Preocupa el riesgo que puntales anclados al suelo y a las aceras entrañarían para invidentes, ancianos y niños
El proyecto de sustentación de las grandes ramas de los ficus de las plazas Cristo de Burgos, Museo y Encarnación mediante puntales metálicos a modo de muletas clavados en el terreno , aceras incluidas en algunos casos, se ha convertido en un ‘boomerang’ de ida y vuelta para la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente (GUMA) del Ayuntamiento de Sevilla, que se encargó en la primavera de 2022 de presentarlo para su evaluación ante la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.
El gobierno local, presidido entonces por el socialista Antonio Muñoz, difundió a principios de junio de 2022 , poco antes de que estallara la polémica por la tala finalmente no consumada de forma íntegra del ficus de San Jacinto, que había elaborado una propuesta para «conservar de forma óptima y bajo unos parámetros de riesgo tolerables» hasta siete ficus «monumentales» ubicados en la Encarnación (uno), la plaza Cristo de Burgos (cuatro) y el Museo (dos).
Este proyecto, redactado tras el diagnóstico realizado por la empresa especializada Tecnigral en coordinación con los técnicos del Servicio municipal de Parques y Jardines, había sido elevado a la Comisión de Patrimonio, que, según el Consistorio, «había requerido información adicional».
Conversión de las raíces aéreas de un ficus de la plaza del Museo en puntales naturales
Fuentes municipales explicaron a Europa Press que, aunque cada árbol tendría un «tratamiento diferenciado en función de sus características y riesgos», las tareas que se preveían incluirían, en primer lugar, una revisión en la base y en altura de «todos los puntos críticos de la estructura del ejemplar» cada cuatro meses. Se «consolidaría también la medida ya ensayada de convertir las raíces «aéreas» de los ficus en «puntales naturales» para «estabilizar su estructura, que tan rápido crece». Para ello se utilizaría fibra de coco y tutores para apuntalar esas raíces y se «regarían una vez por semana hasta que penetraran en el suelo y se consiguiera su afianzamiento».
Los técnicos realizaríann podas «leves» de reducción de «puntos concretos» e instalarían «testigos de medición para comprobar cualquier cambio en la geometría estructural de los ejes principales».
Ficus de la plaza Cristo de Burgos
Igualmente, la intervención que planteaba el equipo socialista en los ficus de las plazas de la Encarnación, El Museo y Cristo de Burgos recogía una propuesta de sustentación, que se probaría en primer lugar en el ficus de la Encarnación, sobre la que, según el gobierno local, la Comisión de Patrimonio había pedido más información.
Ese sistema de sustentación tendría tres niveles de actuación.
El primero se centraría en la «estabilización de los ejes principales»: A unos siete u ocho metros de altura» se afianzaría la estructura principal del ejemplar «implicando a todos los ejes a realizar esfuerzos solidarios y más o menos uniformes», para así descargar de tensión la zona del cuello y las raíces.
En segundo lugar, se colocaría un cable de sustentación en la punta, para «evitar sobrecargas y movimientos indeseados, a la vez que sujetaría la zona terminal de la rama en caso de fractura». Otro cable se instalaría en la base de la rama sustentada «con la única finalidad de intentar evitar que se cayese al suelo en caso de fractura».
En tercer lugar, se instalarían apoyos «terrestres a modo de puntal o muleta». Así «se proporcionaría el apoyo y ayuda precisa al eje principal, pero sin inmovilizarlo, con el fin de que siguiera notando los estímulos necesarios para continuar creando madera de compensación y corregir los defectos que manifestaba sin necesidad de implicar otras partes del árbol».
Por último, los ficus recibirían un riego extra en épocas de calor «extremo y sequía» y se «mejoraría» la calidad del sustrato mediante aporte de mulch orgánico envejecido y con la enmienda de elementos nutricionales que enriquecieran la tierra».
Según la información, mientras el proyecto recibía el visto bueno de la Junta de Andalucía, Parques y Jardines haría «labores continuas de seguimiento de todos los ejemplares».
DE COMISIÓN A COMISIÓN
Así pues, el gobierno local socialista proyectó la imagen de que el proyecto estaba pendiente del pronunciamiento de la Comisión Provincial de Patrimonio, dependiente de la Junta de Andalucía, en manos del Partido Popular. No dijo, sin embargo, que ya antes, concretamente en su sesión del 25 de mayo de 2022, dicho organismo había acordado que se retirara la propuesta al no proceder su examen en su seno, sino en el de la Comisión Local de Patrimonio, dependiente del propio Ayuntamiento, por lo que dictaminó que se devolviera a la Gerencia de Urbanismo, a través de la cual le había llegado.
El proyecto tuvo entrada de forma urgente en la Comisión Local el día 30 de mayo de 2022, cinco días después de que lo devolviera la Comisión Provincial. La Local tomó conocimiento del asunto y le pidió al Servicio de Parques y Jardines que aportara documentación complementaria, pero ya no entró en ningún orden del día de reuniones posteriores a lo largo del año pasado. Pese a esta sucesión de acontecimientos, el gobierno de Muñoz dejó en el aire la idea de que si no se había podido hacer nada en los ficus era por la espera del pronunciamiento de la Junta de Andalucía.
Según hemos podido saber, el proyecto de las muletas bajo las ramas de los grandes ficus fue duramente criticado por la Comisión Local de Patrimonio pese a estar adscrita al Ayuntamiento, sobre todo porque la idea inicial era clavar los puntales metálicos en enormes cubos de cemento que se colocarían bajo la copa y, parte de los mismos, en las aceras.
El proyecto de las muletas se iba a ensayar en el ficus de la Encarnación, condenado al apeo después del reciente desgajamiento de una de sus ramas principales
Hasta el pasado 14 de octubre de este 2023, es decir casi año y medio después de la sesión del 30 de mayo de 2022, no ha vuelto a pasar el proyecto por la Comisión Local de Patrimonio. Conforme al típico lenguaje administrativo, en el acta puede leerse: «se presenta una propuesta a efecto de su toma de conocimiento para definir el diseño, materiales, dimensiones y emplazamiento de los elementos de estabilización y soporte en la sustentación de los ficus de las plazas Cristo de Burgos, Encarnación y Museo, así como la afección de los mismos a los recorridos peatonales existentes».
