Cumple la principal condición de espacio desocupado señalada por el alcalde
El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha confirmado en el Pleno municipal celebrado este jueves (17 de noviembre de 2022) que la alternativa al parque del Guadaíra para que se concentren los aficionados del Betis antes de los partidos de fútbol en el estadio Benito Villamarín será un espacio desocupado del entorno. El que reúne esa condición es el gran solar que ocuparon las caracolas universitarias (las denominadas casitas suecas, montadas para alojamientos durante la Expo-92), sito en la confluencia de las avenidas de Holanda e Italia, en el barrio de Los Bermejales, frente a la ciudad deportiva del club verdiblanco.
El portavoz de Adelante Sevilla (IU-Podemos), Daniel González Rojas, reclamó en el Pleno al alcalde que los equipos sevillanos, tanto Betis como Sevilla, se «involucren» en la búsqueda de soluciones y «conciencien» a los aficionados de cara a partidos como los derbis, en los que las concentraciones son multitudinarias.
La última, la del 6 de noviembre con motivo del Betis-Sevilla en el Villamarín, duró cerca de cinco horas, con miles de personas bebiendo y usando material pirotécnico dentro del parque. Lipasam llegó a retirar 18.000 kilos de basura. Los defensores del Pueblo de España y Andalucía ya han admitido a trámite la queja presentada por la Asociación Parque Vivo del Guadaíra, a la que han comunicado la solicitud de informes a la Policía y al Ayuntamiento.
El alcalde ha señalado que el espacio que se está estudiando acotar no sería «ni en el parque ni en las calles» en torno al recinto verde. Ha mostrado su confianza en que «cuando vuelva la Liga podamos tener una solución». Antonio Muñoz también ha señalado que los equipos «tienen que ser parte de la solución». El 31 de diciembre ya está previsto un partido del Betis en su estadio.
González Rojas ha reconocido que le «suena bien» aprovechar el parón liguero con motivo del Mundial de Qatar para encontrar una alternativa. Igualmente, ha reconocido que las macro botellonas no pueden solucionarse «de un día para otro», ni tampoco destinando un operario de Lipasam o un agente de la Policía por cada persona que acude a los estadios. No obstante, ha reclamado a los clubes «campañas» con las que concienciar a los aficionados de que «el alcohol poco tiene que ver con el deporte».
LA ALTERNATIVA
El gobierno local ha estado incumpliendo de manera flagrante la denominada ley Antibotellón, oficialmente conocida como ley 7/2006, de 24 de octubre, del Parlamento de Andalucía, sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos en los municipios de Andalucía.
A los efectos de dicha Ley, se entiende por actividad de ocio toda distracción que consista en la permanencia y concentración de personas en espacios abiertos del término municipal, que se reúnan para mantener relaciones sociales entre ellas, mediante el consumo de bebidas de cualquier tipo. Se entenderá por espacio abierto toda vía pública, zona o área al aire libre del correspondiente término municipal de dominio público o patrimonial de las Administraciones Públicas (artículo 1).
Ahora bien, corresponderá a los municipios: a) Establecer las zonas del término municipal, en los espacios abiertos definidos en el artículo 1.3, en las que pueden desarrollarse actividades de ocio, así como las condiciones que hayan de cumplir para garantizar el normal desenvolvimiento de la convivencia ciudadana (artículo 4).
Por tanto, está prohibido beber al aire libre salvo en los sitios (popularmente denominados botellódromos) marcados por el Ayuntamiento a tal efecto.
El gobierno local no ha designado botellódromo alguno hasta ahora, por lo que tenía que haber aplicado la ley antibotellón a los aficionados del Betis concentrados en los alrededores del estadio, ya fuera el parque del Guadaíra o las calles de Heliópolis, pero jamás ha osado sancionar a nadie en el entorno bético. Sólo tras las continuas denuncias de los vecinos, especialmente de la asociación Parque Vivo del Guadaíra, anuncia ahora la designación de un botellódromo en los alrededores, botellódromo que ha de cumplir las siguientes condiciones:
1.-Estar desocupado.
2.-No formar parte de ninguna calle.
3.-No estar dentro del parque del Guadaíra.
Y el espacio que cumple esas tres condiciones en el entorno del campo del Betis es el gran solar desocupado hace años por las caracolas universitarias (las casitas suecas) en la confluencia de las avenidas de Holanda e Italia, frente a la ciudad deportiva verdiblanca en el barrio de Los Bermejales, calificado en el Plan General de Ordenación Urbana como dotacional (para equipamientos y servicios públicos) y no residencial.
Justamente el gobierno de Juan Espadas, del que Antonio Muñoz formó parte como delegado de Urbanismo (Hábitat Urbano), pensó en este espacio para ubicar el depósito municipal de la grúa tras la rebelión vecinal en Jardines de Hércules, aunque finalmente se impuso la opción de un polígono industrial en las afueras.
Este gran solar se encuentra casi frente por frente de la residencia para personas mayores de Fundomar y si es designado como botellódromo podría acabar con tal función de forma habitual y no sólo para los partidos del Betis.
El solar es lo suficientemente amplio como para acoger a un gran número de aficionados futbolísticos y de hecho fue habilitado en el año 2019 como ‘fan zone’ para los hinchas del F.C. Barcelona con motivo de la final de la Copa del Rey que enfrentó al equipo culé con el Valencia.
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