Quince empresas se presentan al concurso de Emasesa para tratar agua del estuario del Guadalquivir que pueda beber Sevilla si persiste la sequía

El menor plazo de redacción del proyecto, previo a su ejecución, supera los cinco meses

El concurso convocado por Emasesa de asistencia técnica para la redacción de un estudio de soluciones y anteproyecto para instalar un sistema de tratamiento avanzado de aguas con membrana en la estación del Carambolo, más un proyecto constructivo de un sistema de captación y bombeo de agua del estuario del Guadalquivir, ha despertado el interés de quince empresas o consultoras de ingeniería. Sólo ocho de ellas han rebajado el plazo límite de entrega del proyecto, fijado por Emasesa en 24 semanas, hasta dos semanas menos, por lo que en el mejor de los casos no estaría listo hasta el mes de enero de 2024. Mientras, a fecha 24 de julio de 2023, los pantanos que abastecen a Sevilla capital almacenan 229,35 hm3 y se hallan, pues, al 35,7% de su capacidad.

Como ya publicamos en su día, la empresa metropolitana de aguas de Sevilla (Emasesa) ha destinado una partida de 100.000 euros para sacar a concurso público un contrato de asistencia técnica a la redacción de un estudio de soluciones y anteproyecto para, por una parte, instalar un sistema de tratamiento avanzado de aguas con membranas en la estación de tratamiento de agua potable del Carambolo y, por otra, la redacción de un proyecto constructivo de un sistema de captación y bombeo de agua del estuario del Guadalquivir.

Se trata, pues, de los primeros pasos para tratar de paliar los efectos de la dura sequía y del continuo descenso del nivel de los embalses que abastecen a Sevilla y su área metropolitana bombeando agua salobre desde el estuario del río y luego filtrarla con membranas especiales para eliminar la salinidad en la estación del Carambolo, que Emasesa tiene en la cornisa del Aljarafe.

Situación de los embalses que abastecen a Sevilla capital a 24 de julio de 2023

Esta alternativa ya la avanzó a principios del mes de mayo (2023) el consejero delegado en funciones de la empresa, Jaime Palop. En declaraciones a la cadena SER, Palop pidió la ayuda de las Administraciones Públicas para anticiparse a las consecuencias de una sequía que podría prolongarse seis años.

Esa anticipación consistiría, según dijo, en desalar las aguas del Guadalquivir en su tramo final, entre Alcalá del Río y Sanlúcar de Barrameda, donde se mezcla el agua dulce con la salada.

La solución, según Palop, pasa por tecnología punta, de filtración por membrana, un sistema «caro y dificultoso» que Emasesa por sí sola no puede asumir. Estas obras deberían comenzar en el próximo mes de enero de 2024 si no ha llovido lo suficiente durante lo que queda del año. Son obras que tardarían en hacerse nueve meses. El procedimiento es «hacer potable el agua del estuario quitándole la sal y las impurezas; es un viejo proyecto -aseveró- que ahora se puede hacer realidad. El agua limpia estaría en condiciones inmejorables para beber».

Se han presentado quince empresas al concurso convocado por Emasesa, con las siguientes ofertas económicas y de plazo de ejecución, a partir de una referencia de 100.000 euros y de un plazo máximo de ejecución de 24 meses:

La Mesa de Contratación de Emasesa ha calificado como incursas en presunción de temeridad las ofertas presentadas por Idom Consulting, Geser Ingenieros y la UTE Irtene-Guadalgua, por lo que se les hará un requerimiento para que las justifiquen debidamente.

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