El pasado 26 de noviembre (2023), el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, reveló que en la ciudad había 20.000 alcorques vacíos y que su objetivo y el de su gobierno es que no haya ninguno en esta situación, sin ningún árbol. Para ello se ha dado un plazo de cinco años (hasta 2028), aunque si se aplica el método que también utilizaron otros gobiernos locales y que ponen de manifiesto imágenes que circulan por Internet es muy probable que el número se reduzca significativamente y por la vía rápida.
Sanz afirmó que los populares «hemos estudiado y diagnosticado los alcorques para revertir la situación que dejó el gobierno de Antonio Muñoz, con muchos alcorques sin mantenimiento y una gran parte construidos en zonas de acceso con movilidad reducida, entre otras deficiencias, por falta de gestión».
En este sentido, el alcalde anunció el inicio de la temporada de plantaciones de árboles, más de 1.600 hasta el mes de febrero (2024): «se plantarán por toda la ciudad -explicó Sanz- 1.151 árboles en una primera fase, y habrá una segunda fase en la que se sembrarán cerca de 600 árboles más, hasta mediados de febrero, aproximadamente».
Por Internet y redes sociales circulan dos imágenes que hablan por sí solas sobre métodos expeditivos y poco heterodoxos que se están empleando para reducir el número de alcorques vacíos.
En uno de estos alcorques sin árbol, situado frente a una hamburguesería de una calle no identificada de la ciudad, se tomó previamente al anuncio del alcalde, el 3 de octubre de 2023, la fotografía de un cartel que anunciaba nuevas plantaciones, con el siguiente texto: ‘La reposición de las marras de esta zona se realizará en la época de plantaciones Noviembre 2023-Febrero 2024’.
Cuatro meses después, el 1 de febrero de 2024, se captó la siguiente imagen en el mismo lugar, demostrativa de que el alcorque vacío ya no existe porque ha sido cubierto con una capa de alquitrán o cemento:
Sanz declaró el pasado mes de noviembre que “nuestro equipo de gobierno ha optado por hacer una plantación más eficiente para garantizar el futuro de todos los árboles y que no terminen secándose. No vamos a cometer los fallos del equipo de Antonio Muñoz, que llegó a plantar adelfas como si fueran árboles”.
Para evitar esos fallos se planta directamente el alquitrán o/y el cemento sobre el alcorque, que a partir de ese momento ya deja de computar como vacío y hasta como alcorque porque pasa a formar parte de la acera.
En Sevilla había en noviembre 20.000 alcorques vacíos.
Ahora hay sólo 19.999.
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