El puente del Centenario, desde las alturas

Las grúas-torre siguen trabajando en las labores previas a la sustitución de los tirantes y la ampliación de los carriles de tráfico

Los trabajos preparatorios para la sustitución de los tirantes del puente del Centenario y la ampliación de los carriles actuales de su tablero están deparando imágenes insólitas de esta gran infraestructura de ingeniería y de las propias grúas-torre que están siendo utilizadas en los mismos, grúas que a veces parece que realizan una danza al moverse o entrecruzarse en torno a las enormes pilas del puente.

Con objeto de disponer un medio de elevación permanente en la obra se han instalado grúas-torre en las inmediaciones de cada uno de los pilonos. Estas grúas no están orientadas para el izado de grandes pesos, por que su principal función reside en dar apoyo a los trabajos de montaje del nuevo sistema de atirantamiento y desmontaje de los tirantes existentes, que según nuestras noticias todavía no se han acometido. Es decir, aún no se ha sustituido ningún tirante porque todas las labores acometidas hasta la fecha son preparatorias de esa misión.

Una de las singularidades de estas grúas es su imponente altura, ya que su pluma debe disponerse por encima de la coronación del pilono, lo cual se traduce en que la altura de montaje será de unos 115-125 m de altura bajo gancho.

El puente del Centenario se corresponde con una obra emblemática y singular que se proyectó y ejecutó con vistas a la celebración de la Exposición Universal, que tuvo lugar en Sevilla en el año 1992. Se le dio este nombre en consonancia con el lugar de referencia donde está ubicado: el muelle del Centenario, llamado así para conmemorar los 100 años de la Junta de Obras del Puerto de Sevilla.

El puente tiene una longitud total de 2016,59 metros. Está formando a su vez por tres estructuras claramente diferenciadas: dos viaductos de acceso y un viaducto central, formado por un puente atirantado.

Forma parte de la Circunvalación Suroeste de Sevilla y cruza el canal de Alfonso XIII con un vano principal de 265 metros. Es de tipo atirantado, con dos pilas de 120 metros de altura y con el tablero a una altura máxima de 45 metros sobre el canal de Alfonso XIII para permitir el paso de buques. 

El viaducto de acceso del lado Cádiz tiene una longitud total de 511,76 metros, distribuida en 12 vanos con luces de 41,98 m y 45,98 m (10×41,98+2×45,98m).

El viaducto de acceso del lado Huelva tiene una longitud total de 940,08 metros y está constituido por 28 vanos, con la siguiente distribución de luces: 2×41,50+13×42+20+8×22+19,50+3×32.

En ambos viaductos de acceso el tablero se resuelve por la clásica solución de tablero de vigas doble “T”.
El tramo atirantado, con una longitud total de 564,74 metros, se compone de 5 vanos con luces de 48+102+265+102+48 metros.

La sección transversal del tablero, de 22 m de ancho, está constituida por dos vigas de borde de tipo cajón, de 2,50 m de canto y continuas en toda la longitud del tramo atirantado. Cada 12 metros, coincidiendo con la disposición de los anclajes pasivos de los tirantes, el tablero presenta unas vigas riostras transversales postensadas empotradas en sus extremos en las vigas cajón de borde y que
sirven de elemento de sustentación de las 5 vigas “doble T” centrales de 0,82 m de canto que constituyen la sección del tablero.

Sobre el emparrillado formado por las vigas riostras y las vigas longitudinales se dispone una losa de hormigón armado 20 cm de canto, ejecutada con la ayuda de
prelosas no colaborantes.

El tablero queda suspendido del sistema de atirantamiento del viaducto formado por un total de 88 tirantes. La disposición de tirantes obedece a una tipología de “abanico corregido o semi-arpa”, donde los tirantes se anclan en el tablero a intervalos regulares de 12 metros, en coincidencia con la ubicación de las vigas riostras, mientras que en el pilono se anclan buscando la máxima altura posible, pero manteniendo la condición de que en cada punto de anclaje sólo se crucen dos tirantes, uno por cada lado de la pila.

Los tirantes se agrupan en dos haces de atirantamiento, cuasi verticales, y situados en la proximidad de los bordes laterales del tablero. Cada plano de atirantamiento en el pilono contiene, por fuste, un total de 22 tirantes (11 tirantes delanteros encargados de sustentar el vano principal y sus 11 tirantes de retenida para sustentar los vanos de compensación y equilibrar las cargas en los pilonos).

A su vez, los tirantes están constituidos por cordones de acero paralelos, alojados en el interior de una vaina doble de polietileno de alta densidad (interior negra y exterior blanca). El número de cordones que integran el tirante varía de unos tirantes a otros, con valores mínimos de 32 cordones en los tirantes más cortos de unos 37 m, hasta un máximo de 78 cordones en los tirantes de mayor longitud de unos 147 m.

Conforme a la técnica de atirantamiento de la época de construcción, una vez tesados los tirantes se procedía al relleno interior de la vaina interior global con una lechada de cemento con objeto de garantizar la durabilidad del acero.

Los pilonos (pilas 14 y 15) se corresponden con las pilas principales del tramo atirantado. Su tipología es de tipo pórtico mixto (hormigón+acero) en forma de “A” rectangular, compuesto por dos fustes verticales y dos dinteles horizontales de arriostramiento situados sobre un nivel intermedio y en coronación respectivamente.

La altura de los pilonos es de unos 104,5 m desde la coronación de la cimentación. Los fustes verticales son de sección hueca, de 4,00×6,00 m de geometría exterior, hasta alcanzar la zona de los anclajes activos de los tirantes en donde la sección se maciza.

Los dinteles son igualmente de sección hueca, de 4,50 m de ancho y canto variable. El dintel superior en cabeza es de sección mixta, mientras que el dintel intermedio se resuelve en hormigón armado, donde se reseña que el tablero se encuentra suspendido de los tirantes, sin apoyar el tablero sobre el dintel intermedio. La cimentación de los pilonos es profunda a base de un encepado dotado de unas pantallas de sección rectangular que hacen las veces de pilotes.

El resto de pilas del tramo atirantado son de tipo pórtico en forma de Π, constituidas por dos fustes de sección rectangular hueca, de contorno exterior de 4,20×2,50 m, con espesores de tablas de 0,40 m.

El dintel es igualmente de sección rectangular hueca donde el ancho de 3,00 m permanece constante, mientras que el canto es variable entre los 2,22 y los 2,95 m. Cada fuste del pórtico de las pilas descansa sobre una cimentación profunda dotada de 4 pilotes de sección rectangular de 2,50×0,80 m.

En las pilas 13 y 16, para evitar el levantamiento del tablero inducido por la descompensación de luces (entre el vano principal y el vano adjunto) y por las fuerzas transmitidas por los tirantes, se procede al anclaje del tablero mediante la disposición en cada fuste de dos cables de postensado.

Para llevar a cabo la sustitución de los tirantes actuales por un nuevo sistema de atirantamiento es necesario realizar las siguientes actuaciones sobre la estructura existente:
▪ Ampliación lateral de pilonos.
▪ Ampliación lateral de pilas de retenida.
▪ Acondicionamiento de tablero para su sustentación por los tirantes definitivos.

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