Ayuntamiento del espacio que ocupa, para que éste corra con los gastos del árbol. En definitiva, tratan de cargarle al conjunto de los sevillanos la factura del cuidado del ficus y de ahorrársela, pese a que sólo en 2019 la Archidiócesis de Sevilla recibió a través de las declaraciones de la renta de los españoles 7.093.275 euros para sus gastos.

Es curioso que, tal como cuenta en su blog José Elías Bonells, ex adjunto al jefe del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, el árbol está plantado en el espacio publico que era el compás de entrada a la iglesia y de cuya conservación se encargaba el Ayuntamiento, pero como allí se refugiaban personas de todas clases, la Orden de los Dominicos solicitó a algún «alcalde de Triana», según Elías, que se colocara un cerramiento para reservar los bancos y accesos al templo. O sea, que para los dominicos eran más importantes los bancos y los accesos al templo que las personas que se colocaban a la sombra del ficus. La obra del cerramiento incluso la ejecutó el Ayuntamiento, «no sé si con acuerdo de la cesión o sin papeles», asegura José Elías, antiguo alto funcionario municipal.

https://jardinessinfronteras.com/2020/07/10/la-historia-de-un-ficus-centenario-en-triana/

Por tanto, los responsables de la parroquia han actuado históricamente -y quieren seguir actuando- a su mera conveniencia con el espacio que ocupa el ficus: ora pidiéndolo para la misma, ora traspasándolo al Ayuntamiento, en función de sus intereses en cada momento. Antes les molestaban las personas que se refugiaban bajo su copa; ahora les molesta el árbol, especialmente con tal de ahorrarse el coste de su cuidado.

Hay que hablar también del papel del Ayuntamiento (y por extensión de la Junta de Andalucía, ésta con inhibición total), Ayuntamiento que en su comunicado del pasado 25 de marzo reconoció que ha intervenido de forma subsidiaria en algunas ocasiones en el árbol. Y bien, ¿le pasó la factura de esas intervenciones con los medios de la ciudad a la Orden Dominica, como marca la normativa, o lo hizo gratis total?

Veamos en las siguientes fotos de David Gómez cómo ha dejado el Ayuntamiento el árbol tras su última intervención, el pasado mes de marzo. Compárense con la primera foto, arriba, de cuando el árbol estaba en su esplendor:

La intervención subsidiaria municipal ante la falta de mantenimiento del árbol por la parroquia no puede limitarse a realizar podas de urgencia o cuando se caen ramas, sino también a aplicar un urgente plan de salvación del árbol ante las pudriciones que presenta por falta de cuidado, y de debilidad tras podas intensivas.

José Elías cuenta en su blog, Jardines sin Fronteras, que el árbol se mostraba en todo su esplendor en 2007 pero que el 28 de julio de 2018 se ensañaron con él y le hicieron una poda desmesurada. «Es hora ya -escribía- de que estas actuaciones las dirijan profesionales arboricultores si queremos ir dignificando la profesión y evitar problemas. Los árboles deben ser inspeccionados periódicamente dentro del plan de gestión del arbolado de la ciudad».

Podas intensivas como ésta han debilitado al ficus y contribuido a su avanzado deterioro, según José Elías

Y concluía: «El árbol se ha convertido en centenario y es un  elemento singular del barrio de Triana; debe ser mantenido , conservado y catalogado como árbol histórico del Patrimonio arbóreo».

Atención a lo que afirma José Elías, el mayor y mejor conocedor de las especies vegetales de nuestra ciudad tras sus muchos años de ejercicio en el Servicio Municipal de Parques y Jardines: «Los árboles deben ser inspeccionados periódicamente dentro del plan de gestión del arbolado de la ciudad«.

Ya vimos que, según lo publicado por ABC, la parroquia de San Jacinto, y por extensión la Archidiócesis de Sevilla, no ha efectuado actuación alguna de revisión o mantenimiento del ficus desde 2012, es decir nueve años. En contraste, desde hace casi veinte años se ejecuta un denominado Plan de Mantenimiento de las cinco portadas de la Catedral. Según un comunicado difundido el 24 de marzo y que puede leerse en la página web del templo metropolitano, se realizará este año hasta el 30 de abril y permite a los restauradores revisar anualmente su estado y hacer pequeños trabajos de  conservación o reparación, de modo que se evite el desarrollo de patologías, acudiendo a su corrección antes de que adquieran mayores dimensiones.

