La estación depuradora de Emasesa es la única zona no inundable de Tablada

La empresa metropolitana de aguas tiene 113.149 m2 en la antigua dehesa

La catastrófica riada de Valencia tras por causa de una DANA, con precipitaciones cercanas a los 500 litros por m2, ha provocado que el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, renuncie a su idea de erigir edificaciones en la antigua dehesa de Tablada, tal como anunció poco después de su toma de posesión, hace ahora año y medio.

«Este tipo catástrofes naturales nos tienen que llevar a repensar muchas cosas y si evidentemente hay zonas que son inundables, más vale olvidarse de ellas. No tiene sentido que pensemos en urbanizar zonas inundables, como las que se han inundado en Valencia», ha declarado el alcalde de Sevilla al programa Hoy por Hoy, de la Cadena SER, que dirige Salomon Hachuel.

Sanz ha añadido que en la dehesa de Tablada hay una parte inundable y otra que no lo es. En 2023, Sanz declaró que el futuro de Tablada dependía de la futura planificación urbanística de Sevilla. «Cuando se inicie la elaboración de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana, en ese debate se verá qué hacemos con la dehesa de Tablada. Participarán todos los sevillanos», aseveró.

La afirmación del alcalde de que en Tablada hay una parte inundable y otra no es un intento de justificar la propuesta que hizo en su día de construir en la antigua dehesa, ya que lleva al razonamiento de que si la hizo fue porque una parte de la misma escaparía a una riada del Guadalquivir.

Sin embargo, los mapas sobre peligrosidad fluvial para un periodo de retorno de 100 años elaborados por el Ministerio para la Transición Ecológica muestran que casi toda la antigua dehesa de Tablada quedaría inundada en caso de una gran riada del Guadalquivir, cuyas aguas alcanzarían en la misma un nivel de entre 0,20 metros y 1,50 metros de altura.

El cuadro de la izquierda refleja según las tonalidades del color azul la altura que alcanzaría el agua en la dehesa de Tablada (a la derecha) en caso de riada

Este mapa refleja cómo afectaría una riada a la ciudad

La única parte de la antigua dehesa que no quedaría en principio afectada por una inundación sería la ocupada por la estación depuradora de aguas residuales de Tablada, propiedad de Emasesa, tal como se aprecia en el mapa bajo estas líneas.

La EDAR Tablada, de Emasesa, que aparece en el centro de la imagen sería la única zona de Tablada que no sería afectada por una inundación

En funcionamiento desde 1990, la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Tablada tiene una capacidad de tratamiento de 50 000 m3/día. En la misma, además de depurarse las aguas residuales de la zona Oeste de Sevilla capital, se tratan las aguas de las poblaciones de Camas y San Juan de Aznalfarache. La población de diseño es para un total de 200 000 habitantes equivalentes.

Tal como vimos en uno de los informes dedicados a la antigua dehesa de Tablada en el verano de 2023, Emasesa es propietaria de dos parcelas en la parte Sur, en las que tiene las instalaciones de la EDAR y que suman entre ambas 113.149 m2.

Por tanto, la zona no inundable de Tablada se reduce a esos 113.149 m2 que ya están ocupados por una estación depuradora, por más que Sanz quiera ahora transmitir subliminalmente la idea de que si hizo la propuesta de que se construyera en la antigua dehesa era porque había una parte que escaparía a una riada.

GAESCO CUESTIONA LOS ESTUDIOS

Por su parte, Juan Aguilera, gerente de Gaesco (la patronal sevillana de la Construcción), ha pedido en declaraciones a la Cadena SER «que se realicen nuevos estudios sobre la inundabilidad de Tablada para hablar con precisión, estudios que estén basados en datos y no en opiniones e informaciones que no están contrastadas» antes de renunciar definitivamente a construir en la antigua dehesa y a perder así equipamientos para la ciudad.

De esta manera, pues, la patronal cuestiona el rigor con que los técnicos de las confederaciones hidrográficas y del Ministerio han elaborado hasta ahora los sucesivos mapas de riesgo.

Juan Aguilera, gerente de Gaesco, patronal sevillana de la Construcción

El servicio MAPA DE PELIGROSIDAD DE INUNDACIÓN FLUVIAL ESCENARIO T=100 AÑOS se incluye dentro de la categoría de Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI), cuya información cartográfica y alfanumérica se organiza de acuerdo a diversos indicadores.

La cartografía incluida en este servicio contiene los mapas de peligrosidad de las zonas identificadas en la evaluación preliminar como Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI) elaborados en cada Demarcación por las autoridades competentes en materia de aguas, costas y protección civil de acuerdo al procedimiento establecido en el artículo 8 del Real Decreto 903/2010, de 9 de julio, de evaluación y gestión de riesgos de inundación, que transpone la Directiva 2007/60/CE, relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación.

Los mapas de peligrosidad contemplan tres escenarios en función de la probabilidad estadística de ocurrencia de la inundación: alta probabilidad (asociada a un período de retorno igual a 10 años) a realizar cuando proceda; probabilidad media (asociada a un período de retorno de 100 años) y baja probabilidad de inundación o escenario de eventos extremos (período de retorno igual a 500 años). Sólo en las zonas costeras en las que exista un adecuado nivel de protección el mapa de peligrosidad podrá limitarse al escenario de baja probabilidad de inundación.

