Emasesa acumula un beneficio de 33,8 millones de euros en el último decenio a pesar del impacto de la sequía en sus cuentas

La empresa se enfrenta a la paradoja de publicitar un menor consumo de agua, objetivo que va en contra de su balance

La empresa metropolitana de aguas de Sevilla (Emasesa) trata de justificar la anunciada subida de tarifas por, entre otras razones, la necesidad de compensar las pérdidas causadas por la sequía y destaca que en el último decenio sólo se incrementaron los recibos en 2013 y 2020. Sin embargo, pese al impacto de la sequía en las cuentas anuales más recientes, el balance acumulado de esta década es de 33,8 millones de euros de beneficio.

La Dirección de la compañía alega que desde 2021 (la última subida de tarifas fue en 2020, y con anterioridad en 2013) el nivel general de precios habrá supuesto a final de 2023 un acumulado del 18% (6,50% en 2021, 5,70% en 2022 y 4,90% en 2023). En este sentido, podría invocar que ese acumulado es 2,23 puntos menor que el de la inflación en el periodo en el que se aprobaron esas dos subidas de tarifas (2014-2023).

Como se recordará, el alcalde, José Luis Sanz, ha criticado a quienes en su opinión debieron subir las tarifas mucho antes y no lo hicieron, por lo que ahora su gobierno se ve obligado a hacerlo.

Para un político como él debe ser fácil comprender las razones de sus antecesores. Tras la subida de 2013, decretada precisamente por su antiguo jefe y correligionario Juan Ignacio Zoido, se entró en un periodo de relativa baja inflación, en el que en el acumulado 2014-2020 el IPC fue de un 3,13%. Repito: ¡un 3,13% en siete años!.

En paralelo, pese a no subir el recibo, Emasesa obtenía beneficios año tras año. En ese mismo periodo 2014-2020 el beneficio acumulado ascendió a 46,4 millones de euros, incluyendo las pérdidas de 1,8 millones de 2020. Y si el cómputo se remonta a 2012, el beneficio acumulado fue de 51 millones de euros. Por tanto, el gobernante de turno, Juan Espadas, no debió de ver una razón de peso para adoptar la impopular medida de subir las tarifas si aun sin subirlas Emasesa obtenía beneficios, que en un par de años se acercaron a los 10 millones de euros cada uno.

Juan Espadas, junto a «su» consejero delegado de Emasesa, Jaime Palop (izquierda)

Ocurrió, sin embargo, que quizás previendo ya a la luz de los datos manejados las pérdidas de la compañía de 1,8 millones de euros al cierre del ejercicio, en 2020 se decidió la segunda y última subida de tarifas desde 2013, y ello pese a que ese año el IPC fue hasta negativo: -0,50%.

Pero tras el Covid, y tras el espejismo de 1,7 millones de euros de beneficio en 2021, los números rojos se han disparado en Emasesa y supondrán 14,3 millones de pérdidas sólo en los dos últimos años.

En la previsión de cierre del ejercicio 2023, la Dirección de la compañía hace una diferenciación entre lo que son los resultados ordinarios y los causados por los sobrecostes de sequía. En la actividad ordinaria de Emasesa el resultado previsto del año 2023 será de -2,30 millones de euros, cantidad que supone menos del 1,5% del presupuesto de gastos ordinarios. Es negativo debido, fundamentalmente a una caída en los consumos sobre el previsto por los ahorros promovidos por el bando de alerta y las campañas de concienciación. La cifra anual de ingresos a diciembre de 2023 se
estima en 170 millones de euros.

Emasesa incita a sus usuarios a que no consuman más de 90 litros de agua al día

Así pues, se produce lo que podríamos llamar la paradoja de Emasesa: una empresa que vende agua gasta en campañas publicitarias (0,3 millones de euros este año) instando a sus clientes a no consumir agua, o, lo que es lo mismo, a no comprarle el producto que factura. El Objetivo 90 litros/habitante/día va en esa dirección, con lo que si los sevillanos lo cumplen Emasesa ingresará cada vez menos por la venta de su agua y sus pérdidas aumentarán. Se trata, pues, de una empresa «sui generis». Sería impensable que Coca-Cola hiciera campañas para que la gente no consumiera su popular bebida carbonatada.

Los costes extraordinarios por sequía del año 2023 ascenderán a 4 millones de euros, conforme a la siguiente distribución:

La Dirección de la empresa ha elaborado un plan de inversiones para el periodo 2024-2027 con los objetivos de continuar con la mejora y renovación de las instalaciones (incluyendo obras por sequía), renovaciones de redes municipales (incluyendo la parte de urbanización), y acometer los proyectos de transformación digital y otros singulares (aguas regeneradas o instalaciones fotovoltaicas), teniendo en cuenta el efecto impulsor que supone el PERTE.