La variación más importante introducida por la Gerencia de Urbanismo respecto de la idea inicial ha consistido en soterrar los enormes cubos de cemento sobre los que irían clavadas las muletas metálicas de forma que no sobresalieran del nivel de las aceras. El impacto visual sería menor, pero en el seno de la Comisión preocupó el riesgo que pudieran correr las personas invidentes frente a estos puntales clavados en el suelo, así como para los niños con sus juegos y personas mayores sin los reflejos de los más jóvenes.
Finalmente, la Comisión Local se limitó a «tomar conocimiento» del proyecto sin pronunciarse sobre el mismo, por lo que volverá a la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente.
Paradójicamente, se sigue hablando del ficus de la Encarnación cuando ya ha sido calificado de irrecuperable por el Servicio de Parques y Jardines, que ha anunciado su apeo en los próximos días.
EL CASO DE MÁLAGA
Una solución parecida a la que se está analizando desde hace año y medio en Sevilla se aplicó en Málaga en 2003 a un ficus existente en la explanada de la Estación, tras desplomarse otro ficus cercano sobre el muro de un colegio. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales.
El ficus desplomado tenía más de un siglo, medía 15 metros de altura y se le calculó un peso de 12 toneladas.
Una de las muletas colocadas bajo las ramas del ficus de la Explanada en Málaga
Detalle de otra de las muletas bajo el ficus malagueño
Para evitar que el ficus superviviente corriera la misma suerte, el Ayuntamiento de Málaga colocó debajo de sus ramas principales un par de muletas de hormigón que con el tiempo se han ido erosionando y sufriendo fisuras, aparte de su efecto antiestético.
ANEXO I: EL EXPERIMENTO DE LA UNIVERSIDAD DE SIDNEY
Facilitando el crecimiento de las raíces aéreas del Ficus rubiginosa
La caída de ramas de árboles es un peligro grave, especialmente en zonas densamente pobladas, como calles de ciudades, campus universitarios y escuelas [ 1 ]. La caída de árboles causa daños sustanciales a la propiedad en todo el mundo y la caída de ramas es responsable de muchas muertes cada año. Por ejemplo, el 11% de todas las muertes relacionadas con la educación al aire libre en Australia son causadas por la caída de árboles o ramas de árboles [ 2 ]. Las muertes por caída de árboles son particularmente comunes durante ciclones tropicales y vientos fuertes [ 3 , 4 ]. Dado que se prevé que los fenómenos climáticos extremos, como los ciclones, aumenten en frecuencia e intensidad [ 5 ], es probable que también aumenten en las próximas décadas los daños causados por la caída de ramas. Los problemas causados por la caída de árboles no se limitan a Australia, sino que se aplican en entornos urbanos de todo el mundo.
Las raíces aéreas pueden proporcionar soporte a ramas pesadas en varios taxones de plantas [ 6 ], incluidos algunos miembros de los géneros Ficus [ 7 ], Metrosideros [ 8 ], Schefflera [ 9 ], Pandanus [ 10 ], Philodendron [ 11 ] y Anthurium [ 12] . ]. Muchas especies de estos géneros son comunes como árboles urbanos, tanto en los trópicos como en latitudes más altas. Las raíces aéreas que crecen desde las ramas laterales hasta el suelo forman columnas de soporte que pueden ayudar a estabilizar y sostener los árboles y sus ramas, especialmente durante tormentas y vientos fuertes [13 , 14 ] . Sin embargo, las raíces aéreas pueden crecer lentamente y no siempre llegan al suelo [ 15 ]. La falla en el crecimiento de las raíces aéreas parece ser muy común en ambientes urbanos en todo el mundo. Lo preocupante es que el peso adicional de las raíces aéreas colgantes podría en realidad aumentar el riesgo de que el árbol o las ramas fallen.
A pesar de los beneficios de que las ramas estén sostenidas por raíces aéreas, hay muy poca literatura publicada sobre cómo fomentar y acelerar el crecimiento de las raíces aéreas. Existen técnicas bien establecidas en algunas partes de la India mediante las cuales las raíces aéreas de Ficus elastica se colocan alrededor de bambú o madera para formar espectaculares puentes vivos que pueden abarcar más de 50 m [ 16 ]. Sin embargo, no está claro si enrollar las raíces alrededor de estructuras de soporte acelera el crecimiento de las raíces o simplemente las dirige en una dirección particular. Además, los desafíos que enfrentan las raíces aéreas en un entorno urbano (donde los árboles a menudo crecen de forma aislada, con sus raíces aéreas expuestas a la luz solar directa y a los vientos secos) probablemente sean bastante diferentes a los desafíos que enfrentan las raíces en los bosques húmedos de hoja ancha.
El objetivo principal de nuestro experimento fue determinar si se podría fomentar el alargamiento de las raíces en Ficus rubiginosa proporcionando condiciones de crecimiento más favorables a los grupos de raíces aéreas existentes. El alargamiento de las raíces puede ser muy plástico en respuesta a las condiciones del suelo [ 17 ], por lo que predijimos que las raíces aéreas rodeadas por la mezcla para macetas se alargarían más en un año que las raíces de control que colgaban en el aire. También existe cierta evidencia de que el crecimiento de las raíces aéreas puede verse inhibido por la falta de humedad. Por ejemplo, la retención de humedad es un factor limitante para el crecimiento y la fuerza de las raíces en la vainilla [ 18 ], y las raíces aéreas de la aroide tropical Anthurium clavigerum crecen dos veces más rápido durante la temporada de lluvias que en la estación seca [ 12 ]. Esto nos llevó a predecir que rodear las raíces con musgo Sphagnum daría como resultado un mayor alargamiento de las raíces aéreas que el logrado con raíces en el aire (control) o rodeadas de mezcla para macetas. Anteriormente se ha descubierto que los musgos son útiles para retener la humedad en aplicaciones de horticultura [ 19 ]. Finalmente, predijimos que proporcionar un embudo para aumentar la interceptación de lluvia beneficiaría aún más el crecimiento de las raíces aéreas.