«Gracias a este plan -reza el comunicado-, la conservación de las portadas está teniendo unos resultados excelentes y constituyen un referente a escala nacional e internacional. Como las portadas se encuentran en el exterior, los trabajos pueden ser contemplados por los viandantes , que así tienen ocasión de comprobar sus resultados.

https://www.catedraldesevilla.es/comienzan-las-labores-de-seguimiento-y-control-anual-de-las-portadas-de-la-catedral/

¿Y para cuándo un Plan de Mantenimiento del patrimonio vegetal de la Archidiócesis? ¿Por qué no es posible leer un comunicado similar a éste en el que se sustituya la palabra portada por la palabra ficus, por ejemplo, o la palabra árboles?

La Iglesia supervisa las portadas de la Catedral, pero no el ficus de San Jacinto

El Ayuntamiento informó en su comunicado del 25 de marzo que «el titular del árbol» ha planteado su apeo (apear, según el Diccionario de la Real Academia, significa «cortar un árbol por el pie y derribarlo»), pero que ello implica un informe de la Comisión Provincial de Patrimonio que no se ha producido y que es una opción que está pendiente de evaluación».

¿Y no se evalúa la opción de salvar el árbol? Porque si se autoriza su apeo sin más, sin proceder previamente a un estudio en profundidad del árbol por especialistas para ver si aún se está a tiempo de mantenerlo con un tratamiento adecuado, sería como un premio para la Orden Dominica, que definitivamente se vería exonerada de la obligación legal que tiene de conservarlo y se ahorraría el coste de su cuidado, un cuidado que según lo publicado por ABC no habría ejercido desde 2012.

EL PRECEDENTE DE LAS PALMERAS

¿Recuerdan un caso similar con las palmeras del Parlamento de Andalucía, que la institución quería talar para ahorrarse el coste de su conservación pese a formar parte del logotipo de la Cámara?

Logotipo del Parlamento, con las palmeras

Con el socialista Juan Pablo Durán de presidente, en pleno mes de agosto de 2018 se tomó en secreto la decisión de talar las 14 palmeras washingtonia robusta del Patio del Renacimiento con el argumento de que como se elevaban a 35 metros de altura sus elementos secos que se desprendían o podrían desprenderse suponían un peligro para las personas. Un caso, salvando las distancias, parecido al del ficus de San Jacinto.

La Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza (Amja) se enteró de la jugada que tramaba el Parlamento con «agosticidad y alevosía», la denunció y la Guardia Civil la frenó.

La empresa de conservación y mantenimiento fue la que elaboró un informe (de parte) en el que concluía que era necesario “apear” las palmeras y así se solicitó a la Comisión Provincial de Patrimonio. Era tan tendencioso el documento que la Comisión exigió un informe “imparcial”.

El Parlamento se vio obligado a encargar un estudio sobre las palmeras a una empresa especializada. Los técnicos acudieron con una grúa de gran tamaño y estuvieron cuatro días tomando muestras y examinando los árboles. El informe que elaboraron concluyó que la situación era debida a una falta de mantenimiento y que era posible actuar sin necesidad de apear los ejemplares. Y en esa línea fue el dictamen de la Comisión Provincial de Patrimonio, gracias al cual se salvaron las palmeras y el logo del Parlamento. Aunque no se divulgó el informe realizado, el resultado práctico del mismo fue que la Cámara autonómica anunció inspecciones periódicas para la conservación de los árboles.

Las palmeras, icono del Parlamento andaluz

Hágase, pues, en San Jacinto con el ficus lo mismo que en el Parlamento con las palmeras. Si éstas pudieron salvarse, quizás también podría ser salvado un ficus que ha tardado más de un siglo en alcanzar tal tamaño. No es sólo un Bien protegido que forma parte de la parroquia, por más que le pese a la Orden Dominica, sino también una seña de identidad del barrio de Triana y de Sevilla, tan digno de restauración como la Capilla Sacramental, la Virgen y el Crucificado.

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