Además, la Dirección arguye que se debe seguir trabajando en la propuesta de convenios con Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Junta de Andalucía
para colaborar en materia de inversiones que permitan avanzar en la adecuación de instalaciones para afrontar las sequías (desalobradora y tratamientos), evitar inundaciones (continuar con los colectores de la cuenca del Tamarguillo y depósitos de retención) y reutilización de aguas.

Según el plan, para hacer frente a todas estas inversiones es necesario actualizar la tarifa, ya que la capacidad de elevar el endeudamiento bancario de Emasesa es limitada por los niveles actuales, y la repercusión en costes financieros que supondría, teniendo en cuenta los tipos de interés en vigor y previstos para los próximos años.

El Plan de Obras y Otras Inversiones para el periodo 2024-2027 queda configurado de
la siguiente forma:

De este plan resalta la relativamente escasa inversión en obra por sequía, que sólo suponen el 4,39% de la inversión total, como si la empresa la diera por superada a partir del próximo año.

EL FUTURO INMEDIATO

La propuesta de presupuesto para los años 2024 y 2025 se ha elaborado bajo la premisa de garantizar el nivel actual de calidad y cantidad en la prestación de los servicios y poder atender las necesidades para la adaptación y prevención de los efectos de la situación de emergencia climática, lo que plantea la necesidad de conseguir mayores ingresos, con los siguientes objetivos:

-Recuperar el equilibrio y compensar las pérdidas por la sequía en un plazo de 4 ó 5 años, a razón de 3 Millones de euros anuales. De mantenerse la falta de precipitaciones en el próximo año, los gastos que se produjeran (se estiman en tan hipótesis unos gastos extraordinarios adicionales de 14 millones de euros) deberían también recuperarse por esta vía, en años posteriores al 2027.
-Afrontar las necesidades de gasto (bien por incremento general de precios o por actuaciones que estaban siendo pospuestas).
-Finalizar el plan de obras 2020-2024 y acometer un nuevo plan para el período 2024-2027 (enfocado al mantenimiento y renovación de infraestructuras generales de servicio, redes municipales, avanzar en digitalización y otros proyectos singulares como son los de eficiencia energética).

Embalse de Melonares, sin el cual Sevilla ya no tendría agua

-Reducir el endeudamiento bancario: aun siendo necesario formalizar una operación de préstamo para financiar parte de las inversiones, el nivel de endeudamiento bancario se irá reduciendo paulatinamente hasta 2027, gracias a que las disposiciones de nueva deuda serán inferiores a las amortizaciones de las operaciones vivas.

Durante estos ejercicios se han aplicado medidas de restricción de gastos, posponiendo actuaciones hasta recuperar la situación económica. Con la revisión tarifaria propuesta se pretende retomar dichas actuaciones para mantener y mejorar el nivel de servicio, así como disponer de presupuesto para mantener un nivel adecuado de obras urgentes. Al cumplimiento de estos objetivos se destinan parte de los mayores ingresos previstos, concretamente 6,40 millones de euros en 2024 y otros 12,7 millones en 2025, con el siguiente desglose, en millones de euros:

Teniendo todo lo anterior en cuenta, queda configurada la siguiente propuesta de Presupuesto de Gastos Ordinarios para 2024 y 2025, comparada con la de 2023:

La cifra de ingresos de 2024 con la propuesta de actualización de tarifas planteada se estima en 181,3 millones de euros, con un resultado positivo para el año 2024 de +0,6 millones, destinados a compensar las pérdidas de ejercicios anteriores motivadas por la sequía.

En el año 2025, la cifra de negocio ascendería a 204,4 millones de euros y el resultado positivo sería de +3,4 millones, con el mismo destino de recuperación del déficit por sequía.

De estos planteamientos de la Dirección de Emasesa y de las cifras plasmadas en el cuadro anterior llama la atención lo siguiente:

-Los gastos de personal se incrementarán en 4,1 millones de euros en los dos próximos años, a razón de un 3,47% en 2024 y de un 3,52% en 2025. A título comparativo, la previsión del Gobierno es subir el sueldo de los funcionarios (Emasesa es una empresa pública) en un 2% en 2024; el incremento podría llegar al 2,5% según la variación del IPC armonizado.

-El alto coste de las denominadas insolvencias: 4,3 millones de euros. Superará a la subida salarial prevista.

-Nada de gastos extraordinarios por sequía, cuando por otro lado se dice que si persiste podrían suponer 14 millones de euros adicionales.

-Si uno de los declarados objetivos es compensar/recuperar el déficit acumulado por la sequía y éste ha sido en los dos últimos ejercicios de 14,33 millones de euros, con 4 millones de beneficios esperados en los dos próximos años todavía quedarían pendientes 10,33 millones de euros.

Conclusión: un escenario futuro contrario al de periodo 2014-2019, cuando no se produjo ninguna subida del recibo del agua. Probablemente se incrementarán las tarifas un año sí y otro también.

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