Este experimento se realizó en un contexto inusual. El proyecto se inició cuando Estate Management en la UNSW Sydney se acercó a profesores de botánica (WKC y ATM) para pedirles consejo sobre cómo fomentar el crecimiento de grupos de raíces aéreas existentes hacia el suelo en la hilera de higueras en el área de conservación del patrimonio en Fig Tree Carril. Estos Ficus rubiginosa Desf. ex ventilación. (Port Jackson Fig) se trasplantaron entre 1893 y 1896 cuando el sitio formaba parte del hipódromo de Kensington.
Las higueras son ahora una característica icónica de la universidad. Son de importancia ambiental y patrimonio arbóreo y están incluidos en el registro de árboles significativos del ayuntamiento [ 20 ], en el que se describen como “elementos destacados dentro de este recinto paisajístico histórico y culturalmente significativo” [páginas 137, 20].
Los árboles también son de gran importancia ecológica, ya que proporcionan hábitat y recursos sustanciales para una variedad de fauna, además de reducir drásticamente el efecto de isla de calor urbana [ 21 ]. Aunque cada árbol tenía múltiples grupos de raíces aéreas en ramas grandes, sólo unas pocas raíces muy cerca de los troncos habían crecido hasta llegar al suelo. Como tal, el soporte para estos árboles impresionantemente grandes estaba contenido casi exclusivamente en las raíces subterráneas y de contrafuerte, además de las eslingas y cables que se instalaron en un intento de evitar la falla de las ramas.
Los profesores de Botánica, junto con Estate Management, decidieron abordar la cuestión de cómo fomentar el crecimiento de raíces aéreas como un ejercicio práctico con estudiantes del curso de Plantas con flores (BIOS2051) en la UNSW Sydney. La idea era alejarse de las clases prácticas estándar de pregrado en las que ya se conocen las respuestas y, en su lugar, presentar a los estudiantes la ciencia del mundo real a través de una auténtica experiencia de aprendizaje basada en proyectos.
Presentamos este trabajo como demostración de una nueva técnica hortícola que puede reducir los riesgos que plantean los árboles grandes en un entorno urbano y como una demostración de la calidad de la ciencia que se puede lograr con una clase de ciencias de pregrado.
Nuestras hipótesis fueron:
- Rodear las raíces con tubos con musgo Sphagnum o mezcla para macetas daría como resultado un mayor alargamiento de las raíces aéreas que el logrado con las raíces en el aire (control).
- Que rodear las raíces con musgo Sphagnum daría como resultado un mayor alargamiento de las raíces aéreas que el logrado con raíces rodeadas de mezcla para macetas.
- Que proporcionar un embudo para aumentar la interceptación de la lluvia daría como resultado un mayor crecimiento de las raíces aéreas que el logrado en tubos sin embudos.
Métodos
Para este estudio se seleccionaron las raíces aéreas de los cuatro individuos de Ficus rubiginosa ubicados en Fig Tree Lane, UNSW, Sydney (33°54′ 59” S, 151°13′ 53” E). Esta especie envía raíces aéreas en grupos que pueden formar nuevos troncos (también conocidos como columnas o puntales) cuando entran en contacto con el suelo [ 22 ]. El quinto individuo en esta misma línea de árboles no fue incluido en este estudio ya que fue identificado como Ficus macrophylla Desf. ex pers. F. macrophylla (higuera de Bahía Moreton), que no forma nuevos troncos a partir de raíces aéreas.
Los árboles miden entre 16 y 30 metros de altura y sus copas entre 18 y 35 metros de ancho. Si bien los árboles se plantaron originalmente en un entorno mucho más abierto, el entorno actual alrededor de los árboles es típico de un entorno universitario densamente desarrollado, que incluye edificios altos, senderos y caminos. Típico de los árboles altamente urbanos, las copas de los árboles se extienden sobre una mezcla de plantaciones bajas, así como asfalto y cemento.
Se seleccionaron para el estudio diez bloques experimentales de cuatro raíces adyacentes comparables que colgaban verticalmente sobre el suelo (en lugar de superficies adyacentes impenetrables). Dos árboles tenían un bloque experimental cada uno, un árbol tenía tres bloques experimentales y un árbol tenía cinco bloques experimentales.
Cada bloque experimental contenía uno de cada uno de los cuatro tratamientos, asignados y ordenados mediante un diseño de bloques al azar. Los cuatro tratamientos consistieron en (1) un tubo de PVC lleno de mezcla para macetas, (2) un tubo de PVC lleno de musgo de sphagnum, (3) un tubo de PVC lleno de musgo de sphagnum con un embudo en la parte superior y (4) un control, en el que no se dio nada para complementar las raíces y se dejaron crecer normalmente.
No había un control exclusivo de las tuberías, ya que sin un medio de crecimiento las raíces simplemente saldrían volando de las tuberías en los días de viento. La mezcla para macetas utilizada contenía un 33 % de suministro de “Mezcla de jardín orgánica” de Australian Native Landscape (que es 50 % de tierra negra, 20 % de arena gruesa y 30 % de materia orgánica que contiene aserrín compostado y materia orgánica y posos de café gastados), 33 % de arena de río lavada. y 33% turba de coco.
A cada contenedor de tierra de esta mezcla, agregamos 200 ml de un fertilizante general (de una mezcla a granel que contiene: 250 g de superfosfato, 500 g de dolomita, 100 g de oligoelementos, 200 g de sangre y huesos, 200 g de nitrato de amonio, 200 g de yeso y 200 g de cal) y 200 g. de fertilizante de liberación lenta bajo en Osmocote N16:P1.3:K9. No se aplicó agua adicional a ninguna de las raíces del tratamiento.
Los tratamientos experimentales se instalaron el 11 de octubre de 2017. Inmediatamente antes de la instalación, medimos la distancia desde la punta de la raíz hasta el suelo. También medimos la distancia horizontal entre la parte superior de cada raíz y el tronco para determinar si la distancia desde la raíz al tronco principal afectó el crecimiento.
