Los pilonos del puente de la SE-40 podrían tener una altura de unos 130 metros

En la simulación realizada por el Ministerio de Transportes llegarían a 212 metros

La Declaración de Impacto Ambiental (DIA) formulada por el Ministerio para la Transición Ecológica sobre el futuro puente de la ronda de circunvalación SE-40 para salvar el río Guadalquivir en el tramo Palomares (término en el que realmente arrancaría el extremo occidental del mismo)-Dos Hermanas ya ha despejado dos incógnitas clave, que condicionarán el diseño de esta obra de ingeniería: ha de tener un gálibo (altura desde el tablero a la lámina de agua) de al menos 70,80 metros y las pilas principales (pilonos) y todas las demás, fuera del cauce del río.

La DIA asume prácticamente los argumentos que usó la multinacional sevillana Ayesa, fundada por el ingeniero trianero José Luis Manzanares, en el estudio que realizó en el año 2020 para el Ministerio de Transportes.

Ayesa sostuvo que el impacto del puente dependería de la posición, generalmente lejana, del observador y que podría convertirse en un «hito visual», en función de su diseño.

Su tesis era que la escasa pendiente de la mayor parte de la zona supone que los elementos artificiales de mayor altura, como el puente del Centenario o/y las esclusas del Guadalquivir, se convierten en focos principales de atracción visual y que un nuevo puente con un gálibo importante sobre el cauce del río se sumaría a los dos elementos anteriores como elemento paisajístico destacado en el área estudiada y su entorno.

Destacó que, de forma global, la zona de estudio presenta un marcado carácter antrópico, propio de las zonas de vega asociadas al río Guadalquivir en el área metropolitana de la ciudad de Sevilla, en el que la dominante agrícola del territorio se acompaña por elementos de carácter urbano e industrial, junto con las infraestructuras y las instalaciones portuarias que llegan hasta el mismo trazado actual de la SE-40, quedando la componente natural prácticamente reducida a los ríos Guadaíra y Guadalquivir.

A juicio de Ayesa, este carácter antrópico (resultado de la acción humana) del territorio supondría que, a priori, la introducción de un nuevo puente no tuviese especial relevancia en el carácter global del paisaje, que mantendría su identidad general. No obstante, la afección paisajística del puente variaría significativamente en función de la distancia a la que se encuentren los observadores y de su propio diseño, que podría convertirse en «un hito visual de interés si se llega a soluciones estéticamente valiosas».

Ya hemos visto que el Ministerio de Transportes ha ofrecido una ilustración de cómo podría ser el puente en función de esa DIA, es decir con pilas fuera del cauce del Guadalquivir y en forma de H.

La simulación gráfica del Ministerio sobre el futuro puente, con pilonos en forma de H

Como el puente del Centenario también tiene pilonos (las pilas principales, en el argot del sector) en forma de H mayúscula, aunque con dintel cerrándolos por la parte superior al contrario que en la simulación ministerial en que se mantiene la H abierta, he realizado, dentro de mis limitaciones por carencia de los programas de diseño que habrían permitido un resultado mucho mejor, un fotomontaje de cómo se vería el puente del Centenario de Sevilla capital con el tablero que actualmente dista 45 metros de la lámina del río (gálibo) elevado a 70,80 metros, que es el gálibo mínimo exigido en la DIA para el puente de la SE-40 por los requerimientos del puerto para la navegación por la eurovía del Guadalquivir.

El puente del Centenario con el tablero actual, en la la parte inferior, a 45 metros de la lámina del río y con un tablero a 70,80 metros (parte superior), el gálibo mínimo exigido en la DIA para el futuro puente de la SE-40

Otro fotomontaje del puente del Centenario, visto más de cerca, con su tablero actual (parte inferior) distando 45 metros de la lámina del río y con otro tablero a 70,8 metros

Recordemos también el fotomontaje realizado en su día de hasta dónde llegaría la altura del tablero del puente de la SE-40 en comparación con la Giralda.

