La sustitución de los tirantes del puente del Centenario costará casi tanto como su construcción para la Expo-92

Quejas en Galicia por que la obra la pague el Estado mientras una similar en Rande la pagarán los usuarios con mayor peaje

La Dirección General de Carreteras ha publicado oficialmente el anuncio de la formalización del contrato con la UTE formada por Acciona, la sevillana Tecade y Freyssinet para la sustitución de los tirantes del puente del Centenario al coste de 71,4 millones de euros, una cantidad casi equivalente a la que costó hace más de treinta años erigir el puente, con motivo de la Expo-92.

La sustitución de los 88 tirantes del puente del Centenario, que será aprovechada para ampliar a seis carriles su capacidad desde los cuatro iniciales por imposición de su diseñador https://www.manueljesusflorencio.com/2019/08/la-clave-del-puente-del-centenario/, durará 27 meses, según los términos del contrato firmado por el Ministerio de Transportes con la UTE adjudicataria.

El presupuesto base de licitación era de 88 millones de euros, IVA aparte, y aunque Acciona Construcción, Tecade y Freyssinet no presentaron la oferta más barata, sí fue la mejor valorada técnicamente por el Ministerio, debido probablemente a la experiencia previa de Acciona en la sustitución de los tirantes del puente de Rande, en Vigo, así que ha sido la adjudicataria de los trabajos, por 71.404.645,30 euros.

Sólo se presentaron seis ofertas. La más cara, por valor de 74,5 millones de euros, fue la de Aldesa Construcciones y Rover Infraestructuras. La más barata, 68,2 millones, la de FCC Construcción y el grupo sevillano Azvi. Así pues, la de la UTE ganadora se situó en una zona intermedia.

La sustitución de los tirantes del puente por otros de tecnología más moderna equivaldrá, prácticamente, a la construcción de un nuevo puente, ya que los 6.468 millones de pesetas que costó hace algo más de treinta años, en vísperas de la Expo-92, equivaldrían hoy a 81.496.500 euros.

Recreación de cómo podría quedar el puente del Centenario tras el cambio de tirantes y ampliación de carriles

La íntegra financiación de la obra por el Ministerio de Transportes, que en algunos sectores empresariales de Sevilla se entendió como una compensación por la eliminación de los túneles de la ronda de circunvalación SE-40, ha suscitado un agravio comparativo en Galicia desde que el 3 de septiembre de 2020 se conoció el acuerdo del Consejo de Ministros de autorizar el cambio de tirantes y la ampliación de carriles del puente sevillano.

Así, La Voz de Galicia tituló ‘La ampliación del puente de Sevilla la paga el Estado; la de Rande, los usuarios’. «La actuación -decía en su información el periódico gallego- tendrá un resultado similar al conseguido en el recrecimiento del puente de Rande, tres carriles por sentido, pero con una diferencia sustancial en la resolución del proyecto: la del paso sobre el río Guadalquivir la pagarán las arcas del Estado, y las de la infraestructura que une las dos orillas de la ría de Vigo la tendrán que sufragar todos los usuarios de la AP-9 durante veinte años y a razón de una subida del 1 % cada ejercicio en las tarifas de todos los tramos de la autopista gallega.

El coste de ambas obras también es bastante parejo, 106,56 millones de euros en el caso del puente del Centenario (realmente, unos 84 millones si se tienen en cuenta los trabajos previos y complementarios), y 138,16 millones los que al final sumó la factura de la ampliación del puente vigués, pero que se había presupuestado en un principio en 93,7 millones de euros. El puente de la capital andaluza, eso sí, se encuentra en medio de la autovía de circunvalación SE-30, gratuita en su uso, mientras que Rande forma parte de la autopista de pago AP-9, aunque su uso para el tráfico local entre Vigo y O Morrazo es gratuito para el usuario pero su peaje es abonado cada año por el Ministerio de Transportes.

Así se ejecutó la sustitución de los tirantes del puente de Rande, en la ría de Vigo (Galicia)

La obra de la ampliación sevillana -proseguía La Voz de Galicia- seguirá el mismo patrón que el de la llevada a cabo entre Redondela y Moaña, se efectuará sin cerrar el puente al tráfico, aplicando además en el proyecto diferentes soluciones adoptadas en el caso de Rande y que motivó el viaje de ingenieros a Vigo para preparar el diseño de recrecimiento del paso sobre el Guadalquivir, que cuenta con una intensidad media diaria de más de 100.000 vehículos, frente a los 77.000 que llegó a marcar como récord la infraestructura más emblemática de la AP-9. Los dos nuevos carriles inaugurados el penúltimo día del 2018 pueden estirar la capacidad máxima del paso vigués hasta los 95.000 vehículos al día.

Mientras en el caso de Rande la ampliación se basó en un inédito método de construcción para ganar un carril por cada lado del puente original, en Sevilla el nuevo espacio se conseguirá sacando al exterior el anclaje de los tirantes y aumentando los pilares de la infraestructura,algo que se llegó a barajar también en Vigo y que originó un debate entre constructoras, concesionaria y ministerio que retrasó el inicio de la obra. En Sevilla el puente pasará de cinco a seis carriles y la obra ha obligado a mejorar un enlace alternativo para absorber parte del tráfico que deje de utilizar la autovía durante los trabajos, realización que tuvo un coste de otros 11,7 millones de euros.

José Blanco, ministro de Fomento que firmó en el 2011 el acuerdo de ampliación de Rande, planteó incluir una cláusula por la que el Ministerio se haría cargo del montante que restase si remitía la crisis económica que atravesaba España. Según ha hecho constar él mismo, dicha posibilidad fue descartada al obligar a contabilizar esa partida en el déficit público, por lo que se rechazó para no favorecer la intervención económica del país».

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