Los tubos de PVC tenían 9 cm de diámetro y se cortaron por la mitad a lo largo antes de la instalación para facilitar su extracción al final del experimento. Las tuberías se cortaron para igualar la longitud de la distancia entre la punta de la raíz y el suelo, más 50 cm adicionales (para evitar que las raíces fueran arrastradas fuera de la tubería durante el balanceo del árbol o el movimiento debido al viento), por lo que la longitud varió de 150 cm. a 400cm.
Las dos mitades de la tubería se aseguraron con bridas y luego se ataron a largas estacas de madera que se clavaron firmemente en el suelo. Luego, los tubos se llenaron hasta arriba con el medio correspondiente (mezcla para macetas o sphagnum), con las raíces dentro.
Los embudos se fabricaron con láminas de aluminio y midieron ~30 cm de diámetro en la parte superior y ~7 cm de diámetro en el orificio en la base. Inicialmente se colocaron sin apretar encima de las tuberías, pero luego se aseguraron con pernos por temor a dañar las raíces causado por el embudo de metal que se balanceaba con el viento.
Fue necesaria una plataforma de trabajo elevada para instalar y retirar los tratamientos. Revisamos los tratamientos aproximadamente a mitad de año, con la intención de completar la mezcla para macetas y el sphagnum. Sin embargo, todas las tuberías permanecieron llenas hasta unos pocos centímetros de la parte superior, por lo que no fue necesario ningún mantenimiento.
El 17 de octubre de 2018 retiramos los tubos de tratamiento. Luego determinamos si las raíces aéreas en cada uno de los tratamientos habían llegado al suelo (verFigura 1). Si las raíces no habían llegado al suelo, se midió la altura de la raíz sobre el suelo. Los datos se proporcionan en la Tabla S1 y la Tabla S2 .
El experimento de la raíz de la higuera en el campus proporcionó resultados importantes y una sólida experiencia de aprendizaje para los estudiantes basada en proyectos.
(a) Los tratamientos experimentales instalados, mostrándose los tubos de PVC (algunos con embudos), y el cartel informativo que describe el proyecto al encontrarse estos árboles en una zona de alto tránsito peatonal. (b) Las raíces tratadas con mezcla para macetas (izquierda) y sphagnum (derecha) crecieron hasta llenar los tubos de PVC y se extendieron firmemente en el suelo.
El 28 de octubre de 2019, volvimos a examinar las raíces, registrando si cada raíz estaba conectada al suelo y se midió el diámetro de la raíz más gruesa de cada racimo a 10 cm del suelo.
Analizamos la proporción de raíces que llegan al suelo con un modelo lineal mixto generalizado con tratamiento como efecto fijo, bloque como efecto aleatorio y errores binomiales [función glmer dentro de la biblioteca R lme4 v1.1–17, 23 ] . Para explorar esto con más detalle utilizamos las pruebas post-hoc de chi-cuadrado [función chisq.post.hoc en la biblioteca fifer v1.1 R, 24 ]. Analizamos la tasa promedio de crecimiento de las raíces (calculada como la distancia crecida por unidad de tiempo, siguiendo [ 25 ]) con un modelo lineal de efectos mixtos con el tratamiento como efecto fijo y el bloque como efecto aleatorio (lme4 v1.1–17, Bates et al. 2015). Todos los análisis se realizaron en R versión 3.5.1.
Resultados
Ocho de las diez raíces en el tratamiento con mezcla para macetas, todas las raíces en el tratamiento con sphagnum y ocho de las diez raíces en el tratamiento con sphagnum con embudo llegaron al suelo. Sin embargo, ninguna de las diez raíces de control llegó al suelo (Figura 2). Muchas de las raíces a las que aplicamos tratamientos crecieron más de 2 m en un año, y una creció más de 3 m.
Cambio en la distancia entre la punta de la raíz aérea y el suelo durante 1 año.
Distancia entre las puntas de las raíces aéreas y el suelo (m) al inicio (2017 –rojo) y al final (2018 –azul) del experimento para cuatro tratamientos. Cada par de puntos representa un grupo de raíces individual. Las raíces se trazan en el orden del bloque aleatorio en el que se encontraban.
La inclusión del tratamiento como efecto fijo mejoró significativamente el modelo mixto tanto para la proporción de raíces que llegan al suelo (P <0,001) como para la duración promedio del crecimiento en el año (P <0,001). Todos los tratamientos fueron significativamente mejores que los controles tanto en la probabilidad de que las raíces lleguen al suelo (todos P <0,01) como en la longitud promedio de crecimiento en un año (todos P <0,001). No hubo diferencias significativas entre los tres grupos de tratamiento en ninguna proporción de raíces que llegan al suelo (todas P > 0,05) ni en la longitud promedio crecida en un año (todas P > 0,05; consulte la tabla de resultados S1 en Información de respaldo ) .
La distancia entre la raíz aérea y el tronco principal no tuvo efecto significativo en el crecimiento de las raíces (P = 0,2). Es decir, nuestros tratamientos son igualmente efectivos en las raíces distales como en las cercanas al tronco principal, lo que es un buen augurio para el manejo dado que las raíces aéreas conectadas al suelo pueden ser más valiosas como estructuras de soporte estabilizadoras cuando están más alejadas del tronco.
En octubre de 2019 (24 meses después de la primera aplicación de los tratamientos), dos de las raíces previamente ancladas del tratamiento en embudo se habían roto, pero otras dos raíces habían llegado al suelo (una del tratamiento de mezcla para macetas, otra del tratamiento de embudo, ambos estaban a 7 cm del suelo en octubre de 2018).
Ninguna de las raíces de control había llegado al suelo, por lo que las raíces en el tratamiento de control todavía tenían significativamente (P < 0,01) menos probabilidades de llegar al suelo que las raíces de los otros tres tratamientos (que no fueron significativamente diferentes entre sí, P≥ 0.3). No hubo diferencias significativas en el ancho máximo de raíz (P > 0.15;Fig. 3) entre los tratamientos de embudo, mezcla para macetas y sphagnum para octubre de 2019. Seis de las raíces del tratamiento habían crecido hasta alcanzar más de 2 cm de diámetro y parecen proporcionar soporte estructural a las ramas (Fig. 3).
Crecimiento de las raíces aéreas a los dos años de aplicados los tratamientos.