El tablero del puente de la SE-40 a 70,80 metros llegaría hasta la parte superior del cuerpo de campanas de la Giralda

Los fotomontajes revelan que con un gálibo de 70,80 metros, si se mantuviera la altura de los pilonos del puente del Centenario, también en forma de H mayúscula y con 104,50 metros según el estudio realizado por Fhecor con motivo del cambio de tirantes y otros trabajos actualmente aún en ejecución (enero 2024), resultaría un diseño totalmente desproporcionado. Y recordemos que en los estudios previos, con tal de justificar la construcción del puente en lugar del túnel, se ha señalado que sería un «hito visual» si se lograran «soluciones estéticamente valiosas».

Si tomamos como canon el puente del Centenario, hay una separación entre la cima de los pilonos y el tablero de 59,50 metros. Y el puente suele ser destacado como una «obra emblemática» entre las realizadas con motivo de la Exposición Universal de 1992. Aplicando la misma proporción, si el tablero se eleva a esos al menos 70,80 metros en el puente de la SE-40 conforme a las exigencias de la DIA, entonces la altura de los pilonos debería ser de 130,30 metros.

El Ministerio de Transportes estudió en su día otros puentes como referencia para el proyecto del de la SE-40.

Veamos la altura del tablero y de los pilonos de estos puentes, y de alguno más, y especialmente la proporción entre los pilonos y el tablero, que es clave en la estética de estas obras de ingeniería.

Como se aprecia en el cuadro, la menor ratio pilonos/gálibo (distancia del tablero a la lámina de agua) es la del puente de Sidney: la altura de sus pilonos supera en 1,81 veces el gálibo. Si se aplicara esta proporción al diseño del puente de la SE-40, para un gálibo de 70,80 metros la altura de los pilonos sería de 128,14 metros. Vemos, pues, que sería muy similar a la proyección realizada anteriormente tomando como referencia el puente del Centenario: del orden (mínimo) de 130 metros.

Volvamos ahora a la simulación gráfica realizada por el propio Ministerio de Transportes en su cuenta de X (antes Twitter) para, tras la DIA, sustituir la anterior versión de puente de dintel recto (voladizo de hormigón pretensado) con pilas en el Guadalquivir para el cruce de éste de forma esviada (oblicua) por otra de puente con pilonos en forma de H mayúscula y sin dintel de coronación.

Los técnicos del Ministerio ya han aplicado las directrices de la DIA y si se analiza su simulación gráfica se observa que para un gálibo de al menos esos 70,80 metros han dibujado unos pilonos con una proyección de 212 metros de altura, mucho más esbeltos que los del puente del Centenario. Recuérdese: se trata de crear un «hito visual».

Pero el impacto paisajístico del puente no se limita a los pilonos, que son sólo las pilas principales del conjunto de pilas en que ha de apoyarse la obra de ingeniería. Hay por lo menos quince parejas de pilas en cada lado del puente antes de llegar al tablero y a los pilonos.

Parejas de pilas que sustentan el tablero en ascenso del puente del Centenario

En la imagen siguiente se puede apreciar el impacto paisajístico del conjunto del puente del Centenario con las pilas que sustentan el tablero, el cual está separado 45 metros de la lámina de agua (gálibo).

Vista del puente del Centenario con las pilas que sustentan el tablero

Veamos ahora un fotomontaje de hasta dónde llegarían las pilas del puente del Centenario si tuviera un tablero que debiera respetar un gálibo de al menos 70,80 metros, como el que la DIA exige para el puente de la SE-40.

La línea roja indica la altura que deberían tener las pilas para un gálibo de 70,8 metros

La suma de pilas de elevada altura para alcanzar un tablero situado a 70,80 metros incrementará el impacto paisajístico del puente de la SE-40.

Y atención a la pendiente, ya que el Gobierno publicita las bondades del carril bici que acompañaría a los carriles destinados al tráfico para poder disfrutar del paisaje desde las alturas, pero nada ha dicho del esfuerzo que requeriría llegar hasta allí a base de pedaladas.

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