La parroquia de San Jacinto miente al afirmar que lleva muchos años manteniendo los cuidados necesarios del ficus

Un informe de Parques y Jardines del 16-II-2022 denuncia la sistemática falta de conservación por parte de la Iglesia

La Comunidad Parroquial de San Jacinto ha emitido un comunicado, recogido por la agencia Europa Press, en el que responde a quienes creen que no se ha preocupado por el ficus centenario afirmando que lleva haciéndolo muchos años. Esta afirmación contrasta con un informe emitido el pasado 16 de febrero, a petición de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, por el Servicio municipal de Parques y Jardines, en el que denunció la tradicional despreocupación de la Iglesia por el árbol.

La comunidad parroquial de San Jacinto ha señalado este miércoles ( 17 agosto 2022) en un comunicado que «nadie más que los miembros de esta comunidad –conformada por el párroco, grupos parroquiales, catequistas y grupos de fe, entre otros– sentirán la desaparición» del ficus centenario ubicado en el recinto de la iglesia, al tiempo que ha defendido la tala de este ejemplar que «a todas luces, se ha convertido -asevera- en un cáncer que crece de forma desmesurada en el lugar menos adecuado, aunque algunos sigan pensando que es como un bonsái que podemos manejar a nuestro antojo con el cuidado necesario».

En la nota publicada en las redes sociales de la parroquia consultadas por Europa Press, el Consejo Parroquial recuerda a los que «creen que ha habido despreocupación por parte de la propiedad» que ésta lleva «muchos años intentando buscar distintas soluciones a esta realidad». «Nadie, ni técnicos ni profanos sensibles y amantes de la naturaleza, pueden asegurar que, a pesar de mantener los cuidados necesarios, este árbol no vaya a seguir creciendo en profundidad por su enraizamiento y que pueda seguir desprendiendo ramas que puedan ocasionar nuevas desgracias personales como las ya ocasionadas, o incluso peores».

Operarios podando el ficus antes de su tala definitiva

Sin embargo, en un informe emitido el pasado 16 de febrero, a petición de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, por el Servicio municipal de Parques y Jardines puede leerse, entre otras cosas, lo siguiente:

El informe elevado por el Servicio de Parques y Jardines a la Comisión Provincial de Patrimonio no deja lugar a dudas:

-La parroquia de San Jacinto no ha cuidado el árbol en absoluto -ni inspecciones de riesgo ni podas de mantenimiento, entre otras medidas-, lo que ha provocado al menos un desprendimiento de ramas cada año desde 2010 (con la consecuencia incluso de personas heridas) y, por no colocar barreras antirraíces, la expansión de las raíces bajo la superficie del templo. En vez de reaccionar cuidando el árbol para evitar males mayores, la parroquia ha utilizado cada desprendimiento de ramas como medida de presión ante el Ayuntamiento para exigir la tala del centenario ejemplar.

-El peligro potencial para las personas, ese supuesto cáncer en que según la parroquia se ha convertido el ficus, deriva de la falta de supervisión y control técnico especializado, que el cura y su comunidad no quieren costear. Para ellos es más barato gastar 7.000 ó 10.000 euros (¿de dónde sacan el dinero si dicen que no tienen un euro y son unos pobrecitos) en talar el ficus

y otra cantidad indeterminada en pagar los informes técnicos a medida para justificar la tala ante el Ayuntamiento.

Una activista, subida al ficus para tratar de evitar su tala

Y, sin embargo, expertos en arboricultura, como Ricardo Librero y la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza, que son los especialistas a los que habría que recurrir -y no sólo a arquitectos que no entienden de árboles-, sostienen que aún sería posible preservar tanto el ficus como el templo con la adopción de las medidas adecuadas. Es más, se han ofrecido gratuitamente a realizar un dictamen, pero, sencillamente, a la comunidad parroquial no le interesa y lo ha rechazado, porque su único interés es cargarse el árbol, primero por omisión (años y años sin cuidado alguno) y ahora, por acción: pagar -para eso sí tiene dinero- la tala, rechazada por ya más de 50.000 trianeros y sevillanos https://www.manueljesusflorencio.com/2022/07/casi-50-000-personas-han-firmado-ya-contra-la-tala-del-ficus-de-san-jacinto/. Y es que aplica el castellano refrán de «muerto el perro (ficus), se acabó la rabia (que siga quedando en evidencia por su desprecio absoluto a los árboles)».

Antigua imagen de la parroquia con la jacaranda, la palmera y el ficus, que pronto pasará a la historia

Y hay que hablar de árboles en plural porque en estos años ha logrado que se perdieran o que desaparecieran árboles como la palmera y la jacaranda que escoltaban al ficus y daban un impresionante aspecto de frondosidad a la parroquia. Cuando no quede ni un solo árbol entonces, para el cura, su orden religiosa y la comunidad parroquial, el templo, en su mentalidad, por fin lucirá «en todo su esplendor».

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