Cultura incoa la inscripción en el Catálogo Histórico Andaluz del cuadro de Murillo ‘San Pedro penitente de los Venerables’

Es la única pintura de la fundación Focus que jurídicamente pertenece a una Abengoa en quiebra, por lo que la Junta evita que la pintura pueda salir de Andalucía en caso de ser vendida o afectada por el concurso de acreedores

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha decidido proteger de cualquier contingencia futura una obra maestra de Murillo, el cuadro ‘San Pedro penitente de los Venerables’, que fue comprado en 2014 por Abengoa para su exposición en la sede de la fundación Focus-Abengoa, sostenida económicamente por la multinacional sevillana hasta la crisis que la ha puesto al borde de la desaparición. Aunque jurídicamente ambas entidades, Abengoa y Focus, están separadas, esta obra aún pertenece a la compañía, por lo que la Junta trata de evitar cualquier incertidumbre sobre el futuro de la tela.

La Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha publicado en el Boletín Oficial del Gobierno autónomo una resolución por la que incoa el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, categoría Muebles, de la obra de Bartolomé Esteban Murillo denominada ‘San Pedro penitente de los Venerables’, que fue adquirida hace siete años por la multinacional Abengoa con destino a su fundación, Focus-Abengoa, y se halla expuesta en la sede de esta última, el hospital de los Venerables (barrio de Santa Cruz).

La mera incoación del expediente ya supone la protección de la pintura. Según la ley, el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz es el «instrumento para la salvaguarda de los bienes en él inscritos, la consulta y divulgación de los mismos”. Su inscripción supondrá, entre otras consecuencias, que el cuadro de Murillo no pueda salir de Andalucía en una hipotética operación de compra-venta o de afección concursal por la situación de Abengoa.

El cuadro de Murillo ‘San Pedro penitente de los Venerables’

Y es que se da la excepcional circunstancia de que esta obra de arte es la única de las expuestas en Focus (antiguo hospital de los Venerables) que jurídicamente pertenece a Abengoa, aunque lo comprara por 6 millones de euros con el objetivo de donarlo a su fundación. La donación no se pudo materializar debido a la crisis en que quedó sumida la multinacional. De momento el cuadro está pignorado como garantía para afrontar la deuda que la empresa mantiene con la Seguridad Social.

‘San Pedro Penitente de los Venerables’ fue propiedad de Justino de Neve, uno de los patronos más inteligentes y expertos que tuvo Murillo. En su testamento (1685), el mecenas legó la obra al edificio barroco del Hospital de los Venerables de Sevilla. La Fundación Focus-Abengoa, junto con el Museo del Prado y la Dulwich Picture Gallery, de Londres, organizaron hace tres años la exposición ‘Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad’. Fue precisamente para esta exposición, cuando la obra de Murillo se recuperó y volvió a exponerse.

En la iglesia del Hospital se conserva el retablo en el que se expuso desde al menos 1701 hasta que la obra fue confiscada por el mariscal Soult durante la invasión napoleónica de España; permaneció en la colección del militar francés hasta su muerte en 1851. Desde entonces estuvo en diversas colecciones privadas y fue en 2012 cuando se produjo el hallazgo de la obra por Gabriele Finaldi.

‘San Pedro Penitente de los Venerables’ tiene como punto de partida una composición de Ribera, y su tema fue muy popular en España durante el Siglo de Oro: el retiro y arrepentimiento de San Pedro, que junta sus manos y dirige sus ojos acuosos al cielo.

Cuando la obra se recibió en el Museo del Prado para su restauración se encontraba en buen estado de conservación. Sin embargo, estaba oscura, apagada y sin volumen. Los tratamientos efectuados tuvieron por objeto la consolidación de la pintura –proceso que evita posibles desprendimientos o levantamientos de su craquelado– y a la eliminación de intervenciones anteriores que ocultaban la pintura original. Al suprimir los barnices y los repintes, la obra mostró el virtuosismo técnico y estilístico de Murillo en esta etapa de madurez. Los análisis técnicos y químicos respaldaron la pauta de intervención, a la vez que ayudaron a entender la técnica y proceso creativo del autor: https://www.youtube.com/watch?v=-I_Vug-z2YI

La restauración permitió volver a entender el mensaje, y comprender cómo se comunica el autor a través de la materia pictórica.

En paralelo se restauró el marco, que si bien no es el original que se conserva en el altar de la iglesia del Hospital de los Venerables, se trata de una magnífica pieza de estilo ‘Primer Imperio’ realizada, probablemente, cuando el cuadro llegó a Francia, por obra del ejército de Napoleón.

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