Diagramas de caja que muestran el diámetro de la raíz más gruesa (medida a 10 cm del suelo el 28 de octubre de 2019) en cada uno de los cuatro tratamientos, y una fotografía que muestra la naturaleza sustancial de los grupos de raíces. La curva visible en algunas de las raíces se debió a que la rama se hundió cuando se retiraron por primera vez los tubos de soporte en octubre de 2018.
Discusión
Ideamos y probamos un método para facilitar el crecimiento de raíces aéreas. Nuestros tratamientos dieron como resultado que la mayoría de las ramas de tratamiento quedaran firmemente ancladas en el suelo en el transcurso de un año (verFigura 1B), y convirtiéndose en estructuras de apoyo sustanciales al final del segundo año (Fig. 3). Nuestro método no requiere materiales costosos, es relativamente fácil de instalar y requiere poco o ningún mantenimiento. Este método permitirá a los arbolistas guiar estratégicamente los árboles con enraizamiento aéreo para construir su propio soporte estructural vivo y disminuir el riesgo de caída de ramas y caída de árboles. Nuestro método también permite a los arbolistas guiar las raíces al suelo en los lugares más convenientes/prácticos, lo que probablemente sea importante para el manejo de árboles en áreas urbanas donde las carreteras, los estacionamientos y los pasillos despejados son altas prioridades.
Esperamos que la aplicación de este método permita una mayor retención de grandes árboles urbanos, ya que se sabe que tienen numerosos beneficios, incluida la reducción de la contaminación del aire [26], el secuestro de carbono [27], una mayor felicidad humana [ 28 ] y un aumento del valor de las propiedades [ 29 ]. En particular, esperamos que esta técnica pueda utilizarse para mejorar la longevidad de los grandes árboles urbanos tanto en Australia como en otras partes del mundo.
En nuestro estudio no hubo diferencias significativas en la eficacia del esfagno, la mezcla para macetas y el esfagno con tratamientos en embudo. Los embudos añaden gastos y complejidad, pero no mejoran el crecimiento. Incluimos el tratamiento en embudo porque planteamos la hipótesis de que el área adicional de captación de lluvia podría mejorar el crecimiento de las raíces. Sin embargo, una cantidad sustancial de agua fluye por ramas y troncos durante las lluvias [ 30 ].
Es decir, la falta de efecto de los embudos podría deberse a que la mayor parte del agua pudo haber llegado a los tubos a través del flujo del tallo en lugar de como precipitación en caída libre. Del mismo modo, el sphagnum es relativamente caro y no dio mejores resultados que la simple mezcla para macetas.
El esfagno era más difícil de introducir en los tubos que la mezcla para macetas, y las bolsas de aire en el esfagno daban lugar a parches con un crecimiento de raíces notablemente más débil ( pers . obs . ATM). Además, el sphagnum a menudo se recolecta de forma insostenible [ 31 ]. Por lo tanto, recomendamos el uso de tubos sin embudos, llenos de mezcla para macetas, para futuras aplicaciones de este método. También recomendamos dejar las tuberías puestas hasta que las raíces formen columnas fuertes en el suelo.
Cuando retiramos los tubos de tratamiento, notamos una abundancia relativamente alta de hormigas y otros invertebrados que hacían uso del hábitat protegido en y alrededor de las raíces. Algunos de estos invertebrados probablemente eran herbívoros. Por lo tanto, el tratamiento ocasional con insecticida podría ser beneficioso si esta técnica se aplica a una especie que es altamente susceptible a la herbivoría de raíces, o en individuos o ambientes con alta abundancia de plagas.
En los tratamientos de control en los que se dejó que las raíces crecieran solas, registramos una tasa de éxito del 0 % en lograr que las raíces aéreas llegaran al suelo. Desconocemos el mecanismo que provoca el fallo de las raíces aéreas en ambientes urbanos.
Sin embargo, el éxito de las manipulaciones sugiere que cualquiera que fuera el aspecto desventajoso del entorno urbano, fue mejorado con todos nuestros tratamientos. Se sabe que las raíces aéreas tienen mucho éxito a la hora de llegar al suelo en entornos con alta humedad, poco viento y bajo déficit de presión de vapor, como los que se encuentran en el sotobosque de los bosques de dosel cerrado [32 ] .
Por el contrario, en comparación con los árboles en bosques de dosel cerrado, los árboles en entornos urbanos probablemente experimenten temperaturas más cálidas y un índice de área foliar más bajo, así como más brisa bajo el dosel y eventos periódicos de fuertes vientos y altas temperaturas [33 , 34 ] .
Un clima tan duro podría provocar la desecación de las raíces aéreas y ser inadecuado para su crecimiento en Ficus rubiginosa [ 22 ]. La mezcla para macetas o Sphagnum podría haber aumentado la capa límite alrededor de las puntas de las raíces y haber disminuido el potencial de desecación. Si de hecho es la falta de un ambiente adecuadamente húmedo lo que impide que crezcan las raíces aéreas en entornos urbanos (como las de nuestro grupo de control), entonces las tasas de crecimiento de raíces que registramos son aún más notables dado que nuestro experimento se realizó durante un período de precipitaciones relativamente bajas (773 mm durante nuestro experimento, en comparación con la precipitación media anual de 1083 mm; datos de la estación meteorológica del aeropuerto de Sydney, Oficina de Meteorología).
Porque es probable que las raíces aéreas ahora formen parte del soporte estructural de las ramas (Fig. 3), no pudimos cortar las raíces aéreas para estudiar su anatomía (debilitar los árboles en el entorno urbano puede ser peligroso y no podemos dañar estos árboles catalogados como patrimonio). Sin embargo, una dirección interesante para estudios futuros sería determinar si la estructura anatómica de las raíces aéreas cambió como resultado del crecimiento en el sustrato dentro de los tubos.
Aparte del interés intelectual de esta pregunta, es importante porque la cantidad de soporte estructural que brindan las raíces dependerá de la anatomía de las raíces. Ya hay indicios de que las raíces aéreas de Ficus pueden tener una resistencia mecánica sustancial; por ejemplo, las raíces aéreas de Ficus elastica pueden entrenarse para formar puentes vivos que se extienden por más de 50 m [ 16 ].
