Temen que en la explanada que fue calificada como zona verde se erija ahora un complejo comercial como el Nervión Plaza

El anuncio de que el Real Betis Balompié va a realizar un concurso internacional para finalizar su estadio tiene mucha letra pequeña, «ya que esconde la vergonzosa cesión de terrenos municipales (y sus plusvalías), y una alta edificabilidad destinada a nuevos usos terciarios que van a colapsar aun más unos barrios que ya sufren síntomas de congestión», expresan fuentes de la asociación Parque Vivo del Guadaira, vinculada a Heliópolis.

Según la recapitulación realizada desde la asociación, en el año 2003 el Ayuntamiento presidido por Alfredo Sánchez Monteseirín firmó un convenio con el Real Betis Balompié por el que la ciudad cede al club 8.300 metros cuadrados de espacio, calificado entonces de zona verde, para la construcción de un centro comercial, usos terciarios y miles de plazas de aparcamiento subterráneo.

La contraprestación es -afirma- «de risa»: la construcción de una plaza pública de 3.000 m2 y una superficie construida de uso municipal con un uso por definir de 2.500 m2 . Todo se vende con dos argumentos: el supuesto interés público de finalizar el estadio y la falta de equipamientos públicos y privados en la zona, carente de centralidad.

Para desarrollar este proyecto, que contó desde el principio con la oposición vecinal (fue la alegación más apoyada al Plan General de Ordenación Urbana de 2006, donde se materializa la propuesta), en el año 2007 sale a información pública el Estudio de Detalle que desarrolla el proyecto y que estima las plusvalías obtenidas por el club entonces en 60 millones de euros. Sin embargo, el Estudio de Detalle no llegó a aprobarse, por la crisis económica e inmobiliaria y por la que vivió el club tras la salida de Lopera de la Presidencia.

Recurrentemente se anuncia que el proyecto se va a poner en marcha. En el año 2016, con una torre y un edificio en la explanada con 39.000 m2 de edificabilidad y con una rentabilidad de 90 millones de euros para el club, justificándose la operación -entre otros argumentos- por la necesidad de poner en uso una explanada abandonada, justificación que merece por parte de vecinos de Heliópolis el calificativo de «cínica».

Ahora la operación se relanza, y en la imagen que se ha hecho pública no se presenta una torre sino un edificio anejo a la grada de preferencia, en la explanada y antigua zona verde, repitiendo a juicio de las fuentes citadas «el modelo desafortunado del Nervión Plaza, sin que trascienda a la opinión pública los datos de la operación: edificabilidad, plusvalías y compensación del club a la ciudad».

Esto, para vecinos del barrio contiguo al estadio, «es un ejemplo de libro de pelotazo urbanístico en el que el interés público es lo último que se tiene en cuenta». Y añaden: «estaremos en frente».

La asociación Parque Vivo del Guadaira ya se está planteando acciones como trasladar a los otros grupos políticos su preocupación por este asunto; dirigir un escrito al alcalde y ex delegado de Urbanismo, Antonio Muñoz, para manifestarle su inquietud y demandarle transparencia y participación pública; y reclamar un nuevo convenio que contenga una relación proporcionada, en el que prime el interés público y que evite el impacto sobre el tráfico y los barrios del entorno.

• Más información sobre el tema en el informe ‘El efecto mariposa’: https://www.manueljesusflorencio.com/2021/12/el-efecto-mariposa/

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