La guerra de los metales raros declarada por China realza el valor estratégico de la Faja Pirítica

Pekín impone severas restricciones a la exportación de galio y germanio, claves para los microchips y la defensa

El Gobierno chino ha anunciado que a partir del 1 de agosto de 2023 las exportaciones de galio y germanio, así como de más de una docena de sus derivados, requerirán de un permiso especial y que en caso de incumplimiento de esta orden el infractor incurrirá en un delito. Estos dos metales, de los que China es el principal productor mundial, son esenciales para, entre otros, la fabricación de microchips y el sector de la defensa. La Junta de Andalucía presentó ante la Unión Europea un proyecto de explotación de minerales en la Faja Pirítica que incluye estos dos metales raros y el Igme ha valorado en 2.300 millones de euros el contenido de los residuos mineros depositados en antiguas escombreras y balsas.

China produce el 95% del galio y el 67% del germanio, dos metales raros que son esenciales para la fabricación de microchips (presentes ya prácticamente en cualquier objeto tecnológicamente avanzado) y en la industria militar. El galio, por ejemplo, tiene la rara particularidad de que si se toca con las manos, sólo con la temperatura de nuestro cuerpo pasa del estado sólido al líquido. Asimismo tiene la capacidad de transformar el dióxido de carbono en oxígeno, una cualidad vital para la lucha contra el cambio climático.

Un trozo de galio

El director del Instituto Global de Políticas Públicas, con sede en Berlín, Thorsten Benner, ha reaccionado al anuncio afirmando que es «un recordatorio muy útil sobre la urgencia de eliminar los riesgos de la dependencia de China en materia de recursos clave, aunque ello suponga incurrir en mayores costes o en iniciativas impopulares de minería o de refinado en nuestros territorios nacionales», en clara alusión a los países pertenecientes a la Unión Europea.

El anuncio de Pekín y la reconocida dependencia europea de sus metales y tierras raros realzan el valor estratégico de la Faja Pirítica y de una iniciativa de la Junta de Andalucía ante la Comisión Europea.

El Gobierno andaluz impulsa un proyecto tractor valorado en 3.100 millones de euros para que los sectores de la minería metálica y metalurgia en Andalucía opten a fondos procedentes del Next Generation de la Unión Europea. Esta gran actuación, que se localiza en la Faja Pirítica Ibérica, entre las provincias de Sevilla y Huelva, aglutina a una veintena de inversiones industriales y de infraestructuras lideradas por las seis principales empresas que operan en este segmento industrial. El aprovechamiento sostenible de minerales metálicos y en el uso de fuentes de energía limpias son los principales ejes articuladores de la iniciativa, cuya puesta en marcha lleva asociada la generación de 6.800 empleos estimados.

La mayoría de las actuaciones identificadas en este macroproyecto se encuentran en fases avanzadas de tramitación administrativa, lo que permitirá su implementación a corto plazo. Se trata de un empuje público que puede ser determinante para la materialización de dichas inversiones en dos ámbitos que constituyen un motor de dinamización y crecimiento de la industria andaluza y sus empresas tractoras y que pueden ser claves para la reactivación económica de Andalucía tras la pandemia.

Mapa de la Faja Pirítica Ibérica con sus depósitos de minerales

Las iniciativas propuestas plantean acciones para la producción, transformación y recuperación de metales que forman parte del grupo de materias primas fundamentales configurado por la Comisión Europea. En este enclave minero andaluz existen yacimientos de sulfuros masivos que se explotan para recuperar cobre, zinc, plomo, plata y oro y también se localizan mineralizaciones de cobalto y otras de galio, indio y germanio.

Todos estos elementos están incluidos en esta lista de minerales y materias primas esenciales para que Europa lidere la transición económica y digital. La pandemia ha puesto de manifiesto los riesgos asociados a la interrupción de las cadenas de suministro internacionales y, para hacer frente a esos retos, Europa considera necesario aumentar su autonomía estratégica para la provisión de recursos a la industria, ya que en la actualidad importa de países terceros la mayoría de esos metales y materias primas críticos que requiere su actividad económica.

De hecho, gran parte de los minerales de la Faja Pirítica Ibérica son la base para la fabricación de equipos eléctricos y electrónicos para móviles, equipos informáticos, baterías de almacenamiento de electricidad, paneles solares o equipamiento para vehículos eléctricos.

Entre las medidas propuestas destacan la recuperación de metales críticos como el cobalto, el indio y el zinc contenido en materiales primarios y secundarios; la obtención de metales preciosos de minerales, y la recuperación del concentrado de paladio y platino. También se incluye la actividad extractiva y de tratamiento in situ para la producción de metales refinados o productos de alto valor añadido como el cobre, zinc, plomo, oro y plata, así como iniciativas de desarrollo tecnológico en procesos de concentración de mineral.

LOS RESIDUOS MINEROS

Asimismo, un reciente informe del Instituto Geológico y Minero de España (Igme), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y titulado ‘Potencial de valorización de materias primas críticas a partir de residuos mineros españoles: una evaluación preliminar a escala nacional’, estima en 2.300 millones de euros el valor potencial de los residuos mineros depositados en escombreras y en balsas de la Cuenca Minera onubense, especialmente en los históricos complejos de Riotinto y de Tharsis.

 Los residuos de la mina de Riotinto podrían generar más de 1.600 millones de euros, mientras que en el caso de Tharsis la cifra superaría los 720 millones.

Balsas de residuos mineros de Riotinto

El mayor valor potencial en Riotinto lo generaría la presencia de talio (Tl), seguido de la plata (Ag) y el escandio (Sc). En el caso de Tharsis, los mayores valores potenciales también son generados por el talio y el escandio.

El informe deja claro que estas cantidades “son estimaciones aproximadas, meramente indicativas, basadas en el volumen de desechos de la mina, las concentraciones de metales y los precios de mercado actuales de cada uno de los metales”.

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