Los estudiantes universitarios participaron desde el establecimiento inicial de nuestro experimento a través de la recopilación de datos, el análisis, la preparación de figuras y la escritura. Por lo tanto, además de su objetivo científico principal, este proyecto brindó a una clase de ciencias de pregrado una experiencia invaluable en investigación científica.
En demasiadas clases prácticas de ciencias, los estudiantes realizan los mismos ejercicios año tras año, dejando una sensación limitada de descubrimiento y dando una falsa impresión de cuán sencillo es el proceso científico.
Aunque no tenemos datos cuantitativos sobre la eficacia de este proyecto como ejercicio docente, involucrar a los estudiantes en ciencias del mundo real brindó una experiencia sustancialmente mejor tanto para los académicos como para los estudiantes, además de los beneficios para la comunidad universitaria (al desarrollar un solución a un problema potencialmente peligroso en el campus) y a la comunidad científica (en la publicación de investigaciones novedosas centradas en aplicaciones y en la formación de científicos capaces).
En resumen, hemos desarrollado un método altamente eficaz para mejorar el crecimiento de las raíces aéreas en Ficus rubiginosa . Nuestro método es económico y relativamente fácil de aplicar, y el establecimiento de raíces aéreas de soporte es más agradable desde el punto de vista estético que otros métodos comúnmente utilizados para prevenir la falla de ramas pesadas, como eslingas y estructuras de soporte artificiales. Si bien hemos probado esta técnica en una sola especie de árbol, parece probable que un enfoque similar sea efectivo en otras especies que echan raíces aéreas. Esperamos que nuestros hallazgos se apliquen en entornos urbanos para reducir las lesiones o daños causados por la caída de árboles y para permitir que los propietarios privados de tierras, universidades, jardines botánicos y ayuntamientos conserven sus majestuosos árboles viejos.
Información de soporte
Tabla S1
Comparaciones post hoc por pares de tres tratamientos y un control en 2018.
No hubo diferencias significativas entre los tratamientos en ninguna de las proporciones de raíces que llegaron al suelo en octubre de 2018, ni en la duración promedio del crecimiento de las raíces en un año (2017-2018). Sin embargo, todos los tratamientos fueron significativamente mayores que los controles en ambas medidas. Los detalles de los análisis se proporcionan en métodos.
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Tabla S2
Comparaciones post hoc por pares de tres tratamientos y un control en 2019.
No hubo diferencias significativas entre los tratamientos en ninguna proporción de raíces ancladas al suelo en octubre de 2019, ni en el diámetro de la raíz más gruesa en octubre de 2019 (diámetro medido a 10 cm del suelo). Sin embargo, todos los tratamientos fueron significativamente mayores que los controles en ambas medidas. Los detalles de los análisis se proporcionan en métodos.
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Hoja de datos S1
Ficha técnica del proyecto de raíz aérea de higuera.
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Declaración de financiación
Este proyecto fue financiado por Estate Management de UNSW Sydney. Los financiadores no tuvieron ningún papel en el diseño del estudio, la recopilación y análisis de datos, la decisión de publicar o la preparación del manuscrito.
Disponibilidad de datos
Todos los datos relevantes se encuentran en el documento y en sus archivos de información de respaldo: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6936823/
ANEXO II: Los ingeniosos puentes vivientes de la India
(Un reportaje de la BBC: https://www.bbc.com/future/article/20211117-how-indias-living-bridges-could-transform-architecture )
Cuando las nubes monzónicas traen fuertes lluvias al pueblo de Tyrna, Shailinda Syiemlieh toma el puente más cercano para llegar a la orilla opuesta de un arroyo que brota. El puente no es una estructura cualquiera hecha de hormigón y metal. En cambio, está compuesto por una sola higuera gigante que se asienta a la orilla del río, y el soporte sobre el que camina Syiemlieh es una mezcolanza de raíces aéreas fuertemente anudadas y entrelazadas. El puente no es sólo una parte del paisaje, al mismo tiempo ayuda a sustentar su ecosistema.
Tyrna se encuentra justo encima de las llanuras de Bangladesh, en el estado de Meghalaya, en el noreste de la India, donde se encuentran cientos de estos puentes. Durante siglos, han ayudado a las comunidades indígenas Khasi y Jaintia a cruzar ríos crecidos durante los monzones. «Nuestros antepasados eran tan inteligentes», dice Syiemlieh, «cuando no podían cruzar los ríos, construyeron Jingkieng Jri, los puentes de raíces vivientes».
Meghalaya alberga algunos de los lugares más húmedos de la Tierra . El pueblo de Mawsynram, el lugar más lluvioso del mundo, recibe una precipitación anual de 11.871 mm, lo que sería suficiente para sumergir una casa típica de tres pisos si se inundara toda a la vez. La cercana Sohra ocupa el segundo lugar, con un promedio de 11.430 mm De junio a septiembre, los vientos monzónicos soplan hacia el norte desde la Bahía de Bengala y pasan sobre las llanuras húmedas de Bangladesh. Cuando estas corrientes de aire se encuentran con el terreno montañoso de Meghalaya, se abren y comienzan las lluvias torrenciales.
Cuando las lluvias monzónicas aislaron periódicamente las aldeas remotas de los antepasados de Syiemlieh de las ciudades cercanas, entrenaron raíces aéreas vivas de la higuera india del caucho ( Ficus elastica ) para formar un puente a través de los ríos desbordados.
Los investigadores consideran estos puentes de raíces vivas como un ejemplo de resiliencia climática indígena . Además de la conectividad que brindan, estos puentes atraen a turistas y ayudan a la población local a obtener ingresos. Mientras tanto, como han descubierto los investigadores, tienen efectos regenerativos en el medio ambiente circundante . Los científicos esperan que este concepto de arquitectura viva indígena pueda ayudar a las ciudades modernas a adaptarse mejor al cambio climático .
Construir estos puentes requiere décadas de trabajo. Comienza plantando un retoño de Ficus elastica , un árbol que crece abundantemente en el terreno subtropical de Meghalaya, en un buen lugar de cruce a lo largo de la orilla del río. Primero, los árboles desarrollan grandes raíces de refuerzo y luego, después de aproximadamente una década, de los árboles maduros brotan raíces aéreas secundarias desde más arriba. Estas raíces aéreas tienen cierto grado de elasticidad , y tienden a unirse y crecer juntas para formar estructuras estables.
