Minas de Aguas Teñidas (Matsa) planea dos balsas de 400.000 m3 cada una en su complejo minero

El proyecto afectaría a los términos municipales de Cortegana, Almonaster y El Cerro de Andévalo

La empresa Minas de Aguas Teñidas (Matsa) ha solicitado ante los ayuntamientos de Cortegana, Almonaster la Real y El Cerro de Andévalo (provincia de Huelva) informes de compatibilidad urbanísticas de parcelas rústicas para la construcción de dos nuevas balsas de almacenamiento de agua de proceso en su complejo minero de la sierra onubense.

Minas de Aguas Teñidas (Matsa) está ubicada en el término municipal de Almonaster la Real, en Huelva, al norte de la Faja Pirítica Ibérica. Se trata de un distrito minero de más de 250 kilómetros de longitud, en el que se encuentran evidencias de esta actividad desde la Edad del Cobre, hace unos 4.500 años. Matsa es titular de las concesiones de explotación Aguas Teñidas-Herreritos, Cueva de la Mora y Sotiel en la provincia de Huelva, así como de numerosos Permisos de Investigación, repartidos entre Huelva, Sevilla, Extremadura y Portugal. Inició su actividad en 2007 cuando se otorgaron los primeros permisos de construcción; comenzó en 2009 la producción comercial, la cual continúa en la actualidad.

Las aguas de precipitación de su explotación minera en Almonaster la Real, cuando entran en contacto con el material depositado en la Escombrera 6, necesitan ser almacenadas para su posterior tratamiento, ya que dada su composición son potencialmente generadoras de lixiviados ácidos. Lo mismo sucede con las aguas de precipitación que se ponen en contacto con la pasta del Depósito de Pasta Seca (DPS), además de las propias aguas de proceso que exudan de la pasta en esta instalación.

AI estar las dos instalaciones muy próximas, el conjunto de todas estas aguas que hasta ahora era gestionado a través del DPS, puesto que dada sus características y equipamiento era factible emplearlo como un punto de almacenamiento y bombeo para garantizar su correcto tratamiento en la PTA2.

Según la compañía, por el futuro avance de los proyectos es necesario incrementar la capacidad de regulación de aguas del sistema dotando al complejo minero de nueva infraestructura de acumulación de agua que, teniendo en cuenta los balances actuales y las previsiones de ampliación próximas, se estiman en volúmenes entre 800.000 m3 a un millón de m3.

Dada la distribución de las instalaciones y la experiencia en el tratamiento de las aguas, se ha optado por la opción de distribuir dicho volumen en dos instalaciones en Iugar de una única, porque ofrece mayor versatilidad y funcionalidad al sistema.

Por otro Iado, con este incremento de la capacidad de regulación de aguas del sistema se responde también al objetivo de minimizar al máximo posible los vertidos, así como reducir al mínimo el consumo de aguas de fuentes externas. Con las dos nuevas balsas se aliviaría la capacidad de almacenamiento tanto hacia el norte como al sur de las instalaciones, si bien se requiere, por una parte, aumentar la capacidad de bombeo desde el DPS y aumentar la capacidad de regulación de estos caudales antes de su tratamiento en la PTA2, desde donde se distribuye de nuevo a los diferentes puntos de uso de la explotación, cerrando así el ciclo, reduciendo costes operativos y sumando a la sostenibilidad de las instalaciones.

Por ello Matsa está promoviendo el proyecto de dos balsas (Norte y Sur) para aguas de proceso y de contacto en sus instalaciones, con capacidad de 400.000 m3 cada una, que permitan complementar el sistema de regulación actual de las aguas.

Ubicación de las dos nuevas balsas, la Norte y la Sur, que se unirían a la existente

Las actuaciones incluyen la ejecución de ambas balsas denominadas Balsa Norte y Balsa Sur, la red de impulsión que comunicará el depósito de pasta seca (DPS) con las balsas a ejecutar, así como con la balsa BA-201 existente y la planta de tratamiento de las aguas de proceso PTA2, y finalmente, los caminos de acceso a la balsa Norte. La balsa Sur no requiere camino alguno, por emplazarse junto a uno ya existente.

Se trata de dos balsas capaces de almacenar cada una de ellas 400.000 m3, aproximadamente, cerradas por diques de materiales sueltos procedentes de la propia excavación e impermeabilizadas con geotextil de polietileno de alta densidad (PEAD) de 1,5 mm. Los diques de ambas balsas se han proyectado con taludes 2,5H: 1V para el espaldón exterior y 2,0H: 1V, para el interior, y 6 metros de anchura de coronación.

Las profundidades de excavación previstas son diferentes en ambas balsas debido a la muy diferente topografía de los emplazamientos. Así, en la balsa Norte, la profundidad es variable, entre 2 y 15 metros, mientras que en la balsa Sur es mucho más homogénea, manteniéndose en torno a los 5 metros. Las áreas de ocupación y transformación de las nuevas actuaciones objeto de este Plan de Restauración, son:

  • Balsa norte: 5,74 ha
    • Balsa sur: 7,31 ha

Las balsas proyectadas permiten recuperar el agua que se acumula en el depósito de pasta seca (DPS), donde se depositan los estériles provenientes del espesador de cono profundo de la planta de tratamiento del mineral.

El agua que se almacena en el DPS proviene tanto del proceso de tratamiento del mineral, como de las aportaciones por aguas de lluvia en la zona del emplazamiento.

Actualmente el agua recuperada del DPS se bombea a la Balsa BA-201 existente (Ver plano adjunto), la cual está conectada con la planta de tratamiento de agua (PTA2) que permite que sea reutilizada de nuevo en los procesos de la explotación.

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