Antonio Muñoz elevó en un 2,14% la deuda municipal en su primer semestre como alcalde

Los números rojos del Ayuntamiento de Sevilla ascienden ahora a 238 millones

Monteseirín batió el récord, con 522 millones de euros en el año 2009

La deuda del Ayuntamiento de Sevilla creció en un 2,14% durante los seis primeros meses del mandato de Antonio Muñoz como alcalde (enero-junio 2022), según los datos recopilados por el Banco de España conforme al Protocolo de Déficit Excesivo en las ciudades con una población superior a los 300.000 habitantes.

Antonio Muñoz tomó posesión como alcalde de la capital de Andalucía el 3 de enero de 2022, recién finalizado el ejercicio de 2021 y tras la dimisión de Juan Espadas para dedicarse de lleno a la Secretaría General del PSOE andaluz y a su labor como líder de la Oposición al presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno.

Espadas llegó a la Alcaldía a mitad de 2015, ejercicio que terminó con una deuda municipal de 394 millones de euros, más imputable al cuatrienio de Juan Ignacio Zoido (PP) como alcalde que a un Espadas al que prácticamente sólo le dio tiempo en aquel año a aterrizar y a preparar los Presupuestos para el siguiente.

En los seis años que ha estado como alcalde, Espadas ha reducido la deuda del Consistorio en 161 millones de euros, ya que aquélla pasó de los citados 394 millones de euros en 2015 a 233 millones (-41%) al acabar 2021, cuando cedió el bastón de mando a su correligionario Antonio Muñoz.

La deuda del Ayuntamiento hispalense ha vuelto a crecer durante los seis primeros meses de Antonio Muñoz al frente de los destinos de la ciudad, ya que ha pasado de 233 a 238 millones de euros (+2,14%). Se trata de un ligero repunte, pero es un incremento al fin y al cabo.

Alfredo Sánchez Monteseirín ostenta el récord del alcalde que más ha elevado la deuda municipal

En la serie histórica reciente, que abarca veinte años, el récord de deuda lo ostenta Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), el cual la elevó a 522 millones de euros en el año 2009, pese a que en el precedente ya había estallado la burbuja inmobiliaria y se desató como consecuencia la denominada crisis financiera de 2008.

Desde entonces, sus sucesores, a base de recorte de gastos, han logrado reducirla en casi un 54,50%.

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