Con un método perfeccionado a lo largo de siglos, los constructores del puente Khasi tejen raíces aéreas en un bambú u otro andamio de madera, las engatusan a través del río y finalmente las implantan en la orilla opuesta. Con el tiempo, las raíces se acortan, se espesan y producen vástagos llamados raíces hijas, que también se extienden sobre el río. Los constructores entrelazan estas raíces entre sí o con ramas y troncos de la misma u otra higuera. Se fusionan mediante un proceso llamado anastomosis, donde sistemas de ramificación como vasos foliares, zarcillos y raíces aéreas se fusionan de forma natural, y se entrelazan en una estructura densa similar a un marco. A veces, los constructores Khasi usan piedras para cubrir los huecos en las estructuras de las raíces. Esta red de raíces madura con el tiempo para soportar cargas; Algunos puentes pueden albergar hasta 50 personas a la vez.
Las generaciones que siguen a los constructores iniciales del puente continúan con el mantenimiento del puente. Si bien una sola persona puede mantener los puentes pequeños, la mayoría requiere el esfuerzo colectivo de las familias o de toda la aldea (a veces de varias aldeas). Este proceso de cuidado y desarrollo a través de generaciones puede durar siglos, existiendo algunos puentes que datan de hace 600 años .
Además de ser una forma regenerativa de arquitectura, los puentes de raíces vivos se fortalecen con el tiempo, se reparan por sí solos y se vuelven más robustos a medida que envejecen. «Cuando llueve mucho, los pequeños puentes de cemento se lavan y los puentes de acero tienden a oxidarse, pero los puentes de raíces vivas resisten las lluvias», afirma Syiemlieh.
«La gente se dio cuenta de que los puentes de raíz son mucho más duraderos que las alternativas modernas y no cuestan absolutamente nada. Por eso, ahora los aldeanos reparan los puentes de raíz que habían abandonado en los valles del bosque».
Este resurgimiento del interés por los puentes de raíces se debe en parte a los esfuerzos de Morningstar Khongthaw, un nativo de la aldea de Rangthylliang, quien fundó la Living Bridge Foundation . Khongthaw y su equipo crean conciencia sobre los puentes raíz, reparan y mantienen puentes antiguos y al mismo tiempo construyen otros nuevos.
A diferencia de los puentes convencionales, los puentes de raíz también son fundamentales para su entorno. Además de producir su propio material de construcción, los árboles absorben dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, a lo largo de su vida. Ayudan a estabilizar el suelo y prevenir deslizamientos de tierra . Los puentes convencionales pueden alterar las capas del suelo, pero las raíces pueden anclar diferentes estructuras del suelo, lo que ayuda a proteger contra la erosión del suelo, dice Ferdinand Ludwig, profesor de tecnologías verdes en arquitectura paisajística en la Universidad Técnica de Munich, que ha estado estudiando los puentes durante 13 años.
Esto es cierto para muchos árboles, pero Ficus elastica juega un papel particularmente importante en su ecosistema, dice Salvador Lyngdoh, un habitante de Meghalaya y científico del Instituto de Biodiversidad de la India, cuyo trabajo se centra en la conservación en el Himalaya. Las higueras son especies marco que promueven la biodiversidad a su alrededor: en ellas crece musgo, las ardillas viven en sus ramas, los pájaros anidan dentro de su dosel y albergan insectos que ayudan con la polinización. El acto de convertir estos árboles en puentes también puede ayudar a los animales a prosperar en su hábitat, afirma Lyngdoh. Se sabe que los corzos y los leopardos nublados utilizan puentes de raíces para moverse de una parte del bosque a otra.
Es posible que los puentes de raíz no puedan superar a los convencionales en todos los sentidos, señala Lyngdoh. Un puente convencional, por ejemplo, puede soportar más peso. «Pero los puentes de raíz son mucho más útiles para una amplia gama de especies naturales que los puentes modernos que tenemos», afirma. «El puente de raíces vivientes es un mosaico incrustado dentro del bosque. Las especies no diferencian entre el puente y el bosque natural».
Esta forma de arquitectura indígena ha fascinado a científicos como Ludwig de la Universidad Técnica de Munich, por el potencial de aprender de ellos para hacer que edificios y espacios en otras partes del mundo sean más verdes.
Ludwig ve estos puentes como un ejemplo no sólo de desarrollo sostenible, que minimiza el daño y la degradación de los sistemas naturales, sino también de desarrollo regenerativo . Este último intenta revertir la degradación y mejorar la salud del ecosistema. Pero comprender los puentes raíces vivos no es un proceso fácil.
«No existe una única manera de tender estos puentes», afirma Ludwig. «La forma en que estas raíces se arrancan, se atan y se tejen difiere de un constructor a otro. Ninguno de los puentes se parece».
La falta de información histórica escrita sobre los puentes también ha sido un desafío a la hora de investigarlos. Hasta el período colonial británico en el siglo XIX, los habitantes nativos Khasi de Meghalaya no tenían un guión escrito, ya que el estilo de vida Khasi se transmite a través de historias orales. Esto ha significado que la información documentada sobre los puentes sea escasa.
Entonces, el equipo de Ludwig recurrió a conversaciones con constructores de puentes Khasi y herramientas digitales para comprender las técnicas de construcción de puentes. Comenzaron mapeando las complicadas formas de las raíces y construyeron esqueletos digitales de los puentes; A continuación, utilizaron fotogrametría (grabación, levantamiento e interpretación de puentes raíz mediante fotografías) para documentar los puentes y construir modelos 3D a partir de ellos.
Con esta información, el equipo de Ludwig comenzó a diseñar un techo para una cocina de verano utilizando un pabellón de árboles , inspirándose en los puentes de raíces.