EL PERIODO DE RETORNO

En relación con el concepto de periodo de retorno, es importante realizar determinadas aclaraciones.

En términos numéricos, es equivalente a la probabilidad de que se presente un caudal de avenida igual o superior en un determinado año, es decir, la probabilidad de que se supere el caudal en un año. Por ejemplo, para un periodo de retorno de 100 años, esa probabilidad F(x) = 1/T = 1/100 = 0.01 = 1%. Es decir, existe un 1% de probabilidad de que un año se supere ese valor de caudal y un 99% de probabilidad de que no se supere.

Sin embargo, eso no implica que no puedan producirse dos o más avenidas de tal o superior intensidad dentro del mismo año, al ser el periodo de retorno un concepto estadístico y depender de la duración del intervalo considerado.

Imagen general del Servicio Cartográfico

Detalle de las zonas inundables junto al cauce del Guadalquivir y del Genil

En el caso de que queramos calcular la probabilidad de que se iguale o supere ese valor durante un periodo de N años (concepto estadístico de Riesgo), se calcularía mediante la siguiente expresión: 1- [1-(1/T)]N

De forma que, de acuerdo con la tabla siguiente, una zona afectada por la inundación de un periodo de retorno de 100 años tiene una probabilidad del 22,2% de verse inundada en un periodo de 25 años consecutivos y de un 39,5 % de inundarse en 50 años consecutivos:

El contenido del los mapas de peligrosidad para cada escenario de probabilidad, en este caso para el escenario de probabilidad media de inundación (período de retorno mayor o igual a 100 años) debe ser el siguiente:

-Extensión previsible de la inundación y calados del agua o nivel de agua según proceda para un período de retorno T=100 años.
La cartografía de peligrosidad se completa con la elaboración de los mapas de riesgo para las mismas zonas, y ambos mapas, de peligrosidad y riesgo, constituirán la base para el desarrollo de los correspondientes Planes de gestión del riesgo de inundación a elaborar en cada Demarcación. Las cartografías de peligrosidad y riesgo se revisarán y en su caso, actualizarán, cíclicamente cada 6 años.

Ejemplo de Mapa de peligrosidad por inundación asociada a un período de retorno de 100 años en el entorno de Barcelona

Cabe destacar del mismo modo, que estos mapas tienen limitaciones respecto a la inundación que se produciría en un evento concreto. Las técnicas actuales, si bien son muy precisas, tienen limitaciones importantes que hacen que la inundación real de un evento pueda aumentar significativamente respecto a lo calculado. En este sentido, destacan, a modo de ejemplo, tres limitaciones importantes:

1.-La primera es que los efectos de erosiones, deslizamientos, sedimentaciones, etc… sólo se tienen en cuenca mediante criterios geomorfológicos, y en una situación concreta, sobre todo en tramos de altas pendientes, los cambios geomorfológicos pueden ser muy importantes y los resultados diferir de lo previsto significativamente.

2.-La segunda es que los modelos matemáticos existentes no pueden tener en cuenta los efectos que determinados elementos puedan producir mediante obstrucciones y derivaciones del flujo. Por ejemplo, árboles caídos, vehículos, etc. que pueden obstruir puentes, calles, etc. y derivando el flujo en cualquier sentido, siendo esto impredecible.

3.-La tercera, en los casos de zonas inundables de gran extensión con asentamientos urbanos (concentrados y dispersos) importantes, las dificultades para representar adecuadamente en el modelo hidráulico todos los elementos artificiales fijos o móviles que influyen en las características del flujo, y las propias limitaciones computacionales derivadas de gran cantidad de datos procesados, también pueden hacer que los resultados de la inundación difieran de las previsiones del modelo.

Los mapas de peligrosidad por inundaciones y los mapas de riesgo de inundación se debieron revisar a lo más tardar el 22 de diciembre de 2019 y, a continuación cada seis años, por lo que correspondería a finales de 2025.

LA DANA EN VALENCIA

Según publica eltiempo.es, la lluvia acumulada por la DANA en muchas zonas de Valencia fue excepcional, con más de 250-300 litros por metro cuadrado. Los registros más elevados, no obstante, fueron de casi 500 litros por m2. No sólo llovió en Valencia. En zonas de Albacete, Málaga y Granada se superaron también los 150 litros por m2. En áreas de Teruel, Guadalajara y Cuenca se acercaron a los 200 litros.

Mapa que refleja la inundación sufrida por municipios valencianos

Los acumulados de precipitación han superado los 400 litros, e incluso se han acercado a los 500. Estas cifras suponen el mayor acumulado en 24 horas en la Comunidad Valenciana desde 1996, cuando se registraron 520 litros en Tavernes de la Vall.

En este episodio, los mayores acumulados se han registrado en la zona de Requena-Utiel y en toda la zona norte y central de Valencia, sin contar la franja costera. Los acumulados han alcanzado los 491 litros en Chiva, según la Confederación Hidrográfica del Júcar, y los 415,6 litros en el embalse de Buseo.

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