Impone a un bar del Casco Antiguo una tercera multa coercitiva de 600 euros
La Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente (GUMA) del Ayuntamiento de Sevilla ha ordenado la retirada de veladores de quince terrazas de otros tantos establecimientos de hostelería de la ciudad y sancionado a los propietarios de tres de ellos con multas coercitivas de 600 euros en plena polémica tras el dictamen del Consejo Económico y Social (CESS) sobre el proyecto de la nueva ordenanza reguladora.
Urbanismo ha ordenado la inmediata suspensión del uso y la retirada de la instalación de veladores sin licencia en ocho establecimientos de Sevilla, de los cuales dos están situados en el distrito Casco Antiguo; otros dos, en Cerro-Amate, y uno en Triana, Este-Alcosa-Torreblanca, Nervión y Macarena, respectivamente.
También ha dispuesto la retirada, sin mayor especificación del motivo, de los veladores de un bar situado en la plaza de San Leandro (Casco Antiguo), y de los colocados en otros tres sitos en Triana, Sur y Cerro-Amate, en estos casos por no ajustarse la instalación de estos elementos a la licencia concedida.
Por último ha impuesto tres multas de 600 euros cada una en concepto de sanción coercitiva por incumplir el acuerdo de la Comisión Ejecutiva en que se ordenó la inmediata suspensión del uso y retirada de los veladores existentes contraviniendo las condiciones de la licencia concedida a establecimientos situados en Los Remedios, Nervión y Casco Antiguo. En este último caso se trata de la tercera multa por el mismo motivo.
NUEVA ORDENANZA
El dictamen del Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) sobre el proyecto de reforma de la ordenanza municipal de veladores que promueve el gobierno local del popular José Luis Sanz avisa de que «el aumento horario de cierre contribuirá a generar conflictos entre hosteleros y residentes»; además pide que se «extreme la precaución» ante la propuesta de «consolidar las ocupaciones, en principio excepcionales y transitorias, de las plataformas sobre plazas de estacionamiento y terrazas en cruce de calzada».
El mencionado texto, a grandes rasgos, amplía una hora, hasta las 1,00 horas de la madrugada, el horario de funcionamiento de estas instalaciones y señala con relación a los bares carentes de terrazas de veladores como tal por sus circunstancias urbanas que frente a los mismos, o sea en sus aledaños, se pondrá consumir alcohol de 13,00 a 15,00 horas y de 20,00 a 23,00.
A los locales de ocio y restauración con música y sin música, se le sumarán las heladerías como los únicos comercios que podrán instalar veladores. Ni freidurías ni panaderías podrán hacerlo.
La nueva norma también establece que los bares que sean multados con dos sanciones graves por incumplimiento de la licencia perderán dicha autorización e incluso podrían no tener opción a recuperarla, recogiendo un régimen sancionador que oscila entre los 600 euros para las faltas leves a los 120.000 euros en caso de las muy graves.
A partir de ahí, el dictamen del CESS, recogido por Europa Press, avisa en sus conclusiones de que el texto en el que se despliega la nueva normativa «resulta inconcreto y confuso, se encuentra salpicado de conceptos jurídicos indeterminados, temas abiertos y márgenes de discrecionalidad, lo que provoca falta de claridad e inseguridad jurídica».
«La ausencia de una exposición de motivos específica de la modificación propuesta impide la valoración de la intencionalidad y la coherencia jurídica de la norma para poner orden en las situaciones de conflictividad que se producen entre el interés particular establecimiento y el interés general de la ciudadanía sobre el espacio público», señala el informe.
Para el órgano consultivo, «donde resulta más patente ante la falta de explicación de la medida de consolidar las ocupaciones, en principio excepcionales y transitorias, de las plataformas sobre plazas de estacionamiento y terrazas en cruce de calzada». En la ciudad hay 50 de estas plataformas y 25 veladores cruzando la calzada, según los datos del Ayuntamiento.
Sede del Consejo Económico y Social de Sevilla
«Teniendo en cuenta que estas autorizaciones conceden un derecho a un aprovechamiento privativo de un espacio público, la Corporación, a través de esta ordenanza, debe extremar la precaución al concederlas, salvaguardando la accesibilidad y libre deambulación de los ciudadanos, el patrimonio histórico, a fin de que determinadas zonas con alta densidad de establecimiento no pierdan la personalidad» y, además, «la convivencia», determina el informe.
En paralelo, el dictamen vaticina que «el aumento horario de cierre de las terrazas es un elemento generador de ruidos que contribuirá a generar conflictos entre los hosteleros y residentes».
Al punto, el órgano consultivo avisa de que «las políticas de atracción de turismo han llegado al punto de asemejar el centro histórico a un parque de atracciones», lo que le lleva a alertar del «exceso de regulación y ornato», a consecuencia de lo cual «los colores y la uniformidad de los establecimientos y sus terrazas tienen una regulación que fija desde el tipo de silla, hasta el color de los toldos». «Corremos el riesgo de, que al adoptar de otras ciudades turísticas las cualidades que le dan estilo, perdamos nuestra idiosincrasia y originalidad», idica el CESS.
El órgano consultivo reclama por último «un esfuerzo didáctico a fin de que, tanto los sectores implicados como la ciudadanía en general, puedan entender qué se persigue con la reforma y cómo las medidas que se proponen van a contribuir a mejorar la convivencia y la imagen de ciudad abierta que tiene Sevilla».
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