«[Convencionalmente], cuando construimos un puente o un edificio, tenemos un plan: sabemos cómo será», dice Ludwig. «Pero esto no es posible con la arquitectura viva. Los Khasi lo saben: son muy inteligentes a la hora de analizar e interactuar constantemente con el crecimiento de los árboles y, en consecuencia, se adaptan a las condiciones». Cada vez que aparece una nueva raíz, los constructores de Khasi encuentran una nueva forma de integrarla en la estructura.
Pero en Europa, con su clima muy diferente, utilizar Ficus elastica no era una opción viable, por lo que tuvieron que hacer concesiones y eligieron Platanus hispanica , el plátano de Londres. «Eso no es todo. Los Khasi tienen un conocimiento increíble porque viven en la naturaleza y están profundamente vinculados con los ecosistemas. Nosotros no», dice Ludwig. Entonces, su equipo utilizó herramientas digitales para imitar este proceso y establecer una geometría que permitiera tejer ramitas para formar un techo. El equipo recorta y poda constantemente los árboles para animarlos a crecer y mantenerlos más delgados.
«Estamos aprendiendo cómo reaccionar ante el crecimiento de las plantas en Europa: los humanos plantan árboles, los árboles crecen, los humanos reaccionan, los árboles reaccionan nuevamente», afirma Ludwig. «Esta forma de interactuar con la naturaleza es esencial para un futuro sostenible y regenerativo».
Ludwig espera que la arquitectura viva pueda contribuir a mejorar el bienestar exterior de los habitantes de las ciudades. La integración de árboles en edificios, puentes y parques ayudará a llevar la naturaleza a zonas concurridas. «La idea no es copiar los puentes, sino tomar prestados elementos de esta ingeniería autóctona e intentar comprender cómo podemos adaptarla a nuestros entornos urbanos», afirma Ludwig.
Julia Watson, arquitecta y profesora asistente en la Universidad de Columbia, cuyo trabajo gira en torno a tecnologías de conocimiento indígena basadas en la naturaleza, dice que parte de esto es cambiar la forma en que vemos los árboles.
«En lugar de ver los árboles en las ciudades como elementos pasivos, podemos verlos como infraestructuras activas, para ampliar los servicios ecosistémicos que brindan los árboles en el contexto urbano», dice. Por ejemplo, los árboles pueden reducir el efecto de las islas de calor urbanas (donde las estructuras de hormigón absorben el calor y mantienen las ciudades más cálidas) y reducir la temperatura ambiente exterior , señala Watson.
El Ficus elastica ofrece un potencial que va mucho más allá de los puentes, afirma Watson. Estos árboles no tienen por qué ser un complemento de un edificio, sino una parte integral de su fachada o techo.
En Meghalaya, la práctica de bioingeniería de los Khasi lleva la integración de los árboles con su entorno un paso más allá, uniendo a las personas y al ecosistema. Los puentes, dice Lyngdoh, promueven la vida comunitaria y crean reverencia dentro de la sociedad cuando las personas se unen para construir, mantener y reparar los puentes.
Los puentes jóvenes que se están construyendo hoy no serán atravesados por quienes los cuidan ahora, sino por las generaciones venideras. «La comunidad no piensa en el hoy. Es un acto desinteresado. Es una filosofía de conservación», dice Lyngdoh. Él ve este altruismo como un elemento sagrado que une a la comunidad y protege el ecosistema.
Además de ser parte de la cultura Khasi, los puentes raíz siempre han aportado beneficios económicos a la comunidad. En el pasado, una red de puentes conectaba las aldeas con las ciudades cercanas, proporcionando una vía para que los lugareños transportaran y vendieran nueces de betel y retama. Hoy en día, también está la economía turística que aportan, afirma Syiemlieh.
Unos 3.500 escalones por debajo de Tyrna, el pueblo natal de Syiemlieh, se encuentra el puente raíz de dos pisos que conecta las dos orillas del río Umshiang. Cuando los niveles de agua subieron, los aldeanos de Khasi colocaron raíces adicionales de la misma higuera a través del río, más arriba del agua, creando un segundo puente sobre el primero.
Hoy en día, es una importante atracción turística. A medida que los turistas comenzaron a llegar en masa, se abrieron casas de familia. Los lugareños construyeron campamentos y guiaron a los visitantes a través de la jungla montañosa. Los puestos improvisados apilaban de todo, desde paquetes de patatas fritas hasta bebidas embotelladas. En marzo, cuando Syiemlieh visitó Laitkynsew, una aldea justo al sur de Tyrna, vio a los lugareños tirar, torcer y tejer raíces aéreas de una higuera sobre andamios de bambú para construir un puente triple: dos capas paralelas entre sí como en el puente doble. puente de dos pisos, mientras que una tercera capa de raíces está inclinada a lo largo de la orilla del río. «Tal vez pensaron que tres capas podrían atraer a más turistas», dice Syiemlieh.
El turismo conlleva preocupaciones, afirma Syiemlieh. Aparte de los paquetes y botellas de patatas fritas vacíos, algunos puentes de raíces ven multitudes de cientos de personas a la vez mientras los turistas trepan para tomarse selfies, lo que podría sobrecargar los árboles. Pero los lugareños ya están planeando diferentes modelos de turismo sostenible.
Khongthaw, por ejemplo, está construyendo un museo y un centro de aprendizaje para educar a los turistas sobre puentes de raíces vivientes y otras infraestructuras hechas de Ficus elastica , como marquesinas y túneles en las selvas profundas, y estructuras en forma de escaleras, que los agricultores usarían para escalar. subiendo y bajando salientes rocosos de camino a las fértiles llanuras de Meghalaya para cultivar.
Aunque todavía está en su infancia fuera de Meghalaya, Watson espera que la arquitectura inspirada en los puentes de raíces vivas pueda llegar a desempeñar un papel fundamental en las ciudades, trayendo consigo beneficios para el aire, el suelo y la vida silvestre de las ciudades. «La infraestructura viva puede sustentar una biodiversidad y especies increíbles, no sólo a los humanos», dice Watson. «Necesitamos esa biodiversidad para sobrevivir».
SÍGAME EN LINKEDIN:
Gracias. Seguro que hay más modelos de muletas…Y cuánta vuelta desde que se sabe lo que había. En cuanto a la dificultad para personas mayores, niños, invidentes…igual que con farolas,bancos, veladores, señales…