Es condición «sine qua non» para la operación urbanística, que lleva años intentándose sin éxito
La comunidad de propietarios de una urbanización sita en la calle Tabladilla y que ha salido al mercado para ofrecer una parcela, con una edificabilidad no consumida de 26.000 m2 en números redondos desde hace casi medio siglo, se halla dividida respecto de la oportunidad y conveniencia de la operación inmobiliaria, ya que hay una minoría que no la ve clara. Y la unanimidad entre todos los vecinos es condición «sine qua non».
La urbanización se compone de tres edificios de ocho plantas que en conjunto albergan más de 40 viviendas (42, 44, 48 según diversas fuentes), las cuales fueron construidas en el año 1976 en virtud de un proyecto redactado por el arquitecto Alberto Donaire Rodríguez, del estudio Arquinde.
Los pisos se destinaron en gran parte al colectivo de ingenieros, pero por razones indeterminadas sólo se edificó en una parte de la parcela ( 7.193 m2 de edificabilidad de un derecho total de 30.000) y quedó libre el resto, con una edificabilidad no consumida de unos 26.000 m2.
Los propietarios no se pusieron de acuerdo entonces, ni desde entonces, en construir siquiera una piscina en el espacio que quedó libre y que lleva así casi medio siglo.
Tras la superación de la crisis financiera de 2008, motivada por el estallido de la burbuja inmobiliaria, recibieron ofertas para la instalación allí de un gran supermercado y, luego, para usos residenciales, pero al final no hubo consenso en el seno de la comunidad, donde de vez en cuanto se resucita la idea de vender la parcela.
Vista aérea de la urbanización de Tabladilla con la parcela libre
Para la realización de una operación de este tipo han de cumplirse dos condiciones: el consentimiento unánime de todos los propietarios y la indivisibilidad de la parcela, ya que la normativa urbanística aplicable a esa zona del barrio de Tabladilla prohíbe la segregación de la misma.
Buena parte de los propietarios, entre los que figuran los hijos de los primeros ocupantes, son partidarios de la venta de la edificabilidad no agotada, e incluso de todo el conjunto residencial, para que el potencial comprador pueda demoler los tres bloques existentes y diseñar un nuevo complejo residencial a su gusto. Otra parte de los propietarios, generalmente residentes originales que aún quedan, no contemplan a estas alturas de su vida una alteración de su entorno ni una mudanza a otro sitio.
Pese a la división existente, los partidarios de la venta han decidido sondear el mercado en unos términos ambiguos: pretenden que se les haga una oferta que podría incluir también la posibilidad de comprar todo el conjunto, en la esperanza de que si la cantidad ofrecida es elevada convenza a los recalcitrantes para que la acepten y con el fruto de la venta se compren otra vivienda, bien en la nueva urbanización que se levante allí mismo, bien en otra zona.
Actualmente hay en la misma calle Tabladilla, concretamente en el edificio ABC, un piso reformado en venta que data de los años posteriores a la Exposición Universal de 1992. Tiene 138 m2 y piden por el mismo 550.000 euros (con garaje opcional, por 30.000), con lo cual el precio del m2 es de 3.985,50 euros.
Según algunas estimaciones en el sector inmobiliario, por el conjunto residencial de Tabladilla podrían ofrecerse entre 25 y 30 millones de euros, por lo que si hay 44 propietarios la media a repartir oscilaría entre 568.181 y 681.818 euros para cada uno de ellos.
Las ofertas a la comunidad de propietarios deben enviarse por correo certificado hasta el viernes 31 de mayo (2024) como fecha límite.
Los sobres serán abiertos el día 3 de junio por una «comisión restringida» de vecinos.
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